Vísperas – Viernes X de Tiempo Ordinario

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: OH CRISTO, TÚ NO TIENES.

Oh Cristo, tú no tienes
la lóbrega mirada de la muerte;
tus ojos no se cierran:
son agua limpia donde puedo verme.

Oh Cristo, tú no puedes
cicatrizar la llaga del costado:
un corazón tras ella
noches y días me estará esperando.

Oh Cristo, tú conoces
la intimidad oculta de mi vida;
tú sabes mis secretos:
te los voy confesando día a día.

Oh Cristo, tú aleteas
con los brazos unidos al madero;
¡oh valor que convida
a levantarse puro sobre el suelo!

Oh Cristo, tú sonríes
cuando te hieren sordas las espinas;
si mi cabeza hierve,
haz, Señor, que te mire y te sonría.

Oh Cristo, tú que esperas
mi último beso darte ante la tumba,
también mi joven beso
descansa en ti de la incesante lucha. Amén.

SALMODIA

Ant 1. Arranca, Señor, mi vida de la muerte, mis pies de la caída.

Salmo 114 – ACCIÓN DE GRACIAS

Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida.»

El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas me salvó.

Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
arrancó mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.

Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Arranca, Señor, mi vida de la muerte, mis pies de la caída.

Ant 2. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

Salmo 120 – EL GUARDIÁN DEL PUEBLO.

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

Ant 3. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!

Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4

Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!

LECTURA BREVE   1Co 2, 7-10a

Enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria, que no conoció ninguno de los príncipes de este siglo; pues si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Pero, según está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los que le aman.» Pero a nosotros nos lo ha revelado por su Espíritu.

RESPONSORIO BREVE

V. Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios.
R. Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios.

V. Muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu.
R. Para llevarnos a Dios.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Acuérdate, Señor, de tu misericordia como lo habías prometido a nuestros padres.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Acuérdate, Señor, de tu misericordia como lo habías prometido a nuestros padres.

PRECES

Bendigamos ahora al Señor Jesús, que en su vida mortal escuchó siempre con bondad las súplicas de los que acudían a él y enjugaba con amor las lágrimas de los que lloraban, y digámosle también nosotros:

Señor, ten piedad.

Señor Jesucristo, tú que consolaste a los tristes y desconsolados, pon ahora tus ojos en los sufrimientos de los pobres
y consuela a los deprimidos.

Escucha los gemidos de los agonizantes
y envíales tus ángeles para que los consuelen y conforten.

Que los emigrantes sientan el consuelo de tu amor en el destierro, que puedan regresar a su patria
y que un día alcancen también la patria eterna.

Que los pecadores escuchando tu voz se conviertan,
y encuentren en tu Iglesia el perdón y la paz.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Perdona las faltas de los que han muerto
y dales la plenitud de tu salvación.

Con el gozo que nos da el saber que somos hijos de Dios, digamos con plena confianza:

Padre nuestro…

ORACION

Dios nuestro, que con el escándalo de la cruz has manifestado de una manera admirable tu sabiduría escondida, concédenos contemplar, con tal plenitud de fe, la gloria de la pasión de tu Hijo, que encontremos siempre nuestra gloria en su cruz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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Lectio Divina – 16 de junio

Lectio: Viernes, 16 Junio, 2017

1) ORACIÓN INICIAL

¡Oh Dios!, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Por nuestro Señor.

2) LECTURA

Del santo Evangelio según Mateo 5,27-32

«Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.

«También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.

3) REFLEXIÓN

• En el evangelio de ayer Jesús hizo una relectura del mandamiento “No matarás” (Mt 5,20-26). En el evangelio de hoy, hace una relectura del mandamiento “No cometer adulterio”. Jesús relee la ley a partir de la intención que Dios tenía al proclamarla, en el Monte Sinaí, siglos atrás. Lo que importa es el Espíritu de la Ley, no encerrarse en la letra. Retoma y defiende los grandes valores de la vida humana que están por detrás de cada uno de los Diez Mandamientos. Insiste en el amor, en la fidelidad, en la misericordia, en la justicia y en la verdad, en la humanidad (Mt 9,13; 12,7; 23,23; Mt 5,10; 5,20; Lc 11,42; 18,9). El resultado de la plena observancia de la Ley de Dios es la humanización de la vida. La observancia de la Ley humaniza a la persona. En Jesús aparece aquello que acontece cuando un ser humano deja que Dios ocupe el centro de su vida. El objetivo último es unir los dos amores, la construcción de la fraternidad en defensa de la vida. Cuanto más se vive la fraternidad, tanto mayor será la plenitud de vida y mayor es la adoración de las criaturas todas a Dios, Creador y Salvador.

• En el evangelio de hoy, Jesús mira de cerca la relación mujer y hombre, en el matrimonio, la base fundamental de la convivencia en familia. Había un mandamiento que decía: “No cometer adulterio, y otro que decía: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio”. Jesús retoma los dos y les da un nuevo sentido.

• Mateo 5,27-28: No cometer adulterio. ¿Qué nos pide este mandamiento? La respuesta antigua era ésta: el hombre no puede dormir con la mujer de otro. Es lo que exigía la letra del mandamiento. Pero Jesús va más allá de la letra y dice: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio”.

El objetivo del mandamiento es la fidelidad mutua entre el hombre y la mujer que asumirían vivir juntos como casados. Y esta fidelidad sólo será completa, si los dos saben mantener la fidelidad mutua hasta en el pensamiento y en el deseo y si saben llegar a una total trasparencia entre sí.

• Mateo 5,29-30: Arrancar el ojo y cortar la mano. Para ilustrar lo que acaba de decir Jesús se sirve de una palabra fuerte que usó también en otra ocasión, cuando habló de no escandalizar a los pequeños (Mt 18,9 e Mc 9,47). Dice: “Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna” Estas afirmaciones pueden tomarse al pie de la letra. Indican la radicalidad y la seriedad con la que Jesús insiste en la observancia de este mandamiento.

• Mateo 5,31-32: La cuestión del divorcio. Al hombre estaba permitido dar una acta de divorcio para la mujer. Jesús dirá en el Sermón de la Comunidad que lo permitió por la dureza de corazón de la gente (Mt 19,8). “Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio».Se había discutido ya mucho sobre este asunto. Basándose en esta afirmación de Jesús, la iglesia oriental permite el divorcio en caso de “fornicación”, esto es en caso de infidelidad. Otros dicen que aquí la palabra fornicación traduce un término aramaico o hebraico zenuth que indicaba un casamiento con un grado de parentesco prohibido. No serían unas bodas válidas.

• Cualquiera que sea la interpretación correcta de esta palabra, lo que importa es ver el objetivo y el sentido general de las afirmaciones de Jesús en la nueva lectura que hace de los Diez Mandamientos. Jesús apunta hacia un ideal que debe estar siempre delante de mis ojos. El ideal último es éste: “Ser perfecto como el padre celestial es perfecto” (Mt 5,48). Este ideal vale para todos los mandamientos revisados por Jesús. En la relectura del mandamiento: “No cometer adulterio” este ideal se traduce en una total transparencia y honestidad entre marido y mujer. Nadie nunca va a poder decir: “Soy perfecto como el Padre celestial es perfecto”. Estaremos siempre por debajo de la medida. Nunca vamos a poder merecer el premio por nuestra observancia porque estaremos siempre por debajo de la medida. Lo que importa es mantenerse en camino, mantener alto el ideal ante nuestros ojos, ¡siempre¡ Y al mismo tiempo, como Jesús, debemos saber aceptar a las personas con la misma misericordia con que él aceptaba a las personas y las orientaba para el ideal. Por esto, ciertas exigencias jurídicas de la iglesia de hoy, como por ejemplo, no permitir la comunión a personas que viven en segundas nupcias, se parecen más a la actitud de los fariseos que a la actitud de Jesús. Nadie aplica al pie de la letra la explicación del mandamiento. “No matar”, en la que Jesús dice que todo aquel que llama a su hermano idiota merece el infierno (Mt 5,22). Pues en este caso, todos estaríamos seguros de terminar allí y nadie se salvaría. ¿Por qué nuestra doctrina usa medidas diferentes en caso del quinto y del noveno mandamiento?

4) PARA UNA REFLEXIÓN PERSONAL

• ¿Logras vivir la total honestidad y transparencia con las personas de otro sexo?

• ¿Cómo entender la exigencia “ser perfecto como el Padre celestial es perfecto”?

5) ORACIÓN FINAL

Digo para mis adentros:
«Busca su rostro».
Sí, Yahvé, tu rostro busco:
no me ocultes tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio.
No me abandones, no me dejes,
Dios de mi salvación. (Sal 27,8-9)

Jesús carpintero

Jesús, el carpintero,
gusta de poner mesas en el corazón de cada pueblo.
Él ayuda a sentarse, ofrece la copa de vino y parte, amoroso, los panes.
Quien se sienta a la mesa de Cristo aprende a ser carpintero.
Quien come el pan de Cristo aprende a ser panadero.
Y el que bebe de su copa será viñador experto;
no faltarán los racimos y frutos de sabor de cielo,
anticipo del banquete del Reino.

En el Sagrado Corazón, hallaremos la fuente de la alegría

I

SERVID a Dios con alegría, dicen los Libros Santos; y en efecto, la alegría del corazón ha sido siempre el distintivo de los verdaderos servidores de Dios. Los Santos, en medio de sus más rigurosas austeridades, han sido alegres. Nunca la tristeza fue virtud, sino más bien tentación y peligro para el alma cristiana.

Pero ¿dónde encontraremos verdadera alegría? Causas de turbación y tristeza las hallaremos por doquier, y parece imposible substraerse a ellas. Vayamos a depositar nuestras congojas en el Corazón de Jesús, y encontraremos en Él la fuente de la verdadera alegría. Descarguémonos allí del peso de nuestras inquietudes por medio de una perfecta aceptación de la santa voluntad de Dios. No tarda- remos en oír resonar en el fondo de nuestro corazón aquellas dulces palabras que tan a menudo dirigía el Salvador a sus discípulos: “¡La paz sea con vosotros!”

¡Oh Jesús mío! Mi alma tiene necesidad de Ti para sacudir el peso abrumador de sus perpetuas tristezas. Tú lo has dicho en otra ocasión: “Alégrate, hijo de Sión, porque está en medio de ti el Santo de Israel”. Dame, ¡oh Señor!, este don celestial con que favoreces a tus escogidos.

Medítese unos minutos

II

Todos buscamos la alegría; pero erramos por lo común el camino para encontrarla. El mundo la promete continuamente, pero bien sabe él que no la puede dar. Sus alegrías son ruidosas y alborotadas, pero ni llenan el corazón, ni duran más que breves momentos. El rostro de los mundanos es casi siempre una máscara alegre, que oculta un corazón devorado por el tedio y el desasosiego, y quizás por el remordimiento. El gozo interior es únicamente propiedad de la buena conciencia. El alma de San Francisco Javier en medio de sus fatigas apostólicas se sentía tan inundada de él, que le obligaba a exclamar: “Basta, Señor, basta”. Cuando, pues, nos hallemos tristes, examinemos nuestro corazón, y veremos que siempre nace nuestra tristeza de alguna secreta falta de virtud.

¡Oh Divino Corazón, que eres en el cielo la alegría de los Ángeles y Santos y en este mundo la de todos tus amigos! Por Ti sonríen alegres en sus tormentos los mártires, en sus penitencias los anacoretas, en sus humillaciones los seguidores de tu santa ley. Por Ti espero conservar el gozo profundo de mi alma, Jesús amantísimo, hasta en las amarguras de mi última agonía. Habla, oh Dios mío, a mi alma con aquella voz conmovedora, y se estremecerán de júbilo mis entrañas, y disfrutaré ya en este mundo anticipadamente las alegrías del paraíso.

Medítese, y pídase la gracia particular.

Evangelii Gaudium – Francisco I

62. En la cultura predominante, el primer lugar está ocupado por lo exterior, lo inmediato, lo visible, lo rápido, lo superficial, lo provisorio. Lo real cede el lugar a la apariencia. En muchos países, la globalización ha significado un acelerado deterioro de las raíces culturales con la invasión de tendencias pertenecientes a otras culturas, económicamente desarrolladas pero éticamente debilitadas. Así lo han manifestado en distintos Sínodos los Obispos de varios continentes. Los Obispos africanos, por ejemplo, retomando la Encíclica Sollicitudo rei socialis, señalaron años atrás que muchas veces se quiere convertir a los países de África en simples «piezas de un mecanismo y de un engranaje gigantesco. Esto sucede a menudo en el campo de los medios de comunicación social, los cuales, al estar dirigidos mayormente por centros de la parte Norte del mundo, no siempre tienen en la debida consideración las prioridades y los problemas propios de estos países, ni respetan su fisonomía cultural»[57]. Igualmente, los Obispos de Asia «subrayaron los influjos que desde el exterior se ejercen sobre las culturas asiáticas. Están apareciendo nuevas formas de conducta, que son resultado de una excesiva exposición a los medios de comunicación social […] Eso tiene como consecuencia que los aspectos negativos de las industrias de los medios de comunicación y de entretenimiento ponen en peligro los valores tradicionales»[58].


57] Juan Pablo II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Africa (14 septiembre 1995), 52: AAS 88 (1996), 32-33; Id., Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 22: AAS 80 (1988), 539.

[58] Juan Pablo II, Exhort. ap. postsinodal Ecclesia in Asia (6 noviembre 1999), 7: AAS 92 (2000), 458.

La misa del Domingo: misa con niños

“Verdadera comida”
18 de junio de 2017

(Celebramos la fiesta del “Corpus Christi”, de feliz recuerdo en la mente de las personas mayores y no tan mayores.

En cuanto al adorno de la Iglesia para el día de hoy se podría resaltar algún simbolismo en torno al sagrario: flores, cirios de colores, quizás algún poster con la imagen de Jesús ofreciendo el pan…

. También podrían estar junto al altar algunos niños y niñas que han hecho la Primera Comunión, vestidos con el traje de Comunión o con vestido normal.

. Un signo para la celebración: la patena con formas para la consagración y el cáliz con el vino, colocados sobre una mesita, que destaque. Después de la comunión se podría hacer una sencilla procesión para la “reserva” del Santísimo al sagrario: con los niños que acompañan con velas a Jesús eucaristía, con algún canto o música ambiental.

. Canciones para la celebración: “Una espiga dorada como el sol” (Gabarain); “Jesús, ven Tú” (Misa Joven, “De otra manera”, Toño Casado)

1. MOTIVACIÓN

Amigos: ¡Qué invento la Eucaristía! ¡Jesús que se hace pan y nos alimenta y da la vida! Eso es lo que celebramos en el día de hoy, fiesta popularmente llamada del “Corpus Christi”, fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo. Vamos a disfrutar al habernos encontrado con gente que comparte este gran regalo. Así lo viven, por primera vez, los que han hecho en este año su Primera Comunión. Felicidades. Vamos a celebrar. Juntos cantamos.

2. PROCESIÓN de ENTRADA

3. CANTO. (Algún canto conocido con mensaje de asamblea cristiana)

4. SALUDO DEL SACERDOTE Y MOTIVA EL GESTO PENITENCIAL

5. PETICIÓN DE PERDÓN

  1. Porque no valoramos el regalo de la Eucaristía. Señor, ten piedad.
  2. Porque comulgamos y no se nota en nuestra vida. Cristo, ten piedad.
  3. Porque no perdonamos antes de acercarnos a la comunión. Señor, ten piedad.

6. GLORIA (Cantado o recitado)

7. PRIMERA LECTURA (San Pablo a los Corintios, 10, 16-17) Lectura de la Primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios:

Hermanos: El cáliz de nuestra Acción de Gracias, ¿no nos une a todos en la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no nos une a todos en el cuerpo de Cristo?

El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan.

Palabra de Dios.

8. SALMO RESPONSORIAL. (Se puede cantar o recitar el texto de “Una espiga dorada por el sol”).

Una espiga dorada por el sol,
el racimo que corta el viñador,
se convierten ahora en pan y vino de amor,
en el cuerpo y la sangre del Señor (bis).

Compartimos la misma comunión,
somos trigo del mismo sembrador,
un molino, la vida nos tritura con dolor,
Dios nos hace eucaristía en el amor (bis).

Como granos que han hecho el mismo pan,
como notas que tejen un cantar,

como gotas de agua que se funden en el mar,
los cristianos un cuerpo formarán (bis).

9. EVANGELIO (Juan 6, 53-58). “El que come de este pan, vivirá para siempre” Lectura del santo evangelio según San Juan:

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:

Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él. El que come de este Pan, vivirá para siempre.

Palabra del Señor.

10. COMENTARIO

. Una comida de familia, o con nuestros amigos, nos une más.
. Jesús quiso que sus seguidores estuvieran unidos.
. Por eso se hizo él mismo comida, que da nueva vida.
. No se puede participar del Cuerpo de Cristo y luego estar reñidos. . La vida que recibimos de Jesús nos da alegría.
. Por eso los niños y niñas de la Primera Comunión están alegres, son un signo de la alegría que da Jesús.

11. ORACION DE FIELES. PETICIONES

  1. ParaquetodoslosqueformamoslaIglesiaapreciemoselregalodelaEucaristía.Roguemos al Señor.
  2. Para que la Eucaristía nos una y nos ayude a perdonarnos y querernos. Roguemos al Señor.
  3. ParaquelaEucaristíanosllevealacaridadyalamoralosmásnecesitados.Roguemosal Señor.
  4. Para que durante este verano sigamos siendo amigos de Jesús y nos veamos con Él en la eucaristía. Roguemos al Señor.

12. PRESENTACIÓN DE OFRENDAS

(Hoy se puede destacar la presentación del vino y el pan, para la consagración, mientras se hace una monición o se canta un canto apropiado).

13. ACCIÓN DE GRACIAS Y PEQUEÑA PROCESIÓN AL SAGRARIO. Se prepara una sencilla procesión con niños, para acompañar la “reserva” del Santísimo en el sagrario. Procesión del “corpus”. (Canto: “Jesús, ven tú” u otro apropiado).

Pan y vino son tu rostro que hoy volvemos a tocar,
tu mirada que curaba de nuevo nos salvará,

no merezco que tú vengas a mi pobreza tocar,
mas yo quiero que en mi vida Jesús tú puedas estar.

Jesús, ven tú,
entra en mi casa de nuevo. Jesús, ven tú,
para encender nuestro fuego, Jesús, Jesús.

14. PARA LA VIDA

(Animar a participar en la eucaristía durante el verano, en esta iglesia o donde se vaya de vacaciones. Jesús te espera)

La misa del Domingo

FIESTA DEL CORPUS CHRISTI
Día 18 de junio de 2017

La fiesta del Corpus Christi nos invita a contemplar la “presencia de Jesucristo en la Eucaristía” y, desde ahí, agradecer, venerar, reafirmar nuestro compromiso solidario y testimoniar públicamente nuestra adhesión.

1. Cristo en la Eucaristía:

“El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él”.

Cristo ha querido quedarse con nosotros “sacramentalmente” en el Pan y el Vino, alimentos básicos. Esto nos hace recordar el Jueves Santo en que Jesús realiza el gesto de entregarse por nosotros, de darse como alimento. San Juan en el evangelio nos lo presenta en el discurso eucarístico (después de la multiplicación de los panes y los peces). Jesús asegura que ese “pan” es su “propia carne” (su persona entera). Él se da como alimento para podamos “tener vida eterna”, vida plena. Esto es lo que los primeros cristianos -por mandato del Señor- celebraban, y la Iglesia continúa realizando como “memoria viva”. (“Hacer esto en menoría mía”, nos dice Jesús).

Como Moisés hace “recordar” al Pueblo de Israel al “alimentarlo con el maná” lo que Dios ha hecho por él (cf. Dt 8, 2-16), así nosotros también hacemos “memoria agradecida” en cada Eucaristía de la entrega generosa de Cristo por nosotros.

2. Hoy, día del Corpus Christi (“Cuerpo y Sangre de Cristo”) es un buen momento para “recordar” y “agradecer”, para vivir interiormente, y para expresar y comunicar el gozo de llenarnos de Él.

Comencemos por acercarnos a Él, “comerlo”, alimentarnos de su vida, de su causa y proyecto… Interioricémoslo. Démosle gracias personalmente; contemplémoslo, adorémoslo. Busquemos momentos de encuentros con Él ante el Sagrario. Dejemos que Él nos llene de sus inquietudes, de su misma vida; y, desde ahí, renovemos el compromiso de llevar adelante su Misión.

. Aquí, como admiradores de Don Bosco y miembros de la familia, nos fijamos en
una de las características de la Espiritualidad Salesiana: el aprecio a la Eucaristía. Para don Bosco

era fundamental la Eucaristía, la adoración, la fuente de vida e impulso para llevar a cabo la misión.

3. La Eucaristía vínculo de Comunión con Dios y con el hermano.

En este día del Corpus acogemos, de una manera especial, la invitación de Cáritas a crecer como “comunidad de hermanos”, que participamos en la Eucaristía, “sacramento de comunión con Dios y con nuestro prójimo”. De este modo, cuantos “comemos de un mismo pan”, no sólo somos invitados a formar un solo cuerpo, sino a crecer en la “espiritualidad de comunión” que dé sentido y anime nuestro compromiso social en favor de los que sufren.

Vivir y cultivar la comunión nos lleva a promover cauces de implicación como (nos sintetiza el mensaje de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la CEE): impulso a la dignidad humana, cultivo de la casa común, desarrollo humano integral, compromiso transformador, economía solidaria, espiritualidad de los “ojos abiertos” Así, sí tiene sentido acercarnos a Mesa del Señor con los hermanos hoy y en cada Eucaristía.

Con respecto a esto el Papa Francisco decía precisamente en este día el año pasado: “recordemos… cuántos cristianos… se han desvivido para defender la dignidad de todos, especialmente de los más pobres, marginados y discriminados. ¿Dónde encuentran la fuerza para hacer todo esto? Precisamente en la Eucaristía: en el poder del amor del Señor resucitado, que también hoy parte el pan para nosotros…”

4. Cristo Eucaristía en la vida y en las calles

Cuando uno tiene una experiencia agradable, gratificante, (aparte de meditarla interiormente) la comunica con gozo. Si Cristo me llena, esta vivencia trataré de manifestarla, de llevarla a la vida donde entre en contacto con otras personas. No viviré mi “comunión” con Él de una manera “intimista” y con complejo de inferioridad.

Hoy -día del Corpus- se nos invita a manifestar “comunitariamente” nuestra fe y adhesión a Él ante Cristo Eucaristía (en procesión con la Custodia, si es posible). Es un buen momento para expresar también con toda una rica simbología que “somos muchos los que formamos un solo Cuerpo” (1 Cor 10,17).

Usta Sánchez, sdb

Comentario al evangelio (16 de junio)

¿Quién aceptaría que alguien le dijera: “te amo… por 10 días”. O “te quiero… hasta que me canse”. El amor auténtico implica duración en el tiempo. Y a eso se le llama fidelidad, constancia, permanecer, caminar…

Así es el amor de Dios a su pueblo: un amor incondicional, para siempre. Que busca el bien del amado en toda circunstancia. Que tiende puentes cuando el pueblo se aleja. Que da la vida… hasta las últimas consecuencias.

Y ese es el amor que Dios propone al ser humano: un amor fiel, constructivo, en crecimiento. Amor de Dios y a Dios, amor a los padres y a los hijos, amor de amistad, amor al necesitado… y amor de pareja. De ello nos habla hoy el Evangelio. Ese amor entre el hombre y la mujer que es capaz de complementarse en el diferente y de engendrar nueva vida. El amor que está en la base de la familia y de la sociedad. Un amor también llamado a ser fiel, constructivo, en crecimiento… porque ninguno aceptaríamos que alguien nos dijera: “te amo… por 10 días”.

A la vez, la primera lectura nos recuerda que somos barro, fragilidad. Por ello haremos bien en prepararnos bien para amar, reconocer nuestras debilidades y buscar cómo reparar lo que se rompe. Con la ayuda de Dios y de los demás. Nos jugamos mucho en el amor.

Te invito a preguntarte: en tus circunstancias, ¿cómo puedes amar mejor? ¿cómo puedes crecer en el amor?

Luis Manuel Suárez CMF