Oración preparatoria
Señor Jesucristo, nos diste tu Palabra, y quisiste permanecer para siempre con los tuyos y nos regalaste tu presencia en el Pan y en el Vino, concédenos:
• reconocerte y adorarte en esos signos de tu amor,
• y alimentarnos de la mesa de tu Palabra y de la mesa de Pan y de vino que nos fortalecen y nos realimentan para el caminar de nuestra vida.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMEN.
Mc 14, 12-16. 22-26
«12El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba [el cordero de] la Pascua, le dicen sus discípulos: “¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas [el cordero de] la Pascua?”.
13Y envía a dos de sus discípulos y les dice: “Id a la ciudad y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua: seguidlo; 14y allí donde entre decidle al dueño: ‘El Maestro dice: ¿dónde está mi habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?’. 15Os mostrará una sala grande en el piso de arriba, preparada con divanes: preparad allí para nosotros”.
16Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, encontraron como les había dicho y prepararon [la cena de] la Pascua.
22Y mientras estaban comiendo, tomando pan y bendiciéndolo, lo partió y se lo dio, y dijo: ‘Tomad, esto es mi cuerpo’. 23Y tomando una copa, dando gracias, se la dio y todos bebieron de ella. 24Y les dijo: ‘Ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. 25En verdad os digo que ya no beberé del fruto de la vid hasta el día aquel cuando lo beba nuevo en el Reino de Dios’.
26Y, después de cantar los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos».
¡PALABRA DEL SEÑOR!
CONTEXTO
El texto evangélico recoge la institución de la eucaristía en el evangelio de Mc, en sus preparativos y su ejecución. Está precedido por el episodio de la mujer que unge a Jesús en casa de Simón el leproso (14,3-9) y la traición de Judas (14,10- 11). En medio del texto litúrgico se sitúa el anuncio de la traición que Jesús hace a sus discípulos (14,17-21), y al texto litúrgico sucede la predicción que Jesús hace del escándalo general de los discípulos (14,27-31). Es un momento, no sólo de máxima gravedad para la vida de Jesús, sino de acrisolamiento de la condición discipular. Marcos es osado: presenta la institución de la eucaristía entre la traición de uno y el escándalo de todos, discípulos siempre.
Está formado por dos perícopas distintas: la primera corresponde a los preparativos de la cena de Pascua (vv. 12-16). Tiene tres partes: en la primera, los discípulos se ponen a disposición de Jesús para preparar la cena de Pascua (v. 12); la parte central recoge las disposiciones dadas por Jesús (vv. 13-15); al final, la ejecución de las órdenes dadas (v. 16). Sobresalen la insistencia en la preparación (preparar la Pascua —> preparar la Eucaristía) y el papel de los discípulos (esos que van a traicionar o a escandalizarse de/por Jesús, lo que crea una gran tensión narrativa en el lector/oyente del evangelio, para servir de ‘espejo’ o de ‘contraejemplo’). Un elemento interesante es el ‘hombre con el cántaro de agua’, que se interpretó desde antiguo como una imagen del bautismo (agua), puerta de acceso a la eucaristía (cena pascual).
La segunda perícopa corresponde a la cena propiamente dicha, que es para nosotros el relato fundacional de la Eucaristía (vv. 22-25), totalmente centrada en las acciones y palabras de Jesús. El v. 26 forma ya transición de la siguiente perícopa, en la que Jesús preanuncia el escándalo general de los discípulos que culmina en la huida de todos ellos (14,50, cf. en oposición 1,18). Destaca la sucesión de acciones y palabras de Jesús, y básicamente el comer y beber, un pan que nos hace parte de/con Jesús en su persona (hijos de Dios en el Hijo), en su misión (el anuncio del Reino de Dios) y en su destino (la entrega de la propia vida). Un elemento interesante: la sala está dispuesta (preparada), pero los discípulos deben prepararla aún. ¿Cómo entender esto? Aquí podemos encontrar la profundidad teológica de Marcos: la Eucaristía es un don, pero también es una misión. Los discípulos son los que preparan los lugares para el encuentro con el Maestro, los que comparten vida, misión y destino con él; entonces y también hoy.
Paso 1 Lectio:¿Qué dice el texto? Atiende todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas.
Paso 2 Meditatio:¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?
Paso 3 Oratio:¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…
Paso 4 Actio:¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?