Señor, si consiguiéramos
vivir haciendo siempre lo que Tú nos propones,
nuestra vida sería una fiesta,
el cansancio y la rutina desaparecerían de nuestra historia
y sabríamos volcarnos del todo
en el momento presente, viviendo el aquí y el ahora,
con toda intensidad
y total dedicación,
dejando el pasado en tus manos
y el futuro abandonado en Ti.
Ayúdanos a vivir cada momento, entregándonos del todo,
sin escatimar una atención,
una caricia,
un estímulo,
una palabra amable,
el descubrimiento de lo mejor del otro.
Ayúdanos a disfrutar,
a vivir con pasión,
a gozar con intensidad,
a comunicarnos con sinceridad,
a relacionarnos con complementariedad, a saborear la variedad,
a enriquecernos con nuestras diferencias, a descansar en ti
y a sabernos facilitar la vida unos a otros.
Queremos ir a Ti cansados y agobiados,
recordar que cada día trae su afán,
que los pajarillos no se preocupan
y nuestro padre les da su alimento diario,
que las flores del campo no van de compras
y Dios les viste como el mejor modisto,
que ni un pelo de nuestra cabeza
se cae sin tu permiso.
Mari Patxi Ayerra