Señor, danos la valentía
de los que se enamoraron de Ti,
de los que dieron su vida por tu causa,
de los que abrieron caminos nuevos para generar para todos
la vida en abundancia.
Danos la sabiduría de Teresa de Jesús,
para poder con las incomprensiones,
para luchar contra tradiciones,
costumbres y normas
que frenan el crecimiento y tu liberación.
Danos la frescura de Francisco de Asís,
para contemplarte en la hermana naturaleza
para gustar la belleza que nos envuelve,
para usar de las cosas pensando
en los demás.
Danos la profundidad de Ignacio de Loyola
para reflexionar sobre el peligro del poder,
las ataduras del prestigio y del quedar bien
y liberarnos del tener, que nos separa de Ti.
Danos la sencillez y el abandono
de San José,
que supo aceptar lo incomprensible,
que acogió a María sin entender del todo
y se fio de Ti hasta vivir la paternidad de tu Hijo.
Danos la sensibilidad de Teresa de Calcuta
que hizo suyo el dolor de los hermanos,
que inventó una «familia» para atenderles
que se atrevió a entregar a los pobres su vida entera.
Danos fuerza, Señor, para seguir tus pasos
para vivir como Tú y regalar nuestros días,
para entregarnos del todo, sin pasar factura
para vivir en Ti y para los tuyos
hasta el final.
Mari Patxi Ayerra