SAN FRANCISCO DE SALES, obispo y doctor de la Iglesia, memoria obligatoria
Misa de la memoria (blanco)
Misal: Oraciones propias, antífonas del común de pastores (para un obispo) o de doctores. Prefacio común o de la memoria.
Leccionario: Vol. III-impar
- Heb 10, 1-10. He aquí que vengo para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad.
- Sal 39. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
- Mc 3, 31-35. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre.
O bien: cf. vol IV.
Antífona de entrada Cf. Eclo 15, 5
En medio de la asamblea le abrió la boca, y el Señor lo llenó del espíritu de sabiduría y de inteligencia, lo revistió con un vestido de gloria.
Monición de entrada y acto penitencial
Fue esencialmente un pastor de almas (1567-1622). Fue misionero y después obispo de Ginebra (residente en Annecy), fundó la orden de las religiosas de la Visitación junto con santa Juana Francisca Fremiot de Chantal. Se hizo todo a todos por medio de la palabra hablada y escrita, y mantuvo conversaciones teológicas con los protestantes. Se preocupaba de todos, pequeños y grandes, y puso al alcance de todos ellos la vida espiritual.
Yo confieso…
Oración colecta
OH Dios,
tú has querido que el santo obispo Francisco de Sales
se hiciera todo para todos por la salvación de las almas,
concédenos, en tu bondad, a ejemplo suyo,
manifestar siempre la dulzura de tu amor en el servicio a los hermanos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Reflexión
La llegada inesperada de la madre y de los familiares más próximos, mientras Jesús se está dirigiendo a la multitud, le permite hablar –en forma abierta, aunque no inmediatamente inteligible– de otro parentesco real, que de ahora en adelante Él tendrá en gran aprecio. Haciendo fielmente la voluntad de Dios, cualquiera de sus discípulos puede llegar a ser “hermano” o “hermana” de Jesús. Los lazos de sangre, incluso los maternos, se ven así superados por los de la dinámica y universal identidad espiritual en Cristo (Cfr. Gal 3, 28 y 4, 19).
Oración de los fieles
Invoquemos, hermanos, con corazón unánime, a Dios Padre todopoderoso, fuente y origen de todo bien.
1.- Para que todas las Iglesias que creen en Cristo superen su torpes prejuicios y divisiones y lleguen a ser uno en el Señor, que les trajo perdón, amor y paz, roguemos al Señor.
2.- Para que el Espíritu del Señor toque a todos los endurecidos por el pecado y les induzca a arrepentirse y a cambiar su vida, roguemos al Señor.
3.- Para que nuestras comunidades acepten con bondad a los hermanos que hayan errado, defiendan a los débiles y a las víctimas de injusticia, y den testimonio de la misericordia de Dios, roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas cuanto existe en el cielo y en la tierra: escucha las oraciones de tu pueblo y concede a nuestro tiempo la paz. Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
POR este sacrificio de salvación que te ofrecemos, Señor,
enciende nuestro corazón en el fuego del Espíritu Santo,
con el que inflamaste admirablemente
el alma llena de ternura de san Francisco de Sales.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Cf. Lc 12, 42
Este es el siervo fiel y prudente a quien el Señor ha puesto al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas.
Oración después de la comunión
DIOS todopoderoso,
por estos sacramentos que hemos recibido,
concédenos que, imitando en la tierra el amor
y mansedumbre de san Francisco de Sales,
alcancemos también la gloria del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.