3 de JUNIO
VÍSPERAS
LUNES VII DE PASCUA
SAN CARLOS LUANGA Y COMPAÑEROS, mártires
INVOCACIÓN INICIAL
V.Dios mío, ven en mi auxilio
R.Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
HIMNO
Pléyade santa y noble de mártires insignes,
testigos inmortales del Cristo victimado;
dichosos, pues sufristeis la cruz de vuestro Amado
Señor, que a su dolor vuestro dolor ha unido.
Bebisteis por su amor el cáliz de la sangre,
dichosos cirineos, camino del Calvario,
seguisteis, no dejasteis a Jesús solitario,
llevasteis vuestra cruz junto a su cruz unida.
Rebosa ya el rosal de rosas escarlatas,
y la luz del sol tiñe de rojo el alto cielo,
la muerte estupefacta contempla vuestro vuelo,
enjambre de profetas y justos perseguidores.
Vuestro valor intrépido deshaga cobardías
de cuantos en la vida persigue la injusticia;
siguiendo vuestras huellas, hagamos la milicia,
sirviendo con amor la paz de Jesucristo. Amén.
SALMO 122: EL SEÑOR, ESPERANZA DEL PUEBLO
Ant. Será el Señor tu luz perpetua, y tu Dios será tu esplendor. Aleluya.
A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,
como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.
Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Será el Señor tu luz perpetua, y tu Dios será tu esplendor. Aleluya.
SALMO 123: NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR
Ant. La trampa se rompió, y escapamos. Aleluya.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
-que lo diga Israel-,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.
Nos habrían arrolado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.
Bendito el Señor, que no nos entregó
en presa a sus dientes;
hemos salvado la vida, como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. La trampa se rompió, y escapamos. Aleluya.
CÁNTICO de EFESIOS: EL DIOS SALVADOR
Ant. Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí. Aleluya.
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante Él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí. Aleluya.
LECTURA: 1P 4, 13-14
Queridos hermanos, estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros, porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.
RESPONSORIO BREVE
R/ Alegraos, justos y gozad con el Señor.
V/ Alegraos, justos y gozad con el Señor.
R/ Aclamadlo, los de corazón sincero.
V/ Y gozad con el Señor.
R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ Alegraos, justos y gozad con el Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Se alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas de Cristo, y porque le amaron hasta derramar su sangre reinan con el Señor eternamente.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Se alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas de Cristo, y porque le amaron hasta derramar su sangre reinan con el Señor eternamente.
PRECES
A la misma hora en que el Rey de los mártires ofreció su vida, en la última cena, y la entregó en la cruz, démosle gracias diciendo:
Te glorificamos, Señor.
- Porque nos amaste hasta el extremo, Salvador nuestro, principio y origen de todo martirio:
— Te glorificamos, Señor. - Porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos para los premios de tu Reino:
— Te glorificamos, Señor. - Porque hoy hemos ofrecido la sangre de la alianza nueva y eterna, derramada para el perdón de los pecados:
— Te glorificamos, Señor. - Porque, con tu gracia, nos has dado perseverancia en la fe durante el día que ahora termina:
— Te glorificamos, Señor.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
- Porque has asociado a tu muerte a nuestros hermanos difuntos:
— Te glorificamos, Señor.
Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre:
Padre nuestro…
ORACION
Señor, Dios nuestro, tú haces que la sangre de los mártires se convierta en semilla de nuevos cristianos; concédenos que el campo de tu Iglesia, fecundo por la sangre de san Carlos Luanga y de sus compañeros, produzca continuamente, para gloria tuya, abundante cosecha de cristianos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
CONCLUSIÓN
V.El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R.Amén.