Vísperas – Miércoles XXIV de Tiempo Ordinario

SANTOS ANDRÉS KIM TAEGON, presbítero, PABLO CHONG HASANG y compañeros mártires .MEMORIA

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: ESPÍRITUS SUBLIMES.

Espíritus sublimes,
¡oh mártires gloriosos!,
felices moradores
de la inmortal Sión,
rogad por los que luchan
en las batallas recias,
que alcancen la victoria
y eterno galardón.

¡Oh mártires gloriosos
de rojas vestiduras,
que brillan con eternos
fulgores ante Dios!
Con vuestro riego crezca
de Cristo la semilla,
y el campo de las mieses
se cubra ya en sazón. Amén.

SALMODIA

Ant 1. Señor, tu saber me sobrepasa.

Salmo 138, 1-18. 23-24 – I TODO ESTÁ PRESENTE A LOS OJOS DE DIOS.

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.

No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me envuelves por doquier,
me cubres con tu mano.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;

si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
tu diestra llegará hasta mí.

Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí»,
ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Señor, tu saber me sobrepasa.

Ant 2. Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta.

Salmo 138 II

Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has formado portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma,
no desconocías mis huesos.

Cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra,
tus ojos veían mis acciones,
se escribían todas en tu libro,
calculados estaban mis días
antes que llegase el primero.

¡Qué incomparables encuentro tus designios,
Dios mío, qué inmenso es su conjunto!
Si me pongo a contarlos, son más que arena;
si los doy por terminados, aún me quedas tú.

Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta.

Ant 3. Todo fue creado por él y para él.

Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20

Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.

Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.

Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.

Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Todo fue creado por él y para él.

LECTURA BREVE   1Pe 4, 13-14

Queridos hermanos: Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros: porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.

RESPONSORIO BREVE

V. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
R. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.

V. Aclamadlo, los rectos de corazón.
R. Y gozad con el Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Se alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre, reinan con el Señor eternamente.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Se alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre, reinan con el Señor eternamente.

PRECES

En esta hora en la que el Señor, cenando con sus discípulos, presentó al Padre su propia vida que luego entregó en la cruz, aclamemos al Rey de los mártires, diciendo:

Te glorificamos, Señor.

Te damos gracias, Señor, principio, ejemplo y rey de los mártires, porque nos amaste hasta el extremo.

Te damos gracias, Señor, porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos y les das parte en los premios de tu reino.

Te damos gracias, Señor, porque hoy hemos ofrecido, como sacrificio para el perdón de los pecados, la sangre de la alianza nueva y eterna.

Te damos gracias, Señor, porque con tu gracia nos has dado perseverar en la fe durante el día que ahora termina.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Te damos gracias, Señor, porque has asociado a nuestros hermanos difuntos a tu muerte.

Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:

Padre nuestro…

ORACION

Oh Dios, creador y salvador de todos los hombres, que en Corea, de modo admirable, llamaste a la fe católica a un pueblo de adopción y lo acrecentaste por la gloriosa profesión de fe de los santos mártires Andrés, Pablo y sus compañeros, concédenos, por su ejemplo e intercesión, perseverar también nosotros hasta la muerte en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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Lectio Divina – 20 de septiembre

Lectio: 

Miércoles, 20 Septiembre, 2017

1) Oración inicial

¡Oh Dios!, creador y dueño de todas las cosas, míranos; y, para que sintamos el efecto de tu amor, concédenos servirte de todo corazón. Por nuestro Señor.

2) Lectura

Del Evangelio según Lucas 7,31-35
«¿Con quién, compararé, pues, a los hombres de esta generación? Y ¿a quién se parecen? Se parecen a los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros diciendo:
`Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no habéis llorado.’
«Porque ha venido Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y decís: `Demonio tiene.’ Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: `Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publícanos y pecadores.’ Y la Sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos.»

3) Reflexión

• En el evangelio de hoy vemos como la novedad de la Buena Nueva fue avanzando de tal modo que las personas agarradas a las formas antiguas de la fe quedaban como perdidas sin entender nada de la acción de Dios. Para esconder su falta de apertura y de comprensión ellas se defendían y buscaban pretextos infantiles para justificar su actitud de no aceptación. Jesús reacciona con una parábola para denunciar la incoherencia de sus adversarios: “¡Os parecéis a niños que no saben lo que quieren!»
• Lucas 7,31: ¿Con quién compararé a los hombres de esta generación? A Jesús le parece extraña la reacción de la gente y dice: «¿Con quién, compararé, pues, a los hombres de esta generación? Y ¿a quién se parecen?” Cuando una cosa es evidente y las personas, o por su ignorancia o por mala voluntad no quieren darse cuenta o no sen dan cuenta, es bueno encontrar comparaciones que hablan por sí solas.
• Lucas 7,32: Como niños, in fundamento. La comparación que Jesús encuentra es ésta: Vosotros os parecéis a “los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros diciendo: «En el mundo entero hay niños mimados y que tienen la misma reacción. Reclaman cuando los otros no hacen y actúan como ellos quieren. El motivo de la queja de Jesús es la manera arbitraria con que, en el pasado, reaccionaron ante Juan el Bautista y, ahora en el presente, ante el mismo Jesús.
• Lucas 7,33-34: Su opinión sobre Juan y Jesús. “Porque ha venido Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y decís: `Demonio tiene.’ Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: `Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores.” Jesús fue discípulo de Juan Bautista, creían él y se hizo bautizar por él. Fue cuando el bautismo que él tuvo la revelación del Padre respecto de su misión como Mesías Siervo (Mc 1,10). Al mismo tiempo, Jesús resalta la diferencia entre él mismo y Juan. Juan era más severo, más ascético, ni comía, ni bebía. Quedaba en el desierto y amenazaba a la gente con los castigos del Juicio Final (Lc 3,7-9). Por esto decían que tenía un demonio, que estaba poseído. Jesús era más acogedor, comía y bebía como todo el mundo. Andaba por los poblados y entraba en la casa de la gente, acogía a las prostitutas y a los recaudadores de impuestos. Por eso decían que era comilón y que se emborrachaba. A pesar de generalizar al hablar de “los hombres de esta generación” (Lc 7,31), probablemente, Jesús tiene en mente la opinión de las autoridades religiosas que no creían en Jesús (Mc 11,29-33).
• Lucas 7,35: La conclusión obvia a la que Jesús llega. Y Jesús termina sacando la conclusión: “Y la sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos”. La falta de seriedad y de coherencia aparece claramente en la opinión que emiten sobre Jesús y Juan. La mala voluntad es tan evidente que no necesitaba de prueba. Esto hacer recordar la respuesta de Job a sus amigos que pretendían ser sabios: “¿Quién podría obligaros a guardar silencio? ¡Esto sería el único acto sabio de vosotros!” (Job 13,5).

4) Para la reflexión personal

• Cuando emito una opinión sobre los otros, ¿soy como los fariseos y los escribas que opinaban sobre Juan y Jesús? Ellos apenas expresaban sus ideas preconcebidas y nada informaban sobre las personas que eran juzgados por ellos.
• ¿Conoces a grupos en la Iglesia de hoy que merecerían la parábola de Jesús?

5) Oración final

¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahvé,
el pueblo que escogió para sí como heredad!
Yahvé observa de lo alto del celo,
ve a todos los seres humanos. (Sal 33,12-13)

Grandes testigos de la no violencia: Madre Teresa de Calcuta

Nacida en 1910, en el seno de una familia católica, la profunda religiosidad de su madre despertó en Agnes la vocación misionera a los doce años. Conmovida por las crónicas de un misionero en Bengala (India), a los dieciocho años abandonó su ciudad natal y viajó hasta Dublín (Irlanda) para profesar en la Congregación de Nuestra Señora de Loreto y ser misionera en la India. Embarcó hacia Bengala, don- de cursó estudios de magisterio y eligió el nombre de Teresa para profesar.

La profunda impresión que le causó la miseria que observaba en las calles de la ciudad de Calcuta la movió a solicitar a Pío XII la licencia para abandonar la orden y entregarse por completo a la causa de los menesterosos: “Quiero llevar el amor de Dios a los pobres más pobres; quiero demostrarles que Dios ama el mundo y que les ama a ellos”. Y obtuvo la autorización del Papa.

Poco después de proclamarse la independencia de la India (1948), mientras estudiaba enfermería abrió su primer centro de acogida de niños. En 1950, año en que adoptó también la nacionalidad india, fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad, cuyas integrantes debían sumar a los votos tradicionales el de dedicarse totalmente a los necesitados.

En la década de 1970 era conocida internacionalmente y había adquirido un enorme prestigio como persona humanitaria y defensora de “los más pobres de los pobres”. La Santa Sede la designó su representante ante la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas celebrada en México en 1975 con ocasión del Año Internacional de la Mujer. Cuatro años más tarde, admirada por gobiernos, instituciones internacionales y poderosos personajes, recibió el premio Nobel de la Paz. Recibió después el más alto galardón civil de la India, el Bharat Ratna, en 1980. A ellos se sumaron una decena de premios y reconocimientos de primer nivel, tanto nacionales como internacionales.

Juan Pablo II la visitó en 1986 en la Casa del Moribundo. En el curso de los años siguientes, su salud comenzó a declinar y su corazón a debilitarse. Pocos días después de celebrar sus 87 años ingresó en la unidad de cuidados intensivos del asilo de Woodlands, en Calcuta, donde falleció en 1997. El gobierno indio le concedió un funeral de Estado y, como parte de este, su féretro fue trasladado por gran parte de la ciudad en el mismo carruaje en el que fueron llevados los restos de Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru.

Fue beatificada por Juan Pablo II en octubre de 2003, sólo seis años después de su muerte (algo insólito para esta clase de procesos), en una multitudinaria misa a la que acudieron fieles de todas partes del mundo. El 4 de septiembre de 2016, ante más de cien mil fieles congregados en la plaza de San Pedro, el papa Francisco ofició la ceremonia que elevaba a los altares a Santa Teresa de Calcuta.

En el momento de su fallecimiento, la orden por ella fundada operaba en 610 misiones de 123 países, en hospicios y hogares para personas con sida, lepra y tuberculosis, comedores populares, programas de asesoramiento para niños y familias, orfanatos y escuelas. La rama masculina de su congregación -los Hermanos Misioneros de la Caridad- fue fundada en 1963; y en 1984 fundó los Padres Misioneros de la Caridad, junto al padre Joseph Langford, para combinar los objetivos profesionales de las hermanas con los recursos del sacerdocio ministerial. La orden cuenta con un número aproximado de 450 hermanos y 5.000 monjas en todo el mundo.

SU ESPIRITUALIDAD

Su mayor legado fue erigirse en un ejemplo inspirador para nuestro tiempo, en la prueba palpable y viva de cómo la generosidad, la abnegación y la entrega a los demás también tienen sentido en tiempos modernos. Las guerras y la violencia están siempre relacionadas con sentimientos y actitudes humanas de ambición, deseo de someter o explotar a otros, menosprecio de derechos ajenos. Pero los sentimientos y actitudes de Madre Teresa fueron los opuestos: la generosidad, la abne- gación y la entrega incansable a los más abandonados: “No puedo parar de trabajar; ya tendré toda la eternidad para descansar”. ¿Qué hizo ella por la paz? “Si quieres la paz, trabaja por la justicia”, había dicho Pablo VI en la encíclica Populorun Progresio. Madre Teresa es un ejemplo eminente de quien se pone ‘manos a la obra’.

ALGUNAS FRASES SUYAS

“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, india. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo entero. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”.

“Para nosotras no tiene la menor importancia la fe que profesan las personas a las que prestamos asistencia. Nuestro criterio de ayuda no son las creencias, sino la necesidad… pues hay en el mundo otra pobreza peor que la material: el desprecio que los marginados reciben de la sociedad, que es la más insoportable de las pobrezas.”

“Ama hasta que te duela; si te duele, es buena señal”.

“El que no sirve para servir, no sirve para vivir”.

“La revolución del amor comienza con una sonrisa. Sonríe cinco veces al día a quien en realidad no quisieras sonreír. Debes hacerlo por la paz”.

PARA GRAFITEAR

Puede ser una actividad a realizar con los chicos y chicas.

«El que no sirve para servir, no sirve para vivir».

ORACIÓN de agradecimiento

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro sonrisas de gozo y agradecimiento por todo lo que constantemente me regalas.

Que mis ojos sonrían diariamente por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.
Que mi corazón sonría diariamente por las alegrías y dolores que compartimos. Que mi boca sonría diariamente con la alegría y regocijo de tus trabajos.
Que mi rostro dé testimonio diariamente de la alegría que tú me brindas.
Y, ¡gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor!

Amén.

(Santa Teresa de Calcuta)

La verdad sobre sor Cristina, la monja cantante

En 2007, Cristina Scuccia, la joven religiosa que ha revolucionado Italia y el mundo con su participación en el programa The Voice, era una adolescente algo rebelde, alejada de la Iglesia y enamorada de un chico, con un gran talento para la música. Iba a la Universidad y se preparaba para participar en el talent show televisivo italiano XFactor.

 

Providencialmente, en ese tiempo, su madre leyó en la prensa un artículo sobre la conversión de Claudia Koll, una conocida actriz italiana, famosa por haber comenzado su carrera con películas de alto contenido erótico, y que en el año 2001 protagonizó una de las vueltas a la fe más sonadas del panorama artístico de Italia. 

Tras su conversión, Claudia Koll decidió dedicarse a las obras de caridad con los más necesitados. Fundó una ONG y se dedicó a promover la evangelización y la solidaridad con países como República Democrática del Congo, Burundi o Madagascar. Participó también como actriz en grandes producciones católicas, como la serie sobre Santa María Goretti o una película sobre San Pedro.

En 2007, le llegó a Claudia Koll la propuesta de dirigir la Star Rose Academy, una academia para artistas fundada por las Religiosas Ursulinas de la Sagrada Familia y también una obra de evangelización del mundo del espectáculo. Esta singular congregación nació a principios del siglo XX de la mano de cinco jóvenes italianas, y se dedica especialmente a la evangelización de los adolescentes. Para estas religiosas, la Carta a los artistas de Juan Pablo II en 1999 supuso un desafío a su vocación.

El artículo que la madre de sor Cristina leyó sobre la conversión de Claudia Koll, venía con un anuncio: la flamante directora de la Star Rose Academy estaba buscando una chica para protagonizar un musical sobre la vida de la fundadora de las Ursulinas. 

Ponerse en el papel de sor Rosa supuso para la joven Cristina no sólo su conversión, sino también el descubrimiento de su vocación religiosa con las ursulinas. Empezó su noviciado en Brasil, un país donde la música cristiana ha alcanzado unas altísimas cotas de profesionalidad y de brillantez.

Allí la novicia confirmó su doble vocación, a la vida religiosa y a la evangelización a través de la música, como hacía con los niños de la calle. Vuelta a Italia, se puso en contacto con ella el padre Raffaele Giacopuzzi, director del Good News Festival, el festival de la canción de inspiración cristiana que organiza cada año la Pastoral Juvenil de la diócesis de Roma. Sor Cristina ganó el concurso en su V edición (junio 2013). Y llamó la atención de los expertos.

El padre Giacopuzzi, al ver su gran talento, convenció a sor Cristina a participar en The Voice. «Lo bonito es que las ursulinas, al gestionar esta academia de artistas cristianos, donde Cristina creció y maduró su vocación, eran desde el principio favorables, aunque me preguntaron: ¿pero según tú vale la pena? Yo respondí: Vale la pena por una serie de motivos. El primero es que no la mandamos sólo porque lleva velo, sino que ha estudiado, ha hecho academia de canto y sabe lo que hace. Además ha tenido contacto con gente que viene del mundo del arte y del espectáculo, así que sabrá cómo luchar, en qué ring se encuentra».

Hay muchos modos de ir a la TV. Ha habido personas que no eran consagradas y que se han hecho pasar por tales. En este caso, se trata de una persona que va a cantar acompañada por toda su comunidad, que lleva una vida diaria tranquila y sosegada, identificada con su vocación. El padre Giacopuzzi subraya que sor Cristina, fuera del escenario, «es una persona tímida y reservada, que no busca exhibirse ni hacerse notar».

Sor Cristina comentó sus razones para haber elegido como instructor al rapero J-Ax, conocido en Italia por su coqueteo con la droga y por su anticlericalismo. «Le elegí porque tengo muy presente que el Papa nos manda a las periferias, y J-Ax, más que los demás, es precisamente uno que está orgulloso de venir de las periferias, de hablar con el lenguaje de la gente de las periferias».

PARA HACER

1.- Este testimonio, tomado de Aleteia(17/05/14), era anterior a la fecha en que sor Cristina ganó al final el concurso. ¿Qué nos parece?

2.- «Comunicar hoy el Evangelio es ante todo comunicar alegría, y que Cristo no te quita nada sino que quiere darte más. Creo que esto es lo más bello que hay que comunicar». ¿Estamos de acuerdo? ¿Cómo lo podemos hacer nosotros?

Evangelii Gaudium – Francisco I

153. En la presencia de Dios, en una lectura reposada del texto, es bueno preguntar, por ejemplo: «Señor, ¿qué me dice a míeste texto? ¿Qué quieres cambiar de mi vida con este mensaje? ¿Qué me molesta en este texto? ¿Por qué esto no me interesa?», o bien: «¿Qué me agrada? ¿Qué me estimula de esta Palabra? ¿Qué me atrae? ¿Por qué me atrae?». Cuando uno intenta escuchar al Señor, suele haber tentaciones. Una de ellas es simplemente sentirse molesto o abrumado y cerrarse; otra tentación muy común es comenzar a pensar lo que el texto dice a otros, para evitar aplicarlo a la propia vida. También sucede que uno comienza a buscar excusas que le permitan diluir el mensaje específico de un texto. Otras veces pensamos que Dios nos exige una decisión demasiado grande, que no estamos todavía en condiciones de tomar. Esto lleva a muchas personas a perder el gozo en su encuentro con la Palabra, pero sería olvidar que nadie es más paciente que el Padre Dios, que nadie comprende y espera como Él. Invita siempre a dar un paso más, pero no exige una respuesta plena si todavía no hemos recorrido el camino que la hace posible. Simplemente quiere que miremos con sinceridad la propia existencia y la presentemos sin mentiras ante sus ojos, que estemos dispuestos a seguir creciendo, y que le pidamos a Él lo que todavía no podemos lograr.

Comentario Domingo XXV de Tiempo Ordinario

Oración

Por tu bondad, Señor y Hermano Jesús:
Concédenos escuchar tu Palabra con el corazón abierto y con nuestro ser entero orientado a Ti.
Haz que nos sea: luz en el caminar de nuestra vida, fortaleza en la lucha diaria, nuestro gozo en los sinsabores de nuestra existencia. AMEN.

 

Mt 20, 1-16

«1Porque es semejante el Reino de los cielos a un propietario que salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña. 2Después de ajustarse con los jornaleros en un denario por jornada, los envió a su viña. 3Y, saliendo hacia la hora tercia [9 de la mañana], vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, 4y les dijo: “Id también vosotros a la viña, y os daré lo que sea justo”. 5Ellos fueron. Saliendo de nuevo hacia la hora sexta [mediodía] y la nona [media tarde], e hizo lo mismo. 6Saliendo hacia la hora undécima [al caer la tarde], encontró a otros, parados, y les dice: “¿Cómo es que estáis aquí, el día entero, sin trabajo?”. 7Le dicen: “Nadie nos ha contratado”. Les dice: “Id también vosotros a la viña”.

8Llegada la noche, dice el señor de la viña a su administrador: “Llama a los jornaleros y dales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”. 9Y viniendo los de la hora undécima, recibieron un denario. 10Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario. 11Entonces se pusieron a protestar contra el propietario: 12“Estos últimos han trabajado una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”. 13Respondiendo uno de ellos dijo: “Amigo, no soy injusto contigo. ¿No nos ajustamos en un denario? 14Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. 15¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O ves tú con malos ojos que yo sea bueno?”. 16Así, los últimos serán los primeros y los primeros, los últimos».

¡PALABRA DEL SEÑOR!

CONTEXTO 

Con el capítulo 19 se inicia una sección narrativa que desembocará en la llegada de Jesús a Jerusalén y el desencuentro con los principales grupos judíos. El texto inmediatamente anterior nos habla de la recompensa prometida a quien se entregue generosamente a la causa del Reino de los cielos, y termina igual que termina nuestro evangelio: los primeros serán últimos y los últimos primeros (19,30; 20,16). Después vendrá el tercer anuncio de la Pasión (20,17-19). 

TEXTO

El evangelio se estructura en dos partes: los acuerdos del propietario con los jornaleros, con una gran importancia de las horas (vv. 1-7) y el pago del trabajo realizado, que provoca una conversación entre los jornaleros y el señor, destacando el tema de últimos/primeros (vv. 8-15). El v. 16 supone la paradójica enseñanza de Jesús. La parábola manifiesta, a partir de conceptos humanos como “salario justo” o “prestación laboral”, el milagro de la justicia y la bondad de Dios, y separa definitivamente la idea de recompensa de la idea de mérito. Para J. Jeremias, la parábola separa dos mundos: aquí el mérito, allí la gracia; aquí la ley, allí el evangelio.

ELEMENTOS INTERESANTES

• El final de nuestro evangelio (20,16) repite la sentencia que Jesús pronuncia en 19,30, justo antes de nuestro texto, aunque en orden inverso. Así se forma una inclusión, que es un recurso literario típico de la Escritura y sirve para determinar una unidad literaria. El texto, en su unidad, comienza y termina con la misma frase o palabra, con el mismo mensaje. En este caso, la afirmación de que los últimos son los primeros está al principio, al final y en el centro del pasaje (Mt 19,30; 20,8.16). Esta insistencia quiere decir que es lo más importante de la enseñanza que Jesús quiere transmitir, con esta parábola, respecto a cómo es Dios y su Reino. No podemos poner a Dios a nuestro nivel (que su justicia sea como nosotros entendemos la justicia, etc.), sino justamente al revés: Dios es, y no nosotros, “la medida de todas las cosas”.

• El evangelio es una parábola del Reino que hoy se compara con un propietario que salió muy de mañana a contratar obreros para su viña. Él se define a sí mismo en el versículo 15: «Yo soy bueno». Considerando Lc 6,35 y Mt 19,17 (“Uno solo es el Bueno”), identificamos al propietario con Dios Padre. La viña es importante en la parábola. Se menciona cinco veces ( vv. 1.2.4.7.8), tres de ellas, con el pronombre posesivo. Está claro que es “su” viña, aquí imagen del Reino de Dios. ¿Somos conscientes de que trabajamos en la viña de “otro”, o nos gusta “hacer de nuestra capa un sayo”? ¿Somos conscientes de que ese otro es un Padre bueno al que tenemos que representar?

• El propietario sale hasta en cinco ocasiones a buscar jornaleros para su viña (Dios no deja de llamar, pero ¿encontrará oídos que sepan escuchar?). El acento recae sobre los últimos jornaleros, los de la hora undécima, en los que nadie se había fijado ni contado con ellos (imagen de los marginados de aquella sociedad, excluidos de la atención y preferencia de las élites religiosas y políticas), pero Jesús indica que Dios cuenta con ellos. ¿Te sientes llamad@ por Dios a trabajar en su viña? ¿Más que otros o con más derechos que otros?

• Fin de la jornada: todo tiene un final inesperado. El modo de obrar del dueño supone una inversión de los criterios con los que nosotros juzgamos justo un proceder. Ese comportamiento del dueño desconcierta e indigna a los obreros de la primera hora. ¿Qué te sugiere ese modo de actuar del propietario, de Dios? ¿A qué te mueve?

• El propietario responde con firmeza y suavidad a las quejas de los obreros. Él ha sido justo con los primeros, pues les ha pagado lo convenido. Su libertad no está condicionada por nada ni por nadie: es libre para hacer como quiera en sus asuntos. Y su bondad le hace desear pagar por igual a todos. Por el contrario, los trabajadores de la primera hora se muestran mezquinos y envidiosos. ¿Dónde te sitúas en esta parábola? ¿Qué lección encuentras?

 

Paso 1 Lectio: ¿Qué dice el texto? Atiende todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas.

Paso 2 Meditatio: ¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Paso 3 Oratio: ¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Paso 4 Actio: ¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

Para la catequesis: Domingo XXV de Tiempo Ordinario

XXV Domingo del Tiempo Ordinario
24 de septiembre 2017

Lecturas: Isaías 55, 6-9; Salmo 144; Filipenses 1, 20c-24. 27a; Mateo 20, 1-16

La parábola de los trabajadores

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo. Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?’ Ellos le respondieron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’.

Al atardecer, el dueño de la viña dijo a su administrador: ‘Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros’. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: ‘Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor’.

Pero él respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?’ De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos». Mateo 20, 1-16

Reflexión

Los caminos de Dios no son nuestros caminos. Él es mucho más generoso de lo que nosotros nos podamos imaginar. Dios puede ser tan generoso como quiera con sus dones; lo más frecuente es que sea compasivo como el dueño de la viña con quienes no habían tenido quien los contratase. Cuando a algunos amigos les han dado regalos que no merecían ¿Cómo se sintieron? ¿Qué les parece el dueño de la viña? ¿Creen que estaba mal que les diera a todos lo mismo? ¿Por qué creen haría esto? El mensaje de hoy es la Compasión y la generosidad a la que nos llama Dios, porque Él es compasivo.

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Oración

Señor, tu siempre eres compasivo y generoso.
Danos un corazón limpio de resentimientos y de envidias, para que podamos alegrarnos siempre del bien de los demás, y seguir tu ejemplo de cómo nos tratas a cada uno con infinito amor. Amen

¿Qué me quiere decir hoy Jesús? – Domingo XXV de Tiempo Ordinario

Jesús iba de camino a Jerusalén donde pensaba celebrar su última Pascua con sus amigos. Les iba explicando cómo es el Reino de los Cielos. Y para ello, les expuso la parábola del propietario de la viña y sus jornaleros. Sin importar a qué hora llegaron a trabajar, todos los jornaleros recibieron el mismo pago del dueño de la viña, lo que hizo enojar a los que llegaron primero, pues esperaban recibir más. Así, Jesús nos enseña que Dios juzga y premia como Padre amoroso, con una justicia muy diferente a la de nosotros los hombres.

El mensaje de Cristo debe animarnos a mejorar nuestras vidas. Porque para Dios nunca es tarde para cambiar, ponernos a trabajar y acercar nuestras vidas a él. Dios se alegra de cada nuevo intento que hacemos por corregir lo que hayamos hecho mal. ¡Siempre nos está esperando!

Esta parábola también nos lleva a pensar que todo lo que recibimos y somos aquí en la tierra, es por la gracia y el amor de Dios, no por nuestros méritos. Así que deberemos sacarle el mayor provecho a nuestras vidas y agradecer esos dones recibidos, poniéndolos a trabajar para nuestro bien y de los que nos rodean.

Cuando llegue el final de nuestras vidas entonces sí, será el momento del pago y ya no habrá tiempo de corregir. Como nadie sabe cuándo será esto, conviene vivir cada día como si fuera el útlimo, buscando amar, esforzándonos por superar eso que nos aleja del amor de Dios y de nuestros hermanos.

¿Qué actitudes o comportamientos está esperando Dios que cambie?

Comentario al evangelio – 20 de septiembre

El texto nos presenta una ruptura en Israel, por un lado el éxito con  la acogida de los enviados de Dios, y por otro, el rechazo inscrito en unos corazones  obstinados. El final del libro de  los Hechos de los Apóstoles subraya esta dramática división que provocan las palabras de juicio contra los obstinados: “sabed, pues, que esta salvación de Dios ha sido ofrecida a los paganos; ellos sí la escucharán” (Hechos 28,28).

Lucas habla de unos muchachos que juegan, pero no es fácil describirlos, porque no se conocen realmente en qué consistían sus juegos. De todos modos podría entenderse también la historia en el sentido de que el juego ha fracasado porque los muchachos  se quedan sentados, obstinados, rechazando todo tipo de invitaciones. No han querido ni bailar en el juego de bodas ni llorar en el juego de los funerales; es decir, no han respondido a la llamada de los músicos.

Juan Bautista no bebía licores ni comía más que alimentos crudos,  no manjares preparados por la mano del hombre. Jesús comía y bebía acompañando a sus amigos, en especial a los publicanos y pecadores, manifestando así la benevolencia que Dios tiene por ellos. Y ambos se convierten en señal de contradicción  para los dirigentes del pueblo judío empeñados en hacer desaparecer a ambos.

El salmo que hoy leemos en la liturgia nos ayuda  a ser sabios con la sabiduría de Dios. Es un himno a la bondad de Dios manifestada en la belleza y bondad de sus obras. Y es en este salmo donde se recoge una de las afirmaciones  fundamentales de la tradición sapiencial: “el temor del Señor es el principio del saber”. Es decir, la sabiduría plena es un don divino y sólo se alcanza desde una actitud de “temor de Dios”, entendido como reconocimiento, obediencia y fidelidad amorosa. El fracaso de los que se consideran dueños de la verdad está precisamente en esa falta de sabiduría que les impide entrar en el Reino a ellos y que tampoco quieren dejar entrar a los demás.