Vísperas – Martes XXVIII de Tiempo Ordinario

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: TÚ QUE ERES CRISTO, EL ESPLENDOR Y EL DÍA.

Tú que eres, Cristo, el esplendor y el día,
y de la noche ahuyentas las tinieblas,
Luz de Luz que a tus fieles
cual luz te manifiestas,

te pedimos, Señor, humildemente
esta noche que estés de centinela,
en ti hallemos reposo
y la paz nos concedas.

Si se entregan al sueño nuestros ojos,
en ti vigile el corazón alerta,
y rogamos tus hijos,
Señor, que nos protejas.

Defensor nuestro, míranos, rechaza
al enemigo cruel que nos acecha
y, a quienes redimiste
con tu sangre, gobierna.

A ti, Cristo, Señor del universo,
y a ti, Padre, alabanza dondequiera,
y al Amor, por los siglos
loores. Amén.

SALMODIA

Ant 1. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.

Salmo 136, 1-6 – JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA.

Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.

Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»

¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;

que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.

Ant 2. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.

Salmo 137 – HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DE UN REY

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre;

por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.

Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.

El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.

Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.

El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.

Ant 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12

Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

LECTURA BREVE   Col 3, 16

Que la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de todo corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.

RESPONSORIO BREVE

V. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

V. De alegría perpetua a tu derecha.
R. En tu presencia, Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo.

PRECES

Invoquemos a Cristo, que da fuerza y poder a su pueblo, diciendo:

Señor, escúchanos.

Cristo, fortaleza nuestra, concede a todos tus fieles, a quienes has llamado a la luz de tu verdad,
que tengan siempre fidelidad y constancia.

Haz, Señor, que los que gobiernan el mundo lo hagan conforme a tu querer,
y que sus decisiones vayan encaminadas a la consecución de la paz.

Tú que con cinco panes saciaste a la multitud,
enséñanos a socorrer con nuestros bienes a los hambrientos.

Que los que tienen en su mano los destinos de los pueblos no cuiden sólo del bienestar de su nación,
sino que piensen también en los otros pueblos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Cuando vengas en tu día a ser glorificado en los santos,
da a nuestros hermanos difuntos la resurrección y la vida feliz.

Todos juntos, en familia, repitamos las palabras que nos enseñó Jesús, y oremos al Padre diciendo:

Padre nuestro…

ORACION

Puestos en oración ante ti, Señor, imploramos tu clemencia y te pedimos que nuestras palabras concuerden siempre con los sentimientos de nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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Lectio Divina – 16 de octubre

Lectio: Martes, 16 Octubre, 2018
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos preceda y acompañe, de manera que estemos dispuestos a obrar siempre el bien. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Lucas 11,37-41
Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entró, pues, y se puso a la mesa. El fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad. ¡Insensatos! El que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis y entonces todo será puro para vosotros.
3) Reflexión
• En el evangelio de hoy sigue la relación tensa entre Jesús y las autoridades religiosas de aquel tiempo. A pesar de la relación tensa, había algo familiar entre Jesús y los fariseos. Convidado a comer en casa de ellos, Jesús acepta la invitación. Jesús no pierde ante ellos la libertad, ni los fariseos ante Jesús.
• Lucas 11,37-38: Admiración del fariseo ante la libertad de Jesús. “Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entró, pues, y se puso a la mesa”. Jesús acepta la invitación de comer en casa del fariseo, pero no cambia su manera de actuar, pues se sienta sin antes lavarse las manos. Ni el fariseo muda de actitud ante Jesús, pues expresa su admiración por el hecho que Jesús no se lava las manos. En aquel tiempo, lavarse las manos antes de las comidas era una obligación religiosa, impuesta a la gente en nombre de la pureza, exigida por la ley de Dios. El fariseo se extrañó viendo que Jesús no observa esta norma religiosa. Y, a pesar de ser totalmente diferentes, el fariseo y Jesús tenían algo en común: la seriedad de vida. La forma de vivir de los fariseos era así: cada día dedicaban ocho horas al estudio y a la meditación de la ley de Dios, otras ochos horas al trabajo para poder dar de comer a la familia, y dedicaban otras ocho horas al descanso. Este testimonio serio de su vida les daba un gran sentido de liderazgo popular. Quizá era por esto que, a pesar de ser totalmente diferentes, los dos, Jesús y los fariseos, se entendían y se criticaban mutuamente, sin perder la posibilidad de diálogo.
• Lucas 11,39-41: La respuesta de Jesús. “¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad!. ¡Insensatos! El que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? Dad más bien en limosna lo que tenéis y entonces todo será puro para vosotros”. Los fariseos observaban la ley al pie de la letra. Miraban sólo la letra y, por esto, eran incapaces de percibir el espíritu de la ley, el objetivo que la observancia de la ley quería alcanzar en la vida de las personas. Por ejemplo, en la ley está escrito: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19,18). Y ellos comentaban: “Debemos amar al prójimo, pero sólo al prójimo, a los otros ¡no!” Y de allí nacía la discusión sobre la cuestión: “¿Quién es mi prójimo?” (Lc 10,29) El apóstol Pablo escribe en la segunda carta a los Corintios: La ley escrita da muerte, mientras que el Espíritu da vida” (2Cor 3,6). En el Sermón de la Montaña, Jesús crítica a los que observan la letra de la ley, pero que no acata el espíritu de la Ley (Mt 5,20). Para ser fiel a lo que Dios pide de nosotros no basta observar sólo la letra de la ley. Esto sería lo mismo que limpiar el vaso o el plato por fuera y dejar el interior lleno de suciedad: robo y maldad. No basta no matar, no robar, no cometer adulterio, no jurar. Sólo observa plenamente la ley de Dios aquel que, más allá de la letra, va hasta la raíz y arranca desde dentro de sí los deseos de “robo y de maldad” que pueden llevar al asesinato, al robo, al adulterio. La plenitud de la ley se realiza en la práctica del amor (cf. Mt 5,21-48).
4) Para la reflexión personal
• Nuestra Iglesia, ¿merece hoy esta acusación de Jesús contra los escribas y los fariseos? ¿Y yo, la merezco?
• Respetar la seriedad de vida de los demás que piensan de forma diferente de nosotros puede facilitar el diálogo tan necesario y tan difícil hoy en día. ¿Cómo practico el diálogo en familia, en el trabajo y en la comunidad?
5) Oración final
¡Llegue a mí tu amor, Yahvé,
tu salvación, conforme a tu promesa!
Y daré respuesta al que me insulta,
porque confío en tu palabra. (Sal 119,41-42)

Libros sobre feminismo que nos pueden ayudar

He aquí una selección mínima de libros, clásicos y recientes, sobre la nueva visión ecofeminista. Todos merecen estar en nuestra biblioteca de papel, pero en todo caso están en la red. Los recomendamos vivamente para cambiar nuestra «visión», tanto mediante la lectura/estudio individual, cuanto como texto-base para el diálogo en grupo, la reflexión comunitaria… un capítulo por sesión, por ejemplo.

• El Mito de la Diosa. Evolución de una imagen. Anne BARING y Jules CASHFORD, Siruela, Madrid 2005, 851 pp. En la red.

Considerado una pieza maestra de investigación, sus autoras recopilan los hallazgos arqueológicos de nuestra prehistoria, y ponen a la luz lo femenino en el itinerario mitológico y espiritual de nuestra especie. El resultado es una visión nueva, que rompe el desequilibrio de la dominación masculina que desde hace unos pocos milenios lastra nuestras culturas.

• El cáliz y la espada. Nuestra historia, nuestro futuro. Riane EISLER, Cuatro Vientos, Santiago de Chile 1990, 310 pp, prólogo de H. Maturana. En la red y en youtube.

Este libro popularizó en su momento los hallazgos de una generación de arqueólogos (con Marija Gimbutas a la cabeza) que sacaron a la luz una «Vieja Europa» anterior en varios milenios a la «historia que comienza en Sumer»: culturas desarrolladas, pacíficas, matrilineales… arrasadas luego por las famosas invasiones indoeuropeas que trajeron dioses masculinos guerreros. Hubo un momento en nuestra evolución como especie en que cambiamos nuestra relación con la naturaleza, un desvío que aún debemos desandar…

• Gaia y Dios. Una teología ecofeminista para la recuperación de la Tierra, Rosemary RADFORD RUETHER, DEMAC, México 1993, 318 pp. En la red.

Simplemente, un «clásico» imprescindible. La autora analiza las fuentes históricas de Occidente y encuentra las ideas que causaron la actual situación. Propone entonces una nueva teología desde una nueva actitud ante la vida. Gaia, símbolo del planeta concebido como algo vivo y sagrado, no tiene por qué ser antagónica ante Dios; en algún sentido –dice la autora– «debería remplazar a Dios como objeto de nuestra adoración» (p. 16).

• Sin Visiones nos perdemos. Reflexiones sobre Teología Ecofeminista Latinoamericana. Mary Judith RESS. Conspirando, Santiago de Chile, 2012, 236 pp. En la Biblioteca Virtual de Conspirando.

Aunque la teología de la liberación fue un hito en lo social, hoy necesitamos ir más allá. La teología ecofeminista se abre a nuevos marcos de referencia para la comprensión de la vida, la tierra y los humanos. El libro da cuenta del origen, las fuentes, el desarrollo, y los desafíos de la teología y la espiritualidad eco-feminista. Todo un testimonio vivencial, personal y colectivo. Sumamente recomendable.

• Del Cielo a la Tierra. Antología de teologíafeminista. RESS–SEIBERT–SJØRUP (coords). Sello Azul,Santiago de Chile 21997, 539 pp. En Conspirando.

Ensayos de teólogas de EEUU y de Europa sobre: nuevas imágenes de la divinidad, el sexismo en la cristología, la mariología, la Iglesia…; reconceptualización de las categorías teológicas… Imprescindible.

• Eterno Deseo: Reflexiones para una eco-espiritualidad. Laicos/as de Maryknoll, Conspirando, Santiago de Chile 2011, 150 pp. En la Biblioteca Virtual de Conspirando.

Recursos prácticos de eco-espiritualidad elaborados por los misioneros laicos/as de Maryknoll en Chile: oraciones, pensamientos, celebraciones… desde una espiritualidad eco-centrada. Estructurado en torno a las cuatro estaciones del año, incluye la famosa celebración de la Caminata Cósmica.

El Colectivo CONSPIRANDO ha abierto al público una «biblioteca virtual», ofreciendo en ella gratuitamente sus propios libros y todos los números de su revista, dedicada al ecofeminismo, aquí:

http://conspirando.cl/libros-conspirando Véase también Genesis Library: http://gen.lib.rus.ec y servicioskoinonia.org/BibliografiaNuevosParadigmas.pdf

El único director

Pocos meses después del inicio de la guerra civil española, Manuel García Morente se exiliaba en París «sin dinero, y con el alma transida de angustia y de dolor». Filósofo y ateo, viudo desde 1923, se castigaba en su interior por una preocupación de índole moral: «¿Había hecho bien en abandonar mi casa y a mis hijas y ponerme egoístamente a salvo?»
No quería ni podía permanecer inactivo. Comenzó a hacer las gestiones oportunas para lograr que sus hijas se reunieran con él en Paris. Asimismo, buscó oportunidades profesionales que le permitieran salir del apuro económico. Nada salía como él quería, pero lo cierto es que los problemas se solucionaban por medios del todo insospechados. En poco tiempo tuvo la oportunidad de conseguir la marcha de sus hijas a Barcelona, así como de lograr trabajos remunerados muy distintos de aquellos en los que él había puesto sus esfuerzos.
«¿Quién es ese algo distinto de mí que hace mi vida en mí y me la regala?» Esta pregunta le acompañó durante su estancia en París, y le preparó para el hecho extraordinario de su conversión. Durante tres ocasiones negó expresamente la posibilidad, quizá infantil, de que fuera Dios quien estaba detrás de todas esas «casualidades». «Pero el hecho era evidentísimo»; todo transcurría según un guión perfectamente trazado cuya autoría solo podía obedecer a Alguien trascedente.
Traer a nuestro presente la experiencia de García Morente pone de manifiesto cómo ejerce Dios la guía de nuestras vidas como único director de cada alma. Es cierto que en ocasiones me refiero al acompañante como director espiritual, consciente de que se trata de una referencia válida únicamente si se tiene en cuenta que la voz del acompañante espiritual está llamada a ser eco de la voz divina, reflejo de la tarea del verdadero y único director de toda alma: Dios mismo.
Esta consideración de Dios como único director dibuja la vida espiritual con trazos de extraordinaria humildad: reconocer la acción de Dios y darle gracias, aun en la dificultad. La tarea del acompañamiento espiritual tiene mucho que ver con ese reconocer la acción de Dios en nuestras vidas y hallar la lógica de Dios en nuestro tiempo y en nuestra historia. Dentro de este contexto, el acompañamiento espiritual es dejar que Dios hable, y eso tiene consecuencias muy concretas. El coloquio espiritual está llamado a ser preparado en la «pasividad» de la oración (¿qué piensa Dios de mí?), guarda relación con la búsqueda de una respuesta (¿qué me está pidiendo Dios ahora a través de estos hechos concretos?) y está llamado a ser paciente y esperanzado, porque no siempre es fácil comprender la voluntad de Dios.
De modos distintos, pero convergentes, los tres últimos Pontífices han subrayado esta prioridad de Dios sobre el actuar humano, y lo han expresado de diversas maneras. San Juan Pablo II subrayaba la importancia de la fe en Dios cuando escribía sobre la primacía de la gracia; Benedicto XVI invitaba a la esperanza al afirmar reiteradamente que Dios no fracasa, y el Papa Francisco movía a la caridad como respuesta a un Dios que es primero en el amor.
Estas aportaciones guardan relación íntima con el origen y término de todo acompañamiento espiritual, porque en el tenor de esa conversación el único director formará en nosotros, poco a poco, una inteligencia impregnada por la fe, una memoria transida por la esperanza y una voluntad que vive para el amor.
Cuenta conmigo, Fulgencio Espa

Gaudete et exsultate (Francisco I)

109. La fuerza del testimonio de los santos está en vivir las bienaventuranzas y el protocolo del juicio final. Son pocas palabras, sencillas, pero prácticas y válidas para todos, porque el cristianismo es principalmente para ser practicado, y si es también objeto de reflexión, eso solo es válido cuando nos ayuda a vivir el Evangelio en la vida cotidiana. Recomiendo vivamente releer con frecuencia estos grandes textos bíblicos, recordarlos, orar con ellos, intentar hacerlos carne. Nos harán bien, nos harán genuinamente felices.

Recursos – Domingo XXIX de Tiempo Ordinario

PRESENTACIÓN DE ALGÚN ELEMENTO DEL APERITIVO

(Este signo supone que se va a realizar una pequeña fiesta de la comunidad después de la Eucaristía, como inicio del Curso Pastoral, o… Concretamente, podrían ser una bolsa de patatas fritas y un refresco, aunque esto sólo sea una sugerencia, que puede ser sustituido por cualquier otra cosa. La ofrenda la han de hacer dos personas, y una de ellas dice:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Te traemos, Señor, estas muestras de la fiesta que seguirá a este encuentro de fe de nuestra comunidad, reunida en torno a la mesa de tu Palabra y del Cuerpo de tu Hijo. Queremos con este gesto hacer crecer todavía más nuestro amor y fraternidad. Tú lo haces, cada domingo, con tu Palabra y la Comunión; pero nosotros y nosotras, por nuestra parte, queremos sumar a tu gracia nuestro empeño por construirnos cada vez más como una comunidad unida, sin fisuras ni barreras que nos separen y enfrenten.

PRESENTACIÓN DEL CARTEL MISIONERO DEL “DOMUND”

(Conviene presentarlo el domingo anterior, como forma de sensibilización de la Comunidad-Parroquia. Puede hacer la ofrenda uno(a) de los(as) jóvenes de la comunidad. Lo debe situar en un lugar bien visible)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo este cartel misionero del DOMUND que anuncia la Jornada que celebra la Iglesia el próximo domingo. Con él, en mi nombre y en el de toda la comunidad, te quiero hacer presente nuestro deseo y compromiso evangelizador. Pero también queremos crear una “Cadena de solidaridad” con otros pueblos, con muchas menos posibilidades que nosotros y nosotras. Por eso, desde hoy, toda esta semana y, especialmente, el domingo que viene, nos comprometemos a participar en la campaña del DOMIUND. Acepta, Señor y Padre nuestro, nuestros gestos que hablan de fraternidad, de comunión y de solidaridad.

PRESENTACIÓN DE UNAS MANOS VACÍAS

(La puede hacer una mujer. Con las manos en forma de cuenco, dice:)

ORACIÓN – MOTIVACIÓN: Aquí me tienes, Señor, con las manos vacías, expresando mi debilidad y mi absoluta confianza de que, si Tú no las llenas, no tienen nada. Te ofrezco, en nombre de toda la comunidad, nuestro corazón humilde, porque somos conscientes de que sólo así Tú lo llenarás con tu gracia. Señor, danos tu fuerza para creer y seguir en fidelidad a tu Hijo y danos su Cuerpo como alimento para nuestras vidas.

PRESENTACIÓN DE UN PARAGUAS

(Hace la ofrenda una persona adulta de la comunidad)

ORACIÓN – MOTIVACIÓN: Señor, yo te traigo hoy este paraguas. Es y ha sido muchas veces, en mi vida y en la de muchos de nosotros y de nosotras, el símbolo de nuestras actitudes evasivas ante los compromisos y las exigencias que Tú nos has transmitido a través de tu Palabra. Muchas veces, o hemos mirado hacia otro lado o hacia otras personas. Hoy, con esta ofrenda, te queremos pedir que nos cambies el corazón y nos lo hagas receptivo a tu palabra y a sus exigencias.

PRESENTACIÓN DE LOS GRUPOS DEL CATECUMENADO DE ADULTOS

(Bien pudiera haber una representación numerosa de los distintos grupos de Catecumenado que hubiere en la Comunidad-Parroquia. También sería bueno preparar una HOJA IMPRESA con el proyecto que trabajan para poderlo ofrecer a todos los participantes en la celebración. En nombre de todos, una de las personas dice:)

ORACIÓN – MOTIVACIÓN: Señor y Padre nuestro: queremos, antes que nada, agradecerte de corazón por el regalo que nos has hecho en Jesús, tu Hijo amado y nuestro Hermano. Pero, también, queremos expresarte nuestro deseo de seguir profundizando en nuestra fe, para así poder comunicarla, vitalmente, a nuestra cultura y entorno. Al presentar hoy a la comunidad el proyecto de nuestros grupos del CATECUMENADO de ADULTOS, a Ti te ofrecemos nuestro compromiso de trabajarlo con buen ánimo y de ayudarnos mutuamente en esta labor, tan interesante como necesaria hoy en día. Acoge nuestra ofrenda, Padre.

Oración de los fieles – Domingo XXIX de Tiempo Ordinario

Jesús nos dijo:” Pedid y se os dará”: Con esa confianza de hijos presentamos nuestras plegarias al Padre diciendo: DANOS, SEÑOR, TU VIDA ETERNA.

1.- Por la Iglesia peregrina y misionera, el Papa, los obispos, sacerdotes y fieles para que lleven en su interior la alegría de ser Hijo de Dios y la trasmitan a los demás. OREMOS.

2.- Por los que se encuentran enfermos, sus familiares y amigos, para que el dador de la Vida, les conceda la salud y la vuelta al trabajo en el Reino de Dios. OREMOS

3.- Por los misioneros, que han sido llamados por Dios a llevar su Palabra a los demás, para que en las dificultades y debilidades el Señor los asista con su Gracia. Y nosotros podamos celebrar coherentemente el día del DOMUND. OREMOS

4.- Por los padres de familia para que sean portadores de la Palabra de Dios a sus hijos y despierten en ellos la alegría de tener a Dios como Padre. OREMOS

5.- Por los médicos, enfermeras e demás personal sanitario para que su trabajo por los demás lleve el sello de Dios que da el ciento por uno. OREMOS

6.- Por los pueblos de misión para que descubran la Verdad y la Justicia que revela la Palabra de Dios. OREMOS

7.- Por la paz y la concordia entre todos los hombres y mujeres de la tierra. Y, especialmente, por todos los presentes en esta eucaristía. OREMOS

Danos, Señor, lo que tu pueblo pide confiado en el gran Amor que nos tienes. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Comentario al evangelio – 16 de octubre

Al leer en el calendario litúrgico el subrayado del evangelio de este martes de la semana 28 («dad limosna, y lo tendréis limpio todo»), me dije para mis adentros: Ah pero, bueno, ¿no dice san Pablo que aunque dé todos mis bienes a los pobres, si no tengo amor, de nada me sirve? Pues ¿cómo despacha Jesús su doctrina con esa frase? Pase que Jesús hable de limpieza: porque está hablando con un fariseo, y esa gente estaba obsesionada con la limpieza de las manos, de las jarras, de las ollas, de todos los cacharros, o, como se dice ahora, de toda la batería de cocina. En eso hace muy bien, porque conecta de inmediato con el lenguaje, los intereses, el mundo concreto, las preocupaciones e incluso las obsesiones de la gente. Pero ¿cómo es posible que un gesto exterior, que incluso puede servir (¡y lo dice el propio Jesús!) para nuestra ostentación, puede limpiarnos por completo?.

Y me acuerdo de la etimología de «limosna»: viene de la palabra griega eleemosýne, que significa «compasión». Más aún: recuerdo cómo, según dicen los estudiosos, la antropología de Jesús es unitaria, holista. Eso significa que para él el hombre entero, la mujer entera, ha de estar presente en cada acto que realiza. Por tanto, ha de estar presente en cuerpo y alma, con el corazón y las manos. Más en concreto, ha de decir «con en corazón en la mano» y ha de dar «con el corazón en la mano». Es como un dar dándose. Nada de obras muertas de mucho relumbrón hacia fuera; pero también nada de puros delicados sentimientos, tan delicados como estériles; y nada de discursos cuando la respuesta a la demanda (¡así que hay desafíos, dones y demandas a los que debo responder!) no son hueras palabras, sino dones muy concretos y muy materiales.

El caso es que me acabo de asomar al texto del evangelio (¡ya lo podía haber hecho antes!) y me encuentro con que me dice: «dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo». Me doy con el puño en la cabeza y me digo: ¿a qué tanto cavilar? Si hubieras leído directamente el evangelio, y no hubieras recurrido al comodín de una cita, tan coja por añadidura, habría evitado todos esos rodeos.