Lunes XIX de Tiempo Ordinario

Hoy es 12 de agosto, lunes XIX de Tiempo Ordinario.

La lectura de hoy es del evangelio de san Mateo (Mt 17, 22-27):

En aquel tiempo, yendo un día juntos por Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará». Y se entristecieron mucho.

Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?». Dice él: «Sí». Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?». Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos. Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estárter. Tómalo y dáselo por mí y por ti».

Hoy, la liturgia nos ofrece diferentes posibilidades para nuestra consideración. Entre éstas podríamos detenernos en algo que está presente a lo largo de todo el texto: el trato familiar de Jesús con los suyos.

Dice san Mateo que Jesús y los discípulos iban «yendo un día juntos por Galilea» (Mt 17,22). Pudiera parecer algo evidente, pero el hecho de mencionar que iban juntos nos muestra cómo el evangelista quiere remarcar la cercanía de Cristo. Luego les abre su Corazón para confiarles el camino de su Pasión, Muerte y Resurrección, es decir, algo que Él lleva muy adentro y que no quiere que, aquellos a quienes tanto ama, ignoren. Posteriormente, el texto recoge el episodio del pago de los impuestos, y también aquí el evangelista nos deja entrever el trato de Jesús, poniéndose al mismo nivel que Pedro, contraponiendo a los hijos (Jesús y Pedro) exentos del pago y los extraños obligados al mismo. Cristo, finalmente, le muestra cómo conseguir el dinero necesario para pagar no sólo por Él, sino por los dos y no ser, así, motivo de escándalo.

En todos estos rasgos descubrimos una visión fundamental de la vida cristiana: es el afán de Jesús por estar con nosotros. Dice el Señor en el libro de los Proverbios: «Mi delicia es estar con los hijos de los hombres» (Prov 8,31). ¡Cómo cambia, esta realidad, nuestro enfoque de la vida espiritual en la que a veces ponemos sólo la atención y el acento en lo que nosotros hacemos, como si eso fuera lo más importante! La vida interior ha de centrase en Cristo, en su amor por nosotros, en su entrega hasta la muerte por mí, en su constante búsqueda de nuestro corazón. Muy bien lo expresaba san Juan Pablo II en uno de sus encuentros con los jóvenes: el Papa exclamó con voz fuerte «¡Miradle a Él!».

P. Joaquim PETIT Llimona, L.C.

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Liturgia – Lunes XIX de Tiempo Ordinario

LUNES DE LA XIX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria o SANTA JUANA FRANCISCA DE CHANTAL, religiosa, memoria libre

Misa de feria (verde) o de la memoria (blanco)

Misal: Para la feria cualquier formulario permitido / para la memoria 1ª oración propia y el resto del común de santos (para religiosos) o de un domingo del Tiempo Ordinario, Prefacio común o de la memoria.

Leccionario: Vol. III-impar

  • Dt 10, 12-22. Circuncidad vuestros corazones. Amaréis al emigrante porque emigrantes fuisteis.
  • Sal 147. Glorifica al Señor, Jerusalén.
  • Mt 17, 22-27. Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos del impuesto.

Antífona de entrada          Cf. Sal 73, 20. 19. 22. 23
Piensa, Señor, en tu alianza, no olvides sin remedio la vida de tus pobres. Levántate, oh, Dios, defiende tu causa, no olvides las voces de los que acuden a ti. 

Monición de entrada y acción penitencial
Hermanos, preparemos nuestros corazones para que el Señor nos llene de su riqueza y, sabiendo que no siempre somos fieles a la llamada de Dios para vivir según Él nos propone, comencemos la celebración de la Eucaristía pidiendo su perdón y su misericordia.

  • Tú que nos llamas a seguir tus pasos
  • Tú que te has entregado por todos
  • Tú que salvas la vida perdiéndola

Oración colecta
DIOS todopoderoso y eterno,

a quien, instruidos por el Espíritu Santo,
nos atrevemos a llamar Padre,
renueva en nuestros corazones el espíritu
de la adopción filial,
para que merezcamos acceder a la herencia prometida.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración de los fieles
Presentemos, hermanos, nuestras plegarias a Dios Padre, que nos llama a todos los cristianos a ser ejemplo en nuestro mundo.

1.- Para que la Iglesia sea el hogar de la misericordia para todos los hombres y mujeres del mundo. Roguemos al Señor.

2.- Para que las familias cristianas sean hogar y fuente donde puedan nacer futuras vocaciones para la Iglesia. Roguemos al Señor.

3.- Para que los gobernantes acierten en su labor y haya paz y prosperidad en todo el mundo. Roguemos al Señor.

4.- Para que los enfermos tengan siempre a alguien que se preocupe por ellos. Roguemos al Señor.

5.- Para que todos nosotros seamos colaboremos activamente en construir el Reino de Dios. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro, cuyo Hijo ha dado ejemplo de sometimiento a las leyes de la convivencia humana; escucha las peticiones que tu pueblo te dirige y ayúdanos para que, en nuestro comportamiento, evitemos siempre todo escándalo. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
ACEPTA complacido, Señor, los dones

que en tu misericordia has dado a tu Iglesia
para que pueda ofrecértelos,
y que ahora transformas con tu poder
en sacramento de nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión          Cf. Sal 147, 12. 14
Glorifica al Señor, Jerusalén, que te sacia con flor de harina.

Oración después de la comunión
LA comunión en tus sacramentos

nos salve, Señor,
y nos afiance en la luz de tu verdad.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Santoral 12 de agosto

Los agustinos se encomiendan en este día al beato Juan Bufalari de Rieti. Fue sencillo, humilde, amable y, sobre todo, caritativo con los enfermos. Derramaba lágrimas contemplando las bellezas naturales y dando gracias por ellas a Dios. Sus compañeros decían que durante su enfermedad cantaba un ruiseñor en su ventana. Murió a los 17 años de edad en 1316. La Orden lo tiene por patrono de sus jóvenes que se preparan para el sacerdocio. Su culto lo confirmó el papa Gregorio XVI en 1832.

El mes de agosto es pródigo en las celebraciones de santos. El santoral de este día conmemora a Aniceto, Focio y compañeros mártires de Nicomedia, Euplio mártir, Gratiliano y Felicísima mártires, Herculano obispo, Hilaria y compañeros mártires, Jambert obispo, Justo eremita, Lelia virgen, Macario y Julián mártires, Mervina virgen, Murdoch obispo, Procario abad, Santiago Do Mai Nam, Antonio y Miguel mártires vietnamitas y Venianin metropolita de san Petersburgo.

Entre los beatos recuerda a Carlos Meehan mártir franciscano irlandés, Flavio Atilano Argüeso asesinado por odio a la fe en 1936, Juan Jorge Rehm mártir dominico, Pedro Jarrige de la Morelie, Claudio José, Francisco y Lázaro sacerdotes franceses víctimas de la revolución y los escolapios Sebastián Clavo Martínez, Pedro, José, Nicasio, con el aspirante teólogo Wenceslao y el hermano Gregorio asesinados en la persecución religiosa de 1936.

El santoral de hoy destaca a tres beatos: al mártir seglar congoleño Isidoro Bakanja cruelmente flagelado y que murió perdonando, a Inocencio XI, que tanto luchó contra el galicanismo y a Victoria Díez Bustos de Molina, maestra y catequista de la Institución teresiana asesinada en 1936, después de ver caer a la fosa a sus compañeros uno a uno. Murió de rodillas mirando al cielo. En Huesca veneran al beato Gregorio Chirivas Lacamba y compañeros mártires, los canónigos regulares de Letrán a Mauricio Tornay, presbítero y mártir y los dominicos se encomiendan a Juan Jorge (Tomás Rchim), sacerdote y mártir.

Álvaro Maestro Jesús

Laudes – Lunes XIX de Tiempo Ordinario

LAUDES

LUNES XIX TIEMPO ORDINARIO

 

INVOCACIÓN INICIAL

V/. Señor, ábreme los labios.
R/. Y mi boca proclamará tu alabanza

 

INVITATORIO

Se reza el invitatorio cuando laudes es la primera oración del día.

Ant. Entremos a la presencia del Señor, dándole gracias.

SALMO 99: ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en sus presencia con vítores.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:

«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades».

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

 

HIMNO

Llenando el mundo, el sol abre
la mañana más y más.

La luz que transcurre ahora
aún más pura volverá.
Descansa el peso del mundo
en alada suavidad,
teje la santa armonía

del tiempo en la eternidad.

Vivir, vivir como siempre;
vivir en siempre, y amar,
traspasado por el tiempo,
las cosas en su verdad.
Una luz única fluye,
siempre esta luz fluirá
desde el aroma y el árbol
de la encendida bondad.

Todo en rotación diurna
descansa en su más allá,
espera, susurra, tiembla,
duerme y parece velar,
mientras el peso del mundo
tira del cuerpo y lo va
enterrando dulcemente

entre un después y un jamás.

Gloria al Padre omnipotente,
gloria al Hijo, que él nos da,
gloria al Espíritu Santo,

en tiempo y eternidad. Amén.

 

SALMO 83: AÑORANZA DEL TEMPLO

Ant. Dichosos los que viven en tu casa, Señor.

¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar su peregrinación:

cuando atraviesan áridos valles,
los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
los cubriera de bendiciones;
caminan de baluarte en baluarte
hasta ver a Dios en Sión.

Señor de los ejércitos, escucha mi súplica;
atiéndeme, Dios de Jacob.
Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido.

Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados.

Porque el Señor es sol y escudo,
él da la gracia y la gloria;
el Señor no niega sus bienes
a los de conducta intachable.

¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombre
que confía en ti!

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Dichosos los que viven en tu casa, Señor.

 

CÁNTICO de ISAÍAS: EL MONTE DE LA CASA DEL SEÑOR EN LA CIMA DE LOS MONTES

Ant. Venid, subamos al monte del Señor.

Al final de los días estará firme
el monte de la casa del Señor,
en la cima de los montes,
encumbrado sobre las montañas.

Hacia él confluirán los gentiles,
caminarán pueblos numerosos.
Dirán: «Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob:

él nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas;
porque de Sión saldrá la ley,
de Jerusalén, la palabra del Señor.»

Será el árbitro de las naciones,
el juez de pueblos numerosos.

De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.

Casa de Jacob, ven,
caminemos a la luz del Señor.

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Venid, subamos al monte del Señor.

 

SALMO 95: EL SEÑOR, REY Y JUEZ DEL MUNDO

Ant. Cantad al Señor, bendecid su nombre.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.

Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones;
porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.

Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda;
decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá
él gobierna a los pueblos rectamente.»

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,

delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Cantad al Señor, bendecid su nombre.

 

LECTURA: St 2, 12-13

Hablad y actuad como quienes van a ser juzgados por una ley de libertad, porque el juicio será sin misericordia para el que no practicó la misericordia. La misericordia se ríe del juicio.

 

RESPONSORIO BREVE

R/ Bendito sea el Señor ahora y por siempre.
V/ Bendito sea el Señor ahora y por siempre.

R/ El único que hace maravillas.
V/ Ahora y por siempre.

R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ Bendito sea el Señor ahora y por siempre.

 

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.

Benedictus. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR. Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por la boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.

 

PRECES

Invoquemos a Dios, que puso en el mundo a los hombres para que trabajasen concordes para su gloria, y pidamos con insistencia:

Haz que te glorifiquemos, Señor.

Te bendecimos, Señor, creador del universo,

—porque has conservado nuestra vida hasta el día de hoy.

Míranos benigno, Señor, ahora que vamos a comenzar nuestra labor cotidiana;

—haz que, obrando conforme a tu voluntad, cooperemos en tu obra.

Que nuestro trabajo de hoy sea provechoso para nuestros hermanos,

—y así todos juntos edifiquemos un mundo grato a tus ojos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

A nosotros y a todos los que hoy entrarán en contacto con nosotros,
—concédenos el gozo y la paz.

 

Llenos de alegría por nuestra condición de hijos de Dios, digamos confiadamente:
Padre nuestro…

 

ORACION

Señor Dios, rey de cielos y tierra, dirige y santifica en este día nuestros cuerpos y nuestros corazones, nuestros sentidos, palabras y acciones, según tu ley y tus mandatos; para que, con tu auxilio, alcancemos la salvación ahora y por siempre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén.

 

CONCLUSIÓN

V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.