Liturgia – Viernes IV de Tiempo Ordinario

VIERNES DE LA IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria

Misa de la feria (verde)

Misal: cualquier formulario permitido. Prefacio común.

Leccionario: Vol. III-impar

  • Heb 13, 1-8. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
  • Sal 26. El Señor es mi luz y mi salvación.
  • Mc 6, 14-29. Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.

Antífona de entrada Cf. Sal 32, 11. 19
Los proyectos del Corazón del Señor subsisten de edad en edad, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.

Monición de entrada y acto penitencial
Con la muerte del Bautista acaba la vida del último profeta de Dios del Antiguo Testamento, quien, como bisagra entre los dos Testamentos, había preparado el camino para la venida del Señor. Murió como siervo sufriente de Dios, como un nuevo Elías, que se enfrentó a reyes hostiles y a reinas infames.

Yo confieso…

Oración colecta
SEÑOR, Dios nuestro,
revístenos con las virtudes del Corazón de tu Hijo
e inflámanos en sus mismos sentimientos,
para que, conformados a su imagen,
merezcamos participar de la redención eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Reflexión
El trágico destino del Bautista contrapone el heroico testimonio de un «mártir» a la vengativa ligereza de Herodías. Es también un patente reproche al vicioso y voluble Herodes, su cuñado y marido. Aparece así el contraste entre dos distantes concepciones de la vida. Se puede apreciar, además, lo que implica tomar en serio una «misión» profética. En este sentido, la muerte de Juan se convierte en presagio de una muerte semejante, que Jesús habrá de afrontar por instigación de las corruptas autoridades religiosas y políticas de su pueblo.

Oración de los fieles
Al celebrar, hermanos, el amor infinito de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, supliquemos humildemente al Padre de la misericordia.

1.- Señor, danos hombres y mujeres, e incluso niños, grandes de espíritu,  para que nos inspiren a todos nosotros a cómo vivir de manera coherente nuestra fe; por eso te rogamos:

2.- Señor, tú sabes lo tímidos y miedosos que somos. Ayúdanos a tomar en serio el evangelio de tu Hijo Jesús, permitiendo al Espíritu que nos dé conciencia y fortaleza de profetas; por eso te rogamos:

3.- Señor Jesús, tú ves qué crueles somos a veces.  Que la amabilidad y la compasión de las buenas personas con las que convivimos nos faciliten tener también nosotros corazones afectuosos y comprensivos; por eso te rogamos:

Oh, Dios, que nos has manifestado tu amor en el corazón de tu Hijo, muéstranos también tu inmensa bondad escuchando las oraciones de tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
OH, Dios, Padre de toda misericordia,
que, por el gran amor con que nos amaste,
nos has dado con inefable bondad a tu Unigénito,
haz que, en perfecta unión con él,
te ofrezcamos un homenaje digno de ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión          Jn 7, 37-38
Dice el Señor: el que tenga sed, que venga a mí y beba El que cree en mí, de sus entrañas manarán ríos de agua viva.

Oración después de la comunión
DESPUÉS de participar del sacramento de tu amor,
imploramos de tu bondad, Señor,
ser configurados con Cristo en la tierra
para que merezcamos participar de su gloria en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

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