Oración: El ayuno que Dios quiere

¿Por qué ayunar en Cuaresma? ¿De qué sirve que yo ayune o no durante unos días al año? ¿Qué sentido tienen el ayuno, la abstinencia de comer carne u otros gestos que de vez en cuando hacemos?

Un día de ayuno es como guardar un minuto de silencio. No tiene valor práctico, sino quizá más simbólico. De la misma manera un minuto de silencio no arregla nada, pero crea solidaridad, escucha, reflexión, compromiso y puede ser un minuto de amor. Un día de ayuno debe ser también un día de amor y una semilla de esperanza. Cada día de ayuno debiera traducirse en un paso contra el egoísmo, un recuerdo de la importancia de salir de uno mismo y fijarse en las necesidades de otros. Un esfuerzo de comprensión o un compromiso por la justicia, en definitiva un camino de amor.

«El ayuno que yo quiero es éste:…compartir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no despreocuparte de tu hermano» (Is 58, 7)

 
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El ayuno que Dios quiere