San Luciano de Antioquía

Nació en Samosata de Siria. Se distinguió en la retórica y la filosofía, se consagró al estudio de la Sagrada Escritura. Se entregó totalmente al servicio de Dios y del prójimo. No se contentó con el ejemplo y la palabra la práctica de la virtud, sino que emprendió una revisión de todo el Antiguo y Nuevo Testamento. San Alejandro cuenta que Luciano estuvo separado de la comunión católica en Antioquía bajo tres obispos sucesivos, es posible que haya favorecido al hereje Pablo de Samosata, condenado en Antioquía. Está fuera de duda que Luciano murió en comunión con la Iglesia. Por aquel tiempo Dioclesano publicó sus primeros edictos contra los cristianos de ahí que fuera prisionero por mucho tiempo. El juez dio la orden de privarle del alimento, pero él nunca dejó de decir que era un cristiano hasta lo último.

Murió en la prisión de Nicomedia, pero aun así nunca dejó de hacer milagros como lo cuenta San Juan Crisóstomo en sus actas.