SANTO TOMÁS DE AQUINO, presbítero y doctor de la Iglesia, memoria obligatoria
Misa de la memoria (blanco)
Misal: 1ª oración propia y el resto del común de doctores o de pastores (para un pastor), Prefacio común o de la memoria.
Leccionario: Vol. III-impar
- Heb 11, 1-2. 8-19. Esperaban la ciudad cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios.
- Salmo: Lc 1, 69-75. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
- Mc 4, 35-41. ¿Quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!
O bien: cf. vol. IV.
Antífona de entrada Cf. Eclo 15, 5
En medio de la asamblea le abrió la boca, y el Señor lo llenó del espíritu de sabiduría y de inteligencia, lo revistió con un vestido de gloria.
Monición de entrada y acto penitencial
Realiza espléndidamente el ideal dominicano: contemplar y transmitir el fruto de la contemplación. Fue filósofo y teólogo y maestro de ambas disciplinas. Tuvo una capacidad inmensa para reflexionar, para enseñar y para escribir. Pero, más que nada, se entregó a la contemplación y a la oración y se sujetó a un reglamente inflexible para llegar a aquel que es la luz (1225-1274).
Y comencemos nuestra celebración reconociendo nuestros pecados y pidiendo perdón por ellos.
• Tú que eres la fuente de agua viva. Señor, ten piedad.
• Tú que eres la luz que ilumina en las tinieblas. Cristo, ten piedad.
• Tú que eres la auténtica sabiduría escondida. Señor, ten piedad.
Oración colecta
OH, Dios, que hiciste a santo Tomás de Aquino
digno de admiración por su ardoroso anhelo de santidad
y por el estudio de las ciencias sagradas,
concédenos comprender lo que él enseñó
e imitar plenamente lo que realizó.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Reflexión
La tormenta sorprendentemente calmada en el lago de Genesaret no sólo revela el poder de Jesús sobre los elementos de la naturaleza, sino que es también una clara lección acerca de la fe exigida a sus discípulos respecto a su misma condición divina. Cuando la vida del cristiano –o incluso de la Iglesia entera– viene estremecida por vendavales adversos o por sorpresivas tempestades, es bueno recordar que Jesús nos ha prometido su presencia «hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20), lo cual debería bastarnos para mantener la tan necesaria serenidad.
Oración de los fieles
Hermanos: En esta oración pública y comunitaria que vamos a hacer, no se limite cada uno a orar por sí mismo o por sus necesidades, sino oremos a Cristo el Señor por todo el pueblo.
1.- Pidamos para todo el pueblo cristiano la abundancia de la bondad divina. Roguemos al Señor.
2.- Imploremos la largueza de los dones espirituales para todos los no creyentes. Roguemos al Señor.
3.- Supliquemos la fortaleza del Señor para todos los que gobiernan las naciones. Roguemos al Señor.
4.- Pidamos al Señor, que gobierna el mundo, tiempo bueno y maduración de los frutos. Roguemos al Señor.
5.- Roguemos al Señor por todos nuestros hermanos que no han podido venir a esta celebración. Roguemos al Señor.
6.- Oremos al juez de todos los hombres por el descanso eterno de los fieles difuntos. Roguemos al Señor.
7.- Pidamos la clemencia del Salvador para todos nosotros, que imploramos con fe la misericordia del Señor. Roguemos al Señor.
8.- Imploremos la misericordia de Cristo, el Señor, en favor nuestro y de nuestros familiares, confiando en la bondad del Señor. Roguemos al Señor.
Atiende benignamente nuestras súplicas, Señor, y escucha las oraciones de tus fieles. Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
OH, Dios, que te agrade el sacrificio
que ofrecemos con alegría en la fiesta de santo Tomás de Aquino,
cuyas enseñanzas nos impulsan a alabarte y
a entregarnos enteramente a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Cf. Lc 12, 42
Este es el siervo fiel y prudente a quien el Señor ha puesto al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas.
Oración después de la comunión
A cuantos alimentas con Cristo, Pan de vida,
instrúyelos, Señor, con la enseñanza de Cristo Maestro,
para que, en la fiesta de santo Tomás de Aquino,
conozcan tu verdad y la realicen en el amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.