245. Además hay que acompañar especialmente a los jóvenes que se perfilan como líderes, para que puedan formarse y capacitarse. Los jóvenes que se reunieron antes del Sínodo pidieron que se desarrollen «programas de liderazgo juvenil para la formación y continuo desarrollo de jóvenes líderes. Algunas mujeres jóvenes sienten que hacen falta mayores ejemplos de liderazgo femenino dentro de la Iglesia y desean contribuir con sus dones intelectuales y profesionales a la Iglesia. También creemos que los seminaristas, los religiosos y las religiosas deberían tener una mayor capacidad para acompañar a los jóvenes líderes»[133].
[133] Documento de la Reunión pre-sinodal para la preparación de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos(24 marzo 2018), 12.