Vísperas – Santa Catalina de Siena

VÍSPERAS

SANTA CATALINA DE SIENA, virgen y doctora de la Iglesia

INVOCACIÓN INICIAL

V/. Dios mío, ven en mi auxilio
R/. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

HIMNO

La gracia de mujer es toda Gracia,
lirios de Dios de eterna primavera,
vosotras sois mujer sin la falacia
de encantos de virtud perecedera.

Bella la creación que dio a estas flores
su cáliz virginal y el dulce encanto
del amor del Señor de sus amores,
eterna melodía de su canto.

Llamó el divino Amor a vuestra puerta,
el corazón de par en par abristeis,
si grande fue la siembra en vuestra huerta,
frondosa es la cosecha que le disteis.

Demos gracias a Dios por las estrellas
que brillan en la noche de la vida,
es la luz de la fe que fulge en ellas
con amor y esperanza sin medida Amén.

SALMO 121: LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN

Ant. Quiero ser solamente tuya, oh Cristo esposo; a ti vengo con mi lámpara encendida. Aleluya.

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundad
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,

según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»

Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Quiero ser solamente tuya, oh Cristo esposo; a ti vengo con mi lámpara encendida. Aleluya.

SALMO 126: EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS

Ant. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Aleluya.

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.

Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!

La herencia que da el Señor son los hijos;
su salario, el fruto del vientre:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.

Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Aleluya.

CÁNTICO de EFESIOS: EL DIOS SALVADOR

Ant. Mi alma se siente firme, está cimentada en Cristo, el Señor. Aleluya.

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante Él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Mi alma se siente firme, está cimentada en Cristo, el Señor. Aleluya.

LECTURA: 1Co 7, 32. 34

El soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma.

RESPONSORIO BREVE

R/ Llevan ante el rey al séquito de vírgenes; las traen entre alegrías. Aleluya, aleluya.
V/ Llevan ante el rey al séquito de vírgenes; las traen entre alegrías. Aleluya, aleluya.

R/ Van entrando en el palacio real.
V/ Aleluya, aleluya.

R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ Llevan ante el rey al séquito de vírgenes; las traen entre alegrías. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Santa Catalina, siempre y en todas partes, buscaban, encontraba y estaba unida a Dios por medio de un afecto amoroso nunca interrumpido. Aleluya.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Santa Catalina, siempre y en todas partes, buscaban, encontraba y estaba unida a Dios por medio de un afecto amoroso nunca interrumpido. Aleluya.

PRECES
Bendigamos a Dios, solícito y providente para con todos los hombres, e invoquémosle, diciendo:

Jesús, rey de las vírgenes, escúchanos.

Oh Cristo, que como esposo amante colocaste junto a ti a la Iglesia, sin mancha ni arruga,
— haz que esta Iglesia sea siempre santa e inmaculada.

Oh Cristo, a cuyo encuentro salieron las vírgenes santas con sus lámparas encendidas,
— no permitas que falte nunca el óleo de la fidelidad en las lámparas de las vírgenes que se han consagrado a ti.

Señor Jesucristo, a quien la Iglesia virgen ha guardado siempre fidelidad intacta y pura,
— concede a todos los cristianos la integridad y la pureza de la fe.

Tú que concedes hoy a tu pueblo alegrase por la festividad de santa Catalina de Siena virgen,
— concédele también gozar siempre de su valiosa intercesión.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Tú que recibiste en el banquete de tus bodas a las vírgenes santas,
— admite benigno a los difuntos en el convite festivo de tu reino.

Con el gozo que nos da el saber que somos hijos de Dios, digamos con plena confianza:
Padre nuestro…

ORACION

Señor Dios, que hiciste a santa Catalina de Siena arder de amor divino en la contemplación de la pasión de tu Hijo y en su entrega al servicio de la Iglesia, concédenos, por su intercesión, vivir asociados al misterio de Cristo par que podamos llenarnos de alegría con la manifestación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén.

CONCLUSIÓN

V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.

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Lectio Divina – Santa Catalina de Siena

1) Oración inicial

Concédenos tu ayuda, Señor, para que el mundo progrese, según tus designios; gocen las naciones de una paz estable y tu Iglesia se alegre de poder servirte con una entrega confiada y pacífica. Por nuestro Señor.

2) Lectura

Del santo Evangelio según Mateo 11,25-30
En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»

3) Reflexión

• Hoy celebramos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. En el evangelio escuchamos la invitación de Jesús: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. El evangelio muestra la ternura con que Jesús acoge a los pequeños. El quería que los pobres encontrasen en él paz y descanso.
• El contexto de los capítulos 11 y 12 de Mateo. Este contexto destaca y pone de relieve el que los pobres son los únicos que entienden y aceptan la sabiduría del Reino. Mucha gente no entendía esta preferencia de Jesús por los pobres y excluidos.
a) Juan Bautista, que miraba a Jesús con los ojos del pasado, queda con la duda (Mt 11,1-15).
b) la gente, que miraba a Jesús con finalidad interesada, no fue capaz de entenderle (Mt 11,16-19).
c) las grandes ciudades alrededor del lago, que oyeron la predicación de Jesús y vieron sus milagros, no quisieron abrirse a su mensaje (Mt 11,20-24).
d) los sabios y los doctores que lo juzgaban todo a partir de su propia ciencia, no fueron capaces de entender la predicación de Jesús (Mt 11,25).
e) ni sus parientes le entendían (Mt 12,46-50).
f) sólo los pequeños le entendían y aceptaban la Buena Nueva del Reino (Mt 11,25-30).
g) los otros quieren sacrificios, pero Jesús pide misericordia (Mt 12,1-8).
h) la reacción contra Jesús lleva a los fariseos a quererle matar (Mt 12,9-14).
i) le llamaban Jesús de Belcebú (Mt 12,22-32).
j) pero Jesús no miró atrás; siguió asumiendo la misión de Siervo, descrita en las profecías (Mt 12,15-21). Por causa de esto, fue perseguido, condenado a muerte.
• Mateo 11,25-26: Sólo los pequeños entienden y aceptan la Buena Nueva del Reino. Jesús reza así:» Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.” Los sabios, los doctores de aquella época, habían creado una serie de leyes que ellos imponían al pueblo en nombre de Dios. Pensaban que Dios exigía del pueblo estas observancias. Pero la ley del amor, traída por Jesús, decía lo contrario. Lo que importa, no es lo que hacemos para Dios, sino lo que Dios, en su gran amor, ¡hace por nosotros! La gente entendía el hablar de Jesús y quedaba contenta. Los sabios pensaban que Jesús estaba en el error. No podían entender esa enseñanza que modificaba la relación de la gente con Dios.
• Mateo 11,27: El origen de la nueva ley: el Hijo conoce al Padre. Jesús, el Hijo, conoce al Padre. Sabe lo que el Padre quería cuando, siglos atrás, entregó la Ley a Moisés. Aquello que el Padre nos quiere decir, lo entregó a Jesús, y Jesús lo reveló a los pequeños, porque éstos se abrieron a su mensaje. Hoy también Jesús está enseñando muchas cosas a los pobres y a los pequeños. Los sabios e inteligentes hacen bien en ser alumnos de los pequeños.
• Mateo 11,28-30: Venid a mí los que estáis fatigados y sobrecargados. Jesús invita a todos los que están cansados a que vayan a él y les promete descanso. Es la gente que vive cansada bajo los impuestos y las observancias exigidas por las leyes de pureza. Y él dice: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”. Muchas veces, esta frase fue manipulada para pedir al pueblo sumisión, mansedumbre y pasividad. Lo que Jesús quiere decir es el contrario. Pide a la gente una ruptura, que deje de lado a los profesores de religión de la época y empiece a aprender de él, de Jesús, que es «manso y humilde de corazón». Jesús no hace como los escribas que se exaltan de su ciencia, sino como el pueblo, que vive humillado y explotado. Jesús, el nuevo maestro, sabe por experiencia lo que pasa en el corazón de la gente y del pueblo que sufre.
• La invitación de la Sabiduría Divina para todos los que la buscan. Jesús convida a todos los que están sobrecargados por el peso de las observancias de la ley a que encuentren en él descanso y suavidad, pues él es manso y humilde de corazón, capaz de aliviar y consolar a la gente sufrida, cansada y abatida (Mt 11,25-30). En esta invitación resuenan las palabras tan bonitas de Isaías que consolaba al pueblo cansado por el exilio (Is 55,1-3). Esta invitación está relacionada con la Sabiduría Divina, que invita a las personas a encontrase con ella (Sir 24,19), diciendo que “sus caminos son deliciosos y sus senderos son de bienestar” (Pr 3,17). Dice además: “La Sabiduría educa a sus hijos y cuida de los que la buscan. El que la ama, ama la vida, y los que madrugan por ella serán colmados de alegría” (Sir 4,11-12). Esta invitación revela un rasgo muy importante del rostro femenino de Dios: ternura y acogida que consuela, revitaliza a las personas y las lleva a sentirse bien. Jesús es entrañas y seno materno que el Padre ofrece al pueblo cansado (cf Is 66,10-13).

4) Para la reflexión personal

• ¿Qué es lo que te causa tensión, y lo que te da paz? Para ti, vivir en comunidad ¿es fuente de paz o de tensión?
• Estas palabras de Jesús, ¿cómo pueden ayudarnos a ser un lugar de descanso para nuestras vidas?

5) Oración final

Yahvé es clemente y compasivo,
lento a la cólera y lleno de amor;
no se querella eternamente,
ni para siempre guarda rencor. (Sal 103,8-9)

Lectura continuada del Evangelio de Marcos

Marcos 14, 1-2

141Pero dos días después eran la Pascua y los Ácimos. Y los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarlo tras prenderlo mediante engaño, 2porque decían: “No durante la fiesta, no sea que haya una revuelta del pueblo”.

• El relato de la pasión comienza con un ejemplo eficaz de la estructura marcana del «emparedado» (sandwich) que contrapone las maquinaciones mortales de los enemigos de Jesús a la clarividencia profética de su propia muerte.

El pasaje se divide naturalmente en tres partes: breve mención de la trama de los dirigentes judíos (14,1- 2); narración amplia de la mujer que unge a Jesús (14,3-9), y mención breve del acuerdo entre Judas y los dirigentes judíos (14,10-11). La historia sobre la mujer se subdivide ulteriormente en su acción (14,3), la objeción de los espectadores (14,4-5) y la respuesta de Jesús (14,6-9). La amplitud de esta última sub-sección es indicativa de la importancia a ella concedida.

• 14, 1-2: Jesús ha terminado hace un momento de advertir a su círculo íntimo de discípulos que debe permanecer espiritualmente despierto, ya que no conoce el momento del advenimiento glorioso del Hijo del Hombre (13,33-37). Se trata primariamente de una profecía de la vuelta de Jesús entre nubes después de la resurrección (cf. 13,26-27), pero Jesús incita también a los lectores a prestar atención a la sección siguiente del evangelio, que dibujará su muerte y resurrección como acontecimientos escatológicos. Esta interpretación se apoya en las palabras que siguen, las cuales inauguran con solemnidad el relato marcano de la Pasión: «Y dos días después eran la Pascua y los Ácimos» (14,1a). Este nexo es significativo porque la Pascua se denomina «noche de guardia» (lit. «noche de vigilancia») en Ex 12,42, debido a que algunos judíos esperaban que la redención final habría de ocurrir durante la festividad de la Pascua, y porque «Y dos días después» recuerda Os 6,1-2, que es una profecía del socorro escatológico del Señor. Así pues, mediante esta red de alusiones Marcos da a entender que el momento de crisis apocalíptica, la noche de guardia escatológica, se está acercando a medida que la trama contra Jesús comienza a tomar forma.

Sin embargo, los sumos sacerdotes y los escribas se lanzan a la acción, decididos a quitar de en medio a Jesús antes de que llegara la festividad, no fuera que materializara el riesgo de una rebelión del pueblo (14,1b-2). Es este un miedo razonable, puesto que durante la fiesta de la Pascua la población de Jerusalén multiplicaba muchas veces su tamaño, llegando quizás a medio millón de personas. Esto generaba una situación explosiva agravada por el seductor recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto durante la Pascua, y la creencia de que la redención escatológica tendría lugar en los mismos momentos. El historiador judío Flavio Josefo menciona varios levantamientos populares durante esta festividad. La ansiedad sacerdotal ante las consecuencias «de una perturbación entre el pueblo» era por tanto comprensible.

Comentario – Miércoles III de Pascua

Juan prolonga la réplica de Jesús a los judíos: Todo el que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera; porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no se pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Jesús hace depender todo el éxito de su misión de una voluntad superior, que es la voluntad del Padre. Sólo vendrá a él el que su Padre le dé; pero el que venga a él será bien recibido. La fe de los que crean en él, aceptándole como enviado de Dios, se hace depender del mismo Dios que mueve a dar este paso. Para Jesús, sus seguidores son don de Dios, personas que su Padre le ha dado y él, evidentemente, no ha despreciado, ha aceptado. No son, por tanto, mera conquista personal, personas ganadas para la causa en virtud de sus portentosas acciones o de sus irresistibles palabras. Muchos han resistido su atracción y se han mantenido en la incredulidad. No les ha bastado con haber sido testigos de sus milagros o atentos oyentes de sus discursos. La fe requiere en último término de la moción de Dios; sin ésta, todo lo demás –argumentos, signos de credibilidad, milagros- resulta inútil.

Jesús, en cuanto enviado del Padre, se sabe sujeto a su voluntad. No ha bajado del cielo a la tierra para hacer su voluntad, sino la voluntad del que lo ha enviado. Y esa voluntad es que no se pierda nada (resp. nadiede lo que le dio, sino que pueda compartir con él la resurrección y, por ella, obtenga la vida eternaPerderse es quedarse en la corrupción del sepulcro, no resucitar; perderse es no alcanzar la vida eterna. Pero la voluntad de Dios es hacer partícipes de esta vida –la eterna- a todo el que le ha sido dado a Jesús, pudiéndole ver y creer en él con una fe –la visión corporal es lo que menos importa- que posibilita la comunión con él, haciéndonos consortes, esto es, partícipes de su misma suerte o destino final, que es un destino glorioso y eterno, ese estado de vida al que se accede por la resurrección.

Nosotros no podemos dudar de que le hemos sido dados a Jesús por el Padre. Son muchas las señales de esta donación. Fuimos bautizados en nuestra niñez; recibimos instrucción catequética; hemos conocido a Jesús; hemos creído en él como enviado y como Hijo de Dios; sentimos aprecio por él; nos confesamos sus amigos; escuchamos con atención y devoción las palabras que de él nos transmitieron sus discípulos; lo tenemos presente en nuestro recuerdo y nuestra oración; nos dirigimos a él porque le creemos vivo en sus presencias sacramentales; conversamos con él en el rincón de una iglesia o una capilla. ¿Cómo no pensar que le hemos sido dados a Jesús por el Padre y que él no nos ha echado fuera? Este sentirnos acogidos por él nos tiene que dar confianza, a pesar de nuestras muchas deficiencias e infidelidades, para el futuro y para el momento decisivo, que es el momento de nuestra entrega final. También ahí podremos sentirnos acogidos por el que nos ha acompañado en el camino de la vida y nos espera para hacernos partícipes de su propio destino.

También nosotros, como él, estamos en la tierra no para hacer nuestra propia voluntad, como si ésta fuera absoluta o autosuficiente, sino la voluntad del que nos ha enviado a la tierra a través de la conjunción de los genes de nuestros padres para realizar una determinada tarea, un proyecto de vida siempre inconcluso, porque, tratándose de una vida limitada, lo que interesa no es la conclusión de ese proyecto –imposible de concluir-, sino la realización del proyecto de Dios que contempla el acceso a una plenitud de vida que rebasa los límites del espacio y del tiempo. Que el Señor nos confirme en esta fe que no es sino fe en el poder creador de Dios.

JOSÉ RAMÓN DÍAZ SÁNCHEZ-CID
Dr. en Teología Patrística

Directorio para el Ministerio Pastoral de los Obispos «Apostolorum Successores»

48. El ejemplo de los Obispos santos.

Durante su ministerio, el Obispo mirará el ejemplo de los Obispos santos cuya vida, doctrina y santidad pueden iluminar y orientar su camino espiritual. Entre los numerosos Pastores santos, tendrá como guía, comenzando por los Apóstoles, a los grandes Obispos de los primeros siglos de la Iglesia, los fundadores de las Iglesias particulares, los testigos de la fe en tiempos de persecución, los grandes reconstructores de las diócesis después de las persecuciones y calamidades, los que se han prodigado con los pobres y los que sufren construyendo hospicios y hospitales, los fundadores de Órdenes y de Congregaciones religiosas, sin olvidar sus predecesores en la sede que han brillado por santidad de vida. Para que se conserve siempre viva la memoria de los Obispos eminentes en el ejercicio de su ministerio, el Obispo con el presbiterio o la Conferencia Episcopal, se ocupará de hacer conocer a los fieles sus figuras mediante biografías actualizadas y, si es el caso, introduciendo su causa de canonización.(136)


136 Cf. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica postsinodal Pastores Gregis, 25.

Comentario Domingo IV de Pascua

Oración preparatoria

Señor y hermano nuestro, Jesús, Tú eres el Buen Pastor que cuidas con mimo de tus ovejas, llámanos por nuestro propio nombre, guíanos en los andares de nuestra vida, cuídanos en todos los avatares de nuestro caminar. Y repara nuestras fuerzas en la mesa de tu Palabra y de tu Pan. Tú que vives y reinas con el Padre por los siglos de los siglos. AMEN.

 

Jn 10, 1-10

«1“En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ese es ladrón y bandido; 2pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.

3A este el portero le abre y las ovejas escuchan su voz, y a sus ovejas las llama por su nombre y las conduce fuera.

4Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”.

6Jesús les dijo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.

7Así que Jesús dijo de nuevo:

“En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. 8Todos los que vinieron antes que yo son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. 9Yo soy la puerta: el que entre por medio de mí será salvado, y entrará y saldrá, y encontrará pastos. 10El ladrón no viene sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”».

PALABRA DE DIOS

 

CONTEXTO

Este evangelio forma parte de un discurso más amplio que Jesús dirige a los fariseos (10,1-21). El discurso está enmarcado por el episodio de la curación del ciego de nacimiento (9,1-39) y por la referencia al mismo en 10,21: “Esas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?”. Esta es la disposición del texto: a) Jn 9: Curación del ciego; b) Jn 10,1-10: Yo soy la puerta; b’) Jn 10,11-18: Yo soy el buen pastor; a’) Jn 10,19-21: Referencia a la curación del ciego. Aquí, la ceguera es el símbolo de la falta de fe de los fariseos, de su incapacidad de comprender y de su rechazo y resistencia a la revelación de Jesús. A unos personajes faltos de fe (los judíos fariseos) Jesús dirige las palabras del evangelio de hoy.

 

TEXTO

Tiene una estructura en quiasmo (a-b-b’-a’): se abre con unas palabras de Jesús, introducidas por la expresión típica de Juan: “En verdad, en verdad os digo” (a: vv. 1-5); estas palabras se cierran con una frase del narrador, haciendo referencia a la incomprensión de los oyentes (b: v. 6). La segunda parte del evangelio se abre con una nueva referencia del narrador (b’: v. 7a), y continúa con otras palabras de Jesús, otra vez iniciadas con la misma expresión típica (a’: vv. 7b-10). Esmerada construcción del texto, en la que sobresale la presentación de Jesús como pastor y puerta/portero, frente a los ladrones/bandidos; lo que corresponde a cada uno (a Jesús, dar vida abundante; a los ladrones, robos y estragos); la actitud discipular (seguir al pastor).

 

ELEMENTOS A DESTACAR

• Atendamos a los personajes de los vv. 1-5: ovejas, ladrones/bandidos, pastor/portero.

Las ovejas representan al pueblo de Dios y a los discípulos, pero siempre permiten advertir la característica más especial de Jesús y de Dios: la compasión (cf. Ez 34; Lc 15,4-7; Mt 18,12-14; Mc 6,34; Mt 9,36). A ellas corresponde seguir al pastor para encontrar pastos (vida).

Los ladrones/bandidos son los fariseos y dirigentes judíos en general: no entran al redil por la puerta (no sirven a la comunidad con/como Jesús) y su finalidad es robar, matar, hacer estrago (explotar al pueblo, en lugar de servirlo y conducirlo a Dios: cf. Mc 12,40; Mt 23,14; Lc 20,47).

El pastor/puerta: es Jesús, cuya voz es reconocida y escuchada. Él va por delante como Pastor y Maestro, y su finalidad es dar vida abundante.

¿De qué manera estos “personajes” cuestionan, enriquecen o acrisolan nuestra vida creyente? ¿Qué podemos aprender?

• Atendamos también esta autodefinición repetida de Jesús: “Yo soy la puerta” (vv.7.9). Por él se entra en un ámbito de salvación, de libertad y de vida que ni las instituciones judías ni sus dirigentes podían dar.

¿Qué es para ti “entrar por Jesús”: acercarse a Él, conocerle, creer en Él, amarle, seguirle, guardar su palabra…? Vivir desde dentro de Jesús; sentir, pensar, actuar, elegir desde Jesús.

• Finalmente, atendamos la palabra “voz”, que se repite tres veces. Las ovejas de Jesús “escuchan su voz”, “conocen su voz”, “no conocen la voz de los extraños”. ¿Cómo es tu familiaridad con “la voz” de Jesús? ¿Lees y oras su palabra diariamente?

 

Paso 1 Lectio: ¿Qué dice el texto? Atiende todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas.

Paso 2 Meditatio: ¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Paso 3 Oratio: ¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Paso 4 Actio: ¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

Para la catequesis: Domingo IV de Pascua

IV Domingo de Pascua
3 mayo 2020

Hechos 2, 14a 36-41; Salmo 22, 1Pedro 2, 20b-25; Juan 10, 1-10

Jesús el Buen Pastor

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: “Yo les aseguro que el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón, un bandido; pero el que entra por la puerta, ése es el pastor de las ovejas. A ése le abre el que cuida la puerta, y las ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y las conduce afuera. Y cuando ha sacado a todas sus ovejas, camina delante de ellas, y ellas lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”. Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les quería decir. Por eso añadió: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta; quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón sólo viene a robar, a matar y a destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia’’.

Reflexión:

Jesús se compara a un pastor, ¿Cuál es el trabajo de un pastor? Es una persona que guarda y guía a las ovejas para que estén protegidas y bien nutridas. ¿Cómo es Jesús un pastor? Con su Palabra, con su presencia en la Eucaristía y con El Espíritu Santo, Jesús nos guía a cómo hacer el bien y como acercarnos más a Dios para llegar al Cielo. También nos protege y provee por nosotros. Jesús dice que hay pastores que son ladrones, que no entran por la puerta del redil, si no saltan por otro lado; pero las ovejas no lo siguen porque no conocen su voz. ¿A quiénes se refería Jesús? Jesús se refiere a los fariseos que guiaban a los judíos pero que no tienen a Dios en sus corazones, si no deseo de poder y riquezas. Jesús dice que el que cuida la puerta es el que deja entrar al pastor bueno; Jesús dice que Él es el que cuida la puerta. ¿Quiénes son nuestros pastores que Jesús deja entrar? El Papa Francisco es el pastor principal de nuestra Iglesia Católica. Después, él nombra a obispos que nombran sacerdotes para que sean nuestros pastores y nos guían con la misa y los sacramentos al Cielo. Jesús dice que sus ovejas siguen al pastor bueno porque reconocen su voz, ¿Cómo reconocemos la voz de Jesús en otros? Conociendo a Jesús en la oración y en las escrituras, sabemos lo que Él quiere de nosotros. ¿Qué nos dice Jesús en su palabra y con su ejemplo que debemos hacer para seguirlo? Jesús nos dijo que amaramos mucho a Dios y al prójimo. Él nos enseñó cuando curó a los enfermos, le dio de comer al hambriento, perdonó pecados, les lavo los pies a los apóstoles…

Actividad:

Buscar en la biblia tres ejemplos de Jesús enseñándonos a amar a Dios o a nuestro prójimo. Escoger uno y pintarlo. Imprimir o dibujar una oveja en cartulina. Cortarla y pegarla a un palito3. Escribir su nombre detrás y pegarle algodón delante. Bailar con su ovejita a la canción aquí.

Oración:

Jesús, ayúdame a querer orar más todos los días para conocerte mejor y siempre reconocer tu voz en otros. Gracias por amarme, cuidarme, y guiarme siempre. Te quiero mucho. Amen.

¿Qué me quiere decir hoy Jesús?

El Buen Pastor – Juan 10, 1-10

En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos: -Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: -Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará, y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundantemente.

Explicación

Jesús es el Buen Pastor porque conoce a sus ovejas, que somos nosotros, y da su vida por nosotros. Todos los que seguimos a Jesús tenemos que interesarnos por sus ovejas, o sea, por nuestros hermanos y amigos y aunque nos cueste ayudarles cuando nos necesiten.

Evangelio dialogado

Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.

CUARTO DOMINGO DE PASCUA – “A”(Jn. 24, 13-35)

DISCÍPULO 1: Maestro, ¿te parece bueno el rey Herodes?

DISCÍPULO 2: ¡Qué tonterías se te ocurren! El rey Herodes mandó matar a Juan el Bautista, ¿cómo va a ser bueno?

DISCÍPULO 1: Y el Sumo Sacerdote, ¿te parece bueno el Sumo Sacerdote?

DISCÍPULO 2: ¿Está bobo o qué? Todos sabemos que el Sumo Sacerdote se ha hecho rico gracias al templo.

DISCÍPULO 1: Entonces… ¿cómo tiene que ser un jefe para considerarle bueno?

JESÚS: Tiene que ser como un buen pastor.

DISCÍPULO 2: ¿Un pastor?

JESÚS: Eso he dicho, un pastor. Pero quizá esos amigos fariseos también quieren escuchar la explicación.

DISCÍPULO 1: No te fíes de ellos, Maestro, esos sí que son malos. Hemos oído algo de un pastor. ¿Podemos saber de qué pastor se trata?

JESÚS: Hablaba de los buenos pastores.

DISCÍPULO 2: ¿Qué hace un buen pastor?

JESÚS: Un buen pastor entra por la puerta a cuidar sus ovejas.

DISCÍPULO 1: Claro, por la ventana entran los ladrones.

JESÚS: Las ovejas conocen la voz del buen pastor, y él las llama por su nombre.

DISCÍPULO 2: Los ladrones no saben el nombre de las ovejas, ni les interesa, sólo quieren robarlas.

JESÚS: El buen pastor saca a pacer a sus ovejas… y va delante de ellas. Y Las ovejas le siguen porque conocen su voz.

DISCÍPULO 1: ¿Y a qué viene todo ese rollo de ovejas y pastores?

JESÚS: Un buen jefe tiene que ser pastor y puerta de sus ovejas.

DISCÍPULO 2: ¿Pastor, puerta? ¡No entiendo nada!

JESÚS: Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas.

DISCÍPULO 1: Y todos los que han venido antes que tú… ¿qué son?

JESÚS: Son ladrones y bandidos.

DISCÍPULO 2: ¿Sí? ¿Todos? ¿Seguro?

JESÚS: Pero las ovejas no les escucharon.

DISCÍPULO 1: Entonces… ¿Tú eres la puerta?

JESÚS: Y quien entre por mí, se salvará. Y podrá entrar y salir, claro.

DISCÍPULO 2: ¿Y encontrará pastos?

JESÚS: Desde luego. ¿Para qué entra un ladrón en el establo?

DISCÍPULO 1: Para robar y para matar.

JESÚS: Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.

Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández

Comentario al evangelio – Miércoles III de Pascua

Con la muerte de Esteban, comienza una persecución contra los cristianos. Una de las muchas que ha habido a lo largo de la historia. La primera, pero no la única. Desde luego, una situación horrible, pero que, a la larga, no pudo ser más beneficiosa para todos nosotros. No hay mal que por bien no venga, o Dios escribe recto con renglones torcidos. Sin esta persecución, los primeros discípulos no habrían salido de Jerusalén, o habrían tardado más. Intentando acabar con la Iglesia primitiva, los perseguidores consiguieron el efecto contrario. Gracias a ella, por todo el mundo hay cristianos. Gracias a la persecución, muchos lugares “se llenaron de alegría”.

De esta manera, a través de estos “misioneros forzosos”, muchos pudieron conocer la Buen Nueva. Acercarse al Pan de Vida, que se da la vida eterna. Ver para creer. Ver a Cristo, su ejemplo, su vida, escuchar su Palabra, para tener esa Vida. Desde nuestra perspectiva, podemos ser de los que acogen la Palabra, con oración diaria, con acción de gracias permanente, y eso está muy bien; pero debemos ser también de los que llevan el mensaje a los demás. En estos días extraños, cuando no podemos movernos mucho y, por tanto, tenemos más tiempo, quizá podamos convertirnos en apóstoles. En nuestras llamadas, en los mensajes telefónicos, en los foros de conversación, que haya hueco para Dios. Que en nuestros buenos deseos no falte el “cuando Dios quiera”, por ejemplo. Y que se note nuestra esperanza. Esperanza que nace de saberse en las manos de Dios.

Ayer comentábamos que algunos se alegraban de la muerte de Esteban. Se ve que les molestaba. Hoy, por el contrario, algunos hombres buenos procedieron a enterrarlo. Los momentos de crisis sacan lo peor, pero también lo mejor de nosotros. Como en nuestros días, con la pandemia del coronavirus alrededor. Los hay que especulan con los precios de los productos, y otros, sin embargo, lo dan todo, hasta la vida, como el padre Julio Vivas, misionero claretiano, muerto en Valladolid por esta enfermedad. Como tantos otros servidores de Dios. Como tantos trabajadores sanitarios. Los recordamos y oramos por ellos. Que el Señor les dé la vida eterna.

Hoy celebramos la memoria de santa Catalina de Siena. Aquí se puede leer algo de su vida.

Alejandro Carbajo, C.M.F.