Vísperas – Viernes II de Cuaresma

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Himno: MUERE LA VIDA Y VIVO YO SIN VIDA.

Muere la vida y vivo yo sin vida
ofendiendo la vida de mi muerte;
sangre divina de las venas vierte
y mi diamante su dureza olvida.

Está la majestad de Dios tendida
en una dura cruz, y yo de suerte
que soy de sus dolores el más fuerte
y de su cuerpo la mayor herida.

¡Oh duro corazón de mármol frío!
¿Tiene tu Dios abierto el lado izquierdo
y no te vuelves un copioso río?

Morir por él será divino acuerdo,
mas eres tú mi vida, Cristo mío,
y, como no la tengo, no la pierdo. Amén.

SALMODIA

Ant 1. Arranca, Señor, mi vida de la muerte, mis pies de la caída.

Salmo 114 – ACCIÓN DE GRACIAS

Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida.»

El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas me salvó.

Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
arrancó mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.

Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Arranca, Señor, mi vida de la muerte, mis pies de la caída.

Ant 2. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

Salmo 120 – EL GUARDIÁN DEL PUEBLO.

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

Ant 3. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!

Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4

Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!

LECTURA BREVE   St 5, 16. 19-20

Confesaos mutuamente vuestros pecados y rogad unos por otros, para alcanzar vuestra curación, pues la oración ferviente del justo tiene gran eficacia. Hermanos, si alguno de entre vosotros se desvía de la verdad y otro logra convertirlo, sepa que quien convierte a un pecador de su camino equivocado salvará su alma de la muerte y cubrirá la multitud de sus pecados.

RESPONSORIO BREVE

V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»

V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Señor, ten misericordia.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Pretendieron apoderarse de Jesús, pero no se atrevieron por miedo a la gente, que lo miraba como a un profeta.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Pretendieron apoderarse de Jesús, pero no se atrevieron por miedo a la gente, que lo miraba como a un profeta.

PRECES

Adoremos al Salvador de los hombres, que muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida, y digámosle humildemente:

Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.

Redentor nuestro, concédenos que, por la penitencia, nos unamos más plenamente a tu pasión,
para que consigamos la gloria de la resurrección.

Concédenos que imitemos a tu Madre, consuelo de los afligidos,
para que podamos consolar a los tristes, mediante el consuelo con que nosotros somos por ti consolados.

Concede a tus fieles participar en tu pasión por medio de sus sufrimientos,
para que tu salvación se manifieste también en ellos.

Tú que te humillaste, haciéndote obediente hasta la muerte y una muerte de cruz,
enséñanos a ser obedientes y a tener paciencia.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Dígnate transfigurar a los difuntos a semejanza de tu cuerpo glorioso
y concédenos a nosotros ser un día partícipes de la gloria de ellos.

Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos confiados a nuestro Padre:

Padre nuestro…

ORACION

Concédenos, Dios todopoderoso, que, purificados por la penitencia cuaresmal, lleguemos totalmente convertidos a las próximas fiestas pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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Lectio Divina – 2 de marzo

Lectio: Viernes, 2 Marzo, 2018

Tiempo de Cuaresma

1) ORACIÓN

Por medio de nuestras privaciones cuaresmales, purifícanos, Señor todopoderoso, a fin de que podamos llegar con un espíritu nuevo a las próximas fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo…

2) LECTURA

Del Evangelio según Mateo 21,33-43.45-46

Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: `A mi hijo le respetarán.’ Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Éste es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia.’ Y, agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable y arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo.» Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras:

La piedra que los constructores desecharon,

en piedra angular se ha convertido;

fue el Señor quien hizo esto

y es maravilloso a nuestros ojos?

Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos. Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que estaba refiriéndose a ellos. Y trataban de detenerle, pero tuvieron miedo a la gente porque le tenían por profeta.

3) REFLEXIÓN

• El texto del evangelio de hoy forma parte de un conjunto más amplio que engloba Mateo 21,23-46. Los jefes de los sacerdotes y de los ancianos habían preguntado a Jesús con qué autoridad hacía las cosas (Mt 21,23). Ellos se consideraban los dueños de todo y pensaban que nadie podía decir nada sin su permiso. La respuesta de Jesús consta de tres partes: 1) El mismo plantea una pregunta y quiere saber de ellos si Juan Bautista era del cielo o de la tierra (Mt 21,24-27). 2) Cuenta la parábola de dos hijos (Mt 21,28-32). 3) Cuenta la parábola de la viña (Mt 21,33-46) que es el evangelio de hoy.

• Mateo 21,33-40: La parábola de la viña. Jesús empieza así:

«Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre”. La parábola es un bonito resumen de la historia de Israel, sacado del profeta (Is 5,1-7). Jesús se dirige a los jefes de los sacerdotes, a los ancianos (Mt 21,23) y a los fariseos (Mt 21,45) y da una respuesta a la pregunta que ellos habían hecho sobre el origen de su autoridad (Mt 21,23). Por medio de esta parábola, Jesús aclara varias cosas sobre el origen de su autoridad: es el hijo, el heredero. (b) Denuncia el abuso de la autoridad de los viñadores, esto es, de los sacerdotes y ancianos que no cuidan del pueblo de Dios. (c) Defiende la autoridad de los profetas, enviados por Dios, pero masacrados por los sacerdotes y ancianos. (4) Desenmascara a las autoridades que manipulan la religión y matan al hijo, porque no quieren perder la fuente de renta que consiguieron acumular para sí, a lo largo de los siglos.

• Mateo 21,41: La sentencia dada por ellos mismos. Al final de la parábola, Jesús pregunta: “Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?” Ellos no se dieron cuenta de que la parábola estaba hablando de ellos mismos. Por esto, por la respuesta dada, decretaron su propia condena: “Dícenle: A esos miserables les dará una muerte miserable y arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo.”

Varias veces Jesús usa ese mismo método. Lleva a la persona a que diga la verdad sobre si misma sin que se dé cuenta de que se está condenando a si misma. Por ejemplo, en el caso del fariseo que condena a la mujer considerándola una pecadora (Lucas 7,42-43) y en el caso de la parábola de los dos hijos Mt 21,28-32).

• Mateo 21,42-46: La sentencia dada por ellos mismo es confirmada por su mismo comportamiento. Por medio de la aclaración de Jesús, los sacerdotes, los ancianos y los fariseos entendieron que la parábola hablaba de ellos mismos, pero no se convirtieron. ¡Por el contrario! Mantuvieron su proyecto de matar a Jesús. Rechazaron la “piedra fundamental”. Pero no tuvieron el valor de hacerlo abiertamente, porque temían a la gente.

• Los varios grupos de poder en el tiempo de Jesús. En el evangelio de hoy aparecen algunos de los grupos que, en aquel tiempo, ejercían el poder sobre el pueblo: sacerdotes, ancianos y fariseos. Sigue aquí una breve información sobre el poder da cada uno de estos grupos y de otros:

a) Sacerdotes: Eran los encargados del culto en el Templo. La gente llevaba el diezmo y los otros impuestos y ofertas para pagar sus promesas. El sumo sacerdote ocupaba un lugar muy importante en la vida de la nación, sobre todo después del exilio. Era escogido o nominado entre las tres o cuatro familias aristócratas, que detenían más poder y más riqueza.

b) Ancianos o Jefes del pueblo: Eran los líderes locales en las diversas aldeas y ciudades. Su origen venía de los jefes de las tribús antiguas.

c) Saduceos: Eran la elite laica aristocrática de la sociedad. Muchos de ellos eran ricos comerciantes o latifundistas. Desde el punto de vista religioso eran conservadores. No aceptaban las mudanzas defendidas por los fariseos, como por ejemplo, la fe en la resurrección y en la existencia de los ángeles.

d) Fariseo: Fariseo significa: separado. Ellos luchaban para que, a través de la observancia de la ley de pureza, ¡la gente llegara a ser puro, separado y santo como lo exigían la Ley y la Tradición! Por causa del testimonio ejemplar de su vida dentro de las normas de la época, ellos tenían una lideranza moral muy grande en las aldeas de Galilea.

e) Escribas o doctores de la ley: Eran los encargados de la enseñanza. Dedicaban su vida al estudio de la Ley de Dios y enseñaban a la gente cómo hacer para observar en todo la Ley de Dios. No todos los escribas eran de la misma línea. Algunos estaban unidos a los fariseos, otros a los saduceos.

4) PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL

• ¿Te has sentido alguna vez controlado/a, indebidamente, en casa, en el trabajo, en la iglesia? ¿Cuál ha sido tu reacción? ¿Cómo la de Jesús?

• Si Jesús hoy volviera y contara la misma parábola, ¿cómo reaccionaría yo?

5) ORACIÓN FINAL

Señor, como se alzan sobre la tierra los cielos,
igual de grande es su amor con sus adeptos;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros crímenes. (Sal 103,11-12)

Oración Buenos días

Oración para la mañana en la semana del 5 al 9 de marzo, con los materiales publicados por los salesianos.

Buenos días 7-11 septiembre. Infantil

Buenos días 5 al 9 de marzo. Ed Infantil

 

Buenos días 7-11 septiembre. Ed. Primaria

Buenos días 5 al 9 de marzo. Ed. Primaria

 

Historia del Corpus Christi

Buenos días 5 al 9 de marzo. Ed. Secundaria

 

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Buenos días 5 al 9 de marzo. Bachiller

Spe Salvi – Benedicto XVI

30. Resumamos lo que hasta ahora ha aflorado en el desarrollo de nuestras reflexiones. A lo largo de su existencia, el hombre tiene muchas esperanzas, más grandes o más pequeñas, diferentes según los períodos de su vida. A veces puede parecer que una de estas esperanzas lo llena totalmente y que no necesita de ninguna otra. En la juventud puede ser la esperanza del amor grande y satisfactorio; la esperanza de cierta posición en la profesión, de uno u otro éxito determinante para el resto de su vida. Sin embargo, cuando estas esperanzas se cumplen, se ve claramente que esto, en realidad, no lo era todo. Está claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá. Es evidente que sólo puede contentarse con algo infinito, algo que será siempre más de lo que nunca podrá alcanzar. En este sentido, la época moderna ha desarrollado la esperanza de la instauración de un mundo perfecto que parecía poder lograrse gracias a los conocimientos de la ciencia y a una política fundada científicamente. Así, la esperanza bíblica del reino de Dios ha sido reemplazada por la esperanza del reino del hombre, por la esperanza de un mundo mejor que sería el verdadero « reino de Dios ». Esta esperanza parecía ser finalmente la esperanza grande y realista, la que el hombre necesita. Ésta sería capaz de movilizar –por algún tiempo– todas las energías del hombre; este gran objetivo parecía merecer todo tipo de esfuerzos. Pero a lo largo del tiempo se vio claramente que esta esperanza se va alejando cada vez más. Ante todo se tomó conciencia de que ésta era quizás una esperanza para los hombres del mañana, pero no una esperanza para mí. Y aunque el « para todos » forme parte de la gran esperanza –no puedo ciertamente llegar a ser feliz contra o sin los otros–, es verdad que una esperanza que no se refiera a mí personalmente, ni siquiera es una verdadera esperanza. También resultó evidente que ésta era una esperanza contra la libertad, porque la situación de las realidades humanas depende en cada generación de la libre decisión de los hombres que pertenecen a ella. Si, debido a las condiciones y a las estructuras, se les privara de esta libertad, el mundo, a fin de cuentas, no sería bueno, porque un mundo sin libertad no sería en absoluto un mundo bueno. Así, aunque sea necesario un empeño constante para mejorar el mundo, el mundo mejor del mañana no puede ser el contenido propio y suficiente de nuestra esperanza. A este propósito se plantea siempre la pregunta: ¿Cuándo es « mejor » el mundo? ¿Qué es lo que lo hace bueno? ¿Según qué criterio se puede valorar si es bueno? ¿Y por qué vías se puede alcanzar esta « bondad »?

La misa del Domingo: misa con niños

DOMINGO III de CUARESMA (B)
“El Templo”

4 de marzo de 2018

(La catequesis cuaresmal, especialmente cuidada en las lecturas del domingo, sigue avanzando. Hoy se nos presenta a Jesús, como el verdadero templo del Nuevo Testamento. También se inculca, en la primera lectura, los ídolos que hay que dejar, para adorar sólo a Dios.

Según convenga, el evangelio puede sustituirse por el correspondiente del Ciclo A, la Samaritana.
Un signo para la celebración: un poster, cuadro o proyección con el rostro de Jesús, colocado en lugar destacado, para señalar la primacía de Jesús.

Se puede hacer entrada procesional: una cruz o unas velas que abren la procesión, el Leccionario, monaguillos y sacerdote.
Una canción para la celebración: “Jesús es Señor” (Kairoi). “Vengo ante ti, mi Señor”. “No adoréis a nadie más que Él”.

1. MOTIVACIÓN

Amigos: En este tiempo de cuaresma la Palabra de Dios nos ayuda a centrar nuestra vida en Dios: sólo Él merece la adoración y la gloria. También Jesús, en el evangelio, nos hará ver, de manera muy gráfica, que su misma persona es el verdadero templo. Vamos a sentirnos comunidad que celebra su fe alrededor de Jesús. Comenzamos cantando.

2. CANTO DE ENTRADA: “Jesús es Señor”
Jesús es, Jesús es Señor (tres veces).
Gloria a Dios, gloria, gloria a Dios (tres veces)

3. SALUDO DEL SACERDOTE

4. PETICIÓN DE PERDÓN (Se motiva el perdón en el sentido de que todavía tenemos pequeños “ídolos” que no nos dejan ver a Dios).

Vengo ante ti, mi Señor, reconociendo mi culpa,
con la fe puesta en tu amor, que Tú me das como a un hijo.
Te abro mi corazón, y te ofrezco mi miseria,

despojado de mis cosas, quiero llenarme de Ti.

Que tu Espíritu, Señor, abrase todo mi ser,
hazme dócil a tu voz, transforma mi vida entera,
hazme dócil a tu voz, transforma mi vida entera.

5. PRIMERA LECTURA (Éxodo 20, 1-17) Lectura del Libro del Éxodo:

En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: “Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses frente a mí.

No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impugne a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el sábado para santificarlo.

Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás, no cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo.

Palabra de Dios

6. SALMO RESPONSORIAL: “Señor, tú tienes palabras de vida eterna” (O un canto apropiado).

7. EVANGELIO (Juan 2, 13-25) “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré”

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados, y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: “Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre”.

Entonces le dijeron los judíos: “¿Qué signos nos muestras para obrar así?”.

Jesús contestó: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré”.

Los judíos replicaron: “Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”. Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Palabra del Señor.

8. COMENTARIO

El pueblo de Dios tendía a adorar “cosas” “visibles”: ídolos.
Dios mismo, a través de los profetas y otros personajes, va formando su corazón: les va dando una ley nueva, una ley con vida.
Jesús en el evangelio también nos insiste que a Dios se llega a través del mensaje que el mismo Jesús nos va dando.
Nuestra iglesia, nuestro templo material, construido, como imagen del verdadero templo, Jesús.
Jesús nos ayuda a rezar, a vivir como Él nos enseñó, a ser buenos con todos, como Él lo es con nosotros.

9. ORACION DE FIELES. PETICIONES

  1. Por todos los que seguimos a Jesús más de cerca, para que demos testimonio de nuestra fe y confianza en Él. Roguemos al Señor.
  2. Por los que tienen una misión de animación en nuestra comunidad cristiana: el Papa, los Obispos, sacerdotes, catequistas y animadores, para que comprendan la grandeza de su misión. Roguemos al Señor.
  3. Por las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. Roguemos al Señor.
  4. Por todas las comunidades cristianas que se preparan a la Pascua, para que aumente su amor a Jesús en este tiempo de preparación. Roguemos al Señor.
  5. Por los peregrinos que en este domingo se acercan al Castillo de Javier, en Navarra, en la Javierada, para que esto suponga un encuentro con Jesús.

10. ACCIÓN DE GRACIAS. Canto: “No adoréis a nadie”.
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él (tres veces).
Porque sólo Él nos puede sostener (tres veces).

11. PARA LA VIDA

(Saber cómo se llama tu parroquia. Es signo de Jesús, el verdadero templo).

Iñaki Lete, sdb

La misa del Domingo

Domingo Tercero de Cuaresma
4 de marzo de 2018

El evangelio de este domingo nos presenta la escena de Jesús expulsando a los mercaderes del templo. Es una escena que la narran los cuatro evangelios, aunque con algunas pequeñas diferencias entre ellos. Hoy leemos y escuchamos el relato de Juan, que se divide en dos partes: la expulsión de los mercaderes y la breve discusión con los judíos.

Un gesto asombroso que llama la atención. A nuestra mentalidad moderna le resulta difícil valorar esta acción de Jesús, y quizá no capta sus consecuencias. Al escuchar este pasaje, nos ponemos de su parte, sin más, y consideramos unos viles traficantes a los mercaderes del templo, acusándolos de comerciar en un recinto sagrado. Pero visto desde el punto de vista de los judíos religiosos, el problema es mucho más grave. Porque si no hay vacas, ni ovejas, ni palomas, ¿qué sacrificios pueden ofrecer al Señor? ¿Si no hay cambistas de moneda, cómo podrán pagar su tributo al templo?

Nuestra respuesta tal vez sea simple: que no ofrezcan nada, que no paguen tributo, que se limiten solo a rezar. Esa es la postura de Jesús. Pero el caso es que Jesús va mucho más allá, porque usa una violencia desconocida en él. El texto nos lo muestra trenzando un azote, golpeando a vacas y ovejas, volcando las mesas de los cambistas.

Si tuviésemos que trasladar esa escena a hoy, tendríamos que imaginar a Jesús entrando en una iglesia, o mejor, en una catedral, donde empieza a ver que lo que allí se hace no tiene nada que ver ni con la oración ni con lo espiritual; y empieza a tirarlo todo: cálices, copones, velas, imágenes de santos, flores, bancos… ¡todo!

¿Cuál sería nuestra reacción? Posiblemente nos pareceríamos bastante a los judíos, acusaríamos a Jesús de impedirnos decir misa, de poder comulgar, incluso rezar.

¿Y cuál es la reflexión a que nos llama este pasaje? Lo que hay que decir es que ese gesto violento de Jesús tiene un valor profético. No va solamente contra los abusos del templo, sino contra la misma idea materialista del templo. Jesús quiere defender a todos los templos vivos, verdaderos templos de Dios, de toda profanación, de todo mercantilismo, de toda adulteración religiosa.

Y podemos dar un paso más. El látigo de Jesús sigue levantado contra todos los mercaderes de nuestros templos actuales; y no me refiero a esos comercios religiosos, tiendas de souvenirs, adosadas a los santuarios e iglesias y en tantos negocios en torno a lo sagrado. La amenaza de Jesús es mucho más seria y profunda, y va dirigida contra todos los mercaderes y profanadores de ‘templos humanos’, contra todos los mercaderes y profanadores de los ‘templos vivos’ de Dios, que son los seres humanos. El látigo de Jesús sigue levantado contra los que compran y venden por placer el cuerpo humano, contra los que trafican por puro negocio con los hombres y mujeres empobrecidos, contra los que destrozan la inocencia de un niño o una niña, los que pisotean con odio la dignidad de los pobres de esta tierra, los que matan la vida y el futuro de tantos seres humanos que “valen menos” que un animal.

Agustín Fernández, sdb

Oración: Deus Caritas Est

Hoy recordamos la primera encíclica de Benedicto XVI: Deus Caritas Est. Una encíclica en la que nos invita a profundizar en uno de los elementos fundamentales de nuestra fe: reconocer la acción amorosa de Dios sobre nosotros y que estamos llamados a comunicar a los demás.

Esperamos que estas oraciones de las próximas semanas te ayuden a repensar y refrescar las raíces de tu fe. Que las palabras de Benedicto XVI te empujen a un mayor amor a Dios y al prójimo.

 
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Deus Caritas Est

Comentario al evangelio – 2 de marzo

El drama familiar que nos presenta la primera lectura de hoy es realmente estremecedor. La envidia y los celos se apoderan de los hijos de Jacob. Y surgen en sus corazones unos sentimientos tan terribles que deciden matar a un pobre inocente, José, el hermano más pequeño. Se dicen entre sí: «Ahí viene el soñador. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado. Veremos en qué paran sus sueños». El odio es tan profundo que les ha secado el corazón y no tienen el menor reparo en sentarse a comer como si nada hubiera pasado. En el grupo hay dos hermanos que buscan estratagemas para no quitar la vida a José y lo venden a unos mercaderes como esclavo.

La dramática historia de José se repite en Jesús que también fue vendido por unas pocas monedas y, siendo inocente, condenado a sufrir la muerte en la cruz entre dos malhechores.

Si dramática es la historia anterior, no lo es menos la parábola de los viñadores  que nos propone hoy el evangelio. Tal vez nos resulte un poco extraña a nosotros hoy día, pero es la explicación del trágico final de Jesús. A los comienzos las enseñanzas de Jesús se dirigen a todo el pueblo de Israel para comunicarle que ha llegado el momento de llevar la salvación de Dios a todas las naciones. Pero la invitación es rechazada y el hijo del dueño de la viña, Jesús, asesinado violentamente. Pero el plan de Dios no puede fracasar y otros pueblos y naciones darán los frutos que Dios espera de su viña, es decir de la humanidad.

Si hacemos aterrizar todo este gran mensaje de la Palabra de Dios en nuestras vidas nos daremos cuenta enseguida que la palabra de Dios no ha sido escrita para los demás, sino que también yo estoy incluido en los planes de Dios nuestro Padre, porque soy parte de la humanidad. El Señor espera frutos de mi vida. ¿Qué estoy dispuesto a entregarle?

En nuestra tradición cristiana los viernes siempre han sido días penitenciales sobre todo en Cuaresma.  ¿Será que se nos pide algo que no somos capaces de realizar?  Tampoco se trata de exigirnos algo para salir del paso y “quedar bien con el Jefe”.  Se trata sobre todo de dar sentido a nuestra vida; que el tiempo no se me vaya de las manos inútilmente, pues no hay forma de recuperar el tiempo perdido, sino es llenando de sentido el tiempo que se nos regala cada día.

Cuenta el P. Silvio A. Ortiz:

“Satanás reunió a todos sus diablitos para una cumbre mundial de sus secuaces  y en el discurso inaugural dijo:  -No podemos permitir que los cristianos establezcan una relación íntima con Dios  a través de la oración, los sacramentos, lecturas bíblicas, sacrificios y penitencias, pues una vez que se da esta relación entonces los perdemos y será imposible llevarlos al infierno.
–  En las iglesias y en las reuniones de grupo inventemos chismes y dividamos a los cristianos para que salgan de ahí con sus mentes perturbadas.
Uno de los presentes preguntó: ¿Y qué podemos hacer?
Satanás respondió: “Robémosle su tiempo” de manera que no tengan tiempo para Dios. Lo que quiero es que los distraigan durante todo el día.
-¿Y cómo haremos eso? –preguntaron.
Y Satanás respondió:
– Llévenlos al consumismo, es decir, a gastar, gastar y gastar. Y que no haya tiempo para los hijos ni para sus seres queridos”.

Cuánto bien nos pueden hacer estos 40 días de preparación a la Pascua, si intentamos poner en práctica algunos propósitos urgentes que no somos capaces de cumplir a lo largo del año. Hasta el diablo tiene su estrategia para apartarnos del camino que nos puede llevar a Dios. Son las tentaciones modernas.

Carlos Latorre, cmf