Vísperas. Martes VI de Tiempo Ordinario

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: MENTES CANSADAS.

Mentes cansadas,
manos encallecidas,
labriegos al fin de la jornada,
jornaleros de tu viña,
venimos, Padre,
atardecidos de cansancio,
agradecidos por la lucha,
a recibir tu denario.

Llenos de polvo,
el alma hecha girones,
romeros al filo de la tarde,
peregrinos de tus montes,
venimos, Padre,
heridos por los desengaños,
contentos por servir a tu mesa,
a recibir tu denario.

Hartos de todo,
llenos de nada,
sedientos al brocal de tus pozos
y hambrientos de tu casa,
venimos, Padre,
el corazón entre tus brazos,
la frente humilde de delitos,
a recibir tu denario. Amén.

SALMODIA

Ant 1. No podéis servir a Dios y al dinero.

Salmo 48 I – VANIDAD DE LAS RIQUEZAS

Oíd esto, todas las naciones,
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres;

mi boca hablará sabiamente,
y serán muy sensatas mis reflexiones;
prestaré oído al proverbio
y propondré mi problema al son de la cítara.

¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y me acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas,
si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?

Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.

Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños.

El sepulcro es su morada perpetua
y su casa de edad en edad,
aunque hayan dado nombre a países.

El hombre no perdura en la opulencia,
sino que perece como los animales.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. No podéis servir a Dios y al dinero.

Ant 2. «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor.

Salmo 48 II

Éste es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:

son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor,
y bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura
y el abismo es su casa.

Pero a mí, Dios me salva,
me saca de las garras del abismo
y me lleva consigo.

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.

Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.

El hombre rico e inconsciente
es como un animal que perece.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor.

Ant 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12

Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

LECTURA BREVE   Rm 3, 23-25a

Todos pecaron y se hallan privados de la gloria de Dios; son justificados gratuitamente, mediante la gracia de Cristo, en virtud de la redención realizada en él, a quien Dios ha propuesto como instrumento de propiciación.

RESPONSORIO BREVE

V. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

V. De alegría perpetua a tu derecha.
R. En tu presencia, Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo.

PRECES

Alabemos a Cristo, pastor y obispo de nuestras vidas, que vela siempre con amor por su pueblo, y digámosle suplicantes:

Protege, Señor, a tu pueblo.

Pastor eterno, protege a nuestro obispo N.
y a todos los pastores de la Iglesia.

Mira con bondad a los que sufren persecución
y líbralos de todas sus angustias.

Compadécete de los pobres y necesitados
y da pan a los hambrientos.

Ilumina a los que tienen la misión de gobernar a los pueblos
y dales sabiduría y prudencia.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

No olvides, Señor, a los difuntos redimidos por tu sangre
y admítelos en el festín de las bodas eternas.

Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos al Padre común:

Padre nuestro…

ORACION

Dios todopoderoso y eterno, Señor del día y de la noche, humildemente te pedimos que la luz de Cristo, verdadero sol de justicia, ilumine siempre nuestras vidas para que así merezcamos gozar un día de aquella luz en la que tú habitas eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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Lectio Divina – 13 de febrero

Lectio: Martes, 13 Febrero, 2018
Tiempo Ordinario
  
1) Oración inicial
Señor, tú que te complaces en habitar en los rectos y sencillos de corazón; concédenos vivir por tu gracia de tal manera, que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor.
  
2) Lectura
Del santo Evangelio según Marcos 8,14-21
Se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan. Él les hacía esta advertencia: «Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.» Ellos hablaban entre sí que no tenían panes. Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la mente embotada? ¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis de cuando partí los cinco panes para los cinco mil? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen.«Y cuando partí los siete entre los cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete.» Y continuó: «¿Aún no entendéis?»
 
3) Reflexión
• El evangelio de ayer hablaba del malentendido entre Jesús y los fariseos. El evangelio de hoy habla del malentendido entre Jesús y los discípulos y muestra como la “levadura de los fariseos y de Herodes” (religión y gobierno), se había infiltrado también en la cabeza de los discípulos hasta el punto de que no fueron capaces de acoger la Buena Nueva.
• Marcos 8,14-16: Cuidado con la levadura de los fariseos y de Herodes. Jesús advierte a los discípulos: “Guardaos de la levadura de los fariseos y de Herodes”. Pero ellos no entendían las palabras de Jesús. Piensan que habla así porque habían olvidado comprar el pan. Jesús dice una cosa y ellos entienden otra. Este desencuentro era el resultado de la influencia insidiosa de la “levadura de los fariseos” en la cabeza y en la vida de los discípulos.
• Marcos 8,17-18ª: Las preguntas de Jesús. Ante esta falta casi total de percepción en los discípulos, Jesús hace una serie de preguntas rápidas, sin esperar una respuesta. Preguntas duras que evocan cosas muy serias y revelan una total incomprensión por parte de los discípulos. Por increíble que parezca, los discípulos llegaron a un punto en que no se diferenciaban de los enemigos de Jesús. Anteriormente, Jesús se había quedado triste con la “dureza de corazón” de los fariseos y de los herodianos (Mc 3,5). Ahora, los discípulos mismos tenían un “corazón endurecido” (Mc 8,17). Anteriormente, “los de fuera” (Mc 4,11) no entendían las parábolas, porque “tenían ojos y no veían oídos y escuchaban” (Mc 4,12). Ahora, los discípulos mismos no entendían nada, porque “tienen ojos y no ven, oídos y no oyen” (Mc 8,18). Además de esto, la imagen del “corazón endurecido” evocaba la dureza del corazón de la gente del AT que siempre se desviaba del camino. Evocaba asimismo el corazón endurecido del faraón que oprimía y perseguía al pueblo (Ex 4,21; 7,13; 8,11.15.28; 9,7…). La expresión “tienen ojos y no ven, oídos y no oyen” evocaba no sólo a la gente sin fe, criticada por Isaías (Is 6,9-10), sino que también a los adoradores de los falsos dioses, de los cuales el salmo decía: “Tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen” (Sal 115,5-6).
• Marcos 18b-21: Las dos preguntas sobre el pan. Las dos preguntas finales son sobre la multiplicación de los panes: ¿Cuántos cestos recogieron la primera vez? ¡Doce! Y ¿la segunda? ¡Siete! Como los fariseos, también los discípulos, a pesar de haber colaborado activamente en la multiplicación de los panes, no llegaron a comprender su significado. Jesús termina: «¿Aún no entendéis?» La forma que Jesús tiene de lanzar estas preguntas, una después de otra, casi sin esperar respuesta, parece una ruptura. Revela un desencuentro muy grande. ¿Cuál es la causa de este desencuentro?
• La causa del desencuentro entre Jesús y los discípulos. La causa del desencuentro entre Jesús y los discípulos no fue su mala voluntad. Los discípulos no eran como los fariseos. Estos también no entendían, pero en ellos había malicia. Se servían de la religión para criticar y condenar a Jesús (Mc 2,7.16.18.24; 3,5.22-30). Los discípulos, por el contrario, eran buena gente. No tenían mala voluntad. Pues, aún siendo víctimas de la “levadura de los fariseos y de los herodianos”, no estaban interesados en defender el sistema de los fariseos y de los herodianos en contra de Jesús. Entonces, ¿cuál era la causa? La causa del desencuentro entre Jesús y los discípulos tenía que ver con la esperanza mesiánica. Había entre los judíos una gran variedad de expectativas mesiánicas. De acuerdo con las diversas interpretaciones de las profecías, había gente que esperaba a un Mesías Re (cf. Mc 15,9.32). Otros, a un Mesías Santo o Sacerdote (cf. Mc 1,24). Otros, a un Mesías Guerrillero subversivo (cf Lc 23,5; Mc 15,6; 13,6-8). Otros, a un Mesías Doctor (cf. Jn 4,25; Mc 1,22.27). Otros, a un Mesías Juez (cf. Lc 3,5-9; Mc 1,8). Otros, a un Mesías Profeta (6,4; 14,65). A lo que parece, nadie esperaba a un Mesías Siervo, anunciado por el profeta Isaías (Is 42,1; 49,3; 52,13). Ellos no daban valor a la esperanza mesiánica como servicio del pueblo de Dios a la humanidad. Cada cual, según sus propios intereses y según su clase social, esperaba al Mesías, queriendo encajarlo en su propia esperanza. Por esto, el título Mesías, dependía de las personas o de la posición social, podía significar cosas bien diferentes. ¡Había mucha confusión de ideas! Es en esta actitud de Siervo que está la llave que va a encender una luz en la oscuridad de los discípulos y que los ayudará a convertirse. Solamente aceptando al Mesías como el Siervo sufriente de Isaías, ellos serán capaces de abrir los ojos y comprender el Misterio de Dios en Jesús.
 
4) Para la reflexión personal
• ¿Cuál es hoy la levadura de los fariseos y de Herodes para nosotros? ¿Qué significa hoy, para mí, tener el “corazón endurecido”?
• La levadura de Herodes y de los fariseos impedía a los discípulos entender la Buena Nueva. La propaganda de la televisión ¿nos impide hoy entender la Buena Nueva de Jesús?
 
5) Oración final
Cuando digo: «Vacila mi pie»,
tu amor, Yahvé, me sostiene;
en el colmo de mis cuitas interiores,
tus consuelos me confortan por dentro. (Sal 94,18-19)

La ideología de género

Carmiña Navia Velasco

A final del siglo XIX y principios del XX, se decía en Europa: «un fantasma recorre el mundo, el comunismo». Hoy podemos decir con toda propiedad: un fantasma recorre y amenaza el mundo, la ideología de género. Es totalmente impresionante el uso y el abuso que se está haciendo desde hace algunos años de esta equivocada expresión.

No existe algo como una «ideología de género», es un fantasma… Existe sí, una herramienta conceptual, útil y necesaria en las ciencias sociales que es la «teoría de género». A partir de algunos temores, fobias e ignorancias se construye un enemigo de guerra, al que hay que combatir y alejar lo más posible como contaminante: la ideología de género. Entre las instituciones que la atacan como «el mal de los males» están la Iglesia católica y la mayoría de las iglesias cristianas y/o evangélicas. Veamos, entre muchos, un testimonio de ello.

A partir de los años 90 el género comienza funcionar dentro del discurso católico como principio explicativo de todas las perversiones del mundo contemporáneo. La insistencia del Vaticano de presentar el género como «ideología« viene a ser el relevo, en el contexto del discurso católico, del fin de las «ideologías» y de la desaparición del marinos como enemigo proclamado y claramente identificado de la cristiandad. El «género» viene entonces a jugar el rol de objetivo privilegiado y principio explicativo global. De ahí el interés de presentarlo como un enemigo único, anunciador de un discurso coherente y unívoco.

Situémonos un poco. En la segunda mitad del siglo XX se propone, a nivel de las ciencias sociales, a partir inicialmente de la historia, el concepto de género, con el cual se pretende ayudar a comprender mejor la forma en que hombres y mujeres desarrollan su sexualidad de acuerdo a sus propias circunstancias, formación y opciones. ya en 1949, Simone de Beauvoir en su obra El segundo sexo, dice: no se nace mujer, se llega a serlo, para indicar cómo las exigencias de la socialización y de la educación nos conforman en tanto que mujeres o varones de una manera o de otra.

Marcela Legarde, antropóloga mexicana, define así el aporte de este concepto: la perspectiva de género permite analizar y comprender las características que definen a las mujeres y a los hombres de manera específica, así como sus semejanzas y diferencias. Esta perspectiva de género analiza las posibilidades vitales de las mujeres y de los hombres: el sentido de sus vidas, las complejas y diversas relaciones sociales que se dan entre ambos géneros, así como los conflictos institucionales y cotidianos que deben enfrentar y las maneras en que lo hacen.

Podemos hablar de la «mirada de género», cuyo principal logro es ayudarnos a visualizar los diferentes aportes, prácticas o realidades de la humanidad, en sus diferencias y prácticas y opciones sexo-genéricas. Ya en algunas ocasiones algún evangelista (siglos I y II) nos invita a mirar las multitudes que seguían a Jesús, señalando que en ellas había mujeres y niños que algunas veces no se contaban… Esto es especificar y diferenciar la población o las multitudes por su género y edad.

Con el desarrollo y la profundización de la reflexión, el concepto de género nos ha ayudado a descubrir que la sexualidad humana no sólo puede vivirse en tanto que varón o mujer a la manera tradicional, sino que hay muchas formas en las cuales las pulsaciones y los gustos sexuales se concretan. Formas complejas que marcan diferencias tanto en lo biológico, como en lo psicológico y en lo social (gays, lesbianas, transexuales, bisexuales…). Todas, formas legítimas y éticas si son vividas con responsabilidad y respetando al otro o la otra. Formas que son condenadas y denigradas por las iglesias y por todos aquellos que hablan de la famosa ideología de género. El ser humano debe ser libre en la búsqueda de su propia identidad y no puede ser constreñido por prejuicios o ignorancias.

No es serio seguir utilizando la Biblia, con sus condicionamientos y limitaciones propios de la cultura en la que se escribió, para condenar realidades como la homosexualidad. Como bien se dice popularmente, con el mismo criterio habría que aislar a las mujeres en sus días menstruales por considerarlas «impuras»… y no se podría comer cerdo e ir a la mesa sin lavarse las manos, sería un pecado.

 El concepto al que nos estamos refiriendo se constituye hoy como una herramienta ineludible en cualquier estudio de tipo social y analítico que pretenda arrojar luces sobre el comportamiento humano en todo lo que tiene que ver con las interacciones socio-humanas, atravesadas siempre por nuestra sexualidad. Citamos de nuevo a Marcela Legarde por considerar que su aporte es muy clarificado: cada persona es enseñada a ser mujer o a ser hombre de diversas maneras y por diferentes personas, instituciones y medios, y cada quien internaliza. Hace suyo en grados diferentes el conjunto de mandatos de género, y cada mandato. Cumple o desobedece. Y el proceso pedagógico de género les sucede a las personas casi sin darse cuenta, de manera inconsciente, a pesar de lo aparatoso que resulta y de que dura toda la vida.

Sin asumir y aplica resta «mirada» resulta hoy imposible entender y aceptar la multiplicidad de comportamientos sexo-sociales que se dan en la sociedad actual.

Inicialmente el componente de género, desde el feminismo, se propone y pretende fundamentalmente especificar, visibilizar y valorar el actuar femenino, y arrojar luz sobre las diferencias entre hombres y mujeres y su presencia en la cultura y en la historia. Cada vez más sin embargo el conocimiento va experimentando y descubriendo la complejidad del conjunto social y, a partir de la mirada de género, se descubre un continente silenciado, amplio y variado de la organización sexo-genérica del conjunto de la humanidad.

Desde los estudios de género se hace más claro el oscuro bosque de las múltiples formas en las que se vive de hecho la sexualidad y de las múltiples opciones de pareja y de familia que existen actualmente. Formas que han sido obligadas a la clandestinidad y han sido condenadas al ostracismo, pero que emergen con inusitada fuerza hoy.

Es importante que tengamos claro, de una vez por todas, que reconocer y visibilizar las distintas prácticas y opciones en que la humanidad se organiza para vivir y reclamar para ellas legitimidad, no es atentar contra la familia ni contra la «creación». La creación en estado puro no existe, la naturaleza, como nicho humano, existe simultáneamente con la cultura y existe además en forma de evolución y transformación permanente. Lo que hoy conocemos como unidad familiar, es completamente cambiante a lo largo del tiempo y el espacio: las formas de agruparse socialmente han sido siempre múltiples y hoy lo siguen siendo sin que sea justo legitimar y «moralizar» unas y condenar y excluir otras.

Desde el Vaticano, uno de los motivos principales para impulsar la lucha «anti-ideológica de género», es el supuesto ataque a la familia que se dice supone el reconocimiento de otras formas de parejas distintas a la tradicional heterosexual. Las iglesias, con sus discursos y condenas, van a contaría de los avances y aportes de las ciencias naturales y sociales.

Me surge una duda: si las iglesias en sus propuestas éticas y morales, se abrieran a la complejidad y comprensión de las relaciones de género a lo largo de la historia de la humanidad, ¿no podríamos esperar una condena realmente firme y contundente, frente a todo tipo de violaciones tan tímidamente censuradas desde los púlpitos y las homilías?

El mundo actual, la posmodernidad, las sociedades del conocimiento y la tecnología… nos retan a construir una ética que ayude a hombres y mujeres en la convivencia, cuando se han derrumbado y caído patrones morales que tradicionalmente nos constreñían. Creo que un conocimiento real de lo que aporta epistemológicamente la teoría de género, nos ayudaría a movernos mejor en el terreno de una urgente y nueva «moral sexual».

Me parece pertinente hablar de «mirada», porque de eso se trata: de mirar, de captar, de comprender desde otros ángulos. Mirar el mundo con ojos nuevos que penetren y comprendan, facilita generar sentimientos de solidaridad, de compenetración. Seguir insistiendo en tratar los estudios de género como al enemigo omnipotente y omnipresente, condenará a las iglesias a una incomprensión radical de la evolución de la humanidad en el siglo XXI.

Spe Salvi – Benedicto XVI

¿Es individualista la esperanza cristiana?

13. A lo largo de su historia, los cristianos han tratado de traducir en figuras representables este saber que no sabe, recurriendo a imágenes del « cielo » que siempre resultan lejanas de lo que, precisamente por eso, sólo conocemos negativamente, a través de un no-conocimiento. En el curso de los siglos, todos estos intentos de representación de la esperanza han impulsado a muchos a vivir basándose en la fe y, como consecuencia, a abandonar sus « hyparchonta », las sustancias materiales para su existencia. El autor de la Carta a los Hebreos, en el capítulo 11, ha trazado una especie de historia de los que viven en la esperanza y de su estar de camino, una historia que desde Abel llega hasta la época del autor. En los tiempos modernos se ha desencadenado una crítica cada vez más dura contra este tipo de esperanza: consistiría en puro individualismo, que habría abandonado el mundo a su miseria y se habría amparado en una salvación eterna exclusivamente privada. Henri de Lubac, en la introducción a su obra fundamental Catholicisme. Aspects sociaux du dogme, ha recogido algunos testimonios característicos de esta clase, uno de los cuales es digno de mención: « ¿He encontrado la alegría? No… He encontrado mi alegría. Y esto es algo terriblemente diverso… La alegría de Jesús puede ser personal. Puede pertenecer a una sola persona, y ésta se salva. Está en paz…, ahora y por siempre, pero ella sola. Esta soledad de la alegría no la perturba. Al contrario: ¡Ella es precisamente la elegida! En su bienaventuranza atraviesa felizmente las batallas con una rosa en la mano »[10].


[10] Jean Giono, Les vraies richesses, Paris1936, Préface, en: Henri de Lubac, Catholicisme. Aspects sociaux du dogme, Paris 1983, p. VII.

Música – Domingo I de Cuaresma

Entrada: NOS HAS LLAMADO AL DESIERTO – Antonio Alcalde
Nueva creación – Cesáreo Gabaráin

Penitencial: SEÑOR, TEN PIEDAD (26) – J. Pedro Martins

Del salmo 24: DESCÚBRENOS, SEÑOR, TUS CAMINOS – E. Estrella

Aclamación: HONOR Y GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS – B. Carrillo

Ofrendas: ACEPTA, SEÑOR, EL VINO Y EL PAN – Pedro Joaquín Madurga

Himno: SANTO, SANTO, SANTO (24) – J. Pedro Martins

Paz: CORDERO DE DIOS (13) – Autor desconocido

Comunión: SEÑOR, TENEMOS HAMBRE – J. Pedro Martins
Maná verdadero – Antonio Gutiérrez

Meditación: CRISTO LIBERTADOR – Carmelo Erdozáin
Hoy quiero empezar de nuevo – Brotes de Olivo

Salida: NO FUE FÁCIL, MARÍA – Cesáreo Gabaráin
Madre de los creyentes – Francisco Palazón

Letras y partituras de los cantos

Recursos – Domingo I de Cuaresma

PRESENTACIÓN DE UNA BIBLIA

(Puede hacer esta ofrenda el presidente del Consejo Pastoral Parroquial o, en su defecto, un miembro de reconocido prestigio en la comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Mira, Señor, yo te traigo hoy la Palabra que Tú nos has dado y que recoge este libro o reunión de libros. Y lo hago en nombre de toda la Comunidad que quiere comprometerse, y más en este tiempo de Cuaresma, a ser oyente de tu Palabra, pues es consciente de que ella es alimento de salvación y semilla de vida eterna.

PRESENTACIÓN DE UN HORÓSCOPO

(Esta ofrenda la puede hacer una de las mujeres de la comunidad. Y se puede presentar o bien un libro, que existen, o sencillamente un recorte de los que publican los periódicos o revistas)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Yo te traigo hoy un horóscopo. Lo solemos leer como un juego, pero, bien sabes, que su consulta, así como todo lo relacionado con el mundo de lo esotérico, se ha puesto de moda entre nosotros y nosotras. Hay gente que se deja arrastrar por ellos y confía plenamente. De esta manera ponen, a sabiendas o no, en entredicho tu señorío. Nosotros, al ofrecértelo hoy, queremos decirte que no tenemos más Señor que Tú y que nuestras vidas están puestas en tus manos.

PRESENTACIÓN DE UN TERMÓMETRO CLÍNICO

(Puede hacer esta ofrenda, una persona adulta de la comunidad y comprometida dentro de la misma)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Por mi parte, Señor, yo te traigo este termómetro clínico, que es símbolo de las atenciones y cuidados de las personas enfermas. Con él, y en nombre de la comunidad, yo hoy te ofrezco nuestros deseos de tomarnos la “temperatura” de nuestra vida cristiana y de nuestro compromiso de seguimiento de Jesús. Así lo queremos vivir en esta Cuaresma. Ayúdanos en este empeño.

PRESENTACIÓN DE UN PROGRAMA ELECTORAL

(Lo debiera presentar alguien comprometido en la lucha política, sindical o ciudadana y, si no, cualquiera de la comunidad, con tal de que sea una persona adulta)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: A mí me corresponde, Señor, traerte hoy un programa electoral de cualquiera de nuestros partidos políticos. Lo hago con la conciencia de que es una oferta de buena voluntad, pero sabiendo que ahí no se esconde la solución de todos nuestros problemas. Ésa está en tus manos y en la colaboración de todos juntos, cuando hacemos tu voluntad. Y en esta Cuaresma queremos conocer tu voluntad y asumirla como el CAMINO de nuestras vidas.

PRESENTACIÓN DE UNA ROPA, UN PAN Y UN VASO DE AGUA

(Pueden hacer la ofrenda dos personas distintas, mientras que una tercera aporta la palabra para esclarecer los símbolos)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Mira, Señor, ahí tienes dos símbolos de dos estilos de vida distintos. La ropa es la señal de la preocupación que vivimos los hombres y las mujeres de hoy por el tener y el consumo. El caso es que no somos felices, a pesar de que nos empeñemos en consumir más y rodearnos de más y más cosas. Pero también te hemos traído ese pan y ese vaso de agua, símbolo del ayuno cuaresmal. El pan y el agua son tan poca cosa, que es la mejor manera de decir que la felicidad está en el ser, y no en el tener.

Al confrontar, Señor, esos dos estilos de vida, queremos, justo en el inicio de esta nueva Cuaresma, ofrecerte nuestros deseos de conversión. Ayúdanos, sin embargo, Tú, Señor, con tu felicidad, a saborear lo que es la alegría de la salvación.

Oración de los fieles – Domingo I de Cuaresma

Siguiendo la enseñanza de San Francisco de Asís utilicemos sus propias palabras para orar todos juntos alabando al Señor.

(Al final de cada estrofa el sacerdote o el lector dice: “ALABEMOS AL SEÑOR” y el Pueblo de Dios contesta “TE ALABAMOS SEÑOR”)

Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
Tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
Tan sólo tú eres digno de toda bendición,
Y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.

R.- “ALABEMOS AL SEÑOR”

V.- “TE ALABAMOS SEÑOR”

 

Loado seas por toda criatura, mi Señor,
Y en especial por el Hermano Sol,
Que alumbra, y abre el día, es bello en su esplendor
Y lleva por los cielos noticia de su autor.

R.- “ALABEMOS AL SEÑOR”

V.- “TE ALABAMOS SEÑOR”

 

Y por la Hermana Luna, de blanca luz menor,
Y las estrellas claras, que tu poder creó,
Tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
Y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!

R.- “ALABEMOS AL SEÑOR”

V.- “TE ALABAMOS SEÑOR”

Y por la Hermana Agua, preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
Por el Hermano fuego, que alumbra al irse el Sol,
Y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado, mi Señor!

R.- “ALABEMOS AL SEÑOR”

V.- “TE ALABAMOS SEÑOR”

 

Y por la Hermana Tierra, que es toda bendición,
La Hermana Madre Tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡Loado, mi Señor!

R.- “ALABEMOS AL SEÑOR”

V.- “TE ALABAMOS SEÑOR”

 

Y por los que perdonan y aguantan por tu amor,
los males corporales y la tribulación:
¡felices los que sufren en paz con el dolor,
porque les llega el tiempo de la consolación!

R.- “ALABEMOS AL SEÑOR”

V.- “TE ALABAMOS SEÑOR”

 

Y por la Hermana Muerte: ¡loado, mi Señor!
Ningún viviente escapa de su persecución;
¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!
¡No probarán la muerte de la condenación!
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor.

R.- “ALABEMOS AL SEÑOR”

V.- “TE ALABAMOS SEÑOR”

Comentario al evangelio – 13 de febrero

El evangelio de Marcos está montado sobre un armazón cuyos apoyos centrales son dos curaciones de ciego: una en Betsaida, que se narra a continuación del ingenuo diálogo que hemos escuchado, y otra en Jericó, que viene dos capítulos después.

Los discípulos de Jesús quedan en este evangelio muy malparados, como torpes para leer en profundidad las acciones y las palabras del Maestro. En esta composición pedagógica los únicos que hasta el presente (y vamos por la mitad del evangelio) han reconocido a Jesús como Mesías o Hijo de Dios han sido algunos demonios o endemoniados; mientras que los pobres seguidores ni siquiera han percibido que Herodes Antipas se siente incómodo con Jesús ni que algunos fariseos tienen sus reservas frente a la osadía de este original Maestro. Al parecer, los discípulos mismos, los íntimos de Jesús, podrían sucumbir a tal sensación de incomodidad y a tales reservas.

En esa situación, Jesús les pide que abran los ojos, que el evangelio tiene opositores. Pero, en su cortedad de entendederas, piensan que les habla de otra cosa (verdad es que el texto parece de acertijo, más propio de Jn que de Mc: “a ver quién sabe a qué llamo levadura…”). A ellos por el momento los preocupa más la comida material que el pensamiento del Maestro, esta vez expuesto con sutileza. La levadura les recuerda antes el pan que un cierto virus espiritual que pueda ir propagándose contra ellos.

La respuesta de Jesús es contundente. ¿Cómo pueden estar preocupados por el pan los que han sido testigos de la capacidad del Maestro para proporcionarles cuanto puedan necesitar? Jesús les reprocha su lentitud en el aprendizaje, y también su falta de profundidad en la visión, su superficialidad. Los invita a no quedarse en la corteza de las cosas, sino a mirar los acontecimientos en profundidad.

¿Nos guardamos nosotros de cierta “levadura ambiental” que pudiera entrar en colisión con nuestras convicciones evangélicas? ¿Tenemos la necesaria precaución y sentido crítico ante lo que hay a nuestro alrededor, para saber tomar y dejar? A veces nos encontramos con creyentes que se adaptan a cualquier cosa, simplemente con el pretexto de que “todo el mundo lo hace”, o, por el contrario, “eso ya no lo hace nadie”, como si el argumento sociológico-cuantitativo definiese la bondad o maldad de las cosas.

El evangelio narrará a continuación (mañana no lo leeremos por ser Miércoles de Ceniza) la curación del ciego de Betsaida. Solo la intervención de Jesús sobre nuestros ojos interiores, sobre nuestra vida, nos da el criterio certero. Si su evangelio no llega a permear nuestra mente y nuestro corazón, nos dirá también: “¿tan ciegos estáis?”

Severiano Blanco cmf