Vísperas – Viernes XXI de Tiempo Ordinario

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: CALOR DE DIOS EN SANGRE REDENTORA.

Calor de Dios en sangre redentora,
y un río de piedad en tu costado;
bajo tu cruz quédeme arrodillado,
con ansia y gratitud siempre deudora.

Conózcate, oh Cristo, en esta hora
de tu perdón; mi beso apasionado,
de ardientes labios en tu pie clavado,
sea flecha de amor y paz de aurora.

Conózcame en tu vía dolorosa
y conozca, Señor, en los fulgores
de tus siete palabras, mi caída;

que en esta cruz pujante y misteriosa
pongo, sobre el amor de mis amores,
el amor entrañable de mi vida. Amén.

SALMODIA

Ant 1. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.

Salmo 40 – ORACIÓN DE UN ENFERMO

Dichoso el que cuida del pobre y desvalido;
en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.

El Señor lo guarda y lo conserva en vida,
para que sea dichoso en la tierra,
y no lo entrega a la saña de sus enemigos.

El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor,
calmará los dolores de su enfermedad.

Yo dije: «Señor, ten misericordia,
sáname, porque he pecado contra ti.»

Mis enemigos me desean lo peor;
«A ver si se muere y se acaba su apellido.»

El que viene a verme habla con fingimiento,
disimula su mala intención,
y cuando sale afuera, la dice.

Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí,
hacen cálculos siniestros:
«Padece un mal sin remedio,
se acostó para no levantarse.»

Incluso mi amigo, de quien yo me fiaba,
que compartía mi pan,
es el primero en traicionarme.

Pero tú, Señor, apiádate de mí,
haz que pueda levantarme,
para que yo les dé su merecido.

En esto conozco que me amas:
en que mi enemigo no triunfa de mí.

A mí, en cambio, me conservas la salud,
me mantienes siempre en tu presencia.

Bendito el Señor, Dios de Israel,
ahora y por siempre. Amén, amén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.

Ant 2. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Salmo 45 – DIOS, REFUGIO Y FORTALEZA DE SU PUEBLO

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.

Por eso no tememos aunque tiemble la tierra
y los montes se desplomen en el mar.

Que hiervan y bramen sus olas,
que sacudan a los montes con su furia:

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.

Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora.

Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan;
pero él lanza su trueno y se tambalea la tierra.

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:

Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe,
rompe los arcos, quiebra las lanzas,
prende fuego a los escudos.

«Rendíos, reconoced que yo soy Dios:
más alto que los pueblos, más alto que la tierra.»

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Ant 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.

Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4

Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.

LECTURA BREVE   Rm 15, 1-3

Los fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles, sin complacernos a nosotros mismos. Cada uno cuide de complacer al prójimo para su bien, para su edificación; que Cristo no buscó su propia complacencia, según está escrito: «sobre mí cayeron los ultrajes de quienes te ultrajaron».

RESPONSORIO BREVE

V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.

V. Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su sangre.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.

PRECES

Bendigamos a Dios que escucha con amor la oración de los humildes y a los hambrientos los colma de bienes; digámosle confiados:

Muéstranos, Señor, tu misericordia.

Señor, Padre lleno de amor, te pedimos por todos los miembros de la iglesia que sufren:
acuérdate que por ellos, Cristo, cabeza de la iglesia, ofreció en la cruz el verdadero sacrificio vespertino.

Libra a los encarcelados, ilumina a los que viven en tinieblas, sé la ayuda de las viudas y de los huérfanos,
y haz que todos nos preocupemos de los que sufren.

Concede a tus hijos la fuerza necesaria
para resistir las tentaciones del Maligno.

Acude en nuestro auxilio, Señor, cuando llegue la hora de nuestra muerte:
que seamos fieles hasta el fin y dejemos este mundo en tu paz.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Conduce a los difuntos a la luz donde tu habitas
para que puedan contemplarte eternamente.

Fieles a la recomendación del Salvador, nos atrevemos a decir:

Padre nuestro…

ORACION

Te pedimos, Señor, que los que hemos sido aleccionados con los ejemplos de la pasión de tu Hijo estemos siempre dispuestos a cargar con su yugo llevadero y con su carga ligera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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Lectio Divina – 1 de septiembre

Lectio: Viernes, 1 Septiembre, 2017

Tiempo Ordinario

1) Oración inicial

Ven, Señor, en ayuda de tus hijos; derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican, y renueva y protege la obra de tus manos en favor de los que te alaban como creador y como guía. Por nuestro Señor.

2) Lectura del Evangelio

Del Evangelio según Mateo 25,1-13

«Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: `¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!’ Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: `Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan.’ Pero las prudentes replicaron: `No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis.’ Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: `¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él respondió: `En verdad os digo que no os conozco.’ Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.

3) Reflexión

• Hoy es la fiesta de Santa Edith Stein que en el Carmelo tomó el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz. Por esto, el evangelio de hoy trae la parábola de las diez vírgenes que debían dar la bienvenida al novio cuando llegara para las fiestas de la boda.

• Mateo 25,1ª: El comienzo: “Entonces”. La parábola empieza con esta palabra: “Entonces”. Se trata de la venida del Hijo del Hombre (cf Mt 24,37). Nadie sabe cuándo va a venir ese día, “ni los ángeles, ni el hijo mismo, sino que solamente el Padre” (Mt 24, 36). No importa que los adivinos quieran hacer cálculos. El Hijo del Hombre vendrá de sorpresa, cuando la gente menos lo espera (Mt 24,44). Puede ser hoy, puede ser mañana. Por esto, el recado final de la parábola de las diez vírgenes es “¡Vigilad!’ Las diez muchachas deben estar preparadas para cualquier eventualidad. Cuando la policía nazista llamó a la puerta del monasterio de las Carmelitas en Echt en la provincia de Limburgia en los Países Bajos, Edith Stein, la hermana Teresa Benedicta de la Cruz, estaba preparada. Asumió la Cruz y siguió para el martirio en el campo de exterminio por amor a Dios y a su gente. Era una de las vírgenes prudentes de la parábola.

• Mateo 25,1b-4: Las diez vírgenes preparadas para aguardar al novio. La parábola empieza así: “El Reino del Cielo es como diez vírgenes que prepararon sus lámparas y salieron al encuentro del novio”. Se trata de muchachas que debían acompañar al novio para la fiesta de la boda. Para esto, ellas debían llevar consigo las lámparas, sea para iluminar el camino, sea para iluminar la fiesta. Cinco de ellas eran prudentes y cinco eran sin fundamento. Esta diferencia aparece con claridad en la manera en que se preparan para la función que recibirán. Junto con las lámparas encendidas, las previdentes llevaron consigo también una vasija de aceite de reserva. Se preparaban para cualquier eventualidad. Las vírgenes sin fundamento se llevaron sólo las lámparas, sin pensar en llevarse un poco de aceite de reserva.

• Mateo 25,5-7: El retraso no previsto de la llegada del novio. El novio se demora. No había una hora determinada para que llegara. En la espera, el sueño se apodera de las muchachas, sin embargo las lámpara siguen gastando aceite e se van apagando poco a poco. De repente, en medio de la noche, se oye un grito: “¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!”. Todas ellas despiertan y empiezan a preparar las lámparas que ya estaban casi al final. Debían de poner el aceite de reserva para evitar que las lámparas se apagaran.

• Mateo 25,8-9: Las diversas reacciones ante la llegada atrasada del novio. Solamente ahora las necias se dan cuenta de que olvidaron llevar consigo el aceite de reserva. Fueron a pedir aceite a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan”. Las prudentes no pudieron atender este pedido, pues en aquel momento lo que importaba no era que las prudentes compartieran su aceite con las otras, sino que estuvieran listas para acompañar al novio hasta el lugar de la fiesta. Por esto aconsejan: ‘es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis.’

• Mateo 25,10-12: El destino de las vírgenes prudentes y de las necias. Las necias siguen el consejo de las prudentes y van a comprar aceite. Durante esta breve ausencia de la compra llega el novio y las prudentes pueden acompañarlo a la fiesta de las bodas. Y la puerta se cierra detrás de ellas. Cuando llegan las otras, llaman a la puerta y piden: “¡Señor, Señor, abre la puerta para nosotras!” Y reciben la respuesta: “En verdad os digo que no os conozco”.

• Mateo 25,13: La recomendación final de Jesús para todos nosotros. La historia de esta parábola es muy sencilla y la lección es evidente. “Velad, pues, porque no sabéis, ni el día, ni la hora”. Moral de la historia: no seas superficial, mira más allá del momento presente, trata de descubrir el llamado de Dios hasta en las mínimas cosas de la vida, hasta en el aceite que falta en la lámpara.’

4) Para la reflexión personal

• ¿Te ocurrió ya de pensar en el aceite de reserva de tu lámpara?

• ¿Conoces la vida de Santa Edith Stein, Teresa Benedicta de la Cruz?

5) Oración final

Bendeciré en todo tiempo a Yahvé,
sin cesar en mi boca su alabanza;
en Yahvé se gloría mi ser,
¡que lo oigan los humildes y se alegren. (Sal 34,2-3)

Un zombie a la intemperie

UN ZOMBIE A LA INTEMPERIE

(Alejandro Sanz)

Yo era el confidente de tu cajón.
Yo era el que le susurraba a aquel dragón.
Hice una licencia de explorador.
Fabriqué unas alas, busqué un balcón.
Me eché a volar contento al este,
se ve tan celeste.
Cuanto más lejos, yo más feliz.
Bajé tanto la guardia, la tentación
que llegué a confundir la locura con el valor,
durmiendo a la intemperie,
sin techos ni paredes,
solo en soledad y sin ti yo solo.

Por ti, volví por ti, pero no te vi.
Si no estás, solo soy un zombie a la intemperie.
A ti, me fui a buscarte a ti,
Y ahora el dragón se ríe de mí.
No soy bueno pa’ explorar.
Sin ti soy solo un zombie.
Sin ti, morir por ti, pero no te vi.
Si no estás, solo soy un zombie a la intemperie.
Sin ti, me fui a buscarte a ti,
Y ahora el dragón se ríe de mí.
Yo no soy bueno pa’ explorar.
Sin ti soy solo un zombie

Ya no te preocupes, ya no hay razón.
Lo que dices no me importa, solo tu voz.
Los espejos quieren ser siempre más que Dios
mientras que buscamos juntos la salvación
Lo sé, lo sé, yo me he vuelto a equivocar.
Lo sé, lo sé que no merezco otra oportunidad.
Y cuando cierras esa puerta
lo que encuentras es tu magia celestial.
Un zombie a la interperie
Me alegra tanto verte,
verte es todo lo que me hace feliz
y nadie lo remedie.

Por ti, volví por ti, pero no te vi.
Si no estás, solo soy un zombie a la intemperie.
Sin ti me fui a buscarte a ti
y ahora el dragón se ríe de mí.
Yo no soy bueno pa’ explorar.
Sin ti soy solo un zombie.
Volví al volver perdí
Pero no por ti.
No eres tú es que soy un zombie aunque me peine
Sin ti me fui a buscarte a ti,
y ahora el dragón se ríe de mí.
Yo no soy bueno pa’ explorar.
Sin ti soy solo un zombie

Solo soy un zombie.
Solo soy un zombie.
Solo soy un zombie.

PARA HACER:

Ver: https://www.youtube.com/watch?v=x0n3JKL7Qkc

1.- “Soy un zombi cuando…” Como grupo (o nuestra comunidad, centro, parroquia…) lo somos cuando…

2.- Buscad información sobre la serie de cómic The Walking Dead (en edición española, Los muertos vivientes), escrita por Robert Kirkman y dibujada por Tony Moore, y luego Charlie Adlard, convertida en una famosa serie de televisión. Investigad sobre la crítica social que hay detrás y opinad sobre ella. “Estoy de acuerdo/desacuerdo porque…”

3.- ¿Cuál es el “dragón” que se ríe de ti, de vosotros? ¿O hay muchos? Describidlos. Contad cómo vais a luchar contra ellos.

4.- ¿Qué quiere decir que “los espejos quieren ser siempre más que Dios” y que “buscamos juntos la salvación”? ¿Qué es para vosotros LA salvación? Comparad con este texto: “Sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que [la curación de un tullido] ha sido por el nombre de Jesucristo,

el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros. Él es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros tengamos la salvación” (Hechos 4,10-12). ¿Quién es Jesús para vosotros?

Arturo Alonso – Jesús Romano

La buena mentira

Director: Philippe Falardeau (EstadosUnidos, 2014). Duración: 110 minutos ••• Distribuidora: eOne Films Spain

Temas: Guerra civil, huérfanos, campos de refugiados, genealogías, jefe, Biblia, desierto, vida, éxodo, exilio, culturas, familia, equipaje, importancia del nombre, ley, verdad, mentira, trabajo, comida, estudio, cultura, ser alguien, estrellas, Navidad, madres, tradición, dar la vida.

Para qué: Hacer una re-lectura comprensiva y actualizada del libro del Éxodo.

  • Comprender los fundamentos de lo que significa ser familia.
  • Reflexionar acerca de la importancia del diálogo intercultural vidriera como proyector de luz, color y sentido sobre la máxima miseria humana.

Se inspira en la historia de «Los niños perdidos de Sudán». Miles de huérfanos, fruto de la guerra civil de 1983. En 1987, inician un sobrecogedor éxodo de más de 1.200 km, camino de Etiopía primero, hasta el campo de refugiados Kakuma, en Kenia, finalmente.

La primera media hora es la vívida representación de la poderosa visión joánica de los jinetes del Apocalipsis. Con los nuevos faraones de la guerra cabalgan hambre y muerte, una verdadera peste para los hijos de Adán, que viven dura pero pacíficamente en comunión con la naturaleza. El niño juega con el escarabajo [4 ́], al escorpión negro no se le aplasta, se le invita a seguir su camino [7 ́].

Las para nosotros tediosas genealogías (cf. Mt 1), cuya lectura saltamos, son para estos niños conciencia de cómo entroncan en la familia humana. Motivo de memoria en todo momento [3 ́, 11 ́, 21 ́]. Lugar emotivo de encuentro con el hermano que se creía perdido [95 ́]. Resumen, en suma, del sentido de la vida: Guardamos dentro de nosotros el recuerdo de nuestros ante- pasados y sus enseñanzas para poder avanzar en el mundo. Como un puente invisible, sus recuerdos conectan la vida pasada con nuestra vida nueva [101 ́].

Van 917 km andados. El río que regaba el jardín (Gn 2,10), diseñado como corriente de vida, lo convierten los caínes con turbante en corriente de muerte que arrastra cadáveres como arpas mudas en tierra extraña [17-18 ́]. Pero como un tenaz protoevangelio (cf. Gn 3,15), en medio de la aldea arrasada, el moribundo recostado en el árbol, que solo pide un palo para ahuyentar a las hienas, recibe con él, de las manos de la inocente niña, las pocas bayas silvestres, única comida, cuidadosamente recogidas. Les señala la dirección de Kenia con un Gracias, Dios te bendiga [19 ́].

El juramento ritual, Yo quiero vivir, no quiero morir [10 ́], por fidelidad a sus padres, no es pues mera supervivencia. El niño jefe ofrece su vida para salvar al resto [22 ́]. Su gesta se convierte en verdadero viático ante la tentación de abandonar: Theo se entregó para que vivieras [22 ́]. Significativo nombre: Theo es Dios.

Al menos seis veces vemos la Santa Biblia (Holy Bible) en la primera media hora. En manos de una madre [3 ́], de los huérfanos en éxodo [9 ́], en el encuentro con la larga columna de refugiados [12 ́], el niño Jeremías la pide con respeto [13 ́], Paul no cree la historia de Moisés. En el entierro de Daniel, trece años después, cuando la promesa de una vida mejor se la había llevado el viento… Mantenernos unidos nos ayudaba a ser fuertes, pero la esperanza de salir de allí empezaba a desvanecerse [28 ́].

Desde aquí, y hasta el final, comprenderán que la tierra prometida (EE. UU.) es una conquista. El desierto ha ampliado su mirada: No sabíamos que el mundo era grande [2 ́]. El contraste cultural desde que suben al avión provoca muchas situaciones que obligan a reflexionar, sin caer en el simplismo “salvaje bueno, Occidente malo”.

Jalonado todo con toques de humor, posibilita una reflexión más profunda. En el campo de refugiados ven blancos que ayudan. –Muchas personas no tienen color. –Es porque nacieron sin piel [24 ́]. En el aeropuerto: –¿Ha salido vuestro equipaje? [37 ́]. Muestran una simple bolsa de plástico. A la trabajadora que les traslada en coche: –Si no tienes marido, ni hijos, tus técnicas de supervivencia son impresionantes [38 ́]. Pasado un tiempo, y visto cómo cuida de ellos: –¿Yardi? –Es nuestro nombre especial para ti. –¿Para mí? –Sí. Tiene una gran importancia cultural. –¿Qué significa? –Significa “gran vaca blanca” [63 ́]. En Sudán eran pastores, su vida dependía de las vacas.

Sensibles ante la ayuda [40 ́], la defensa de la ley [45 ́], la mentira y la hipocresía [48 ́], los necesitados [61 ́], el trabajo que te hace un don nadie [67 ́]. Añoramos las estrellas [72 ́]. Eso les trae la Estrella de Navidad, su deseo más profundo: unión familiar [82-83 ́]. Quiero que seas mi hermano, no mi jefe [78 ́]. Nuestras madres, orgullosas, nos decían que recordáramos quiénes éramos [85 ́]. Con Hackleberry Finn aprenden que la mentira desinteresada que salva a Jim y la libertad, más importante que el dinero, es una mentira buena.

Nos llaman “Los niños perdidos de Sudán”. Y yo no creo que estemos perdidos, creo que nos hemos encontrado [102 ́].

José Mª Martínez Manero

Evangelii Gaudium – Francisco I

134. Las Universidades son un ámbito privilegiado para pensar y desarrollar este empeño evangelizador de un modo interdisciplinario e integrador. Las escuelas católicas, que intentan siempre conjugar la tarea educativa con el anuncio explícito del Evangelio, constituyen un aporte muy valioso a la evangelización de la cultura, aun en los países y ciudades donde una situación adversa nos estimule a usar nuestra creatividad para encontrar los caminos adecuados[111].


[111] Cf. Propositio 27.

La misa del Domingo

Domingo 22º del T.O.A

3 de septiembre de 2017

Subrayados de la Palabra

• 1ª lectura (Jer 20,7-9): «Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreir todo el día, todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia», proclamando: «Destrucción.» La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día».

• 2ª lectura (Rom 12, 1-2): «Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto».

• Evangelio (Mt 16, 21-27): «Entonces dijo Jesús a sus discípulos: “El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta”».

Ecos de la Palabra para jóvenes y comunidades

Jeremías se siente manejado por Dios, siente que su vida en cierto sentido ha sido violentada, que Dios ha sido más fuerte y, en el fondo, el profeta lo ha asumido también, pues “se dejó seducir”. Esta seducción, esta atracción, es la esencia de la vida cristiana y religiosa.

  • El texto de Romanos nos invita a vivir según un estilo a todos los creyentes. Este estilo afecta radicalmente a su relación con Dios, con el mundo y consigo mismo en la comunidad de fe. El mensaje principal se encuentra en el versículo último: “Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente”.
  • Uno de los mensajes más significativos de este primer anuncio de la pasión es que los hombres no entendemos los caminos y planes de Dios. Todo lo queremos hacer a nuestro modo, logrando a ser posible evitar acontecimientos y situaciones desagradables, el dolor, el sufrimiento. Jesús nos invita a tomar nuestra cruz y seguirlo.
  •  

Proyecto de homilía

 

Las lecturas de la liturgia de este domingo están llenas de paradojas: Jeremías se siente a un tiempo seducido y rechazado. Y Jesús en el Evangelio señala que «El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga».

Estas paradojas adquieren significado a la luz de la cruz de Jesús. Ante la respuesta de Pedro de que Jesús es el Mesías, quiere aclarar qué tipo de mesianismo es el suyo y explica a sus discípulos “que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día”.

En la primera lectura contemplamos a Jeremías, que tiene fama de quejumbroso. Su problema viene de que como profeta tiene que pronunciar/proclamar una palabra que viene de Dios y que a veces por ser dura no va a ser bienvenida y acogida. El fue capaz de hacer prevalecer el amor que dañaba su presente a la comodidad que hubiera terminado con su futuro de profeta.

Las palabras de Pablo nos invitar a vivir desde unas claves diferentes de las del mundo: “Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto”.

La vida de la fe radica en eso: una mente nueva y un corazón nuevo. La búsqueda de la voluntad de Dios ocupa un lugar principal en la vida del discípulo como la ocupó en la de Jesús.

En el evangelio de la semana pasada escuchábamos que Pedro a la pregunta de Jesús respondió acertadamente: «Tú eres el Mesías.» Pedro y sus compañeros tenían en su mente una imagen de Mesías, que Jesús se encargó oportuna e inoportunamente de alejar y borrar. La introducción del Evangelio de hoy es muy clara al respecto: “Jesús empezó a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día”.

Pedro en esta ocasión responde airadamente: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte». Y Jesús nuevamente, tomándolo aparte, tuvo que explicarle las cosas con paciencia a quien era el cabeza de los apóstoles: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios».

El reproche de Jesús da paso al discurso positivo en el que Jesús señala las condiciones del seguimiento una vez más: negarse a sí mismo, cargar con la cruz y seguirlo. ¿Qué puede compensarnos más humanamente que el proyecto de Jesús, o acaso queremos ganar el mundo y arruinar nuestra vida?

Cuentan que una pobre mujer, con su hijo pequeño en brazos, pasaba delante de una caverna, cuando escuchó una voz misteriosa que desde dentro le decía: Entra y toma todo lo que quieras, pero no te olvides de lo principal. Una vez que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo más importante… La mujer entró toda temblorosa en la caverna y encontró allí mucho oro y diamantes. Entonces, fascinada por las joyas, puso al niño en el suelo y empezó a recoger, ansiosamente, todo lo que cabía en su delantal. De pronto, la voz misteriosa habló nuevamente: Te quedan sólo cinco minutos. La mujer, afanada, continuaba recogiendo lo más que podía. Al fin, cargada de oro y de piedras preciosas, corrió y llegó presurosa a la entrada de la cueva cuando la puerta ya se estaba cerrando. En menos de un segundo se cerró. Y en ese momento se acordó de que su hijo se había quedado dentro… ¡La cueva estaba ya sellada para siempre! El gozo de la riqueza desapareció enseguida y la angustia y la desesperación la hicieron llorar amargamente.

José Luis Guzón, sdb

La misa del Domingo: misa con niños

*Objetivo: nuestra fe es proclamar que Jesús es el Hijo de Dios

*Idea: nuestro encuentro con Jesús nos lleva a sentirlo como Mesías y Salvación


1. MONICIÓN DE ENTRADA

Una vez, un joven, entró en un comercio y, cuando un empleado le atendió le preguntó: ¿Qué deseas? El joven mirándole fijamente le respondió: ¡No lo sé! ¡Pasaba por aquí!

Amigos, hermanos: ¿Quién es para nosotros Jesús? ¿Por qué y para qué hemos venido a esta Eucaristía? ¿Nos preocupamos de conocerle? ¿O…venimos aquí, porque pasábamos por aquí? Que el Señor sea la fuente y la razón de todo lo que somos y tenemos.

Nos ponemos de pie

2. PENITENCIAL

2.1. Por no preocuparnos en la formación humana y cristiana de nuestras vidas. Señor, ten piedad

2.2. Por dejar a un lado la Historia Sagrada. Por preferir otras lecturas que nos hacen reír pero nos dejan vacíos. Cristo, ten piedad

2.3. Por este mundo que intenta alejar al Señor de todo espacio público y social. Señor, ten piedad

3. MONICIÓN A LAS LECTURAS

La escucha de la Palabra de Dios nos tiene que ayudar a conocerle más y mejor. Hoy, el Evangelio, nos interpela, nos pregunta: ¿Quién es para Ti Jesús? ¿Qué dices de Él? ¿Ya decimos algo o nos callamos?

Que las lecturas de este domingo nos hagan ser más valientes y decididos, como Pedro, para profesar y pregonar nuestro amor a Dios.

4. PETICIONES

4.1. Por la Iglesia. Para que avance, con todos los medios a su alcance, en el conocimiento y en la propagación de la fe. Por el Papa; para que sea más fuerte el valor y el testimonio de los cristianos. Roguemos al Señor.

4.2. Por aquellos que confunden al Señor con un líder. Para que vean en Cristo al mismo Hijo de Dios Encarnado para la Salvación del mundo. Roguemos al Señor.

4.3. Por tantos cristianos que no tienen claras algunas cosas. Por aquellos que ponen sordina a la voz del Señor. Roguemos al Señor.

4.4. Por los católicos. Para que leamos más la Biblia. Para que nos comprometamos en la participación de grupos de fe, de catecumenado, de vida apostólica. Roguemos al Señor.

4.5. Por los medios de comunicación. Para que sean más respetuosos con la figura de Jesucristo. Roguemos al Señor.

5. OFRENDAS

5.1. Con este mural “JESUS ES SEÑOR” queremos gritar en esta Eucaristía que, el Señor, es lo más grande que tenemos en nuestra comunidad. Que no lo olvidemos

5.2. Con el pan y el vino traemos hasta el altar nuestro deseo de que, JESUS SEÑOR, sea el alimento más importante y más esperado de toda la semana.

6. ERES TÚ, EL SEÑOR

Que me comprende y me abraza

Que me pregunta y me responde

Que me sostiene y me levanta

Que me quiere y me perdona

ERES TÚ, EL SEÑOR

El que no me exige nada por su amor

El que me espera cuando me voy

El que me aguarda hasta que regrese

ERES TÚ, EL SEÑOR

El que sin verse, tanto hace por mí

El que sin notarse, tantos caminos me abre

El que sin enojarse, me mira pacientemente

ERES TÚ… ¡EL SEÑOR! ¡MI DIOS!

Amén

Comentario al evangelio – 1 de septiembre

No es obligatorio que nos caigan simpáticas las jóvenes que entraron en el banquete, o que consideremos en todo y por todo modélica su conducta. ¡Como que en la parábola de ayer se nos instaba a atender con solicitud a quienes tenemos a nuestro cargo! Hay que repartirles el aceite a sus horas, la ración diaria que necesitan para acompañar al Esposo.

La cuestión es otra. El aviso nos viene de la suerte que corrieron las que se dejaron las alcuzas en casa. ¡Mira que perderse, por un tonto descuido, o por cierta dejadez, una fiesta anhelada con pasión! Hay riesgos que no se deben correr de ningún modo, es insensato exponerse a ellos: lo que está en juego es demasiado importante, quizá vital. (En Derecho se habla de imprudencia temeraria, un delito que tiene su correspondiente sanción; por ejemplo, la conducción temeraria de un coche.)

En nuestra parábola sólo se trata de una cosa: la venida del Señor es cierta y su momento incierto; pero esta incertidumbre “resulta, en el fondo, totalmente indiferente para aquellos que en todo momento hacen la voluntad del Padre” (U. Luz). Es la forma de estar listos y como al acecho de las secretas venidas del Señor; la forma de ser vigías de su aparición y presencia, quizá bajo un inesperado disfraz, en distintos recodos de la historia personal y comunitaria. Así se disipa el temor a que el Esposo pase de largo sin que nos enteremos. Le podemos decir como Teresa de Jesús: “Dulce Esposo y redención, / pues por vuestra me ofrecí, / ¿qué mandáis hacer de mí?”. Esa unión de voluntades es la garante y la guardiana de los encuentros, el aceite que mantiene encendida la lámpara en medio de la noche de este mundo.