Vísperas – Miércoles XXIII de Tiempo Ordinario

SAN JUAN CRISÓSTOMO, obispo y doctor de la Iglesia (MEMORIA).

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: VERBO DE DIOS, ETERNA LUZ DIVINA.

Verbo de Dios, eterna luz divina,
fuente eternal de toda verdad pura,
gloria de Dios, que el cosmos ilumina,
antorcha toda luz en noche oscura.

Palabra eternamente pronunciada
en la mente del Padre, ¡oh regocijo!,
que en el tiempo a los hombres nos fue dada
en el seno de Virgen, hecha Hijo.

Las tinieblas de muerte y de pecado,
en que yacía el hombre, así vencido,
su verdad y su luz han disipado,
con su vida y su muerte ha redimido.

Con destellos de luz que Dios envía,
no dejéis de brillar, faros divinos;
de los hombres y pueblos sed su guía,
proclamad la verdad en los caminos. Amén.

SALMODIA

Ant 1. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.

Salmo 125 – DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.

Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.

Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.

Ant 2. Que el Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.

Salmo 126 – EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.

Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!

La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.

Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Que el Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.

Ant 3. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.

Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20

Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.

Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.

Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.

Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.

LECTURA BREVE   St 3, 17-18

La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz; y su fruto es la justicia.

RESPONSORIO BREVE

V. En la asamblea le da la palabra.
R. En la asamblea le da la palabra.

V. Lo llena de espíritu, sabiduría e inteligencia.
R. Le da la palabra.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la asamblea le da la palabra.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Oh doctor admirable, luz de la Iglesia santa, san Juan Crisóstomo, fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros al Hijo de Dios.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Oh doctor admirable, luz de la Iglesia santa, san Juan Crisóstomo, fiel cumplidor de la ley, ruega por nosotros al Hijo de Dios.

PRECES

Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios, y supliquémosle humildemente diciendo:

Salva a tu pueblo, Señor.

Tú que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia,
haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.

Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles,
purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los santos.

Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los consagraste como ministros en bien de sus hermanos,
llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.

Tú que fuiste la heredad de los santos pastores,
no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado de ti.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Tú que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas para que nadie las arrebate de tu mano,
salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.

Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración:

Padre nuestro…

ORACION

Señor Dios, fortaleza de los que en ti confían, tú que quisiste que el obispo san Juan Crisóstomo brillara por su admirable elocuencia y por su gran fortaleza en medio de las pruebas, haz que la sabiduría de este eximio doctor de la Iglesia nos ilumine y que el ejemplo de su invencible constancia nos fortalezca. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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Lectio Divina – 13 de septiembre

Lectio: Miércoles, 13 Septiembre

1) Oración inicial
Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Señor.

2) Lectura
Del Evangelio según Lucas 6,20-26
Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía:
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.
Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados.
Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.
Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.
«Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre.
¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.
¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.

3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta las cuatro bienaventuranzas y las cuatro maldiciones del Evangelio de Lucas. Hay una manera progresiva en la forma que Lucas tiene de presentar la enseñanza de Jesús. Hasta el 6,16, dice muchas veces que Jesús enseña a la gente, pero no llega a relatar el contenido de la enseñanza (Lc 4,15.31-32.44; 5,1.3.15.17; 6,6). Ahora, después de informar que Jesús vio la multitud deseosa de oír la palabra de Dios, Lucas trae el primer grande discurso que empieza con la exclamación:»¡Bienaventurados los pobres!» y «¡Ay de vosotros los ricos!», y ocupa todo el resto del capítulo (Lc 6,12-49). Algunos le llaman a este discurso el “Sermón de la planicie”, pues segundo Lucas, Jesús bajó de la montaña y se paró en un lugar de llanura donde hizo su discurso. En el evangelio de Mateo, este mismo discurso está hecho en el monte (Mt 5,1) y es el llamado «Sermón de la Montaña». En Mateo, el sermón tiene ocho bienaventuranzas, que tienen un programa de vida para las comunidades cristianas de origen judaica. En Lucas, el sermón es más breve y más radical. Contiene cuatro bienaventuranzas y cuatro maldiciones, dirigidas para las comunidades, constituidas de ricos y de pobres. Este discurso de Jesús va a ser meditado en el evangelio diario de los próximos días.
• Lucas 6,20: ¡Bienaventurados los pobres! Mirando hacia los discípulos, Jesús declara: «¡Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de los cielos!» Esta declaración identifica la categoría social de los discípulos. ¡Ellos son pobres! Y a ellos Jesús promete: “¡Vuestro es el Reino de los Cielos!” No es una promesa para el futuro. El verbo está al presente. El Reino les pertenece ya. En el evangelio de Mateo, Jesús explicita el sentido y dice: «¡Bienaventurados los pobres de Espíritu!» (Mt 5,3). Son los pobres que tienen al Espíritu de Jesús. Pues hay pobres con cabeza o espíritu de rico. Los discípulos de Jesús son pobres con cabeza de pobre. Como Jesús no quieren acumular, pero asumen su pobreza y, como él, luchan por una convivencia más justa, donde haya fraternidad y puesta en común de los bienes, sin discriminación.
• Lucas 6,21-22: ¡Bienaventurados los que ahora tiene hambre y lloran! En la 2ª y 3ª bienaventuranza Jesús dice. «¡Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados! ¡Bienaventurados los que ahora lloráis porque reiréis!» Una parte de las frases está al presente y otra al futuro. Aquello que ahora vivimos y sufrimos no es lo definitivo. Lo definitivo es el Reino que estamos construyendo hoy con la fuerza del Espíritu de Jesús. Construir el Reino trae sufrimiento y persecución, pero una cosa es cierta: el Reino va a llegar y “¡seréis saciados y reiréis!”.
• Lucas 6,23: ¡Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien….! La bienaventuranza se refiere al futuro: «Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os expulsen, proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del Hombre. ¡Alegraos ese día porque grande será vuestra recompensa, porque así fueron tratados los profetas!» Con estas palabras de Jesús, Lucas anima a las comunidades de su tiempo, que estaban siendo perseguidas. El sufrimiento no es estertor de muerte, sino dolor de parto. ¡Fuente de esperanza! La persecución era una señal de que el futuro anunciado por Jesús estaba llegando para ellas. Iban por el justo camino
• Lucas 6,24-25: ¡Ay de vosotros los ricos! ¡Ay de vosotros los que estáis hartos y os reís! Después de las cuatro bienaventuranzas a favor de los pobres y excluidos, siguen cuatro amenazas o maldiciones contra los ricos y los que se lo pasan bien y son elogiados por todos. Las cuatro amenazas tienen la misma forma literaria que las cuatro bienaventuranzas. La 1ª está al presente. La 2ª y la 3ª tienen una gran parte al presente y la otra al futuro. Y la 4ª se refiere enteramente al futuro. Estas amenazas sólo se encuentran en el evangelio de Lucas y no en el de Mateo. Lucas es más radical en la denuncia de la injusticia.
Delante de Jesús, en aquella planicie no había ricos. Sólo había gente pobre, venida de todos los lados (Lc 6,17-19). Asimismo, Jesús dice: «¡Ay de vosotros los ricos!» Y es que Lucas, al transmitir estas palabras de Jesús, estaba pensando más en las comunidades de su tiempo. En ellas había ricos y pobres, y había discriminación de los pobres por parte de los ricos, la misma que marcaba la estructura del Imperio Romano (cf. St 5,1-6; Ap 3,17-19). Jesús hace una crítica dura y directa a los ricos: ¡Vosotros los ricos, ya tenéis consolación! ¡Vosotros ya estáis hartos, pero pasaréis hambre! ¡Vosotros os estáis riendo, pero quedaréis afligidos y lloraréis! Señal de que para Jesús, la pobreza no es una fatalidad, ni es fruto de prejuicios, sino que es fruto de enriquecimiento injusto de los otros.
• Lucas 6,26: ¡Ay de vosotros cuando todos hablen bien de vosotros, porque así vuestros padres trataron a los falsos profetas!” Esta cuarta amenaza se refiere a los hijos de los que en el pasado elogiaban a los falsos profetas. Es que algunas autoridades de los judíos usaban su prestigio y su autoridad, para criticar a Jesús.

4) Para la reflexión personal
• ¿Miramos la vida de las personas con la misma mirada de Jesús? Dentro de tu corazón, ¿qué piensas de verdad: una persona pobre y hambrienta puede ser realmente feliz? Las telenovelas y la propaganda del comercio, ¿qué ideal de nos presentan?
• Diciendo “Felices los pobres”, Jesús ¿estaba queriendo decir que los pobres han de seguir en la pobreza?

5) Oración final
Yahvé es justo cuando actúa,
amoroso en todas sus obras.
Cerca está Yahvé de los que lo invocan,
de todos los que lo invocan con sinceridad. (Sal 145,17-18)

Una circular que se auto destruye

Septiembre es el mes de recomenzar. Aunque el año civil nos dice que todo acaba en diciembre…., anímicamente el final auténtico es agosto. Y en septiembre la mayoría de nosotros volvemos a retomar hábitos y ritmos cotidianos que habíamos abandonado en el verano escolar.

En septiembre planificamos y nos reunimos y reunimos… para que el curso quede encarrilado. También el equipo de pastoral escolar se reúne y organiza su misión.

Propuesta organizativa

En el colegio salesiano Mª Auxiliadora de Ourense la propuesta organizativa de coordinación con el claustro es la siguiente:

  • Al principio de cada evaluación (trimestral en nuestro centro escolar) se organiza un claustro de pastoral en el que se informa y se presenta al detalle toda la propuesta educativo-pastoral del trimestre –evaluación– en una circular por secciones (Educación Infantil y Educación Primaria por un lado, y ESO y Bachillerato por otro).

  • Esta circular se entrega a cada profesor y profesora para que todo lo que se indica en ella se incorpore a cada programación personal y de departamento, de modo que no haya interferencias ni cortocircuitos a lo largo de la evaluación.

  • Pedimos que esa circular se autodestruya en el momento en que toda la información que le compete a cada uno (curso, grupo, materia, profesor…) se vuelque en su agenda y en su programación.

 

Las circulares

Cada circular trimestral del equipo de pastoral escolar que se autodestruye tiene los siguientes apartados:

  • Equipo local de pastoral: Miembros; día, hora y ritmo de reuniones; otros equipos y otras reuniones de pastoral. (Este apartado solo aparece en el primer claustro del mes de septiembre).
  • Campañas educativo-pastorales: Objetivo general, mes a mes con el sublema, campaña central, objetivos, subrayados y oferta.
  • Buenos días: Objetivo, subrayados y oferta concreta.
  • Celebraciones: Objetivos, subrayados y oferta mes a mes.
  • Convivencias cristianas: Objetivos, subrayados y oferta mes por mes.
  • Gestos educativo-pastorales: Objetivos, subraya- dos y oferta mes por mes.
  • Formación: Objetivos, subrayados y oferta mes por mes.
  • Acentos educativos en el currículo: Objetivos y subrayados.
  • Grupos del IEF (Itinerario de Educación en la Fe): Objetivos, subrayados y oferta concreta.

 

Los claustros

Para ganar en operatividad, el primer claustro de pastoral del mes de septiembre es el que dura casi dos horas.

  • En él se explica y se detalla toda la oferta educativo-pastoral que coordina el Equipo Local de Pastoral escolar.

  • Hay presentación del lema y del plan de pastoral, motivación, formación breve y concreta de algún aspecto a resaltar, diálogo y consenso en algunas propuestas y calendarios.

 

Los otros dos claustros del mes de enero y del mes de marzo/abril normalmente no duran ni media hora y se comenta lo que interesa resaltar y es más específico de ese trimestre en concreto.

Creemos que esta es una buena opción para contagiarnos y contagiar esta visión de pastoral en toda la marcha de nuestro centro educativo.

Xulio C. Iglesias

Exaltación de la Santa Cruz

Exaltación de la Santa Cruz
14 de septiembre 2017

Lecturas: Números 21,4‐9; Salmo 77; Filipenses 2,6‐11; Juan 3,13‐17

Jesús nos sana

En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo sino el Hijo del hombre, que bajó del cielo y está en el cielo. Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.

Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él».

Reflexión

La cruz era un castigo cruelísimo reservado para los peores criminales a los que se quería no solo ejecutar sino humillar de la peor manera. 

En ese tiempo era un signo de vergüenza. Para nosotros, sin embargo, la cruz es signo de nuestra gloria y salvación. La cruz de Jesús representa sanación y esperanza para los cristianos que la miramos. Es una invitación a luchar contra el pecado, nuestro egoísmo, y el mal en nuestras comunidades. ¿De que problemas te gustaría que Jesús te curase? ¿A qué malas costumbres pareces estar atado? ¿Le pides ayuda a Jesús? Compartir

Actividad

Cortar cruces de cartulina. Que cada niño escriba en ella su problema que le gustaría Jesús le curase. Colocarlas en una cesta y colocarlas en el altar del grupo para pedir en oración a Jesús por lo que cada uno desea.

Oración

Señor Jesús, cuando la vida es dura, cuando nos encontramos con nuestro pecado y con el pecado de los demás, enséñanos a mirar tu cruz, para que nos de fuerza en la alegría y el dolor. Gracias Jesús, tu cruz salva al mundo. Amen.

Evangelii Gaudium – Francisco I

El culto a la verdad

146. El primer paso, después de invocar al Espíritu Santo, es prestar toda la atención al texto bíblico, que debe ser el fundamento de la predicación. Cuando uno se detiene a tratar de comprender cuál es el mensaje de un texto, ejercita el «culto a la verdad»[113]. Es la humildad del corazón que reconoce que la Palabra siempre nos trasciende, que no somos «ni los dueños, ni los árbitros, sino los depositarios, los heraldos, los servidores»[114]. Esa actitud de humilde y asombrada veneración de la Palabra se expresa deteniéndose a estudiarla con sumo cuidado y con un santo temor de manipularla. Para poder interpretar un texto bíblico hace falta paciencia, abandonar toda ansiedad y darle tiempo, interés y dedicación gratuita. Hay que dejar de lado cualquier preocupación que nos domine para entrar en otro ámbito de serena atención. No vale la pena dedicarse a leer un texto bíblico si uno quiere obtener resultados rápidos, fáciles o inmediatos. Por eso, la preparación de la predicación requiere amor. Uno sólo le dedica un tiempo gratuito y sin prisa a las cosas o a las personas que ama; y aquí se trata de amar a Dios que ha querido hablar. A partir de ese amor, uno puede detenerse todo el tiempo que sea necesario, con una actitud de discípulo: «Habla, Señor, que tu siervo escucha» (1 S 3,9).


[113] Pablo VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975), 78: AAS 68 (1976), 71.

[114] Ibíd.

Comentario Domingo XXIV de Tiempo Ordinario

Oración

Señor Jesús, trabaja nuestra intimidad
y ayúdanos a descubrir nuestro propio pecado y debilidad, para aprender a ser compasivos y comprensivos
con los errores y límites de nuestros hermanos.

Señor Jesús, danos un espíritu disponible y ágil,
a la hora de perdonar y olvidar las ofensas que nos hacen.

Señor Jesús, danos generosidad y nobleza de ánimo cada vez que un hermano se acerque a pedirnos perdón.

Señor Jesús, háblanos al corazón de un modo persuasivo y ayúdanos a optar radicalmente y permanentemente por la opción del perdón y la reconciliación.

Señor Jesús, capacítanos para ofrecer a cada hermano el don del perdón, con la misma dulzura y cariño con que Tú nos lo ofreces cada instante.

 

Mt 18,21-35

«21Entonces acercándose Pedro le dijo [a Jesús]: “Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?”. 22Le dice Jesús: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

23Por eso es semejante el Reino de los cielos a un rey, que quiso ajustar las cuentas con sus siervos.

24Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. 25Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todo lo que tenía, y que pagara así. 26El siervo, cayendo a sus pies, le suplicaba diciendo: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. 27Compadecido el señor de aquel siervo, le dejó marchar y le perdonó la deuda.

28Pero al salir aquel siervo, encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y agarrándolo lo estrangulaba diciendo: ‘Págame lo que me debes’. 29El compañero, cayendo a sus pies, le rogaba diciendo: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré’. 30Pero él no quería sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.

31Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. 32Entonces el señor lo llamó y le dijo: ‘¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. 33¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’. 34Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

35Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial si cada cual no perdona de corazón a su hermano”».

¡PALABRA DEL SEÑOR!

 

CONTEXTO 

Continuación del evangelio del domingo pasado, nuestro evangelio es el final de todo el discurso comunitario o eclesial (cap. 18). Después comienza de nuevo una larga sección narrativa (capp. 19-22), con diversos temas que culminan con la entrada de Jesús en Jerusalén (21,1).

 

TEXTO

El texto consta de las dos últimas perícopas del capítulo 18. La primera es una breve perícopa que nos enseña el perdón sin límites (vv. 21-22). La segunda perícopa, la parábola del siervo sin entrañas, está relacionada con la precedente gracias al v. 35 (“perdonar”, “hermano”). Está narrada con precisión y maestría. El prólogo (v. 23) funciona a modo de título; la conclusión (v. 35) es el corolario, la enseñanza del relato. En medio, tres escenas con distintos escenarios y protagonistas: a) el diálogo entre el rey y su siervo (vv. 24-27); b) el diálogo entre el siervo y su colega (vv. 28-30); c) el diálogo final entre el rey y su siervo (vv. 31-34). La unidad del texto se basa en las continuas repeticiones de palabras.

 

ELEMENTOS INTERESANTES

• El fondo de la parábola trata de la conducta del “grande” frente al “pequeño”: un siervo común no tenía ninguna posibilidad de granjearse una deuda de 10.000 talentos aunque viviera cien vidas. La conducta del “grande” era corriente en la vida cotidiana de Israel, pero resulta intolerable a la luz del perdón desbordante del rey, de Dios. Ese perdón desbordante convierte en malvada una acción común. Porque el perdón de Dios no es algo meramente exterior, sino una fuerza que quiere apoderarse de la persona entera y transformarla.

• Si, en nuestro encuentro con Jesús, hemos vivido también el perdón desbordante e inesperable de Dios, deberemos comportarnos de otro modo que el “siervo malvado”.

• La lección de Jesús es “interna”, es para la vida en comunidad. Si es tan importante el perdón de corazón es porque se da por hecho que surgirán muchos problemas dentro de esa vida comunitaria. Lo “cristiano” no es eludir los problemas que surjan, sino el modo de cómo afrontarlos y superarlos. Una gran cuestión para la vida espiritual se nos plantea con este evangelio: ¿sabemos perdonar de corazón? ¿a quién y qué tendríamos que perdonar?

 

Paso 1 Lectio: ¿Qué dice el texto? Atiende todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas.

Paso 2 Meditatio: ¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Paso 3 Oratio: ¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Paso 4 Actio: ¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

Para la catequesis: Domingo XXIV de Tiempo Ordinario

XXIV Domingo del Tiempo Ordinario
17 de septiembre 2017

Lecturas: Eclesiástico 27, 33-28,9; Salmo 102; Romanos 14,7-9; Mateo 18,21-35

La parábola del funcionario que no quiso perdonar

En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: «Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?» Jesús le contestó: «No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete». Entonces Jesús les dijo: «El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda. Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: ‘Págame lo que me debes’. El compañero se le arrodilló y le rogaba: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ‘Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’ Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía. Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

Reflexión

En el evangelio de esta semana Jesús nos invita a perdonar siempre sin pensar en ofensas o dificultades. Pedro le dice a Jesús que está dispuesto a perdonar 7 veces o sea en todos los casos, pero Jesús le contesta tienes que perdonar 70 veces 7 es decir siempre y en todo momento.

¿Que debía el funcionario del evangelio? ¿Tenía con que pagar? ¿Que ordeno el rey para que pagara su deuda? El rey ordeno que lo vendieran con su esposa e hijos y con todo lo que tenía. ¿Que hizo el funcionario? Se arrodillo y le rogo Señor ten paciencia y te lo pagare todo. ¿Que hizo entonces el rey? El rey tuvo compasión y le perdono la deuda y lo dejo libre.

¿Cómo actuó el funcionario con un amigo que le debía un poquito de dinero? El no tuvo compasión con el amigo que le rogaba y lo metió en la cárcel. ¿Qué hicieron entonces sus amigos?

Le informaron al rey lo sucedido y entonces el rey lo mando a llamar y le dijo: “malvado “Yo te perdone toda la deuda y tú no tuviste compasión de tu compañero. Lo envió a la cárcel hasta que pagara todo. ¿Perdonas de corazón cuando alguien te ofende?

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Actividad

FRASES CELEBRES SOBRE EL PERDON

HUMILDAD
COMPASION
AMOR
VALOR
PAZ
PIEDAD

Lee cada frase y presta atención a lo que dice su autor.
Selecciona una que te anime al perdón, para que la memorices. Así, cuando tengas dificultad en perdonar, vendrán a tu mente y tendrás un apoyo más, para vivir el perdón cómo nos pide Jesús.

• “Cuando se ama de verdad, se perdona, se olvida y se sigue amando”. –Anónimo.

• “La comunidad está llamada a hacer del amor y del perdón el corazón palpitante de su vida”. – Benedicto XVI.

• “A perdonar bien solo se aprende en la vida, cuando hemos necesitado que nos perdonen mucho”. –Jacinto Benavente.

•  “Perdonar no es olvidar, sino recordar sin que te duela”. –Anónimo.

• “No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón”. –Juan Pablo II.

• “La espiral de la violencia solo la frena el milagro del perdón”. –Juan Pablo II

• “El compromiso por la verdad abre el camino al perdón y a la reconciliación”. –Benedicto XVI.

Oración

Señor sabemos que nunca te faltara misericordia para nosotros.Permite que nuestro corazón se vuelva Misericordioso como el tuyo, y que tu amor lo inunde y estemos siempre dispuestos a perdonar. Amen.

¿Qué me quiere decir hoy Jesús? – Domingo XXIV de Tiempo Ordinario

Pedro pregunta a Cristo sobre cuántas veces debemos perdonar a quien nos ofende. Y Jesús le responde de un modo concreto y sorprendente: «setenta veces siete». El siete entre los judíos significaba «muchas veces», de modo que si Cristo quiere que perdonemos «setenta veces siete» quiere decir que nunca nos cansemos de perdonar. Y para explicarnos el porqué hemos de perdonarnos, pone el ejemplo del rey misericordioso y su servidor injusto.

Como el servidor injusto, nosotros contamos con el perdón de Dios, a pesar de que pecamos continuamente. Lo único que nos pide es que nos arrepintamos. El perdón es un regalo que Dios nos da cuando reconocemos que hemos hechos algo que va en contra de Él. Así de grande es su amor por nosotros.

Si Dios actúa así con nosotros, nosotros no podemos negar el perdón a quien nos ha ofendido. Sería tremendamente injusto y nuestra vida se convertiría en un infierno. Pues quien vive con rencor, guarda un coraje permanente, que no le permite vivir feliz.

Cuando nos acercamos al sacramento de la penitencia o confesión, nos reconciliamos con Dios y con su Iglesia. Cuando perdonamos, nos estamos pareciendo más a Dios y estamos poniendo un granito de arena para hacer del mundo, un lugar más lleno de amor y feliz.

¿A quién o a quiénes les he negado el perdón?
¿Tengo derecho a no perdonarlos?
¿Qué he perdido al no perdonar?

¿Cuál es mi mayor «cruz»?

Comentario al evangelio – 13 de septiembre

Parece que San Pablo esta semana no nos deja respirar. O más bien nos está enseñando a hacerlo, jugando con los significados del verbo aspirar en castellano: «aspirad a los bienes de allá arriba, donde está Cristo». Sería conveniente para nuestros pulmones cristianos «aspirar» los bienes de arriba, en lugar de aquellos que contaminan el oxígeno de la fe. Seguro que respiraríamos mejor y tendríamos una vida cristiana más saludable.

Hoy nos invitan por todos lados a cuidar nuestra salud corporal, a buscar una calidad de vida. Y es algo bueno. Pero es incomparablemente mejor cuidar la vida que no se acaba o para que no se acabe, como queréis. Tenemos un futuro de gloria que nos invita a ir dejando todo aquello que configura la vieja condición humana y que tanto aflora, aunque se quiera abandonar. Todos tendríamos que dejar de inhalar impurezas, pasiones, fornicaciones, codicias, avaricias, iras, maldad, calumnias, groserías… No nos engañemos: se dan en múltiples formas y colores en la vida cotidiana. A veces, incluso, so capa de piedad. Y, además, ese aire contaminado de la vieja condición humana ya tiene su consuelo, su recompensa. Nos lo recuerda Jesús, en el pasaje de Lucas que leemos hoy. Pero es un consuelo que no tiene la dicha, la recompensa de quienes aspiran a construir el Reino de Dios y su justicia. Mejor ser dichosos sin nada, que consolados-ansiosos con todo lo que mancha el corazón del hombre. ¿No os parece?