Los hombros de María

Multitud de pueblos y de ciudades han visto en María, desde tiempos pretéritos, la fortaleza frente a la adversidad, la defensa ante la debilidad o el apoyo en período de lucha (física y espiritual).

Las palabras del ángel «nada hay imposible para Dios», han cobrado fuerza en la vivencia de los creyentes que, antes, ahora y ojala mañana, han tenido de María: Dios da lo que se le pide, incluso, lo aparentemente imposible.

-Ella, en el camino de la fe, es un báculo sobre el que nos apoyamos para no ceder en la tentación del abandono.

-Ella, en el camino de la fe, es un buen cirineo que ayuda a llevar la cruz de la enfermedad, la prueba o  el desánimo.

-Ella, María, nos invita a mirar a Dios. A no ceder frente a la arbitrariedad de las cosas ni de los hombres.

 

El hombro de María, y no es palabrería barata, es  hombro para los hombres. Agua en período de sed; paz en meses de contienda; perdón en tardes de rencor; fe en época de incredulidad.

Miremos a María, en este ecuador del mes de mayo, y dejemos delante de su imagen este bastón. Quiere significar la fuerza y el apoyo (moral y espiritual) que, su presencia, supone en nuestra vida cristiana, parroquial, comunitaria, etc.

 

ORACIÓN

HOMBRO PARA EL HOMBRE
María;
Eres refugio en medio de la tormenta
Luz, en medio del cortocircuito de muchos días
Claridad, cuando la confusión
sale a nuestro encuentro
María;
Eres  hombro en el que merece la pena llorar
Eres  hombro sobre el que se puede apoyar
Eres hombro cuando fallamos las personas
Eres hombro cuando se lucha contra el hambre
María;
No dejes de ofrecer el hombro a tu pueblo
Sin El, nos costaría más levantarnos
Menos, el apartarnos de Dios
Mas, el orientarnos hacia el cielo
Menos, vivir como quien no vive en la tierra
María;
Eres hombro para el que busca a Dios
Eres hombro para el  que cree en Jesús
Eres hombro para el que ama
Eres hombro para el que espera
Eres hombro para el que te reza
Eres hombro para el que te canta
Amén

Rezamos un Ave María.