Lectio Divina – Sábado I de Tiempo Ordinario

Él se levantó y lo siguió

Invocación al Espíritu Santo:

Señor todopoderoso, salvador nuestro, danos la ayuda del Espíritu Santo, para que siempre deseemos las obras de la luz y realicemos todo en tu nombre, así los que hemos nacido del bautismo demos testimonio verdadero ante los hombres. Amén.

Lectura. Marcos capítulo 2 versículos 13 al 17:

Los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos le enviaron a Jesús unos fariseos y unos partidarios de Herodes, para hacerle una pregunta capciosa. Se acercaron, pues, a Él y le dijeron: “Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa lo que diga la gente, porque no tratas de adular a los hombres, sino que enseñas con toda verdad el camino de Dios. ¿Está permitido o no, pagarle el tributo al César? ¿Se lo damos o no se lo damos?”. Jesús, notando su hipocresía, les dijo: “¿Por qué me ponen una trampa? Tráiganme una moneda para que yo la vea”. Se la trajeron y Él les preguntó: “¿De quién es la imagen y el nombre que lleva escrito?”. Le contestaron: “Del César”. Entonces les respondió Jesús: “Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. Y los dejó admirados. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

(Se lee el texto dos o más veces, hasta que se comprenda).

Indicaciones para la lectura:

Los fariseos se consideraban pecadores y los menospreciaban públicamente a los que ejercían profesiones despreciables como era el caso de los recaudadores de impuestos que son señalados como los que robaban al pueblo, y con esta clase de personas los llama Jesús a que los sigan y con ellos se sienta a la mesa. Y les pide que reconozcan a los enfermos y se abran con humildad y fe a la acción salvífica de Dios.

Meditación:

El hecho de Comer con pecadores y publicanos es un dato indudable en la vida de Jesús. Compartir la mesa con gente mal vista a causa de la estigmatización religiosa y social, que era considerada impura y despreciable, fue el signo más claro y provocativo de que el Reino de Dios, que pedía inclusión fraterna, estaba llegando.

Jesús actuaba así porque tenía muy clara la convicción de que habría que hacer presente a un Dios misericordioso, que se acerca a todo para ofrecer su amor; abolía con todo esto la marginación religiosa de unos y la superioridad religiosa de otros. Y no es que el Dios de Jesús no sea exigente; Io es, y mucho más que el dios legalista de ciertos grupos. Pero primero es incluyente, y solo después exigente, pero nunca tiránico.

Marcos aprovecha para hacer una distinción crucial: el médico no es para los fuertes, sino para los enfermos. Es la lógica de Dios, aunque no necesariamente la de ciertos individuos o grupos religiosos. Dios se acerca al pecador, en lugar de alejarse; lo acoge primero, en vez de condenarlo de manera inmediata; lo procura, nunca lo abandona.

No tengamos miedo de sacrificar todos los prejuicios o juicios equivocados que impiden que imitemos la actitud de Jesús hacia los que fallan; incluyámonos, con honestidad, nosotros mismos entre aquellos que fallan y necesitan de la compasión de Dios y de los demás.

Oración:

Te damos gracias, Señor Dios todopoderoso, porque has permitido que lleguemos a este día, en el que queremos ser tus testigos ante a las personas que más lo necesitan, y que esta acción de gracias sea nuestra ofrenda.

Contemplación:

Deber de los ciudadanos es cooperar con la autoridad civil al bien de la sociedad en espíritu de verdad, justicia, solidaridad y libertad. El amor y el servicio de la patria forman parte del deber de gratitud y del orden de la caridad. La sumisión a las autoridades legítimas y el servicio del bien común exigen de los ciudadanos que cumplan con su responsabilidad en la vida de la comunidad política (Catecismo de la Iglesia Católica numeral 2239).

Oración final:

¡Señor!, gracias por recordarme cuáles son las prioridades en mi vida. Señor, que no dude darte generosamente el tiempo que te mereces. Señor, ilumíname cuando me exceda con las cosas de este mundo, con el César tirano, para que pueda escapar de sus garras y tener claro los límites entre lo tuyo y mis demás ocupaciones. Gracias por enseñarme con tu ejemplo a dar al César lo del César y a Dios lo que es de Dios.

Propósito:

El día de hoy rezaré un padrenuestro al iniciar mi trabajo o estudio para recordarme que necesito dar al César lo del César y a Dios lo de Dios.

Anuncio publicitario