1. La liturgia meditada a lo largo de la semana.
A lo largo de los días de la semana, procurad meditar la Palabra de Dios de este domingo. Meditadla personalmente, una lectura cada día, por ejemplo. Elegid un día de la semana para la meditación comunitaria de la Palabra: en un grupo parroquial, en un grupo de padres, en un grupo eclesial, en una comunidad religiosa.
2. Vivid las actitudes del Corazón de Jesús.
Estamos en el mes del Corazón de Jesús, cuya Solemnidad celebramos el viernes pasado.
Podemos acoger la Palabra de este domingo bajo esa luz, intentando descubrir las actitudes presentes en el Corazón de Jesús.
En primer lugar, meditad la afirmación: “vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí”. ¿Tenemos conciencia de que lo que eso implica, de modo concreto, para nuestra existencia?
En segundo lugar, pensad en las actitudes que percibimos en el Corazón de Jesús, tan presentes en la liturgia de la Palabra de este domingo: Amor, Misericordia, Bondad… (cada uno puede continuar la lista).
En tercer lugar, orad esas actitudes en un ambiente de adoración y vividlas siempre con empeño, en particular a lo largo de este mes.
Sólo así estaremos construyendo el Reino del Corazón de Jesús en las personas y en la sociedad, como propugna el Padre Juan León Dehon. Un Reino bien distinto de tantos reinos que nos quieren imponer en este mundo.
¡Manos a la obra! ¡Buena semana del Corazón de Jesús!