Meditación – Viernes III de Cuaresma

Hoy es viernes III de Cuaresma.

La lectura de hoy es del evangelio Marcos (Mc 12, 28b-34):

En aquel tiempo, uno de los maestros de la Ley se acercó a Jesús y le hizo esta pregunta: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?». Jesús le contestó: «El primero es: ‘Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No existe otro mandamiento mayor que éstos».

Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios». Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.

Hoy, a la pregunta fundamental sobre el «primer mandamiento», Jesucristo responde «Ley en mano». En Lc 10,26, el Señor responde preguntando al escriba «¿qué está escrito en la Ley?». Éste dio la respuesta exacta. Sin embargo, Cristo, desvelando paulatinamente su propio misterio, llevó «la respuesta» hacia horizontes insospechados.

Un tema característico de los escritos de san Juan es el amor. 1º La Fuente del amor es Dios: «Dios es amor» (1Jn 4,8) (Juan es el único autor neotestamentario que da esta «definición» de Dios). 2º Dios —mediante la encarnación y muerte de su Hijo Jesucristo— ha demostrado su amor: no se limitó a declaraciones orales, sino que se comprometió de verdad y «pagó» personalmente. 3º Contemplando este «exceso» de amor, el cristiano se ve llamado a una respuesta activa, sintetizada en el «nuevo mandamiento».

—En el Antiguo Testamento el criterio normativo estaba tomado del hombre («como a ti mismo»). En el Nuevo Testamento Jesús presenta como motivo y norma de nuestro amor su misma persona: «Como yo os he amado».

REDACCIÓN evangeli.net

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