Vísperas – Martes V de Tiempo Ordinario

SANTOS PABLO MIKI Y COMPAÑEROS, mártires (MEMORIA)

 

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: ESPÍRITUS SUBLIMES.

Espíritus sublimes,
¡oh mártires gloriosos!,
felices moradores
de la inmortal Sión,
rogad por los que luchan
en las batallas recias,
que alcancen la victoria
y eterno galardón.

¡Oh mártires gloriosos
de rojas vestiduras,
que brillan con eternos
fulgores ante Dios!
Con vuestro riego crezca
de Cristo la semilla,
y el campo de las mieses
se cubra ya en sazón. Amén.

SALMODIA

Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido.

Salmo 19 – ORACIÓN POR LA VICTORIA DEL REY.

Que te escuche el Señor el día del peligro,
que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;
que te envíe auxilio desde el santuario,
que te apoye desde el monte Sión;

que se acuerde de todas tus ofrendas,
que le agraden tus sacrificios;
que cumpla el deseo de tu corazón,
que dé éxito a todos tus planes.

Que podamos celebrar tu victoria
y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes;
que el Señor te conceda todo lo que pides.

Ahora reconozco que el Señor
da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.

Unos confían en sus carros,
otros en su caballería;
nosotros invocamos el nombre
del Señor, Dios nuestro.

Ellos cayeron derribados,
nosotros nos mantenemos en pie.

Señor, da la victoria al rey
y escúchanos cuando te invocamos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor da la victoria a su Ungido.

Ant 2. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.

Salmo 20, 2-8. 14 – ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA DEL REY.

Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.

Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.

Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no fracasará.

Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.

Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.

Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12

Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.

LECTURA BREVE   1Pe 4, 13-14

Queridos hermanos: Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros: porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.

RESPONSORIO BREVE

V. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
R. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.

V. Aclamadlo, los rectos de corazón.
R. Y gozad con el Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Se alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre, reinan con el Señor eternamente.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Se alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre, reinan con el Señor eternamente.

PRECES

En esta hora en la que el Señor, cenando con sus discípulos, presentó al Padre su propia vida que luego entregó en la cruz, aclamemos al Rey de los mártires, diciendo:

Te glorificamos, Señor.

Te damos gracias, Señor, principio, ejemplo y rey de los mártires, porque nos amaste hasta el extremo.

Te damos gracias, Señor, porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos y les das parte en los premios de tu reino.

Te damos gracias, Señor, porque hoy hemos ofrecido, como sacrificio para el perdón de los pecados, la sangre de la alianza nueva y eterna.

Te damos gracias, Señor, porque con tu gracia nos has dado perseverar en la fe durante el día que ahora termina.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Te damos gracias, Señor, porque has asociado a nuestros hermanos difuntos a tu muerte.

Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:

Padre nuestro…

ORACION

Señor Dios, fortaleza de los mártires, que quisiste que san Pablo Miki y sus compañeros alcanzaran la vida eterna, muriendo en cruz por confesar la fe verdadera, concédenos, por su intercesión, proclamar con valentía nuestra fe hasta derramar por ella, si es preciso, nuestra propia sangre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Anuncio publicitario

Lectio Divina – 6 de febrero

Lectio: Martes, 6 Febrero, 2018
1) Oración
Vela, Señor, con amor continuo sobre tu familia; protégela y defiéndela siempre, ya que sólo en ti ha puesto su esperanza. Por nuestro Señor.
 
2) Lectura
Del Evangelio según Marcos 7,1-13

Se reúnen junto a él los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén. Y al ver que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas, -es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos, y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas-. Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: «¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?» Él les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito:
Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
En vano me rinden culto,
ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres.
«Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres.» Les decía también: «¡Qué bien violáis el mandamiento de Dios, para conservar vuestra tradición! Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre y: el que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte. Pero vosotros decís: Si uno dice a su padre o a su madre: `Lo que de mí podrías recibir como ayuda lo declaro Korbán -es decir: ofrenda-‘, ya no le dejáis hacer nada por su padre y por su madre, anulando así la palabra de Dios por vuestra tradición que os habéis transmitido; y hacéis muchas cosas semejantes a éstas.»
3) Reflexión
• El Evangelio de hoy habla de las costumbres religiosas de aquel tiempo y de los fariseos que enseñaban estas costumbres a la gente. Por ejemplo, comer sin lavarse las manos o, como ellos decían, comer con manos impuras. Muchas de estas costumbres estaban desligadas de la vida y habían perdido su sentido. Sin embargo se conservaban o por miedo o por superstición. El Evangelio nos trae algunas instrucciones de Jesús respeto de esas costumbres.

• Marcos 7,1-2: Control de los fariseos y libertad de los discípulos. Los fariseos y algunos escribas, venidos de Jerusalén, observaban como los discípulos de Jesús comían con manos impuras. Aquí hay tres puntos que merecen ser señalados: a) Los escribas eran de Jerusalén, ¡de la capital! Significa que habían venido para observar y controlar los pasos de Jesús. b) Los discípulos ¡no se lavaban las manos para comer! Significa que la convivencia con Jesús los llevó a tener valor para transgredir las normas que la tradición imponía a la gente, pero que habían perdido su sentido para la vida. c) La costumbre de lavarse las manos, que hasta hoy, sigue siendo una norma importante de higiene, tenía para ellos un significado religioso que servía para controlar y discriminar a las personas.
• Marcos 7,3-4: La Tradición de los Antiguos. “La Tradición de los Antiguos” transmitía las normas que debían de ser observadas por la gente para conseguir la pureza exigida por la ley. La observancia de la pureza era un asunto muy serio para la gente de aquel tiempo. Ellos pensaban que una persona impura no podía recibir la bendición prometida por Dios a Abrahán. Las normas de pureza eran enseñadas para abrir el camino hasta Dios, fuente de paz. En realidad, sin embargo, en vez de ser una fuente de paz, las normas eran una prisión, un cautiverio. Para los pobres, era prácticamente imposible observar las muchas normas, las costumbres y las leyes. Por esto, ellos eran despreciados como gente ignorante y maldita que no conocía la ley (Jn 7,49).
• Marcos 7,5: Escribas y fariseos critican el comportamiento de los discípulos de Jesús. Los escribas y fariseos preguntaban a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?” Ellos fingen que están interesados en conocer el porqué del comportamiento de los discípulos. En realidad, critican a Jesús porque permite que los discípulos no cumplan con las normas de pureza. Los fariseos formaban una especie de hermandad, cuya principal preocupación era la de observar todas las leyes de la pureza. Los escribas eran los responsables de la doctrina. Enseñaban las leyes relativas a observancia de la pureza.
• Marcos 7,6-13 Jesús critica la incoherencia de los fariseos. Jesús responde citando a Isaías: Este pueblo me honra sólo con los labios, pero su corazón sigue lejos de mí (cf. Is 29,13). Insistiendo en las normas de pureza, los fariseos vacían de contenido los mandamientos de la ley de Dios. Jesús cita un ejemplo concreto. Ellos decían: la persona que ofrece al templo sus bienes, no puede usarlos para ayudar a los padres necesitados. Así, en nombre de la tradición vaciaban de contenido el cuarto mandamiento que manda amar al padre y a la madre. Estas personas parecían muy observantes, pero lo eran sólo hacia fuera. Por dentro, ¡su corazón quedaba lejos de Dios! Como dice el canto: “¡Su nombre es el Señor y pasa hambre, y clama por la boca del hambriento, y muchos que lo ven pasan de largo, a veces por llegar temprano al Templo!”. En el tiempo de Jesús, la gente, en su sabiduría, no concordaba con todo lo que se le enseñaba. Esperaba que un día el mesías viniese a indicar otro camino para alcanzar la pureza. En Jesús se realiza esta esperanza.
 
4) Para la reflexión personal
• ¿Conoces alguna costumbre religiosa de hoy que ya no tiene mucho sentido, pero que sigue siendo enseñado?

• Los fariseos eran judíos practicantes, pero su fe activa era desligada de la vida de la gente. Por eso, Jesús los criticó. Y hoy, ¿Jesús nos criticaría? ¿En qué?
 
5) Oración final
¡Yahvé, Señor nuestro,

qué glorioso es tu nombre en toda la tierra!
Al ver tu cielo, hechura de tus dedos,
la luna y las estrellas que pusiste,
¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el hijo de Adán para que de él te cuides? (Sal 8,2.4-5)

Historia de la teoría feminista

Rosa Cobo

El feminismo es una tradición intelectual un movimiento social que tiene tres siglos de historia. Desde su origen hasta los años ochenta del siglo XX se ha articulado alrededor del principio ético y político de la igualdad. En efecto, el paradigma de la igualdad es la respuesta a la rígida sociedad estamentos de la Baja Edad Media. Esta potente idea ética y política, de inmediato es asumida por algunas mujeres en sus discursos intelectuales y en sus prácticas políticas. El feminismo surge en Europa, en el contexto de las tres grandes ilustraciones, la francesa, la inglesa y la alemana, y en el marco político del estado-nación.

En 1972, la inglesa Mary Wollstonecraft publicó Vindicación de los Derechos de la Mujer, donde denunciaba que la sujeción de las mujeres no era el resultado de una naturaleza inferior a la masculina sino de prejuicios y tradiciones que se remontaban a la noche de los tiempos. Esta obra de Mary Wollstonecraft inaugura una tradición intelectual de impugnación moral de la sujeción de las mujeres y de lucha contra el prejuicio, y se inscribe en un discurso más amplio a favor de la igualdad.

El fin de la Revolución Francesa marca el inicio de un silencio que se romperá a mediados del siglo XIX. En efecto, en EEUU e Inglaterra surge el movimiento sufragista. El acta fundacional de este movimiento se produce con la Declaración de Seneca Falls en 1848. En este pequeño pueblecito del estado de Nueva York un grupo de mujeres feministas norteamericanas exigieron que las mujeres pudiesen ejercer los derechos que tenían los varones. En este emocionante texto las mujeres norteamericanas reclamaron aquellos derechos formulados como universales por los teóricos de la Ilustración, que habían sido usurpados y negados a las mujeres. Sin embargo, para comprender mejor el movimiento sufragista hay que tener en consideración dos hechos que lo precedieron. El primero de ellos es que una parte de las mujeres que militaron activamente en la lucha sufragista, previamente participaron en el segundo gran despertar, un movimiento de renacimiento religioso que hizo posible que tomasen la palabra en las comunidades religiosas y que leyesen las Sagradas Escrituras. La participación de estas mujeres en la lectura y la reinterpretación de las Escrituras se convirtió en una fuente de ensanchamiento de su subjetividad. El segundo hecho es que aquellas primeras mujeres sufragistas que proclamaron el decálogo derechos de Seneca Falls habían ejercido el activismo político junto a los varones negros en su lucha por el voto. Llevaron ambas experiencias, la de la militancia política en el movimiento por el voto de los negros y la de hablar en público, a su militancia sufragista, y pusieron las bases de un movimiento de marcado carácter político.

El movimiento sufragista arraiga en aquellas sociedades en las que se había desarrollado la revolución industrial, en espacios urbanos, de religión protestante y en sociedades firmemente asentadas sobre la ideología liberal, aunque otra parte del sufragismo tuvo una ideología radical y socialista. Este movimiento se articulará políticamente en torno al derecho al voto, pero el cuerpo central de sus reivindicación son el derecho a la propiedad, a la educación, al acceso a las profesiones o a la libertad para organizarse y hablar en público. También la crítica al matrimonio, en la medida en que significa la «muerte civil» de las mujeres, la crítica a las leyes discriminatorias que regulan la patria potestad o la exigencia del divorcio, son otras reclamaciones sufragistas. En definitiva, el feminismo del siglo XIX se torna más abiertamente político y sus conquistas ensancharán la democracia de aquellas sociedades en que se desarrolló el sufragismo.

El movimiento sufragista termina con la primera guerra mundial, tras la cual sobreviene otra época de silencio hasta que Simone de Beauvoir publica en Francia, en 1949El Segundo Sexo. En este texto, la filósofa francesa retoma la idea radical de igualdad de la Ilustración y se convierte en una de las grandes teóricas feministas del siglo XX. Poco después, en EEUU y en el marco de la tradición liberal, Betty Friedan escribirá otra célebre obra, La mística de la feminidad, en la que señala que el malestar de las mujeres norteamericanas de su época se originaba en la presión social que las empujaba a desempeñar en exclusiva un papel no elegido por ellas: el de esposas y madres.

A partir de los años sesenta del siglo XX, algunas mujeres feministas y marxistas plantearán la insuficiencia del marxismo para entender «la cuestión de la mujer» y subrayarán la ceguera del feminismo para comprender la opresión de clase. El resultado, en palabra de Heidi Harman, es el de un desagraciado matrimonio entre feminismo y marxismo. Estas teóricas propondrán un sistema dual para analizar la condición de las mujeres y reivindicarán el aparato conceptual del marxismo y el del feminismo para dar cuenta de la subordinación y explotación de las mujeres en las sociedades capitalistas. Esta corriente, la feminista marxista, se ha desarrollado en el último tercio del siglo XX y aún perdura.

En los años setenta, el siglo XX fue testigo de una nueva ola feminista de marcado carácter político cuando el feminismo radical hace su aparición en todo el continente americano, en Europa y en otras partes del mundo, en el contexto de mayo del 68. En este marco, el feminismo se convertirá en un movimiento de masas. El feminismo radical marca el inicio de un proceso de conquista de derechos que hoy están en retroceso. Este feminismo se articulará nuevamente alrededor del principio ético y político de la igualdad. Su relevancia fue mostrar el carácter político de las relaciones que tienen lugar en el ámbito doméstico-familiar. El libro más célebre del feminismo radical, ya un clásico indiscutible de la literatura feminista, es Política sexual de Kate Millett. Su tesis central es que lo personal es político. Dicho en otros términos, la subordinación de las mujeres no se sostiene sólo en su exclusión de las instituciones políticas o en la explotación económica que tiene lugar en el mercado laboral sino  que tiene raíces muy profundas y aparentemente invisibles. Estas hondas raíces se encuentran en la familia patriarcal, en las relaciones de pareja y en todas las tareas de cuidados y reproductivas que desarrollan las mujeres gratuitamente en el ámbito familiar. En otras palabras, la familia es una institución patriarcal en la que se asienta la división sexual del trabajo, se esconden las relaciones de poder entre hombres y mujeres detrás del amor y de los cuidados, y en muchos casos se desarrolla la violencia y el abuso sexual masculino contra las mujeres.

En los años ochenta aparece una nueva conceptualización feminista, el feminismo de la diferencia, que pone el acento en la diferencia sexual entre hombres y mujeres y se aparta de la idea de igualdad. Para este feminismo, la diferencia sexual es constitutiva de la especie humana.

Poco después, a partir de la última década del siglo XX, surgirán otras reflexiones feministas que enfatizarán el acento en las diferencias entre las mujeres. El feminismo postmoderno, los feminismos de color y la teoría decolonial entran en la agenda feminista reclamando análisis intersecciones entre el género y la sexualidad, la raza o la pertenencia étnico-cultural. La teoría queer pondrá encima de la mesa la necesidad de normalizar las sexualidades disidentes. Y el feminismo decolonial, por su parte, mostrará el vínculo entre los colonialismos europeos y la opresión de las mujeres de los países colonizados. La obra de Mohanty se configura como una reflexión central del feminismo decolonial, pero, además, entraña una propuesta de pactos políticos feministas a partir de la lucha común contra el capitalismo.

Los aspectos más relevantes del feminismo del siglo XXI son su diversidad intelectual y política y su globalización. Los feminismos que se articulan en torno a la igualdad coexisten con otros feminismos que enfatizan las ideas de libertad y de reconocimiento cultural. Sin embargo, la característica más significativa de todos ellos en este momento histórico es la conciencia de que el capitalismo es una fuente de opresión inagotable para las mujeres. Por otra parte, también ésta es la primera vez en la historia en que el feminismo se ha extendido a todo el planeta sin períodos de silencio.

El feminismo, en su compleja diversidad, está vivo y goza de muy buena salud, pero, además, es un test fundamental de democracia. La democracia y la izquierda tienen una deuda con el feminismo porque la teoría y la práctica política feministas han democratizado tanto a las organizaciones de la izquierda como a los sistemas políticos.

Como hablar a los niños del mal

Una consideración previa para comenzar. El tema que abordamos en este número no es fácil ni siquiera para los adultos. Tantas veces intentamos alejarnos de estas realidades duras (una muerte inesperada, un accidente…, podríamos alargar la enumeración) que nos cuestionan… O, simplemente, no le encontramos explicación, sólo experimentamos sus consecuencias y nos suelen dejar sin palabras. Provocan silencios elocuentes. Puede que iniciar nuestro acompañamiento a los niños con sosiego y quietud les comunique tranquilidad y que la reflexión que vamos a iniciar es importante. Por otra parte, no hemos de ocultar nuestra perplejidad, nuestras dudas, nuestro dolor… –que seguramente el niño también comparte pero que lo expresa de otra forma- porque le estaremos comunicando que lo que él experimenta no es extraño, sino más bien normal. Tantas veces tenemos miedo de mostrarnos tal y como somos ante ellos, pero es importante recordar que somos un referente, un modelo para ellos. Sobretodo, a partir de la Tercera Infancia (11 años) el niño presenta una empatía que le permite empezar a cuestionarse y preguntarse por el mundo de los adultos.

Desgraciadamente, no podemos ofrecer una respuesta completa que solucione todos interrogantes, puesto que no existe. El mal y el dolor que provoca es un misterio, como desarrollaremos más adelante, pero ofrecemos algunas indicaciones para ayudar a que el niño se acerque, lo experimente y se enfrente a él desde una perspectiva cristiana adecuada a su edad.

Adaptarse a su nivel de maduración. Partimos de una premisa: los niños son maduros en relación a su edad. Esto es, el concepto de madurez evoluciona en el arco de las etapas de la vida. Por lo que no es lo mismo abordar este tema con un niño de 6 que con otro de 8 años. Indicación a tener en cuenta para los hermanos. Para ello, proponemos no provocar sus preguntas sobre estas realidades, respetar su ritmo de crecimiento. Por ejemplo, seleccionando las películas, las series que ve. O acompañándolo mientras vemos un Telediario. En este aspecto, optamos por una pedagogía cercana a Montessori: el niño ha de descubrir la presencia del mal más cercano a su realidad que seguro que le interpela –como, por ejemplo, compañeros de clase que no quieren compartir ni ayudarle-.

Cuando el niño nos comenta alguna situación, hemos de dejar que nos la explique desde su perspectiva, sin intervenir demasiado. Podemos pedirle alguna aclaración, que desarrolle más sus ideas. Siguiendo un modelo más socrático, partiendo de su realidad y desvelando algunas posibles respuestas desde nuestra vivencia humana y cristiana.

Son preguntas válidas y adecuadas. No creemos que sea muy positivo responder un lacónico “ya lo comprenderás cuando seas mayor” –hemos de recordar lo que hemos comentado sobre la maduración relativa a cada etapa-. Desde el inicio de la historia, las personas nos han cuestionado el mal y el dolor consecuente. Más bien, hemos de animarle a que se cuestione, porque abren a cuestiones importantes como el sentido de la vida y es un contexto adecuado para hablarle de la esperanza cristiana. No hemos de evitar el contacto con cuestiones vitales.

Infortunadamente, nuestra sociedad tiende a ocultar estas situaciones, como la muerte –muchas familias optan por la no participación de los pequeños de la casa en los funerales-, el dolor, etc., o lo banalizan –conflictos armados, violencia- en los medios de comunicación o en las películas. Los niños también han de sentir el duelo y les negamos el apoyo y el acompañamiento social que suponen los rituales.

El mal y el dolor son un misterio no un problema. Seguimos la propuesta de la reflexión del filósofo Gabriel Marcel. El autor francés afirma que ante las realidades humanas (el amor, la amistad, el ser,…) no podemos ofrecer nunca una explicación científica, exacta, positiva. No lo podemos reducir a un problema y solucionarlo con una fórmula. Porque no tenemos todos los datos del mismo. Los niños están familiarizados con los problemas en el área de Matemáticas, les podemos comentar que faltan datos en el enunciado. Nunca podemos descubrir perfectamente por qué surge la amistad entre dos personas. Sólo nos podemos aproximar a estas realidades, porque son un misterio. Esto no quiere decir que hemos de ser indiferentes ante ellas; al contrario, hemos de comprometernos por evitarlas, cada uno desde su nivel –un niño puede evitar que en su clase haya compañeros que no tengan grupo de trabajo acogiéndolo en el suyo-.

Es un misterio que presenta una realidad personal y social. Los dibujos animados nos presentan una buena explicación de esta primera dimensión, la individual. La conciencia de muchos protagonistas se presenta con la imagen del ángel –buena opción- y la del demonio –la incorrecta-. ¿Por qué algunas veces se elige el mal? San Pablo también se hacía la misma pregunta (Rm 7, 18-20). Aunque estemos orientados al bien, a construir el Reino, a realizar el sueño de Dios sobre nosotros – nuestra felicidad-, a veces, actuamos mal.

También hay estructuras que son injustas y en la que todos participamos, directa o indirectamente. El trabajo infantil es una realidad que suelen entender fácilmente. Como cristianos, nos hemos de comprometer en contra de esas situaciones, porque todas las personas son nuestros hermanos y hermanas porque tenemos un Padre en común.

Los cristianos también nos interrogamos ante el mal. La fe también intenta aportar alguna luz ante este misterio. Los mitos del origen afirman que la Creación es buena (“Al ver Dios que todo estaba bien”), que el mal no ha sido creado por Dios; sino que es un misterio que seduce a Eva y Adán. El mal no procede Dios.

A lo largo de toda la historia de la Salvación, el mal actúa y con mucha dureza, pero Dios se mantiene fiel a su Alianza con nosotros (a través de personas como los profetas).

Jesús mismo se enfrenta al misterio del mal, a nivel personal (en Getsemaní, las tentaciones) y a nivel social (que lo acaba condenando). Pero su muerte por amor y su resurrección nos abren a la esperanza, a la derrota del mal y de la muerte –una de sus expresiones-. La resurrección no la podemos demostrar tampoco –es un misterio- pero sí mostrar sus efectos, el testimonio de los primeros discípulos que vencen su miedo y predican la Buena Noticia hasta morir por ella.

El camino personal para acercarse y enfrentarse al mal. Para un niño, el primer paso es reconocer que el mal existe, que actúa en él mismo y en la sociedad. A partir de aquí, intentar crecer, convertirse, responder a la amistad de Jesús que nos ayuda a reconocer nuestros errores, nuestros pecados. Nos anima a pedir compasión y siempre nos ofrece su perdón. Es una buena oportunidad para empezar a familiarizarse y a entender el Sacramento del Perdón.

Óscar Fuentes, S.J.

Spe Salvi – Benedicto XVI

6. Los sarcófagos de los primeros tiempos del cristianismo muestran visiblemente esta concepción, en presencia de la muerte, ante la cual es inevitable preguntarse por el sentido de la vida. En los antiguos sarcófagos se interpreta la figura de Cristo mediante dos imágenes: la del filósofo y la del pastor. En general, por filosofía no se entendía entonces una difícil disciplina académica, como ocurre hoy. El filósofo era más bien el que sabía enseñar el arte esencial: el arte de ser hombre de manera recta, el arte de vivir y morir. Ciertamente, ya desde hacía tiempo los hombres se habían percatado de que gran parte de los que se presentaban como filósofos, como maestros de vida, no eran más que charlatanes que con sus palabras querían ganar dinero, mientras que no tenían nada que decir sobre la verdadera vida. Esto hacía que se buscase con más ahínco aún al auténtico filósofo, que supiera indicar verdaderamente el camino de la vida. Hacia finales del siglo III encontramos por vez primera en Roma, en el sarcófago de un niño y en el contexto de la resurrección de Lázaro, la figura de Cristo como el verdadero filósofo, que tiene el Evangelio en una mano y en la otra el bastón de caminante propio del filósofo. Con este bastón Él vence a la muerte; el Evangelio lleva la verdad que los filósofos deambulantes habían buscado en vano. En esta imagen, que después perdurará en el arte de los sarcófagos durante mucho tiempo, se muestra claramente lo que tanto las personas cultas como las sencillas encontraban en Cristo: Él nos dice quién es en realidad el hombre y qué debe hacer para ser verdaderamente hombre. Él nos indica el camino y este camino es la verdad. Él mismo es ambas cosas, y por eso es también la vida que todos anhelamos. Él indica también el camino más allá de la muerte; sólo quien es capaz de hacer todo esto es un verdadero maestro de vida. Lo mismo puede verse en la imagen del pastor. Como ocurría para la representación del filósofo, también para la representación de la figura del pastor la Iglesia primitiva podía referirse a modelos ya existentes en el arte romano. En éste, el pastor expresaba generalmente el sueño de una vida serena y sencilla, de la cual tenía nostalgia la gente inmersa en la confusión de la ciudad. Pero ahora la imagen era contemplada en un nuevo escenario que le daba un contenido más profundo: « El Señor es mi pastor, nada me falta… Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo… » (Sal 23 [22],1-4). El verdadero pastor es Aquel que conoce también el camino que pasa por el valle de la muerte; Aquel que incluso por el camino de la última soledad, en el que nadie me puede acompañar, va conmigo guiándome para atravesarlo: Él mismo ha recorrido este camino, ha bajado al reino de la muerte, la ha vencido, y ha vuelto para acompañarnos ahora y darnos la certeza de que, con Él, se encuentra siempre un paso abierto. Saber que existe Aquel que me acompaña incluso en la muerte y que con su « vara y su cayado me sosiega », de modo que « nada temo » (cf. Sal 23 [22],4), era la nueva « esperanza » que brotaba en la vida de los creyentes.

Música – Domingo VI de Tiempo Ordinario

Entrada: HIMNO A DIOS – Antonio Torrelles / Kairoi
                 El Señor es mi fuerza – Juan Antonio Espinosa

Penitencial: SEÑOR, TEN PIEDAD (04) – S. T. Rooney

Gloria: GLORIA A DIOS EN EL CIELO (04) – Alejandro Mejía

Del salmo 31: PERDONA, SEÑOR, NUESTROS PECADOS – E. Loarca

Aclamación: ALELUYA, ALELUYA (18) – Antonio Torrelles / Kairoi

Ofrendas: RECIBE ESTAS OFRENDAS – Manuel Ponce Range

Himno: SANTO, SANTO, SANTO (04) – Francisco Palazón

Paz: CORDERO DE DIOS (04) – Francisco Palazón

Comunión: COMULGAR ES COMPARTIR – Alfonso Franco A.
                     A los hombres amó Dios – Charles A. Tindley

Meditación: TODA ENFERMEDAD – J. A. Olivar / J. Iturralde
                       Grito libertad – Kairoi

Salida: MARÍA, MADRE DEL DOLOR – Kairoi
              Cántico de María – Alejandro Mejía

Letras y partituras de los cantos

Recursos – Domingo VI de Tiempo Ordinario

OFERTORIO

PRESENTACIÓN DE VARIAS LAMPARILLAS ENCENDIDAS

(Pueden hacer la ofrenda representantes de los distintos grupos que trabajan en la comunidad o parroquia. Al final, uno de ellos dice:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Ahí tienes, Señor, esas trémulas lamparillas, que son símbolo de la riqueza de tus dones en medio de nuestra comunidad. Tú has sido quien nos los has dado gratuitamente, aunque bajo la exigencia de ponerlos al servicio del bien común. Con esas lamparillas queremos expresarte nuestra acción de gracias y nuestra disponibilidad para trabajar en beneficio de una comunidad más unida y rica, que brilla mucho más porque se ha conjuntado.

PRESENTACIÓN DE UN VASO DE ACEITE

(Puede hacer la ofrenda algún adulto que vive su compromiso en los ámbitos más difíciles y fronterizos de la Iglesia y de la fe)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te ofrezco este vaso de aceite, símbolo de la acogida y del querer ser, como tu Hijo, bálsamo y calmante de cualquier hombre o mujer ante tantas dificultades como sufren en la vida. Igual que la comunidad lo es para quienes nos comprometemos en los ámbitos más complicados y difíciles del mundo y de la sociedad, todos nosotros lo queremos ser de todos los hombres y mujeres. Nuestra preocupación es servirles; nunca el aprovecharnos de ellos y de ellas. Que nunca olvidemos que nuestra finalidad son los otros. Que somos pura y mera referencia hacia ellos y ellas. No permitas tampoco que tu Iglesia lo olvide: que ella es madre y que, como tal, se ha de desvivir por todos y cada uno de sus hijos e hijas, la humanidad entera.

PRESENTACIÓN DE UN VOLUNTARIO DE LA COMUNIDAD

(Debiera hacer esta ofrenda uno de los más veteranos voluntarios de la comunidad, precisamente por su testimonio de continuidad en el compromiso)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Bien sabes, Señor, de mi compromiso continuado, durante años, como voluntario que sirve a los demás en tareas sencillas que les hacen más llevadera la existencia. Yo te traigo hoy, Señor, este compromiso mío, que no es fruto de mis fuerzas y mi capacidad, sino de tu gracia. En tus manos pongo tu misma gracia y mi acción de gracias. Espero que Tú sigas manteniendo mis escasas fuerzas. Y con este testimonio, que me ha costado hacerlo en voz alta, confío en que Tú nos hagas comprender a todos y todas la necesidad que tenemos de responder con nuestro compromiso en medio del mundo y de la sociedad a tu Palabra, y que lo hagas de forma continuada, porque, sabemos, Señor, que Tú no esperas de nosotros y de nosotras nada espectacular, sino el trabajo sencillo, eficaz y permanente en favor de los demás.

PRESENTACIÓN DE UNA CESTA DE LA COMPRA

(Una cesta de compra, de esas que existen en todas las casas, que puede ser presentada por un ama de casa de la comunidad. Bajo ella se esconde la tentación consumista de todo ser humano. Es una tentación de adormecimiento)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo un instrumento de mi trabajo, aunque a la vez es signo del afán consumista que nos invade a todos y a todas los que formamos la sociedad actual. Haz, Señor, que no caigamos en la trampa consumista, porque, de lo contrario, en nada nos distinguiríamos de este mundo y sus valores. Danos luz para discernir, para permanecer despiertos y en vela, porque Tú nos prometiste tu Espíritu para poder vivir según el estilo de Jesús.

PRESENTACIÓN DE UN PAN Y UNA JARRA DE VINO

(Pueden hacer la ofrenda dos personas, y una de ellas será la que diga:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, te traemos este pan y este vino, signos del Cuerpo entregado y de la Sangre derramada de tu Hijo por nosotros. Él los quiso unir en su última Cena, dejándonos, así, señal de que su Encarnación había de culminarse en su muerte, para que nada de lo nuestro se le escapara. Con ellos queremos unir nuestra ofrenda y la de tantas personas que en tantos lugares siguen entregándose, como Jesús mismo, en favor de los más débiles y marginados.

PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA DE CUARESMA DE LA COMUNIDAD

(Lo debería de presentar el o la responsable del Consejo de pastoral de la Parroquia-Comunidad, preparado en un gran panel para luego colocarlo en el templo, y también en HOJAS IMPRESAS para repartirlas a todas las familias de la Comunidad-Parroquia, como también a los participantes en la celebración)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Dios y Padre nuestro: esta Comunidad se prepara para introducirse, con tu Hijo, en el tiempo de CONVERSIÓN de la Cuaresma cristiana y que lo recogemos en este PROGRAMA que hemos preparado y que hoy se nos ofrece a todos. Concédenos, Padre, capacidad de silencio para escucharte; sinceridad para acoger tus propuestas; y osadía, como Jesús, para aceptar tu proyecto, que nos llevará a la PASCUA, a la Vida plena y llena de luz. Ayúdanos en la tarea.

Oración de los fieles – Domingo VI de Tiempo Ordinario

Al igual que el leproso, sabemos Señor que tú lo puedes todo. Con la misma humildad que él, elevamos a ti nuestra plegaria:

SI QUIERES, PUEDES LIMPIARNOS.

1. – Por el Papa, los obispos y sacerdotes, para que, al igual que Pablo, lo hagan todo para Gloria de Dios. OREMOS

2. – Por los gobernantes y los que les rodean, para que vean en Jesucristo al único que puede limpiar nuestras faltas. OREMOS

3. – Por los millones de hambrientos que sufren en nuestro planeta, para que una decidida acción de los países ricos ayude a terminar con tan grave problema. OREMOS

4. – Por todas aquellos que se han alejado de la Iglesia, para que encuentren en Jesucristo esa agua eterna. OREMOS

5. – Por las familias cristianas, para que encuentren en Cristo la base donde sustentar su vida. OREMOS

6. – Por los niños y los jóvenes, para que no dejen “manchar” su seguimiento a Cristo con el polvo del camino. OREMOS

7. – Por todos nosotros y nuestras necesidades que tu conoces, socórrenos y acompáñanos. OREMOS

Señor, escucha con presteza las necesidades que tu pueblo te implora, por Jesucristo nuestro Señor.

Amen.

Comentario al evangelio – 6 de febrero

Jesús nos enseña que en la vida hay cosas esenciales y cosas secundarias, y que éstas nos pueden desviar de lo que es verdaderamente importante y da sentido a la vida. Ciertamente cumplir unas normas, realizar ritos o ceremonias, practicar unas costumbres de tradición está bien y nos da seguridad. Pero, ¿es eso lo más importante en nuestra vida? Si fuera así haríamos como los fariseos cuyos preceptos y normas son “tradición de los antiguos”, “tradición de los hombres”, “tradición vuestra” como dice el Evangelio de hoy, es decir ellos las han hecho y se las han trasmitido a sí mismos. Es verdad que todos podemos olvidarnos de las cosas esenciales y obsesionarnos por las cosas secundarias y no ver más allá; incluso podemos convertir lo secundario en fundamental.

En tiempos de desorientación como los nuestros puede sorprendernos la tentación de ir a la caza de seguridades y adherirnos a prácticas, ceremonias y costumbres “antiguas”, a “los maestros de antes”, a “lo nuestro” pensando que así somos fieles a Dios y no querer saber nada de los aires nuevos que el Espíritu está soplando.

La vida de Jesús fue de cosas sencillas y fundamentales: la amistad, la solidaridad, la justicia, la misericordia, el compartir, el trabajo de cada día, la simplicidad en el vestir y comer, el descanso, la sobriedad… Jesús vivió la vida desde dentro, desde el corazón que estaba fuertemente anclado en el Padre Providente que cuando creó el mundo “todo lo hizo muy bien”.  Jesús nos descubrió que del corazón del hombre sale lo bueno y lo malo; que la persona tiene la capacidad de transformar lo bueno en malo y lo malo en bueno.  Y la vida de Jesús es Evangelio, es decir la Buena Noticia predicada con palabras y obras. Es el Evangelio de la grandeza de las cosas pequeñas y sencillas de cada día que todos podemos hacer sin complicaciones. Pero todo esto vivido desde un corazón que cree  que Dios Padre se alegra y goza cuando las personas vivimos y disfrutamos de todo lo que Él ha hecho; un Dios Padre que quiere que todos –sin exclusión ni diferencia- disfruten de la obra de su creación;  un Dios Padre que hace salir el sol sobre  buenos y malos,  y envía la lluvia sobre el campo del justo y pecador, porque todos son sus hijos y a todos ama igualmente.

José Luis Latorre, cmf