VÍSPERAS
SANTA MÓNICA
INVOCACIÓN INICIAL
V/. Dios mío, ven en mi auxilio
R/. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
HIMNO
Finísimo fue el lino con que ella
fue tejiendo, a lo largo de su vida,
esa historia de amor que la hace bella
a los ojos de Dios y bendecida.
Supo trenzar con tino los amores
del cielo y de la tierra, y santamente
hizo altar del telar de sus labores,
oración desgranada lentamente.
Flor virgen, florecida en amor santo,
llenó el hogar de paz y joven vida,
su dulce fortaleza fue su encanto,
la fuerza de su amor la fe vivida.
Una escuela de fe fue su regazo.
Todos fueron dichosos a su vera,
su muerte en el Señor fue un tierno abrazo,
su vida será eterna primavera. Amén.
SALMO 19: ORACIÓN POR LA VICTORIA DEL REY
Ant. El Señor da la victoria a su Ungido
Que te escuche el Señor el día del peligro,
que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;
que te envíe auxilio desde el santuario,
que te apoye desde el monte Sión.
Que se acuerde de todas tus ofrendas,
que le agraden tus sacrificios;
que cumpla el deseo de tu corazón,
que dé éxito a todos tus planes.
Que podamos celebrar tu victoria
y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes;
que el Señor te conceda todo lo que pides.
Ahora reconozco que el Señor
da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.
Unos confían en sus carros,
otros en su caballería;
nosotros invocamos el nombre
del Señor, Dios nuestro.
Ellos cayeron derribados,
nosotros nos mantenemos en pie.
Señor, da la victoria al rey
y escúchanos cuando te invocamos.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. El Señor da la victoria a su Ungido.
SALMO 20: ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA DEL REY
Ant. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuanto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no fracasará.
Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
CÁNTICO del APOCALIPSIS: HIMNO DE LOS REDIMIDOS
Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Eres digno, Señor, Dios nuestro,
de recibir la gloria, el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y con tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes,
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría,
la fuerza, el honor, la gloria, y la alabanza.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
LECTURA: Rm 8, 28-30
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.
RESPONSORIO BREVE
R/ Dios la eligió y la predestinó.
V/ Dios la eligió y la predestinó.
R/ La hizo morar en su templo santo.
V/ Y la predestinó.
R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ Dios la eligió y la predestinó.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Mónica, vivificada por la gracia de Cristo, mientras estuvo en este mundo vivió de tal manera, que su fe y sus costumbres fueron una perfecta alabanza al nombre de Dios.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mónica, vivificada por la gracia de Cristo, mientras estuvo en este mundo vivió de tal manera, que su fe y sus costumbres fueron una perfecta alabanza al nombre de Dios.
PRECES
Supliquemos a Dios en bien de su Iglesia, por intercesión de las santas mujeres y digámosle:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia.
Por intercesión de las mártires, que con la fuerza del espíritu superaron la muerte del cuerpo,
— concede, Señor, a tu Iglesia ser fuerte en la tentación.
Por intercesión de las esposas, que por medio del santo matrimonio crecieron en la gracia,
— concede, Señor, a tu Iglesia la fecundidad apostólica.
Por intercesión de las viudas, que por la hospitalidad y la oración superaron su soledad y se santificaron,
— concede, Señor, a tu Iglesia que muestre al mundo el misterio de tu caridad.
Por intercesión de las madres, que engendraron sus hijos no solo para la vida del mundo, sino también para el reino de los cielos,
— concede, Señor, a tu Iglesia que transmita la vida del espíritu y la salvación a todo el género humano.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Por intercesión de todas las santas mujeres, que han sido ya admitidas a contemplar la belleza de tu rostro,
— concede, Señor, a los difuntos de la Iglesia gozar también eternamente de tu presencia.
Terminemos nuestra oración con la plegaria que nos enseñó el Señor:
Padre nuestro…
ORACION
Oh Dios, consuelo de los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica impetrando la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por intercesión de madre e hijo, la gracia de llorar nuestros pecados y alcanzar tu misericordia y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
CONCLUSIÓN
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.