LAUDES
NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
Advocación popular de la Virgen, de gran devoción en Aragón. Esta fiesta se celebra en España e Hispanoamérica.
INVOCACIÓN INICIAL
V/. Señor, ábreme los labios.
R/. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Se reza el invitatorio cuando laudes es la primera oración del día.
SALMO 99: ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO
Ant. Celebremos a María en su advocación del Pilar y adoremos a su Hijo, Cristo, el Señor.
<
p style=»text-align:justify;»>Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.
<
p style=»text-align:justify;»>Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
<
p style=»text-align:justify;»>Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
<
p style=»text-align:justify;»>«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
HIMNO
Santa María del Pilar, escucha
nuestra plegaria, al celebrar tu fiesta,
Madre de Dios y Madre de los hombres,
Reina y Señora.
Tú, la alegría y el honor del pueblo,
eres dulzura y esperanza nuestra:
desde tu trono, miras, guardas, velas,
Madre de España.
Árbol de la vida, que nos diste a Cristo,
fruto bendito de tu seno virgen,
ven con nosotros hasta que lleguemos
contigo al puerto.
Gloria a Dios Padre, creador del mundo,
gloria a Dios Hijo, redentor de todos,
gloria al Espíritu que nos santifica:
al Trino y Uno. Amén.
SALMO 62: EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
Ant. Tu eres la gloria de Jerusalén; tú, la alegría de Israel; tú, el orgullo de nuestra raza.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mi labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Tu eres la gloria de Jerusalén; tú, la alegría de Israel; tú, el orgullo de nuestra raza.
CÁNTICO de DANIEL: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR
Ant. Bendito eres, Señor, en el templo de tu santa gloria.
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
Ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
Astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
Vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Ant. Bendito eres, Señor, en el templo de tu santa gloria.
SALMO 149: ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Ant. Sobre el santo Pilar, Señora, guías y proteges a tu pueblo.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles,
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Sobre el santo Pilar, Señora, guías y proteges a tu pueblo.
LECTURA: 2Cro 7, 15-16
Mantendré los ojos abiertos y oídos atentos a las súplicas que se hagan en este lugar. Elijo y consagro este templo para que esté en él mi nombre eternamente. Mi corazón y mis ojos estarán siempre en él.
RESPONSORIO BREVE
R/ Ella es la Virgen Santa, luz hermosa, claro día; cantemos himnos de honor y de alabanza.
V/ Ella es la Virgen Santa, luz hermosa, claro día; cantemos himnos de honor y de alabanza.
R/ Ella escogió esta tierra para estar siempre con nosotros.
V/ Cantemos himnos de honor y de alabanza.
R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ Ella es la Virgen Santa, luz hermosa, claro día; cantemos himnos de honor y de alabanza.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Dichosa eres, santa Virgen María: de ti salió el Sol de justicia, Cristo, nuestro Señor.
Benedictus. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR. Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por la boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosa eres, santa Virgen María: de ti salió el Sol de justicia, Cristo, nuestro Señor.
PRECES
Hermanos: En estas primeras horas del día del Pilar, alabemos a Dios e invoquemos su misericordia; ofrezcamos al Señor nuestras obras y digamos todos:
Escúchanos, Señor.
Tú elegiste a la Virgen María como santa morada para tu Hijo;
— haz de nosotros el templo de tu Espíritu.
Padre de sabiduría, a ejemplo de María, que guardaba en su corazón los gestos y las palabras de Jesús,
— concédenos saber guardar tu palabra en un corazón puro.
Rey de reyes y dueño del mundo, que has glorificado a María en su cuerpo y en su alma,
— inclina nuestros deseos hacia las realidades eternas.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú nos has dado en la Virgen María una madre;
— haz que, de palabra y de obra, vivamos como verdaderos hijos suyos.
Fieles a la recomendación del Salvador, digamos con filial confianza:
Padre nuestro…
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que en la gloriosa Madre de tu Hijo has concedido un amparo celestial a cuantos invocan con la secular advocación del Pilar, concédenos, por su intercesión, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
CONCLUSIÓN
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.