VÍSPERAS
SAN LUCAS, evangelista
INVOCACIÓN INICIAL
V/. Dios mío, ven en mi auxilio
R/. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
HIMNO
Benditos son los pies de los que llegan
para anunciar la paz que el mundo espera,
apóstoles de Dios que Cristo envía,
voceros de su voz, grito del Verbo.
De pie en la encrucijada del camino
del hombre peregrino y de los pueblos,
es el fuego de Dios el que los lleva
como cristos vivientes a su encuentro.
Abrid pueblos, la puerta a su llamada,
la verdad y el amor son don que llevan;
no temáis, pecadores, acogedlos,
el perdón y la paz serán su gesto.
Gracias, Señor, que el pan de tu palabra
nos llega por tu amor, pan verdadero,
gracias, Señor, que el pan de vida nueva
nos llega por tu amor, partido y tierno. Amén.
SALMO 115: ACCIÓN DE GRACIAS EN EL TEMPLO
Ant. Soy ministro del Evangelio por la gracia que Dios me dio.
Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!»
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos.»
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Soy ministro del Evangelio por la gracia que Dios me dio.
SALMO 125
Ant. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:
´»el Señor ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.
CÁNTICO de EFESIOS
Ant. A mí se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo.
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante Él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Este es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. A mí se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo.
LECTURA: Col 1, 3-6a
En nuestras oraciones damos siempre gracias por vosotros a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, desde que nos enteramos de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis a todos los santos. Os anima a esto la esperanza de lo que Dios os tiene reservado en los cielos, que ya conocisteis cuando llegó hasta vosotros por primera vez el Evangelio, la palabra, el mensaje de la verdad. Este se siguen propagando y va dando fruto en el mundo entero.
RESPONSORIO BREVE
R/ Contad a los pueblos la gloria del Señor.
V/ Contad a los pueblos la gloria del Señor.
R/ Sus maravillas a todas las naciones.
V/ La gloria del Señor.
R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ Contad a los pueblos la gloria del Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Dichoso evangelista san Lucas, que resplandece en toda la Iglesia por haber destacado en sus escritos la misericordia de Cristo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichoso evangelista san Lucas, que resplandece en toda la Iglesia por haber destacado en sus escritos la misericordia de Cristo.
PRECES
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p style=»text-align:justify;»>Invoquemos a Dios, Padre de los astros, que nos ha llamado a la fe verdadera por medio del Evangelio de su Hijo, y oremos por su pueblo santo, diciendo:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia.
<
p style=»text-align:justify;»>Padre santo, que resucitaste de entre los muertos a tu Hijo, el gran pastor de las ovejas,
— haz que nosotros seamos testigos de Cristo hasta los confines del mundo.
<
p style=»text-align:justify;»>Padre santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,
— haz que el evangelio sea proclamado a toda la creación.
<
p style=»text-align:justify;»>Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de la palabra,
— danos también a nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres, demos fruto con nuestra perseverancia.
<
p style=»text-align:justify;»>Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo,
— haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación de los hombres.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que has sentado a tu Hijo a tu derecha, en el cielo,
— Admite a los difuntos en tu reino de felicidad.
Llenos de fe, invoquemos juntos al Padre común, repitiendo la oración que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro…
ORACION
Señor y Dios nuestro, que elegiste a san Lucas para que nos revelara, con su predicación y sus escritos, tu amor a los pobres, concede a cuantos se glorían en Cristo, vivir con un mismo corazón y un mismo espíritu y atraer a todos los hombres a la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
CONCLUSIÓN
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.