VÍSPERAS
SAN FRANCISCO JAVIER, presbítero
INVOCACIÓN INICIAL
V/. Dios mío, ven en mi auxilio
R/. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
HIMNO
Cantemos al Señor con alegría
unidos a la voz del pastor santo;
demos gracias a Dios, que es luz y guía,
solícito pastor de su rebaño.
Es su voz y su amor el que nos llama
en la voz del pastor que él ha elegido,
es su amor infinito el que nos ama
en la entrega y amor de este otro cristo.
Conociendo en la fe su fiel presencia,
hambrientos de verdad y luz divina,
sigamos al pastor que es providencia
de pastos abundantes que son vida.
Apacienta, Señor, guarda a tus hijos,
manda siempre a tu mies trabajadores;
cada aurora, a la puerta del aprisco,
nos aguarde el amor de tus pastores. Amén.
SALMO 14: ¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Ant. Soy ministro del Evangelio por el don de la gracia de Dios.
Señor, ¿quién puede hospedarse en su tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua.
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor.
El que no retracta lo que juró
aun en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Soy ministro del Evangelio por el don de la gracia de Dios.
SALMO 111:
Ant. Éste es el criado fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos,
su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor,
su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Éste es el criado fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre.
CÁNTICO del APOCALIPSIS: HIMNO DE ADORACIÓN
Ant. Mis ovejas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Mis ovejas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.
LECTURA: St 5, 7-8.9b
Tened paciencia hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. Mirad que el juez está ya a la puerta.
RESPONSORIO BREVE
R/ Despierta tu poder y ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
V/ Despierta tu poder y ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
R/ Que brille tu rostro y nos salve.
V/ Señor Dios de los ejércitos.
R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ Despierta tu poder y ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El que viene detrás de mí existía antes que yo, y yo no soy digno de desatarle la correa de la sandalia.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El que viene detrás de mí existía antes que yo, y yo no soy digno de desatarle la correa de la sandalia.
PRECES
Oremos, hermanos, a Cristo, el Señor, que por nosotros se despojó de su rango, y digámosle confiados:
Ven, Señor Jesús
Señor Jesús, que con tu encarnación has salvado al mundo,
— purifica nuestras almas y nuestros cuerpos de todo pecado.
No permitas que aquellos a quienes llamas hermanos por tu encarnación
— se alejen de ti por el pecado.
No permitas que aquellos a quienes has salvado con tu venida
— merezcan ser castigados en el día de tu juicio.
Cristo Jesús, que nunca alejas de nosotros tu bondad y tu amor,
— haz que alcancemos la corona inmarcesible de gloria.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Te encomendamos, Señor, a nuestros hermanos que han sido separados temporalmente de su cuerpo;
— haz que, muertos para el mundo, vivan eternamente para ti.
Confiemos nuestras súplicas a Dios, nuestro Padre, terminando esta oración con las palabras que el Señor nos enseñó:
Padre nuestro…
ORACION
Señor y Dios nuestro, tú has querido que numerosas naciones llegaran al conocimiento de tu nombre por la predicación de san Francisco Javier; infúndenos su celo generoso por la propagación de la fe, y haz que tu Iglesia encuentre su gozo en evangelizar a todos los pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
CONCLUSIÓN
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.