Mi Hijo amado

Es Dios
y parece uno más.
Es Santo
y parece pecador.
Es Salvación
y está en la fila de los arrepentidos.
Es Agua viva
y pide el agua del Jordán.

Así conviene obrar
porque este Dios no apaga nada…
Entra en la historia de la humanidad
sin hacer ruido.
Lo cambia todo
con la fuerza de la Palabra.

Y Tú Padre,
sentiste la necesidad de gritar y revelar
Es mi Hijo. Es mi amado.
Es mi Palabra. Es todo lo que tengo.
Es todo lo que os doy.

Ayúdanos, Padre,
a escuchar, a acoger, a meditar,
a ver y contemplar…

Ayúdanos, Padre,
a interpretar los signos de los tiempos
en este enviado que nos regalas
para que entremos más en tu misterio.

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