Querido amigo: Hoy estamos ante un encuentro distinto en medio de la Pascua. Jesús se manifiesta como buen Pastor. Le vemos que sale del Templo de Jerusalén, había curado a un ciego de nacimiento, los fariseos le critican, echan fuera al ciego y Jesús contesta a sus amenazas; y les contesta explicando lo que es ser buen Pastor, no como lo hacían ellos. Y aprovechando esta ocasión, nos deja esta bellísima parábola del cuidado amoroso, donde dice las cualidades y los caracteres de un buen pastor. Escuchemos el texto de Juan 10,11-18:
Os lo aseguro: quien no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón y un salteador; pero quien entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el portero y las ovejas escuchan su voz. Llama a las ovejas propias por su nombre y las saca fuera. Cuando las ha sacado todas va delante de ellas y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Pero no siguen a un extraño, sino que huyen de él porque no conocen la voz de los extraños. Jesús les propuso esta parábola, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Jesús les dijo de nuevo:“Os lo aseguro, Yo soy la Puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que Yo son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les escucharon. Yo soy la Puerta: si alguno entra por mí se salvará y entrará y saldrá y encontrará pastos. El ladrón sólo viene a robar, matar y destruir. Yo vine para que tengan vida y la tengan en abundancia. Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, el que no es pastor, de quien no son propias las ovejas ve venir al lobo, deja las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa; porque es asalariado y no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, conozco a las mías y las mías me conocen a mí. Como mi Padre me conoce, también Yo conozco al Padre y doy mi vida por las ovejas. Tengo también otras ovejas que no son de este aprisco. A ésas es preciso que Yo también las guíe y oirán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por eso el Padre me ama, porque Yo doy mi vida para tomarla de nuevo; nadie me la quita, sino que Yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para volver a tomarla. Éste esel mandato que he recibido de mi Padre”.
Al escuchar esta narración me recuerda aquellos pastores de los pueblos, donde los hemos visto con sus ovejas, donde les hemos visto llevar al rebaño, cuidarlo, atenderlo de los lobos; y me recuerda todo esto… Y me lleva a pensar que a Jesús lepasaría lo mismo: sabe —porque este oficio era muy usual entonces—, sabe de ovejas y de pastores, los ha visto mil veces en Nazaret. Quizás también ayudaría muchas veces a los pastores a reunir y sacar el rebaño, y algún día le encargarían de llevar el rebaño a buenos pastos; y se sorprende de que las ovejas no le sigan porque no le conocen. También vería cómo tendría que ayudarlas para que volvieran al redil y para que no se quedaran entre manos de ladrones, del lobo y demás. Todo esto nos lo recuerda con tanto cariño para decirnos en esta ocasión que Él es el buen Pastor, Él es la Puerta de seguridad, y que para entrar en su camino hay que ir por su puerta, que Él es el que abre y cierra esa puerta, y es el que nos lleva al amor de su Padre a través de Él, porque Él es la Puerta del redil.
Esta viva imagen del buen Pastor, que nos puede resultar familiar, nos ayuda mucho al encuentro de hoy, querido amigo. En plena Pascua, ¿qué me quieres decir, Jesús, con esto? Me dices: “Yo soy el buen Pastor tuyo. Yo soy el buen Pastor de lahumanidad. Sé que en medio del mundo, en medio de esta sociedad, en medio de todo, necesitáis un buen Pastor que os lleve a buenos pastos, que os haga cuidaros de los enemigos y que os conduzca a buenas guaridas donde estéis a gusto y podáis vivir”.Hoy, Jesús, yo también me meto ahí, te veo cómo lo dices, quizás un poco triste y un poco también disgustado por la actitud de estos fariseos que se consideran buenos pastores y tratan muy mal al rebaño. Y Él quiere darnos una imagen de cómo es, cómo hay que cuidar a las personas que tienes y que quieres, y cómo nosotros, a su vez, somos también pastores de los demás. ¿Qué caracteres quieres que tengamos? ¿Qué caracteres tienes Tú con nosotros, Jesús, como buen Pastor? “El buen Pastor —nos dices— da la vida por sus ovejas”. Hace pocos días te contemplábamos muriendo en lacruz y hoy nos dices que la prueba de amor es dar la vida por los demás, por las ovejas, para que ninguno perezca, para que todos tengamos vida eterna. Gracias, Jesús, por ser mi buen Pastor, que yo aprenda también a dar la vida por los demás y que agradezca el que Tú me cuides y que me entregues hasta tu vida.
Tú también me dices que el buen Pastor reconoce a sus ovejas. ¿Cómo no nos vas a reconocer? ¿Cómo no me vas a conocer a mí, conocer todos mis fallos, miscualidades, mis debilidades, mis pensamientos… cómo no? Pero lo importante es queyo te reconozca como Pastor, que sepa que Tú sabes todo lo mío porque me cuidas y porque quieres que no me equivoque y que siga tu camino, que es el bien, que es lafelicidad interior y exterior. ¡Cómo Tú… cuando te diriges… siempre llamas a laspersonas por su nombre: Pedro, María! Así eres Tú. Tú me llamas a mí por mi nombre en mi interior y me conoces y me dices: “Que sé por dónde andas, que sé lo que estáshaciendo, que te estoy vigilando para que no te salgas del redil, para que no te pierdas durante la noche. Que cuando Yo te silbo es para que vengas, y para que vengas a mí. No necesitas más. Yo te reconozco. Yo soy el que te cuido”. Gracias, Jesús, graciasporque conoces mi vida. Sólo Tú puedes saber cómo soy, y me quieres, y me llevas a tu redil y me amas. Gracias.
Pero también el Evangelio nos dice que Jesús dijo: “Y ellas reconocen mi voz”.Yo me pregunto en este encuentro, Jesús, si yo reconozco tu voz, si yo sé comprender y saber quién eres Tú. Recuerdo que una chica me decía que sus padres le habían enseñado muchas cosas: a leer, a escribir, a ser buena, a no cometer injusticia, a ser buena gente…, pero nunca le habían enseñado a conocer a Jesús y a hablar de Él comosu gran amigo. ¡Qué gracias tengo que dar yo de la educación que he recibido: me han enseñado a verte, a conocerte! Pero también te pido que yo ayude a los demás a reconocerte, que sepa hablar de ti, que sepa decir cómo eres, que sepa llevarte al redil a muchas personas que encuentro en mi camino fuera de ti.
Y también me dices que Tú, el buen Pastor, defiendes a tus ovejas: “Yo soy elbuen Pastor que da la vida por sus ovejas; no como el asalariado, que ni es verdadero pastor ni propietario de las ovejas, y en cuanto ve venir al lobo, las abandona y huye. Elasalariado se porta así”. Así eres Tú, Jesús. De cuántos lobos me defiendes, de cuántos lobos…, de tantas cosas que me invaden: la prisa, las cosas, el consumo, la cobardía, la pereza. Y cuántos lobos hay en la sociedad: el lobo del dinero, el lobo de los malos usos, el lobo del destrozo de las familias, el lobo de dejar todas las riquezas que tútienes… Pero yo te tengo que decir hoy que gracias, Jesús, porque me cuidas tanto, porque me das tantos medios para que yo no me pierda. Me das tantos recursos: los sacramentos, la Eucaristía, la oración, tu palabra, tus obras de misericordia, la familia,me redimes con tu sangre… Gracias, Jesús, no me dejes de tu mano porque me perderé. Gracias, Jesús, no me dejes.
¡Qué mensaje, qué parábola tan preciosa! Todo lo que Tú me dices, Jesús… Túsiempre estás al servicio de los tuyos, pero no como un asalariado, sino que das la vida por ellos. Y cómo luchas… y qué tristeza… y con qué afán dices: “tengo otras ovejas” y que “tengo que ir a buscarlas para que oigan mi voz”. Éste es el buen Pastor, el espíritude servicio y el espíritu de amor. Muchas, muchas veces yo te he abandonado, no te he oído, no he oído tu voz, pero Tú vas a por mí: cuando me ves agobiada, cuando me ves fuera de ti, cuando me ves libre, sin camino, cuando me ves en mi mundo, egoísta, cuando no sé servir, cuando te desconozco… ¡cómo vas a por mí! Gracias, Señor, gracias.
¡Qué suerte hemos tenido con el regalo de esta parábola, querido amigo! Hoy,en este encuentro vemos a Jesús, con qué mimo se dirige a mí y me dice: “Soy tu buenPastor, y Yo te cuido, y Yo doy la vida por ti, y reconozco cómo eres. Tú me conoces a mí cuando te das cuenta de que estoy a tu lado y te cuido de todos los lobos y voy apor ti cuando estás mal”.
Me quedo contigo así, Jesús, pensando y viéndote y agradeciéndote y queriéndote porque me cuidas y porque eres mi Pastor. Y te quiero decir tantascosas…: “Jesús, gracias por preocuparte de mí, gracias porque me guías, y me ponesmedios, personas, para ir a ti. Gracias porque respetas mi libertad pero quieres queesté contigo y me ayudas porque no me dejas nunca, nunca”. Y me dices: “Pero si Yosoy tu luz, ¿y no me ves? Si Yo soy tu camino, ¿y no me sigues? Si Yo soy tu vida, ¿y no me buscas? Si Yo soy tu maestro, ¿y no me escuchas? Si Yo soy tu Dios, ¿por qué no acudes a mí? Si Yo soy tu amigo, ¿por qué no me amas? Si Yo soy tu amor, ¿por qué nome acoges?”. Y te diré: “Aunque no sienta, aunque no vea, aunque no sepa qué hacer,Jesús, creo en ti, quiero seguirte, y quiero ser esa ovejita fiel que Tú cuidas con tanto amor. Esas estampas que hay tan preciosas cogiendo Tú en tu regazo a esa oveja descarriada… Ésa soy yo, Señor. Gracias. Creo en ti, te amo, gracias por ser mi Pastor ymi cuidador hasta que me muera. No me dejes, Señor, y llévame siempre al redil de tu corazón. Allí quiero descansar hasta morir. Gracias, buen Pastor. Gracias, Jesús, gracias”.
Francisca Sierra Gómez