Vísperas – Visitación de la Virgen María

LA VISITACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA. (FIESTA)

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: UNA MUJER CREYENTE DE ISRAEL.

Una mujer creyente de Israel
es para siempre madre de la vida;
bendita por su fe la nueva Eva,
morada santa donde Dios habita.

Lo mismo que Isabel, la santa Iglesia
hoy a su madre alaba y felicita:
«¡Bendita seas, Dios está contigo,
llena de gracia al par, Virgen María!

Y bendito en la morada sempiterna
aquel que tú llevaste, Peregrina,
aquel que, con el Padre y el Espíritu,
al bendecirte a ti nos bendecía.» Amén.

SALMODIA

Ant 1. Entró María en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,

según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»

Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Entró María en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Ant 2. Tan pronto como llegaron a mis oídos las palabras de tu saludo, dio luego el niño en mi seno saltos de alegría.

Salmo 126 – EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.

Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!

La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.

Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Tan pronto como llegaron a mis oídos las palabras de tu saludo, dio luego el niño en mi seno saltos de alegría.

Ant 3. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.

Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN – Ef 1, 3-10

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.

LECTURA BREVE   1Pe 5, 5-7

Sed humildes unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes. Inclinaos bajo la poderosa mano de Dios, para que a su tiempo os eleve. Descargad en él todas vuestras preocupaciones, porque él se interesa por vosotros.

RESPONSORIO BREVE

V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.

V. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
R. El Señor está contigo.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Me felicitarán todas las generaciones, porque Dios ha mirado la humillacion de su esclava.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Me felicitarán todas las generaciones, porque Dios ha mirado la humillacion de su esclava.

PRECES

Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y supliquémosle diciendo:

Que la llena de gracia interceda por nosotros.

Tú que nos diste a María por madre, concede por su mediación salud a los enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores
y a todos abundancia de salud y de paz.

Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,
y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre de Jesús.

Tú que hiciste de María la madre de misericordia,
haz que los que viven en peligro o están tentados sientan su protección maternal.

Tú que encomendaste a María la misión de madre de familia en el hogar de Jesús y de José,
haz que por su intercesión todas las madres fomenten en sus hogares el amor y la santidad.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Tú que coronaste a María como reina del cielo,
haz que los difuntos puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu reino.

Confiando en el Señor, que hizo obras grandes en María, pidamos al Padre que colme también de bienes al mundo hambriento:

Padre nuestro…

ORACION

Dios todopoderoso y eterno, tú que, cuando María llevaba en su seno a tu Hijo, le inspiraste que visitara a su prima santa Isabel, haz que nosotros seamos siempre dóciles a las inspiraciones de tu Espíritu, para que, con María, podamos proclamar eternamente tu grandeza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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Lectio Divina – 31 de mayo

Lectio: Jueves, 31 Mayo, 2018

1) Oración inicial

Concédenos tu ayuda, Señor, para que el mundo progrese, según tus designios; gocen las naciones de una paz estable y tu Iglesia se alegre de poder servirte con una entrega confiada y pacífica. Por nuestro Señor.

2) Lectura

Del santo Evangelio según Lucas 1,39-56
En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo y exclamó a gritos: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor? Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Y dijo María:
«Alaba mi alma la grandeza del Señor
y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava,

por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
porque ha hecho en mi favor cosas grandes el Poderoso, Santo es su nombre
y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los de corazón altanero.

Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes
y despidió a los ricos con las manos vacías.

Acogió a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abrahán y de su linaje por los siglos.»

María se quedó con ella unos tres meses, y luego se volvió a su casa.

3) Reflexión

• Hoy, fiesta de la visitación de Nuestra Señora, el evangelio habla de la visita de María a su prima Isabel. Cuando Lucas habla de María, él piensa en las comunidades de su tiempo que vivían dispersas por las ciudades del Imperio Romano y les ofrece en María un modelo de cómo deben relacionarse con la Palabra de Dios. Una vez, al oír hablar a Jesús, una mujer exclamó: «Feliz la que te dio a luz y felices los pechos que te amamantaron”. Elogió a la madre de Jesús. Inmediatamente, Jesús respondió: «¡Felices, pues, los que escuchan la palabra de Dios y la observan!» (Lc 11,27-28). María es el modelo de comunidad fiel que sabe escuchar y practicar la Palabra de Dios. Al describir la visita de María a Isabel, enseña qué deben hacer las comunidades para transformar la visita de Dios en servicio a los hermanos y a las hermanas.

• El episodio de la visita de María a Isabel muestra otro aspecto bien típico de Lucas. Todas las palabras y actitudes, sobre todo el cántico de María, forman una gran celebración de alabanza. Parece la descripción de una solemne liturgia. Así, Lucas evoca el ambiente litúrgico y celebrativo, en el cual Jesús fue formado y en el cual las comunidades tenían que vivir su fe.

• Lucas 1,39-40: María sale para visitar a Isabel. Lucas acentúa la prontitud de María en atender las exigencias de la Palabra de Dios. El ángel le habló de que María estaba embarazada e, inmediatamente, María se levanta para verificar lo que el ángel le había anunciado, y sale de casa para ir a ayudar a una persona necesitada. De Nazaret hasta las montañas de Judá son ¡más de 100 kilómetros! No había bus ni tren.

• Lucas 1,41-44: Saludo de Isabel. Isabel representa el Antiguo Testamento que termina. María, el Nuevo que empieza. El Antiguo Testamento acoge el Nuevo con gratitud y confianza, reconociendo en él el don gratuito de Dios que viene a realizar y completar toda la expectativa de la gente. En el encuentro de las dos mujeres se manifiesta el don del Espíritu que hace saltar al niño en el seno de Isabel. La Buena Nueva de Dios revela su presencia en una de las cosas más comunes de la vida humana: dos mujeres de casa visitándose para ayudarse. Visita, alegría, embarazo, niños, ayuda mutua, casa, familia: es aquí donde Lucas quiere que las comunidades (y nosotros todos) perciban y descubran la presencia del Reino. Las palabras de Isabel, hasta hoy, forman parte del salmo más conocido y más rezado en todo el mundo, que es el Ave María.

• Lucas 1,45: El elogio que Isabel hace a María. «Feliz la que ha creído que se cumplieran las cosas que le fueron dicha de parte del Señor». Es el recado de Lucas a las Comunidades: creer en la Palabra de Dios, pues tiene la fuerza de realizar aquello que ella nos dice. Es Palabra creadora. Engendra vida en el seno de una virgen, en el seno del pueblo pobre y abandonado que la acoge con fe.

• Lucas 1,46-56: El cántico de María. Muy probablemente, este cántico, ya era conocido y cantado en las Comunidades. Enseña cómo se debe cantar y rezar. Lucas 1,46-50: María empieza proclamando la mutación que ha acontecido en su propia vida bajo la mirada amorosa de Dios, lleno de misericordia. Por esto canta feliz: «Exulto de alegría en Dios, mi Salvador». Lucas 1,51-53: En seguida después, canta la fidelidad de Dios para con su pueblo y proclama el cambio que el brazo de Yavé estaba realizando a favor de los pobres y de los hambrientos. La expresión “brazo de Dios” recuerda la liberación del Éxodo. Esta es la fuerza salvadora de Dios que hace acontecer la mutación: dispersa a los orgullosos (1,51), destrona a los poderosos y eleva a los humildes (1,52), manda a los ricos con las manos vacías y llena de bienes a los hambrientos (1,53). Lucas 1,54-55:Al final recuerda que todo esto es expresión de la misericordia de Dios para con su pueblo y expresión de su fidelidad a las promesas hechas a Abrahán. La Buena Nueva viene no como recompensa por la observancia de la Ley, sino como expresión de la bondad y de la fidelidad de Dios a las promesas. Es lo que Pablo enseñaba en las cartas a los Gálatas y a los Romanos.
El segundo libro de Samuel cuenta la historia del Arca de la Alianza. David quiso colocarla en su casa, pero tuvo miedo y dijo: «¿Cómo voy a llevar a mi casa el Arca de Yavé?» (2 Sam 6,9) David mandó que el Arca fuera para la casa de Obed-Edom. «Y el Arca permaneció tres meses en casa de Obed-Edom, y Yavé bendijo a Obed-Edom y a toda su familia» (2 Sam 6,11). María, embarazada de Jesús, escomo el Arca de la Alianza que, en el Antiguo Testamento, visitaba las casas de las personas distribuyendo beneficios a las casas y a las personas. Va hacia la casa de Isabel y se queda allí tres meses. En cuanto entra en casa de Isabel, ella y toda la familia es bendecida por Dios. La comunidad debe ser como la Nueva Arca de la Alianza. Al visitar las casas de las personas tiene que traer beneficios y gracias de Dios para la gente.

4) Para la reflexión personal

• ¿Qué nos impide descubrir y vivir la alegría de la presencia de Dios en nuestra vida?
• ¿Dónde y cómo la alegría de la presencia de Dios está aconteciendo hoy en mi vida y en la vida de la comunidad?

5) Oración final

Bendice, alma mía, a Yahvé,
el fondo de mi ser, a su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Yahvé,
nunca olvides sus beneficios. (Sal 103,1-2)

Introducción al Catecismo de la Iglesia Católica

25.- «Toda la finalidad de la doctrina y de la enseñanza debe ser puesta en el amor que no acaba. Porque se puede muy bien exponer lo que es preciso creer, esperar o hacer; pero sobre todo se debe siempre hacer aparecer el Amor de Nuestro Señor a fin de que cada uno comprenda que todo acto de virtud perfectamente cristiano no tiene otro origen que el Amor, ni otro término que el Amor (Catech. R., Prefacio, 10)»

Dentro de esa capacidad del catequista de hacerse todo para todos, tiene que estar el principio sagrado de la caridad como regulándolo todo. Es decir, solamente el amor puede conseguir que uno se haga todo para todos. No que uno, “pues mira es que es una persona muy ingeniosa y se le ocurran ejemplos, se le ocurren ideas…”, hay personas que tienen un carisma especial para ser catequistas porque tienen muchos recursos verbales, etc., pero para que eso funcione ha de nacer del amor, es decir, “Como yo los quiero a estos niños, o a estos adultos, voy a intentar explicarles el misterio de la fe con la máxima cercanía a ellos”. Es el amor el que a un catequista le hace ser un buen catequista. Si un catequista no ama a las personas a las que está transmitiendo, no tendrá éxito, es importante amarlos, rezar por ellos… Es Dios el que está buscando a esos niños, a esos adultos a través del catequista. El catequista es un instrumento de Dios para que a través suyo el amor de Dios llegue a los que están escuchándole, es un mero instrumento de Dios, es un altavoz, mientras que la voz es la de Dios, eso supone que yo amo, que no pretendo ser protagonista, que se desaparecer. Si un protagonista no ama, no va a hacer bien su función.

Hay una anécdota que se cuenta en ese libro del Padre Arrupe, quien fue superior de la Compañía de Jesús “El increíble Japón”, escribe testimonios suyos sobre su experiencia de cuando fue misionero en el Japón, cuenta el Padre Arrupe que le llamaron de una parroquia de Japón quejándose del jesuita, párroco del lugar, y fue el superior de la provincia del Japón y empezó a escuchar las quejas que se decían contra él. Y el Padre Arrupe decía “¿No es buen párroco, no celebra bien la Eucaristía?”, y contestaban “No, en eso es ejemplar, no hemos tenido nunca un párroco que celebre tantas misas y con tanta devoción”, entonces “¿No visita a los enfermos?”, y respondían “No, en eso es ejemplar, a los enfermos le visita como el que más”, entonces ¿No prepara bien las catequesis?, y contestaban “No, en eso es ejemplar, las catequesis las prepara y las da por escrito”, entonces sorprendido el Padre Arrupe les pregunta “¿Entonces, donde está el problema?”, y les contesta “¡Es que lo hace todo muy bien pero no nos quiere!”. La respuesta de aquella gente era una respuesta llena de sentido y de un misterio que nos tiene que hacer examinar nuestra vida pastoral, no basta con mecánicamente hacer un trabajo, es que hay que amar, un catequista tiene que amar. Difícilmente va a ser buen catequista sin amar, sea sacerdote, sea catequista… Si uno está harto de los niños difícilmente va a ser buen catequista, hay que amarlos, hay que meterles en su situación, quererlos para que exista ese grado primero de identificación de corazones. Si no se ha ganado el corazón difícilmente uno va a ganar la cabeza, el conocimiento no es meramente racional, es afectivo, y en las generaciones actuales más que nunca, si no se gana el corazón las ideas van a rebotar, van a ser huecas. El Catecismo Mayor cuando se traslada tiene que haber todo un esfuerzo pedagógico y un camino de Encarnación para que esa semilla al final prenda y crezca como un árbol fuerte.

Madre amable

Amable es la persona que, por su actitud y su trato para con los demás, se hace amar.

Amable es la persona que es agradable cuando nos dirige la palabra.   Amable es quien interpreta bien y sabe disculpar los errores ajenos. Amable es además quien acoge al que anda solitario, quien se anticipa cuando ve una necesidad de ayuda, quien va a consolar donde hay algún dolor.

La amabilidad sale de un buen corazón. Creemos que la bondad de María hizo de ella una madre amable, una vecina amable, una compañera y amiga amable.

ORACIÓN

Virgen María,
cuando lo pensamos, nos encanta la amabilidad.
Pero a la hora de la práctica
tenemos mucho peligro de ser envidiosos,
de ser picajosos, de decir palabras que ofenden
y de pensar en nosotros mismos sin mirar hacia los demás.

Madre nuestra,
danos una voluntad fuerte para dominar la lengua.
Danos un corazón grande donde quepan todos los compañeros.
Danos unos ojos listos para mirar por  aquellos que nos necesitan.
¡Madre Amable, ruega por nosotros pecadores!

Ecclesia in Medio Oriente

70. Las escuelas exegéticas de Alejandría, Antioquía, Edesa o Nisibis, contribuyeron en gran medida a la inteligencia y a la formulación dogmática del misterio cristiano en los siglos IV y V.[69] Toda la Iglesia les está agradecida. Los partidarios de diversas corrientes de interpretación de los textos coincidían sobre algunos principios tradicionales en exégesis, comúnmente admitidos por las Iglesias de Oriente y Occidente. El más importante es el creer que Jesucristo encarna la unidad intrínseca de los dos Testamentos y, por consiguiente, la unidad del designio salvífico de Dios en la historia (cf. Mt 5,17). Los discípulos comenzaron a comprender esta unidad sólo a partir de la Resurrección, cuando Jesús fue glorificado (cf. Jn 12,16). A continuación viene la fidelidad a una lectura tipológica de la Biblia, de acuerdo con la cual algunos hechos del Antiguo Testamento son una prefiguración (tipo y figura) de las realidades de la Nueva Alianza en Jesucristo, clave de lectura de toda la Biblia (cf. 1 Co 15,22. 45-47; Hb 8,6-7). Los textos litúrgicos y espirituales de la Iglesia testimonian la permanencia de estos dos principios de interpretación que estructuran la celebración eclesial de la Palabra de Dios e inspiran el testimonio cristiano. En este sentido, el Concilio Vaticano II precisó ulteriormente que, para descubrir el sentido exacto de los textos sagrados, hay que prestar atención al contenido y a la unidad de toda la Escritura, teniendo en cuenta la Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe[70]. En la perspectiva de un acercamiento eclesial a la Biblia, será de gran ayuda una lectura individual y en grupo de la Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini.


[69] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Unitatis redintegratio, sobre el ecumenismo, 14.

La cena nupcial del Señor

1.- LA SANGRE DE LA ALIANZA.– Los ritos ancestrales de la Pascua judía hunden sus raíces en ritos aún más antiguos, aunque adquieren un sentido nuevo y prefiguran al mismo tiempo el sacrificio por excelencia, el sacrificio definitivo, el sacrificio de Cristo. La sangre ha sido siempre un elemento que ha estremecido al hombre, al mismo tiempo que ha visto en ella una fuerza misteriosa.

Al relacionarla con la alianza se pone el acento en la unidad. En cierto modo es una realidad que también hoy está en vigor. Y así se dice que los hermanos tienen la misma sangre, o se establece una especial relación entre quien da su sangre y el que la recibe. Así al participar los pactantes de la misma sangre se establecía entre ellos una estrecha unión.

2.- LA SANGRE DE CRISTO.- El Misterio de la Redención alcanza cotas muy altas en la Eucaristía. Hemos de recordarlo de modo especial hoy, día en que se celebra la gran fiesta del Corpus Christi, en la que los cristianos rendimos adoración al Santísimo Sacramento del altar, le tributamos el culto supremo a Jesús sacramentado. Él quiso derramar su sangre en sacrificio de expiación por nosotros. Antes esta realidad el hagiógrafo exclama: «Si la sangre de los machos cabríos… tienen el poder de consagrar a los profanos, ¡cuánto más la sangre de Cristo que, en virtud del Espíritu eterno se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo!»… Sangre de Cristo, embriágame.

3.- CRISTO, CORDERO DE DIOS.- Los ázimos es el nombre que recibían los panes preparados sin levadura, para comerlos durante los días de la Pascua. El pan de días anteriores, confeccionados con levadura, tenía que haberse consumido ya o ser destruido, pues se consideraba que la fermentación de la masa ludiada era una especie de impureza, incompatible con la fiesta pascual.

Pero más importante que el pan ázimo era el cordero inmolado en esa fiesta. Se recordaba así la sangre de aquellos corderos con la cual se tiñeron los dinteles de las casas de los hebreos, librándolos así de la muerte…En la nueva fiesta pascual, en la Pascua cristiana, Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, como lo recordamos antes de la comunión de su Cuerpo y su Sangre, Alma y Divinidad. En ese momento se nos recuerda, con palabras del Apocalipsis, que estamos invitados a la cena nupcial del Señor.

Antonio García-Moreno

Esto es mi cuerpo; ésta es mi sangre

El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero pascual, sus discípulos le preguntaron: «¿Dónde quieres que vayamos a preparar la cena de la pascua?».

Mandó entonces a dos de sus discípulos y les dijo: «Id a la ciudad, y os encontraréis con un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, donde entre, decid al dueño: El maestro dice: ¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer con mis discípulos la cena de la pascua? Él os mostrará una sala en el piso de arriba, grande, alfombrada y dispuesta. Preparadla allí». Los discípulos fueron, llegaron a la ciudad y encontraron todo como les había dicho; y prepararon la cena de la pascua. Durante la cena Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo». Después tomó un cáliz, dio gracias, se lo pasó a ellos y bebieron de él todos. Y les dijo: «Ésta es mi sangre, la sangre de la alianza, que será derramada por todos. Os aseguro que ya no beberé más de este fruto de la vid hasta el día en que beba un vino nuevo en el reino de Dios». Después de haber cantado los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.

Marcos 14, 12-16.-22-26

 

Comentario del Evangelio

En estas fechas se están celebrando en las parroquias la Primera Comunión de muchas personas, la primera vez que muchas personas reciben el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Muchas veces en las parroquias nos quedamos tristes porque son muchos los niños y niñas que después de la Primera Comunión no suelen aparecer por la parroquia.

Es un desafío para toda la Iglesia conseguir que las personas reciban a Cristo no sólo un día, sino durante toda su vida. Y también que cuando comulgamos cada uno de nosotros seamos siempre conscientes de que recibimos a Jesús, fuente de nuestra vida.

 

Para hacer vida el Evangelio

• Pregunta en tu parroquia cuantos niños hacen la Primera Comunión este año. Y pregunta cuantos niños han continuado participando en la vida de la parroquia de los que hicieron la Primera Comunión el año pasado.

• ¿Por qué comulgamos los cristianos? ¿Qué cambia en nosotros cuando comulgamos?

• Toma un compromiso para animar a que los niños y niñas que hacen la Primera Comunión en tu parroquia continúen participando de la vida de la Iglesia.

Oración

Tú nos enseñaste a comer,
que es compartir con los amigos,
que es hablar la vida, incluso
con lo que te traicionen,
que es disfrutar juntos y que haya
de todo para todos,
para, al final, sentirse unidos,
compañeros de camino
y constructores de unas relaciones sanas y una tierra nueva.
El que come tu Carne, el que Comulga,
se aparta de otros alimentos nocivos.
Se aleja de la competitividad,

no le sirve la prisa,
se aparta del poder
y relativiza el prestigio.
Hazte, Señor, carne de nuestra carne y vida de nuestra vida.

Tu eres, Señor, nuestro mejor alimento

Ahora que están de moda
las recetas culinarias,
que todo el mundo busca
alimentos energéticos,
simplicidad en la adquisición
y preparación
al tiempo que vitaminice y sea sabroso,
los cristianos tenemos
el tesoro de tu Mesa.

Tú nos enseñaste a comer,
que es compartir con los amigos,
que es hablar la vida, incluso
con lo que te traicionen,
que es disfrutar juntos y que haya
de todo para todos,
para, al final, sentirse unidos,
compañeros de camino
y constructores de unas relaciones sanas
y una tierra nueva.

Tú que nos invitas a reunirnos
en tu recuerdo
y a partir y repartir el pan
unos con otros, nos dejaste un mensaje,
una misión, una tarea,
que es sentarnos a la mesa, unidos,
y hacer de la tierra entera una familia.

Cada vez que comemos tu Cuerpo,
nos comprometemos contigo,
confirmamos que queremos vivir
a tu manera y que nos unimos
a toda la Iglesia, tu gente,
para cumplir tus sueños de amor y fraternidad.

El que come tu Carne, el que Comulga,
se aparta de otros alimentos nocivos.
Se aleja de la competitividad,
no le sirve la prisa,
se aparta del poder
y relativiza el prestigio.
Hazte, Señor, carne de nuestra carne
y vida de nuestra vida.

Mari Patxi Ayerra

Notas para fijarnos en el evangelio del Domingo del Corpus Christi

• “Envió dos de sus discípulos” (13) …“prepararon la cena” (16). Los discípulos, esdecir, la Iglesia, hacen posible la Eucaristía, la preparan. Ahora bien, después dejan actuar el Señor (22-25). Es Él el autor de loque acontece.

• El “Pan” (22) sugiere vida, todo lo que es necesario para vivir.

• “Cuerpo” (22): en el lenguaje bíblico es expresión de toda la persona. Se está dicien- do, pues, que Jesús se entrega todo Él.

• “La sangre” (24) es dónde está el principiode vida de todo ser animado. En la Biblia la sangre es sagrada porque es Dios, el Creador, quien dio la vida.

• “Sangre de la alianza” (24) hace referenciaal pacto de fidelidad que Dios hizo con el Pueblo en el desierto (Ex 24,4-8). La alianzadel Sinaí entre Dios y el pueblo había sido sellada con la sangre de las víctimas ofrecidas en sacrificio (ver también Za 9,11). Ahora, sin embargo, no se trata de la sangre de un cordero: la sangre del mismo Jesús sellará la nueva alianza de Dios con la humanidad.

• “Por todo el mundo” (24), literalmente“por muchos”, es una fórmula semítica que equivale a «por toda la humanidad». En Jesús se realiza lo que Isaías había anunciado sobre el siervo del Señor que da la vida para salvar a los pecadores (Is 53,10-11) (véasetambién 1Tm 2,5-6; 1Pe 2,21-25). Jesús, con este gesto que manifiesta su amor universal, hace realidad el designio salvador de Dios.

• El “vino nuevo” (25) simboliza la novedad que trae Jesús: “el Reino de Dios”. La Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección del Señor, nos hace participar de esta novedad.

• “Cantar los salmos” (26) hace referencia a los salmos 115-118, que se cantaban una vez acabada la cena pascual y que expresan las maravillas que Dios hace con su pueblo.

• La Eucaristía es el memorial de la muerte y resurrección del Señor. Expresa la fe de la Iglesia y actualiza la Alianza. Alianza por la cual Dios lo da todo –se da del todo– por su Pueblo, y nosotros, su Pueblo, también nos damos a los hermanos, prioritariamen- te a los más pobres –he aquí la comunión–.

• Adorar la Eucaristía –actitud tan propia de esta fiesta de Corpus– supone un compromiso de donación de la vida por el bien de los pobres.

Comentario al evangelio – 31 de mayo

Este episodio narra la petición que hacen a Jesús los hijos de Zebedeo y un sustancioso monólogo ulterior de Jesús con los discípulos. Está situado estratégicamente: Justamente detrás del tercer anuncio de su Pasión y Resurrección que el Maestro hace a los suyos en su dramática subida a Jerusalén. La carga correctiva que contiene es manifiestamente clara: Mientras Jesús anuncia su inmediato futuro de condena, sufrimiento y muerte, los discípulos están en otra onda, aspirando a puestos de honor y de gloria. Este es el contexto del escalofriante relato que hoy nos propone la liturgia. ¿Qué enseñanzas podemos extraer de este episodio?

La paciencia de Cristo.

Llama poderosamente la atención el hecho de que Jesús lejos de impacientarse y de arrojar a estos codiciosos “hijos del trueno” de su vista, responde a la petición que le proponen encaminándoles sabiamente desde la superficialidad de sus vanidades mundanas y cicateras a la profundidad de la elección suprema de beber su mismo cáliz. A Jesús no le escandaliza la estrechez de miras de aquellos dos discípulos hermanos. Se muestra como el profeta de la misericordia, capaz de corregir con paciencia sin exasperar ni fustigar. Porque el amor todo lo aguanta, Jesús jamás rechazó a nadie… ni siquiera a los que, como estos discípulos, después de tanto tiempo con Jesús no lograban entenderle. Tal vez la paciencia con el corto de miras o con el tardo de entendederas sea una de las formas actuales de decir “Dios” en nuestro mundo de hoy. Y la paciencia…, no se nos olvide, todo lo alcanza. ¡Palabra de Teresa la de Jesús!

La humildad de Cristo.

Servir es rebajarse ante aquel a quien se sirve. El servidor se sitúa al menos un peldaño por debajo de quien es servido.  Ello explica que todos busquemos profesiones que no nos obliguen a rebajarnos ante nadie, sino a permanecer autónomos e iguales. Pero parece que en la mente y en el corazón de Jesús las cosas van por otro lado. El no cuestiona sobre dignidades, sino sobre el amor. Un enamorado intenta agradar a su amada y ni se le pasa por la cabeza que con ello es “menos”. Se ha transformado su corazón de manera que la voluntad de la otra persona se ha hecho propia. Jesús habló y, sobre todo, vivió algo así, pero con mayúsculas. Y quiso que los suyos fueran de este linaje. Sabemos que los cargos, sobre todo si son altos, mezclan a los hombres pero no los unen. Y la desigualdad a favor del otro –entiéndase bien- es lo único que de verdad une, aunque ello se logre las más de las veces por vía de la aceptación y no tanto de la elección.

Se ha dicho que una de las carencias más lamentables de nuestra cultura occidental es la falta el trato directo con grandes personalidad, que sean modelos de vida. En efecto, es rarísimo encontrarse con una persona paciente y humilde al estilo de Cristo. Son muchísimos los que no han conocido a una persona verdaderamente servicial, o a alguien con integridad y amor verdaderos. Por eso es fundamental insistir en que la evangelización pasa por la imitación de actos excelentes, no por la aplicación de reglamentos o el respeto a leyes. No se puede aprender el evangelio sin mímesis, sin imitación, sin testigos. ¿Cómo van a entender si no ven? ¿Cómo verán si alguien no se lo muestra? ¿Cómo alguien mostrará el amor si no está seducido previamente?