Liturgia – Jueves XX de Tiempo Ordinario

JUEVES DE LA XX SEMANA DE TIEMPO ORDINARIO, feria

Misa de la feria (verde).

Misal: Cualquier formulario permitido, Prefacio común.

Leccionario: Vol. III-impar.

  • Jue 11, 29-39a. El primero que salga de la casa será para el Señor y lo ofreceré en holocausto.
  • Sal 39. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
  • Mt 22, 1-14. A todos los que encontréis, llamadlos a la boda.

Antífona de entrada          Cf. Jr 31, 3; 1Jn 2, 2
Con amor eterno nos amó Dios; envió a su Hijo único como víctima de propiciación por nuestros pecados, no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

Monición de entrada y acto penitencial
Un día más el Señor Jesús viene a nosotros; dispongámonos, pues, a acogerle y, al comenzar la Eucaristía le pedimos de todo corazón perdón por nuestros pecados.

• Tú que nos acompañas con amor. Señor, ten piedad.
• Tú que has dado la vida por nuestra salvación. Cristo, ten piedad.
• Tú que nos orientas con sabiduría. Señor, ten piedad.

Oración colecta
CONCÉDENOS tener siempre, Señor,
respeto y amor a tu santo nombre,
porque jamás dejas de dirigir
a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración de los fieles
Oremos con confianza a Dios Padre, que llama a todos los hombres a participar del banquete de su reino.

1.- Por el Papa N., por nuestro obispo N., por todo el clero y el pueblo a ellos encomendados. Roguemos al Señor.

2.- Por las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa. Roguemos al Señor.

3.- Por nuestro pueblo (ciudad) de N., por su prosperidad y por todos los que en él (ella) habitan (habitamos).  Roguemos al Señor.
4.- Por la liberación de toda violencia, división y peligro. Roguemos al Señor.

5.- Por nuestra comunidad y por nosotros, aquí reunidos. Roguemos al Señor.

Oh Padre, que invitas al mundo entero a las bodas de tu Hijo; escucha nuestra súplica y concédenos y entrar en el banquete de la vida eterna vestidos de fiesta. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
CONCÉDENOS, Dios misericordioso,
que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
bebamos con fe en la fuente de la misericordia
y nos mostremos cada vez más misericordiosos con nuestros hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión          Sal 102, 17
La misericordia del Señor dura desde siempre y por siempre para aquellos que lo temen.

Oración después de la comunión
RENOVADOS por la recepción
del Cuerpo Santo y de la Sangre preciosa,
imploramos tu bondad, Señor,
para obtener con segura clemencia
lo que celebramos con fidelidad constante.
Por Jesucristo, nuestro Señor.