Vísperas – Martes XII de Tiempo Ordinario

VÍSPERAS

MARTES XII TIEMPO ORDINARIO

INVOCACIÓN INICIAL

V/. Dios mío, ven en mi auxilio
R/. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

HIMNO

Atardece, anochece, el alma cesa
de agitarse en el mundo
como una mariposa sacudida.

La sombra fugitiva ya se esconde.
Un temblor vagabundo
en la penumbra deja su fatiga.

Y rezamos, muy juntos,
hacia dentro de un gozo sostenido,
Señor, por tu profundo
ser insomne que existe y nos cimienta.

Señor, gracias, que es tuyo
el universo aún; y cada hombre
hijo es, aunque errabundo,
al final de la tarde, fatigado,
se marche hacia lo oscuro
de sí mismo; Señor, te damos gracias
por este ocaso último.

Por este rezo súbito. Amén.

SALMO 136: JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA

Ant. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.

Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los cauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.

Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirnos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»

¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;

que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.

SALMO 137: ACCIÓN DE GRACIAS

Ant. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre:

por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.

Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.

El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.

Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.

El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.

CÁNTICO del APOCALIPSIS: HIMNO DE LOS REDIMIDOS

Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

Eres digno, Señor, Dios nuestro,
de recibir la gloria, el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y con tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes,
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría,
la fuerza, el honor, la gloria, y la alabanza.

Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

LECTURA: Col 3, 16

La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.

RESPONSORIO BREVE

R/ Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
V/ Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

R/ De alegría perpetua a tu derecha
V/ En tu presencia, Señor.

R/ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
V/ Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Haz con nosotros, Señor, obras grandes, porque eres poderoso, y tu nombre es santo.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Haz con nosotros, Señor, obras grandes, porque eres poderoso, y tu nombre es santo.

PRECES

Invoquemos a Cristo, que da fuerza y poder a su pueblo, diciendo:

Señor, escúchanos.

Cristo, fortaleza nuestra, que nos has llamado a la luz de tu verdad,
— concede a todos tus fieles fidelidad y constancia.

Haz, Señor, que los que gobiernan el mundo lo hagan conforme a tu querer,
— y que sus decisiones vayan encaminadas a la consecución de la paz.

Tú que, con cinco panes, saciaste a la multitud,
— enséñanos a socorrer con nuestros bienes a los hambrientos.

Que los que tienen en su mano los destinos de los pueblos no cuiden sólo del bienestar de su nación,
— sino que piensen también en los otros pueblos.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Cuando vengas aquel día, para que en tu santos se manifieste tu gloria,
— da a nuestros hermanos difuntos la resurrección y la vida feliz.

Todos juntos, en familia, repitamos las palabras que nos enseñó Jesús y oremos al Padre, diciendo:
Padre nuestro…

ORACION

Puestos en oración ante ti, Señor, imploramos tu clemencia y te pedimos que los sentimientos de nuestro corazón concuerden siempre con las palabras de nuestra boca. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén.

CONCLUSIÓN

V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.

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Lectio Divina – Martes XII de Tiempo Ordinario

1.- Oración introductoria.

Señor, hay muchas cosas buenas, “santas” que me has dado a lo largo de la vida. Me has favorecido con muchos dones, me has inundado de regalos, de gracias. Y me pregunto: Dios mío, ¿qué he hecho de tanto derroche de amor? Muchas veces lo he tirado, lo he malgastado, lo he malogrado. ¡Me pesa, Señor! Y quiero emplear ya toda mi vida en tu servicio. Quiero compensar con mi respuesta generosa, tanto olvido, tanta deficiencia, tanta negligencia, tanto descuido, tanta ingratitud. Señor, ayúdame a cambiar. 

2.- Lectura reposada del evangelio: Mateo 7, 6.12-14

«No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen. Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. «Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que lo encuentran.

3.- Qué dice la Palabra de Dios.

Meditación-reflexión.

El evangelio de hoy nos habla de una “puerta estrecha”. En realidad para un cristiano no puede haber otra puerta que no sea Jesús. “Él es la puerta” (Jn. 10,7). Y la puerta de Jesús no puede ser otra que “la puerta del amor”. Por esa puerta Jesús nos abre el acceso a un Padre maravilloso, lleno de cariño y de ternura. Y por esa misma puerta Jesús nos abre el acceso “al hombre”. Es el Concilio Vaticano II el que nos dice que “Jesús revela el hombre al hombre” (G.E. 22). Sólo a través de Jesús conocemos a Dios y al hombre. Y el modo de conocer en la Biblia es “a través del amor”. La puerta del amor no puede ser ancha porque se cuela  el egoísmo por dentro y destruye al verdadero amor. La puerta del amor es estrecha porque está hecha de sacrificio. Jesús pasó por la puerta estrecha de la Cruz, y así  nos expresó con toda claridad todo lo que nos quería. En muchas religiones se habla de una regla de oro: “Hacer a otros lo que quisiéramos que nos hicieran a nosotros”. Está bien porque se pone al hombre como “centro”. Pero para un cristiano la meta es más alta: el cristiano pone en el centro a Jesús. Hacer lo que hizo Jesús, pensar como pensaba Jesús, y amar como Él amó.  Sólo este amor nos realiza como personas. Sólo este amor nos hace plenamente felices. “Y sabiendo como sabéis estas cosas, seréis felices si las cumplís” (Jn. 13,17). El saber cosas bonitas sobre el amor no nos hace felices. Pero sí nos hace felices el ponerlo en práctica como Jesús. Bendita “puerta estrecha” que nos lleva a la auténtica y verdadera felicidad.

Palabra del Papa

“¿Qué significa esta «puerta estrecha»? ¿Por qué muchos no logran entrar por ella? ¿Acaso se trata de un paso reservado sólo a algunos elegidos? Si se observa bien, este modo de razonar de los interlocutores de Jesús es siempre actual: nos acecha continuamente la tentación de interpretar la práctica religiosa como fuente de privilegios o seguridades. En realidad, el mensaje de Cristo va precisamente en la dirección opuesta: todos pueden entrar en la vida, pero para toda la puerta es «estrecha». No hay privilegiados. El paso a la vida eterna está abierto para todos, pero es «estrecho» porque es exigente, requiere esfuerzo, abnegación, mortificación del propio egoísmo. (…)La salvación, que Jesús realizó con su muerte y resurrección, es universal”. Benedicto XVI, 26 de agosto de 2007.

4.- Qué me dice hoy a mí este texto ya meditado. (Guardo silencio)

5.- Propósito. Todo el día caminaré por la puerta estrecha del amor concreto y sacrificado a mis hermanos.

6.- Dios me ha hablado hoy a mí a través de su palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.

Hoy, Señor, te quiero agradecer el haber aprendido el verdadero camino de la auténtica felicidad. No está en recorrer un camino ancho, haciendo lo que me apetece en cada instante, un camino sin exigencias ni compromisos; sino un camino más estrecho, el de un amor más limpio, más transparente, más sacrificado.  Una vez más he comprendido que no puede haber otro camino mejor para los hombres que el que ha recorrido Jesús, el hombre ideal, el hombre perfecto.

ORACIÓN EN TIEMPO DE LA PANDEMIA.

Señor Resucitado: Mora en cada uno de nuestros corazones, en cada enfermo del hospital, en todo el personal médico, en los sacerdotes, religiosos y religiosas dedicados a la pastoral de la salud,  en los gobernantes de las naciones y líderes cívicos, en la familia que está en casa, en nuestros abuelos, en la gente encarcelada, afligida, oprimida y maltratada, en personas que hoy no tienen un pan para comer, en aquellos que han perdido un ser querido a causa del coronavirus u otra enfermedad. Que Cristo Resucitado nos traiga esperanza, nos fortalezca la fe, nos llene de amor y unidad, y nos conceda su paz. Amén

Comentario – Martes XII de Tiempo Ordinario

(Mt 7, 6. 12-14)

El camino que lleva a la verdadera vida es estrecho, porque no responde a los parámetros del mundo, a lo que uno haría espontáneamente si Dios no lo ayudara. Pero el evangelio nos dice también qué es eso que no responde a los criterios del mundo: hacer a los demás lo que nos gustaría que nos hagan. Es romper ese círculo donde nos hemos encerrado, que sólo nos permite mirar nuestros propios intereses; es comenzar a pensar en el bien de los demás así como pensamos en nosotros mismos. Esta ley de oro, hacer al hermano lo que quiero que hagan conmigo, estaba presente en otras culturas pero sólo en negativo: no hacer a los demás lo que no quiero que me hagan. El evangelio nos pide ir más allá y tomar iniciativas para hacer feliz al hermano.

Todos los grandes autores bíblicos tienen la convicción de que en la ley del amor al hermano se cumple y se plenifica toda la Ley de Dios (Mt 25, 31-46; Lc 6, 35-38; 1 Jn 2, 9-11; 3, 16-19; Sant 2, 8-9) que se expresa en la ley de oro. Pablo habla sólo del amor al prójimo como criterio para discernir si estamos en el camino de salvación, y no menciona las expresiones de amor a Dios en este resumen (Rom 13, 8-10; Gál 5, 14), como si hubiese olvidado el primer mandamiento. Porque Pablo, como todo el Nuevo Testamento, entiende que el amor interior a Dios se expresa inmediatamente y en primer lugar en los actos de amor al hermano, sin los cuales toda otra obra pierde sentido cristiano. Por esta misma convicción, santo Tomás de Aquino sostenía que la máxima de las virtudes en cuanto a las obras exteriores que dirige, es la misericordia (STh., II-IIae., 30, 4), superior incluso a los actos de culto de la religión (Ibid., ad 1). Lo mismo sostenía san Buenaventura, para quien «el que quiera ser perfecto amante de Dios primero debe ejercitarse en el amor al prójimo» (In III Sent., d. 27, a. 2, q. 4).

 

Oración:

«Cambia Señor mi mentalidad, para que deje de dar vueltas alrededor de mí mismo, para que rompa mi castillo de egoísmo y comodidad y busque la felicidad del hermano así como deseo mi propio bien».

 

VÍCTOR M. FERNÁNDEZ
El Evangelio de cada día

Misa de la familia – Domingo XIII de Tiempo Ordinario

ENTRADA

El testimonio de fe de los creyentes es, a la vez, signo del amor y la preocupación de Dios por los hombres y expre­sión de nuestra experiencia de confianza en Dios.

Si estamos reunidos aquí es porque el amor de Dios nos ha convocado; y también porque queremos responder con nuestra vida a ese amor. Estar de nuevo en la casa de la Co­munidad, en torno a la mesa de Dios nuestro Padre, es mo­tivo de fiesta y alegría, de esperanza y fuerza para seguir ca­minando por los senderos de la justicia y la fraternidad.

 

SALUDO

El amor generoso de Dios nuestro Padre que le movió a enviar a su Hijo entre nosotros para darnos Vida, esté con vosotros.

 

ACTO PENITENCIAL

• Tú, que has venido para dar la libertad a los oprimidos, la salud a los enfermos y la vida a los muertos. SEÑOR, TEN PIEDAD.

• Tú, que has venido para enseñarnos que la abundancia de unos sirve para remediar las necesidades de otros. CRISTO, TEN PIEDAD.

• Tú, que has venido para revelarnos la paternidad de Dios que nos llama a vivir en fraternidad. SEÑOR, TEN PIEDAD.

 

ORACION COLECTA

Padre de bondad, que nos has hecho hijos de la luz, ayú­danos a comprender verdaderamente el mensaje de Jesús y danos fuerzas para vivir conforme a lo que creemos. Por nues­tro Señor.

 

LECTURA SAPIENCIAL

Por debajo del lenguaje concreto que se utilice en unas épocas o en otras, lo importante es descubrir el mensaje que Dios nos envía, la realidad fundamental que quiere comuni­carnos: estamos creados por El y destinados a la vida, no a la muerte.

 

LECTURA APOSTOLICA

Pablo justifica en este texto las razones por las que invita  a los cristianos de Corinto a realizar una colecta especial en favor de la Iglesia de Jerusalén; éstos son pobre mientras que aquéllos tienen posibilidades: nivelando es como se hace  realidad la tan pregonada fraternidad.

 

LECTURA EVANGELICA

En el texto que vamos a escuchar a continuacion se cuenta que la gente se reía de Jesús y sus pretensiones de que la niña  no estaba muerta sino dormida. Pero Jesús fabuloso y fantástico, frente a frente con la muerte, se opone haciendo triunfar la vida. El final ya no son risas sino admiración.

 

ORACION DE LOS FIELES

Presentemos ahora nuestras plegarias al Padre, por la Iglesia, por el mundo entero y por nosotros mismos. Oremos diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE.

1.- Para que el papa Francisco, sucesor del apóstol Pedro, sea para todos los cristianos un buen testimonio de la alegría del Evangelio. OREMOS

2.- Para que los creyentes tengamos fe y no tengamos miedo, para que Jesús nos pueda decir también que nuestra fe nos ha salvado. OREMOS

3.- Para que las actividades que este verano se realizan con los niños y los jóvenes den buenos frutos, y de un modo especial las que se organizan desde las entidades cristianas. OREMOS

4.- Para que todos los que sufren las consecuencias de la crisis sanitaria encuentren salidas para encarrilar sus vidas. OREMOS

5.- Para que el Espíritu de Dios ilumine nuestras incertidumbres y nuestras dudas, y fortalezca nuestras debilidades. OREMOS

Escucha, Padre del amor, las plegarias que como comunidad cristiana te hemos presentado, y también odas las que cada uno de nosotros lleva en su corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Al presentarte, Padre, el pan y el vino,  te suplicamos nos ayudes para poder ofrecerte la alegría de vivir como auténticos discípulos de tu Hijo. Que vive y reina.

 

PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Dios Padre nuestro.

Porque en la plenitud de los tiempo y de la hisotira nos enviaste a tu propio Hijo para que no tengamos nunca más dudas ni sobre ti ni sobre tus intenciones para con los hombres: tú eres nuestro Padre y nosotros estamos llamados a triunfar, con tu Hijo y por la fuerza del Espíritu, sobre el dolor y la muerte.

Por eso, llenos de gozo y esperanza, te aclamamos cantando: Santo, Santo, Santo…

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Padre, esta eucaristía que hemos celebrado fortalezca nuestro  amor hacia ti por encima de todo, y nuestra fraternidad con todos los hombres. Por Jesucristo.

Música – Domingo XIII de Tiempo Ordinario

Entrada: Sálvanos, Señor Jesús. Apéndice;  Reunidos en el nombre del Señor CLN A9; Vienen con alegría CLN 728: Somos un pueblo que camina CLN 719
Introito en latin: Omnes gentes plaudite
Salmo Responsorial: Te ensalzaré, Señor, porque me has salvado
Ofrendas. Señor todo os pertenece (Cantos varios)
Santo. CLN I7.
Comunión    Señor, no soy digno CLN 040;  Bendigamos al Señor CLN 707; Yo soy el pan da vida CLN 038
Final. Reúne, Señor a ti Iglesia. CLN 750

Recursos – Ofertorio Domingo XIII de Tiempo Ordinario

ENCENDIDO DE LAS VELAS DE LA MESA DEL ALTAR DESDE EL CIRIO PASCUAL

(Hoy el Cirio Pascual está encendido desde el principio de la celebración y en lugar bien visible. El que preside, se acerca al mismo y prende una vela en el Cirio; después la ofrece a un ayudante para que encienda las velas del altar y las habituales para la celebración eucarística. La persona que hace la ofrenda, dice:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Mira, Señor, Tú has encendido en nuestros corazones la vida nueva de tu Hijo Resucitado. A Ti hemos acudido en oración, para que nos des la fortaleza que necesitamos para vivirla en nuestras vidas. Yo, ahora, en nombre de toda la comunidad, quiero ofrecerte, con el signo de esta luz que ha prendido las luces que iluminan el altar, nuestras vidas y el compromiso de vivirlas siempre desde Ti y desde tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

PRESENTACIÓN DE UN RAMO DE FLORES

(Esta ofrenda la puede hacer cualquiera de los miembros de la comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, en mi nombre y en el de toda la comunidad, yo te traigo este ramo de flores, que quiere simbolizar nuestra fe personal. Tú nos llamas, y cada uno/a de nosotros y de nosotras, no sólo hemos de responder a tu llamada, sino que la hemos de hacer vida de nuestras vidas. Que seamos capaces de confesarte como el Hijo de Dios, el Señor de nuestras personas, el eje en torno al cual giran y giran nuestras vidas. Bien sabes las muchas dificultades con las que hemos de enfrentar hoy y que complican nuestra confesión de fe. No nos niegues tu gracia, pues, al fin y al cabo, bien poco seríamos capaces de hacer con nuestras solas fuerzas.

UNA PAREJA DE ENAMORADOS

(Es necesario que sea una relación ya formal y conocida y, claro está, personas comprometidas en la acción social o evangelizadora de la Comunidad:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, tu sabes de nuestra aventura, porque nuestro amor es un regalo tuyo. Nosotros te lo ofrecemos ahora y, con él, nuestro compromiso y el de toda la comunidad de la que formamos parte, pues queremos, ser testigos del amor que nos has tenido y tienes a todas las personas. Así, queremos expresar tu vida y la del Resucitado.

PRESENTACIÓN DE UN VASO DE AGUA

(Lo presenta una persona adulta de la comunidad; al presentar, dice:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Por mi parte, Señor, yo te traigo este vaso de agua, símbolo de nuestra acogida y hospitalidad a los y a las demás. Haznos superar los recelos actuales y el encerrarnos en nuestras familias y en nosotros mismos y en nosotras mismas, producto del individualismo y el egoísmo reinante. Que seamos capaces de descubrir en el rostro de cualquiera el de tu Hijo, y acojamos, entonces, a cualquier hombre y mujer como lo haríamos con tu propio Hijo.

PRESENTACIÓN DE UNA ONG

(Tras la presentación de la Organización No Gubernamental, uno de los miembros de la comunidad, mejor si está relacionado con ella, dice:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo hoy el compromiso mío y el de todos de abrir nuestros corazones a los y a las más pobres de todo el mundo. Queremos apoyarles con nuestros bienes, pero también con nuestra solidaridad y nuestro trabajo, porque creemos que, si sólo compartiéramos el dinero, podríamos incurrir en el pecado de lavarnos las manos y tratarles como si fueran meros indigentes. Con ello queremos expresar el amor que Tú tienes a los más necesitados y necesitadas y pequeños y pequeñas de esta tierra, y que son tus preferidos y preferidas. Ayúdanos a vivir este compromiso solidario, haciendo posible la VIDA en nuestro entorno y en la humanidad. Así, llevaremos adelante la obra iniciada por Jesús. Así sea.

Oración de los fieles – Domingo XIII de Tiempo Ordinario

Padre, sabes que nuestra fe es débil y necesitamos que tu fuerza y tu luz nos guíe en todo momento. Así pues repetimos:

AUMENTA NUESTRA FE, SEÑOR.

1. – Por el Papa, para que aliente sin cesar la fe de toda la Iglesia. OREMOS

2. – Por los gobernantes para que como dice San Pablo, actúen con generosidad para el bien de sus ciudadanos. OREMOS

3. – Por los jóvenes, los niños y todos aquellos que comienzan su vida de fe, para que ésta sea de raíz fuerte y no se trastorne con los contratiempos. OREMOS

4. – Por todos los enfermos, los que sufren, los que están solos, para que encuentren en los cristianos la compañía y la fe que Cristo nos trae. OREMOS

5. – Por aquellos que comienzan sus vacaciones, para que sea este tiempo una ocasión propicia para acercarse a Jesús y que aumente su fe. OREMOS

6. – Por todos nosotros para que con la recepción frecuente del perdón de Dios y de la Eucaristía crezcamos firmes en la fe. OREMOS

Padre, tú que hiciste al hombre para que disfrutara de vida, alivia en nosotros los efectos del pecado y haznos partícipes de tu alegría eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amen.


Ponemos estas peticiones en manos del Padre y le pedimos que nos haga generosos a la hora de aceptar nuestros compromisos, ya que ellos nos darán razones sólidas para vivir.

SEÑOR, ERES NUESTRA VIDA.

1.- Por todos el Papa, los obispos, los sacerdotes, los diáconos, para que nos muestren el auténtico rostro del Dios de la vida. OREMOS

2.- Por todos los necesitados de pan, de amor, de ternura, de solidaridad; para que dejen los convencionalismos y se pongan delante de Jesús, insistiendo en su necesidad. OREMOS

3.- Por todos los que han tenido que morir en la pobreza, sin compañía y sobre todo a los que no tienen a nadie que pida por ellos. OREMOS

4.- Por los ancianos, los que están solos, los que viven angustiados porque son víctimas de malos tratos; para que no nos quedemos indiferentes ante su dolor. OREMOS

5.- Para que los poderosos no intenten lograr la paz empuñando armas, sino que defiendan la tolerancia, la justicia, la concordia, el amor. OREMOS

6.- Por todos los que estamos aquí cargados de peticiones y preocupaciones; para que el Señor las acoja, sobre todo las de los más angustiados. OREMOS.

Señor, sigue ayudándonos a ser consecuentes, y recuérdanos que todo lo que hemos recibido de tu bondad.

Por nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

Comentario al evangelio – Martes XII de Tiempo Ordinario

Hoy también seguimos escuchando la historia de Abrahán en el  libro del Génesis. En estas narraciones bíblicas asistimos al nacimiento del pueblo de Isarel, pueblo elegido por Dios en las personas de Abrán y de sus descendientes. La decisión de Abrán y Lot de separarse, dado que el territorio en que se encontraban resultaba pequeño para contener a ambos. Además las continuas disputas impedían que hubiera  paz entre ellos.

Al parecer, la cantidad de ganado que ambos poseían necesitaba un mayor espacio de tierras para pastar. Abrán dijo a Lot: «No haya disputas entre nosotros dos, ni entre nuestros pastores, pues somos hermanos, (en realidad eran parientes). Tienes delante todo el país, sepárate de mí; si vas a la izquierda, yo iré a la derecha; si vas a la derecha, yo iré a la izquierda.»

Por fin, el patriarca puede escoger definitivamente el lugar del territorio donde fijará su residencia y donde colocará también su propia tumba, en el encinar de Mambré, en Hebrón, donde además erigió un altar al Señor.

El Evangelio de hoy nos está  invitando a encontrar el camino seguro que nos llevará a la felicidad. Nos dice lo siguiente: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas.

Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición. ¡Y qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida, a la felicidad! Son pocos los que caminan por él. Y es que el bien siempre es cuesta arriba, mientras que para el mal pareciera que todo sirve.

Siempre se nos ha dicho que no somos cristianos para llevar una vida sin dificultades ni conflictos. Y cuando llegan los sufrimientos,  tenemos siempre la certeza de que no estamos solos para luchar. Jesús,  el amigo que nunca falla, nos tiende su mano y nos enseña que la unión con Él  consiste en pensar primero en los demás y no en uno mismo. Así nos preparamos para entrar un día en el cielo, como nos enseña la siguiente fábula:

Durante un sueño un Maestro fue llevado por su ángel de la guarda al mundo del más allá. Primero entró en una gran sala donde muchos hombres y mujeres estaban sentados a una mesa llena de exquisitos manjares. Pero el problema era que los cubiertos para tomar la comida eran tan largos que era imposible llevar  un pequeño pedacito a la boca.

Llenos de rabia y disgusto las personas se impedían el uno al otro comer y así, a pesar de tener tan cerca manjares tan apetitosos, se morían de hambre, enfurecidos unos contra otros.

-«Esto es el infierno», le dijo el ángel al Maestro.

En otra gran sala apareció una escena semejante: las mismas mesas con riquísimos manjares, aunque los cubiertos para tomarlos eran también larguísimos.

Pero aquí había alegría y paz, porque cada uno de los comensales no pensaba primero en sí mismo sino en el otro, y así le hacía llegar al que tenía enfrente los ricos manjares, de modo que cada uno recibía del otro lo que necesitaba y lo hacía feliz.

-«Esto es el cielo», dijo el ángel.

Siempre nos han dicho que el cielo es el reino del amor. Y si queremos entrar en él debemos ejercitarnos en amar de verdad  empezando a practicarlo en esta tierra. Y Jesús nos enseña cómo hacerlo.

Carlos Latorre, cmf

Liturgia – Martes XII de Tiempo Ordinario

MARTES DE LA XII SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO, feria

Misa de la feria (verde)

Misal: Cualquier formulario permitido. Prefacio común.

Leccionario: Vol. III-impar.

  • Gén 13, 2. 5-18. No haya disputas entre nosotros dos, pues somos hermanos.
  • Sal 14. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
  • Mt 7, 6. 12-14. Lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo con ellos.

Antífona de entrada          Cf. Sal 27, 8-9
El Señor es fuerza para su pueblo, apoyo y salvación para su Ungido. Salva a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad, sé su pastor por siempre.

Monición de entrada y acto penitencial
Hermanos, frente a la situación de pandemia que estamos sufriendo, acudamos al Señor, que soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores, suplicándole que ponga fin a este estado de sufrimiento en que se halla inmerso el mundo. Ofrezcamos hoy la Eucaristía por esta intención.

Y para celebrar dignamente estos misterios, comencemos la celebración pidiendo humildemente perdón a Dios por nuestros pecados.

  • Tú, que has sido enviado a sanar los corazones. Señor, ten piedad.
  • Tú, que te acercabas a los enfermos y los curabas. Cristo, ten piedad.
  • Tú, que estás sentado a la derecha del padre para interceder por nosotros. Señor, ten piedad.

Oración colecta
DIOS todopoderoso y eterno,
refugio en toda clase de peligro,
a quien nos dirigimos en nuestra angustia;
te pedimos con fe que mires compasivamente nuestra aflicción;
líbranos de la epidemia que estamos padeciendo,
concede descanso eterno a los que han muerto,
consuela a los que lloran, sana a los enfermos,
da paz a los moribundos, fuerza a los trabajadores sanitarios,
sabiduría a nuestros gobernantes
y valentía para llegar a todos con amor glorificando juntos tu santo nombre.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración de los fieles
Hermanos, oremos a Dios Padre, que nos pide que tratemos a los demás como queremos que ellos nos traten.

1.- Para que las Iglesias cristianas alcancemos la unidad bajo la guía del único Pastor que es Jesucristo. Roguemos al Señor.

2.- Para que no le falten al Pueblo de Dios los pastores que necesita para la Nueva Evangelización. Roguemos al Señor.

3.- Para que los gobernantes acierten en su labro y haya paz y prosperidad en todo el mundo. Roguemos al Señor.

4.- Para que los pecadores se conviertan y los enfermos recobren la salud. Roguemos al Señor.

5.- Para que todos nosotros sepamos mantener siempre el respeto y la veneración por la Eucaristía. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, las oraciones que tu pueblo te dirige, y haz que todos nos esforcemos por recorrer el angosto camino que lleva a la vida para poder entrar por la puerta estrecha del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
ACEPTA, Señor,
este sacrificio de reconciliación y alabanza
y concédenos que, purificados por su eficacia,
te ofrezcamos el obsequio agradable de nuestro corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión          Cf. Sal 144, 15
Los ojos de todos te están aguardando, Señor; tú les das la comida a su tiempo.

Oración después de la comunión
OH, Dios,
de quien hemos recibido la medicina de la vida eterna,
concédenos que, por medio de este sacramento,
podamos gloriarnos plenamente de los auxilios del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Meditación – Martes XII de Tiempo Ordinario

Hoy es martes XII de Tiempo Ordinario.

La lectura de hoy es del evangelio de Mateo (Mt 7, 6.12-14):

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen. Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que lo encuentran».

Hoy el Señor es tajante: «las cosas santas hay que tratarlas santamente» («Sancta sancte tractanda», decían los clásicos). ¡Necesitamos una nueva educación litúrgica! En la Iglesia Católica el culto es peculiar y santo: es «liturgia», es decir, acción de Cristo en nosotros y con nosotros (es Jesucristo quien me alimenta con su Cuerpo en la Comunión, etc.). Hemos de recibir con delicadeza este actuar de Dios mismo. 

La liturgia es «obra de Dios», donde Él mismo actúa primero y nosotros somos redimidos con su acción. Debemos disponernos mediante una actitud orante, con disciplina, paz (¡sin prisas!) y reverencia: ¡estamos a la vista de Dios! Debemos ser gratos a los ojos divinos incluso en la postura del cuerpo y en la emisión de la voz (el respetuoso tiende a rezar con la palabra «tímida», porque Dios no necesita ser despertado a gritos).

—Jesús, despiértame una comprensión íntima hacia lo sagrado y haz que me sienta atraído hacia Ti. ¡Todo lo demás es secundario!

REDACCIÓN evangeli.net