Oración
Por tu bondad, Señor y Hermano Jesús:
Concédenos escuchar tu Palabra con el corazón abierto y con nuestro ser entero orientado a Ti.
Haz que nos sea:
– luz en el caminar de nuestra vida,
– fortaleza en la lucha diaria,
– nuestro gozo en los sinsabores de nuestra existencia.
AMEN.
Mc 6, 7-13
«7Y llama a sí a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, y les daba autoridad sobre los espíritus inmundos, 8y les ordenó que nada tomasen para el camino, sino sólo un bastón, ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; 9sino: “Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas”.
10Y les decía: “Cuando entréis en una casa, quedaos allí hasta que salgáis de allí. 11Y si un lugar no os recibe y no os escuchan, yéndoos de allí, sacudíos el polvo de la planta de vuestros pies, como testimonio para ellos”.
12Y, saliendo, proclamaron para que se convirtieran; 13y expulsaban muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y curaban».
¡PALABRA DEL SEÑOR!
CONTEXTO
Este evangelio sigue al del pasado domingo. Tras el rechazo de los paisanos de Nazaret, comienza la tercera sección de la primera parte del evangelio, que va desde nuestro texto hasta 8,30 (aunque desde 8,22 hay varias perícopas que hacen de “bisagra” y pueden estar en una sección o en otra). Esta tercera sección comienza con el envío misionero de los discípulos y termina con la negativa de Pedro a aceptar el destino sufriente de Jesús. Empieza bien y termina mal, como las secciones anteriores. Es una de las “paradojas” del evangelio de Marcos: cuanto más y mejor se manifiesta Jesús, más aumenta la hostilidad, el rechazo o la incomprensión. ¿Cómo entender esto? ¿Qué nos sugiere? Al envío de los misioneros, y hasta contar su retorno en 6,30, sucede el episodio de la muerte de Juan Bautista, en medio de un banquete (el de Herodes, que produce muerte) y después, en clara contraposición, se narrará otro “banquete” (el episodio de la multiplicación), el de Jesús, que es de vida.
TEXTO
Con una sintaxis un tanto extraña (la traducción que presentamos es bastante literal y lo podéis comprobar), el texto se divide claramente en tres partes: a) la convocatoria de los Doce y las palabras de Jesús sobre los medios para la misión (vv. 7-9); b) las palabras de Jesús sobre cómo han de actuar los misioneros (en positivo y en negativo) (vv. 10-11); c) el cumplimiento de la misión por parte de los discípulos (vv. 12-13). Destaca la extremaparquedad en los “medios materiales” para el envío (abundancia de negaciones), frente a la extraordinaria riqueza de su “equipamiento espiritual”: la autoridadconcedida por Jesús (v. 7), que les permite hacer obras poderosas (v. 13).
ELEMENTOS A DESTACAR
• La labor de Jesús: convocar, enviar y dar autoridad: todo (verdadero) encuentro con Jesús conlleva una capacitación para hacer presente el Reino de Dios en unenvío comprometido. No debemos romper nunca la vida espiritual y el compromiso por el Reino, mística y entrega van de la mano; y tenemos que ser conscientes de la autoridad que el Señor nos concede para poder hacer presente el Reino siguiendo su estilo y su modelo.
• La etimología del término “autoridad” (exousía) nos habla de autenticidad y de coherencia. Tenemos que anunciar de verdad lo que vivimos y somos de verdad.
• Jesús minimiza el “equipamiento material” para la misión, pero capacita a los suyos para hacer frente a los “espíritus inmundos”, es decir, frente a todo aquello que impide que Dios sea una realidad gozosa y salvadora en el interior de las personas. ¿No nos preocupamos demasiado de los medios materiales para la misión mientras apenas lo hacemos con nuestro poder espiritual? ¿Hacemos presente en la práctica la capacitación que nos da Jesús?
• La importancia textual del “allí” evoca la importanciade la misión concreta que tenemos que llevar adelante como misioneros de Jesús. ¿Tenemos clara nuestramisión? ¿Sabemos cuál es nuestro concreto “allí”?
• Las obras misioneras señaladas en el v. 13, ¿forman parte de nuestra misión como discípulos y discípulas de Jesús? ¿Cuál es el aspecto de la misión apostólica que tiene más importancia hoy para nosotros?
Paso 1 Lectio: ¿Qué dice el texto? Atiende todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas.
Paso 2 Meditatio: ¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?
Paso 3 Oratio: ¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…
Paso 4 Actio: ¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?
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