VÍSPERAS
LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ
INVOCACIÓN INICIAL
V/. Dios mío, ven en mi auxilio
R/. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
HIMNO
En la cruz está la vida y el consuelo
y ella sola es el camino para el cielo.
En la cruz está el Señor de cielo y tierra,
y el gozar de mucha paz,
aunque haya guerra;
todos los males destierra en este suelo,
y ella sola es el camino para el cielo.
Es una oliva preciosa la santa cruz,
que, con su aceite nos unta
y nos da luz.
Hermano, toma la cruz,
con gran consuelo,
que ella sola es el camino para el cielo.
El alma que a Dios está toda rendida,
y muy de veras del mundo desasida,
la cruz le es árbol de vida
y de consuelo,
y un camino deleitoso para el cielo.
Después que se puso en cruz el Salvador,
en la cruz está la gloria y el amor,
y en el padecer dolor vida y consuelo,
y el camino más seguro para el cielo.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.
por los siglos de los siglos. Amén.
SALMO 109: EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE
Ant. ¡Oh gran obra del amor! La muerte murió cuando en el árbol murió la Vida.
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. ¡Oh gran obra del amor! La muerte murió cuando en el árbol murió la Vida.
SALMO 115: ACCIÓN DE GRACIAS EN EL TEMPLO
Ant. Adoramos tu cruz, Señor, recordamos tu gloriosa pasión; ten compasión de nosotros, tú que moriste por nosotros.
Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!»
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos.»
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Adoramos tu cruz, Señor, recordamos tu gloriosa pasión; ten compasión de nosotros, tú que moriste por nosotros.
CÁNTICO del APOCALIPSIS: HIMNO DE LOS REDIMIDOS
Ant. Te alabamos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu cruz has redimido el mundo.
Eres digno, Señor, Dios nuestro,
de recibir la gloria, el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y con tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes,
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría,
la fuerza, el honor, la gloria, y la alabanza.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Te alabamos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu cruz has redimido el mundo.
LECTURA: 1Co 1, 23-24
Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados —judíos o griegos—, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
RESPONSORIO BREVE
R/ Oh Cruz gloriosa en Ti ha triunfado el Rey de los ángeles.
V/ Oh Cruz gloriosa en Ti ha triunfado el Rey de los ángeles.
R/ Y con su sangre lavado nuestras heridas.
V/ En Ti ha triunfado el Rey de los ángeles.
R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ Oh Cruz gloriosa en Ti ha triunfado el Rey de los ángeles.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. ¡Oh victoria de la cruz y admirable signo! Haz que alcancemos el triunfo en el cielo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Oh victoria de la cruz y admirable signo! Haz que alcancemos el triunfo en el cielo.
PRECES
Invoquemos a nuestro Redentor, que nos ha redimido por su cruz, y digámosle:
Por tu cruz, llévanos a tu reino.
Cristo, tu que te despojaste de tu rango y tomaste la condición de esclavo, pasando por uno de tantos,
— haz que los miembros de la Iglesia imitemos tu humildad.
Cristo, tu que te rebajaste hasta someterte incluso a la muerte, y una muerte de cruz,
— otórganos, a tus siervos, sumisión y paciencia.
Cristo, tu que fuiste levantado sobre todo por Dios, que concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”,
— concede a tus fieles la perseverancia hasta el fin.
Cristo, a cuyo nombre se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el abismo,
— infunde la caridad en los hombres, para que te adoren en la paz.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Cristo a quien toda lengua proclamará Señor, para gloria de Dios Padre,
— recibe a nuestros hermanos difuntos en el reino de la felicidad eterna.
Llenos de fe, invoquemos juntos al Padre común, repitiendo la oración que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro…
ORACION
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
CONCLUSIÓN
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.