Notas para fijarnos en el evangelio Domingo XX de Tiempo Ordinario

• La primera frase de Jesús en este texto, “he venido a prender fuego en el mundo” (49), es dura. Quien la lee ya se da cuenta de que no debe tomarse en sentido literal. Pero cuando sigue leyendo y encuentra la afirmación de que “he venido a traer división” (51), las dudas empiezan a surgir. Y más cuando pone los ejemplos concretos (vv. 52ss).

• Sobre la primera afirmación, la del “fuego” (49), conviene recordar que, al empezar el camino hacia Jerusalén, ante las primeras dificultades, los discípulos tienen un pronto incendiario que Jesús apaga en seguida y les ayuda a mirar hacia delante (Lc 9,54-55).

• El “fuego” aquí representa el mensaje de Jesús, el Evangelio, la Buena Noticia, la Palabra profética que purifica y renueva la tierra: él os bautizará con Espíritu Santo y fuego(Lc 3,16). En la obra de Lucas, el“fuego” es una imagen del poder delEspíritu Santo (Hch 2,3).

• El “bautismo” (50) que Jesús espera es su muerte y resurrección, con la que ha de traer la salvación a la humanidad. En estos términos se habla también de ella en otras páginas de los Evangelios (Mc l0,38-39). Esta muerte seentiende como culminación de una vida de obediencia sin matices a la voluntad de Dios, que no quiere lamuerte de nadie sino la entrega total por amor. Jesús desea que la vida nueva sea ya un hecho para todos.

• Sobre la “división” (51), hay que decir que Jesús no predica la violencia, sino que anuncia la paz (Mt 5,9; Jn 14,27; 16,33). Pero Jesús es ocasión de que haya divisiones porque ante Él todos se posicionan. Y puede pasar que una persona que hace una opción radical por su seguimiento, es decir, por vivir según su Evangelio, se encuentre con que las demás personas de su entorno no la hagan, y ello provoque divisiones y enfrentamientos.

• La Palabra profética de Jesús —palabra y acción—, ciertamente, provoca transformaciones en la persona que la deja entrar en su vida. La carta a los Hebreos lo expresa muy bien: La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón (Heb 4,12).

• En esta página vemos al Jesús que se encuentra identificado con la experiencia de los profetas, es decir, la experiencia de ver que el anuncio del Reinado de Dios se convierte en denuncia de la injusticia, de todo lo que rompe con el Plan de Dios. De hecho, el versículo 53, donde anuncia divisiones en el seno de las familias, es una cita del profeta Miqueas (Mi 7,6).

• Por otro lado, en estas palabras de Miqueas, seguro que había miembros de la comunidad de Lucas que se sentían reconocidos. Son palabras, por tanto, que expresan experiencias vividas, tanto por Jesús (Mc 3,21) como por los discípulos, no son expresión de una consecuencia necesaria — ni, en absoluto, querida— del seguimiento de Jesús.