Oración preparatoria
(Del Sal 51) Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé. Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría. Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza. AMÉN.
Mt 18, 15-20
«15Pero si tu hermano peca contra ti, vete a corregirlo a solas tú y él. Si te escucha, ganaste a tu hermano. 16Pero si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. 17 Pero si no quiere escucharlos, dilo a la iglesia. Pero si hasta a la iglesia no escucha, sea para ti como el gentil y el publicano.
18En verdad os digo: todo cuanto atéis en la tierra, será atado en [el] cielo; y todo cuanto desatéis en la tierra, será desatado en [el] cielo.
19De nuevo en verdad os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre, que está en los cielos. 20Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos».
PALABRA DE DIOS
CONTEXTO