V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Misa del domingo (verde)
Misal: Antífonas y oraciones propias. Gloria. Credo. Prefacio dominical.
Leccionario: Vol. I (A)
- Is 58, 7-10. Surgirá tu luz como la aurora.
- Sal 111.El justo brilla en las tinieblas como una luz.
- 1Cor 2, 1-5. Os anuncié el misterio de Cristo crucificado.
- Mt 5, 13-16.Vosotros sois la luz del mundo.
Antífona de entrada Sal 94, 6-7
Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios.
Monición de entrada
Como luz del mundo, como sal de la tierra y como ciudades construidas en lo alto de un monte, la liturgia de este domingo nos invita a ser reflejo del amor de Dios y a fincar nuestra existencia en esa esperanza que Cristo nos ha traído… ¡Que –en medio de las tinieblas de la indiferencia y del egoísmo– sepamos compartir generosamente con todos este sencillo y sabio mensaje que hoy se nos confía!
Acto penitencial
Comencemos, pues, la celebración de estos sagrados misterios, pidiendo en silencio la gracia de Dios y el perdón por las muchas veces en que en lugar de ser sal y luz somos insulsez y tiniebla.
• Por aceptar la mentira para el bien de unos pocos y despreciar la verdad para mal de todos. Señor, ten piedad.
• Por preferir ser insípidos en la apática comodidad cuando Cristo quiere que seamos sal de la tierra. Cristo, ten piedad.
• Por no ser fuerza salvadora en un ambiente de intrigas y enemistades. Señor, ten piedad.
Se dice Gloria.
Oración colecta
VELA, Señor,
con amor continuo sobre tu familia;
protégela y defiéndela siempre,
ya que sólo en Ti ha puesto su esperanza.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Se dice Credo.
Como respuesta a la buena Noticia de Jesucristo, afirmemos ahora nuestra fe en el Dios que es amor, en el Dios que nos salva, en el Dios que da vida.
Oración de los fieles
Oremos al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien:
1.- Por la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, para que la acompañe siempre la plena riqueza del amor de Dios. Roguemos al Señor.
2.- Por los que gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de los hombres, para que busquen continuamente el espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación a sus conciudadanos. Roguemos al Señor.
3.- Por los débiles que se ven oprimidos y por los justos que sufren persecución, para que Dios les conceda el espíritu de fortaleza, que los haga perseverar en la fidelidad a sus preceptos. Roguemos al Señor.
4.- Por nosotros mismos, para que el Señor nos conceda un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y una santa muerte. Roguemos al Señor.
Dios nuestro, que en la necedad de la cruz has manifestado que tu sabiduría está por encima de la prudencia del mundo, haz que comprendamos el verdadero espíritu del Evangelio, para que –fervorosos en la fe y fuertes en la caridad– nos convirtamos, de verdad, en luz del mundo y en sal de la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las ofrendas
SEÑOR y Dios nuestro,
que has creado estos dones como remedio eficaz de nuestra debilidad,
concédenos que sean también para nosotros
sacramento de vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Cf. Sal 106, 8-9
Den gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. Calmó el ansia de los sedientos y a los hambrientos los colmó de bienes.
Oración después de la comunión
OH Dios,
que has querido hacernos partícipes de un mismo Pan y de un mismo Cáliz,
concédenos vivir tan unidos en Cristo,
que fructifiquemos con gozo para la salvación del mundo.
Por Jesucristo nuestro Señor.