Espíritu de Dios,
danos el don de Fortaliza
para que nuestra fe
se renueve cada mañana,
para que podamos sobrellevar
el peso de cada día,
para que podamos consolar
a los que viven horas difíciles
y cargar, si es necesario,
con nuestros hermanos.
Espíritu Santo, que has acompañado
con tu fuerza
toda la historia de la Iglesia
durante más de dos mil años,
y que, a pesar de tanta debilidad,
has hecho de ella
una Iglesia de profetas,
de mártires, de santos,
de personas que han entregado
sus vidas al servicio de los pobres y marginados,
danos tu fortaleza
para seguir apostando
por el Evangelio.