● Por tres veces Jesús les dice a sus Apóstoles: no tengáis miedo.
● Hay que situar estas palabras que Jesús les dice a sus Apóstoles en referencia a la misión que Él les confía. No tengáis miedo para realizar la misión, que yo os confío, viene a decirles Jesús a sus Apóstoles y ahora nos lo repite a nosotros.
● Los Apóstoles eran conscientes de lo que le aconteció a Juan Bautista y por otra parte veían como Jesús provocaba admiración, pero al mismo tiempo generaba rechazo y precisamente en el grupo de los dirigentes.
● No es extraño, por tanto, que el sentimiento de miedo tomase cuerpo en la vida de los Apóstoles.
● La acción evangelizadora de Jesús, sus palabras y sus acciones le complicaron la vida. Jesús se jugó su vida siendo fiel a la misión que Dios le había encomendado.
● La misión que los Apóstoles han de realizar es la misión de Jesús y no es extraño que les pueda parecer difícil.
● También difícil le pareció a Moisés la misión que Dios le confió y lo mismo les aconteció a los profetas.
● Por eso Moisés le replicó a Dios a la propuesta que le hizo: ¿Quién soy yo para acudir al Faraón o para sacar a los israelitas de Egipto? Yo no tengo facilidad de palabra… soy torpe de palabra y de lengua” ( Ex 3, 11, 4. 10).
● Los Apóstoles tienen miedo de anunciar el Reino, de continuar el proyecto de Jesús. Los Apóstoles tiene que enfrentarse a la tarea de hablar al mundo con palabras y gestos, han de anunciar al mundo la Buena Nueva, han de transmitir lo que han vivido junto a Jesús y eso les puede dar miedo. No es fácil ser continuadores de la obra de Jesús.
● Ese proyecto les puede atenazar.
● Por eso Jesús, por tres veces, les exhorta a que no tengan miedo.
● También son estas las palabras de Je- sús cuando se presenta ante los Apóstoles una vez Resucitado: “no tengáis miedo”.
● Estas palabras tienen una fuerza especial si las situamos en el tiempo en el que fueron redactadas, en la época en la que los cristianos eran perseguidos.
● ¿Por qué no han de tener miedo?
● Porque pueden matar el cuerpo pero no el alma.
● Porque Dios es providente y si Dios se ocupa de unos pajarillos, cuanto más se ocupará de nosotros.
● Estamos llamados a hacer un acto de fe en la providencia de Dios.
● Porque no hay secreto que pronto o tarde no será desvelado.
● Pero al mismo tiempo hay que decir que sí que tenemos que tener miedo :
– A lo que o a los que nos pueden desviar del camino de Jesús.
– A lo que pueda provocar la división en el seno de la comunidad cristiana,
– A ser infieles a lo que Dios espera de nosotros, miedo a defraudarle.
– …
● Viene bien escuchar personalmente y en comunidad estas palabras de Jesús “no tengáis miedo”, porque es posible que ante las dificultades que encontramos en el campo de la misión, en el trabajo evangelizador, en el esfuerzo por vivir en coherencia con el Evangelio es posible que tengamos miedo.
● Dificultades han habido y habrán, dificultades no nos faltarán, pero ayudas tampoco. Así nos lo asegura Jesús. No perdamos la esperanza.