Tú, Padre, eres un Dios de vivos, no de muertos. Por eso nos dirigimos a ti con toda la confianza de quien, contigo, quiere amar la vida en plenitud:
* Por la Iglesia, para que todos nosotros, junto con el papa y todos nuestros pastores, logremos transmitir la verdadera imagen de Dios que nos transmitió Jesús, tratando de eliminar todas las deformaciones y caricaturas, que nos alejan de Él.
* Por el mundo en que vivimos, donde tantas veces hemos perdido el sentido de la vida, llenos de vaciedad, hartos de cosas y con una mirada corta de futuros. Que poco a poco volvamos a encontrar el verdadero humanismo
* Que nos esforcemos por eliminar tantas fantasías ridículas que nos hacemos sobre el “más allá”, el cielo o el infierno, y anunciemos el verdadero sentido de la resurrección como vida en plenitud, don de Dios Padre.
* Que nos tomemos en serio nuestras vidas y convicciones, sin fanatismos ni intolerancias, pero intentando ser fieles a lo que nos ha sido dado creer.
* Que nos ayudemos unos a otros, desde la diversidad de culturas y religiones, para eliminar nuestros prejuicios y poder dialogar desde la seriedad de quienes buscan sinceramente el camino o los caminos de la verdad.
* Que amemos la vida en plenitud, en todas sus dimensiones y sentidos, sin encajonarla en criterios estrechos y mezquinos que no nos contagian la alegría de Dios.
Escucha, Padre, nuestra oración y abre nuestros horizontes de vida llenándonos de esperanza.