II VÍSPERAS
DOMINGO II DE NAVIDAD
INVOCACIÓN INICIAL
V/. Dios mío, ven en mi auxilio
R/. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
HIMNO
No la debemos dormir
la noche santa,
no la debemos dormir.
La Virgen a solas piensa
que hará
cuando al Rey de la luz inmensa
parirá,
si de su divina esencia
temblará,
o qué le podrá decir.
No la debemos dormir
la noche santa,
no la debemos dormir. Amén.
SALMO 109: EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE
Ant. Nos ilumina el día de la nueva redención, del cumplimiento de las antiguas promesas, del anuncio de la felicidad eterna.
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Nos ilumina el día de la nueva redención, del cumplimiento de las antiguas promesas, del anuncio de la felicidad eterna.
SALMO 113B: HIMNO AL DIOS VERDADERO
Ant. Enseñó el Señor su gracia y su lealtad.
No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da la gloria,
por tu bondad, por tu lealtad.
¿Por qué han de decir las naciones:
«Dónde está su Dios»?
Nuestro Dios está en el cielo,
lo que quiere lo hace.
Sus ídolos, en cambio, son plata y otro,
hechura de manos humanas:
Tienen boca, y no hablan;
tienen ojos, y no ven;
tienen orejas, y no oyen;
tienen nariz, y no huelen;
Tienen manos, y no tocan;
tienen pies, y no andan;
no tiene voz su garganta:
que sean igual los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
Israel confía en el Señor:
él es su auxilio y su escudo.
La casa de Aarón confía en el Señor:
él es su auxilio y su escudo.
Los fieles del Señor confían en el Señor:
él es su auxilio y su escudo.
Que el Señor se acuerde de nosotros y nos bendiga,
bendiga a la casa de Israel,
bendita a la casa de Aarón;
bendiga a los fieles del Señor,
pequeños y grandes.
Que el Señor os acreciente,
a vosotros y a vuestros hijos;
benditos seáis del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
El cielo pertenece al Señor,
la tierra se la ha dado a los hombres.
Los muertos ya no alaban al Señor,
ni los que bajan al silencio.
Nosotros, sí, bendeciremos al Señor
ahora y por siempre.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. Enseñó el Señor su gracia y su lealtad.
CÁNTICO del APOCALIPSIS: LAS BODAS DEL CORDERO
Ant. El Señor, el rey de los reyes, ha nacido por nosotros en la tierra: mirad, ha llegado ya la salvación del mundo y la redención de los hombres. Aleluya.
Aleluya.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios,
porque sus juicios son verdaderos y justos.
Aleluya.
Aleluya.
Alabad al Señor, sus siervos todos,
los que le teméis, pequeños y grandes.
Aleluya.
Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo,
alegrémonos y gocemos y démosle gracias
Aleluya.
Aleluya.
Llegó la boda del Cordero,
Su esposa se ha embellecido.
Aleluya.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Ant. El Señor, el rey de los reyes, ha nacido por nosotros en la tierra: mirad, ha llegado ya la salvación del mundo y la redención de los hombres. Aleluya.
LECTURA: 1Jn 1, 1-3
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de la vida (pues la vida se hizo visible), nosotros la hemos visto, os damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó. Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
RESPONSORIO BREVE
R/ La Palabra se hizo carne. Aleluya, Aleluya.
V/ La Palabra se hizo carne. Aleluya, Aleluya.
R/ Y acampó entre nosotros.
V/ Aleluya, Aleluya.
R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ La Palabra se hizo carne. Aleluya, Aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Dichoso el vientre que llevó al Hijo del eterno Padre y dichosos los pechos que criaron a Cristo, el Señor.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichoso el vientre que llevó al Hijo del eterno Padre y dichosos los pechos que criaron a Cristo, el Señor.
PRECES
Adoremos alegres a Cristo, ante cuyo nacimiento los ángeles anunciaron la paz a la tierra, y supliquémosle, diciendo:
Que tu nacimiento, Señor, traiga la paz a todos los hombres.
Tú que con el misterio de Navidad consuelas a la Iglesia,
— cólmala también de todos tus bienes.
Tú que has venido como pastor supremo y guardián de nuestras vidas,
— haz que el papa y todos los obispos sean buenos administradores de la múltiple gracia de Dios.
Rey de la eternidad, que al nacer quisiste experimentar las limitaciones humanas sometiéndote a la brevedad
— haz que nosotros, que somos caducos y mortales, participemos de tu vida eterna.
Tú que, esperado durante largos siglos, viniste en el momento culminante de la historia,
— manifiesta tu presencia a los que aún te están esperando.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que, hecho carne, restauraste la naturaleza humana corrompida por la muerte,
— concede la plena salvación a los difuntos.
Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a decir:
Padre nuestro…
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
CONCLUSIÓN
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.