Oración preparatoria
Señor Jesús: Tú dijiste: “mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica”. Abre nuestro corazón y nuestro ser entero a tu Palabra, para que seamos hermanos tuyos, tu familia. Danos el corazón abierto, confiado y obediente de María tu madre. Y que escuchando tu Palabra, podamos decir, como ella: “haz tu voluntad en mí, en nosotros”. AMEN.
Mt 21, 33-43
«33“Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó.
34Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. 35Y los labradores, agarrando a los siervos, a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon.
36De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero les hicieron lo mismo.
37Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo respetarán’. 38Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Éste es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia’. 39Y, agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron.
40Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?”.
41Le dicen: “A esos miserables les dará una muerte miserable y arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo”.
42Les dice Jesús: “¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que desecharon los constructores, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? 43Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios y será dado a un pueblo que haga sus frutos».
PALABRA DE DIOS
CONTEXTO