MIÉRCOLES DE LA XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria
Misa de la feria (verde)
Misal: cualquier formulario permitido. Prefacio común.
Leccionario: Vol. III-impar
- Heb 12, 4-7. 11-15. El Señor reprende a los que ama.
- Sal 102. La misericordia del Señor dura por siempre, para aquellos que lo temen.
- Mc 6, 1-6.No desprecian a un profeta más que en su tierra.
Antífona de entrada Sal 53, 6. 8
Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario dando gracias a tu nombre, que es bueno.
Monición de entrada y acto penitencial
Conscientes de la necesidad que tiene el mundo del testimonio cualificado de hombres y mujeres cristianos que realicen en su vida los consejos evangélicos con una actitud total de renuncia y abnegación, ofrecemos hoy al Señor la celebración de la Eucaristía por las vocaciones a la vida religiosa, para que no falte nunca en la Iglesia el testimonio de la vida consagrada.
Comencemos pues la celebración de los sagrados misterios poniéndonos en la presencia del Señor, y pidiéndole humildemente perdón por todos nuestros pecados.
• Tú que te has hecho pobre por amor. Señor, ten piedad.
• Tú que has obedecido en todo la voluntad del Padre. Cristo, ten piedad.
• Tú que has vivido castamente en el cuerpo y en el espíritu. Señor, ten piedad.
Oración colecta
MUÉSTRATE propicio con tus siervos, Señor,
y multiplica compasivo los dones de tu gracia sobre ellos,
para que, encendidos de fe, esperanza y caridad,
perseveren siempre, con observancia atenta, en tus mandatos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Reflexión
Jesús comprobará la autenticidad de su palabra y de su misión mediante los «signos», es decir, sus portentosos milagros. Como todos los profetas que le precedieron, Él tuvo que sufrir la desconfianza, la incredulidad y el rechazo, comenzando por el de sus propios paisanos. Los prejuicios pudieron más que la evidencia. Por eso Jesús tuvo que comentar con tristeza: «Nadie es profeta en su tierra». Reconocerlo como Mesías e Hijo de Dios –y no sólo como el sencillo y normal «hijo del carpintero»– requería lo que a ellos más les faltaba: la fe.
Oración de los fieles
Oremos confiadamente a Dios nuestro Padre, que por medio de Jesucristo libera a todos los encarcelados por el pecado y las fuerzas del mal.
1.- Para que conceda a la Iglesia la libertad y la paz. Roguemos al Señor.
2.- Para que conceda a la Iglesia vocaciones que vivan para alabarlo y extender su Reino. Roguemos al Señor.
3.- Para que se digne establecer y conservar la justicia en todas las naciones. Roguemos al Señor.
4.- Para que consuele a los que sufren y dé la salud a los enfermos. Roguemos al Señor.
5.- Para que vivamos con austeridad, valorando verdaderamente necesario. Roguemos al Señor.
Escucha, Señor nuestras súplicas, y concédenos un lo que es que nos haga libres y disponibles para que así lleguemos a ser, como los apóstoles, auténticos testigos del evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
OH, Dios, que has llevado a la perfección del sacrificio único
los diferentes sacrificios de la ley antigua,
recibe la ofrenda de tus fieles siervos
y santifica estos dones como bendijiste los de Abel,
para que la oblación que ofrece cada uno de nosotros
en alabanza de tu gloria,
beneficie a la salvación de todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 110, 4-5
Ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso y clemente. Él da alimento a los que lo temen.
Oración después de la comunión
ASISTE, Señor, a tu pueblo
y haz que pasemos del antiguo pecado
a la vida nueva
los que hemos sido alimentados
con los sacramentos del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.