Liturgia – Bienaventurada Virgen de Lourdes

BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LOURDES, memoria libre

Misa de la memoria (blanco)

Misal: 1ª oración propia, el resto del común de la bienaventurada Virgen María. Prefacio común o de la memoria.

Leccionario: Vol. III-impar

  • Gál 3, 9-24. El Señor Dios lo expulsó del jardín del Edén, para que labrase el suelo.
  • Sal 89. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
  • Mc 8, 1-10. La gente comió hasta quedar saciada.

O bien: cf. vol. IV, o bien cf. Leccionario de las «Misas de la Virgen María».


Antífona de entrada
Dicha tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces Virgen para siempre.

Monición de entrada y acto penitencial
Desde las semanas situadas entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858, la gruta de Massabielle atrajo enormes multitudes a Lourdes. Invocando a la Inmaculada Madre de Dios, que se apareció a Bernardita en la gruta, el pueblo cristiano descubre en María la imagen de la Iglesia futura, la anticipación de la nueva Jerusalén, cuyas puertas están abiertas a todas las naciones.

Yo confieso….

Oración colecta
CONCÉDENOS, Dios misericordioso,
auxilio en nuestra fragilidad, para que,
quienes celebramos la conmemoración de la inmaculada Madre de Dios,
con la ayuda de su intercesión
nos veamos libres de nuestras culpas.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Reflexión
Este milagro de la segunda multiplicación de los panes se lleva a cabo en tierra pagana. Jesús lo realiza en favor de quienes «vienen de lejos», y pone de manifiesto su gran compasión por la multitud hambrienta. Tal gesto del Señor integra –como espontánea y maravillosa consecuencia– el generoso ofrecimiento del pan material y del Pan espiritual. Desde siempre, la comunidad cristiana ha sabido compartir, complementariamente, la mesa de la Palabra y la mesa de la Eucaristía. A ellas habrá de unirse la práctica de la caridad.

Oración de los fieles
Oremos confiadamente a Dios nuestro Padre, que ha venido a visitarnos en su Hijo Jesucristo, y nos invita a quedarnos con la mejor parte.

1.- Por toda la Iglesia, por el Papa, los obispos y los sacerdotes, por todos aquellos que quieren seguir a Jesucristo. Roguemos al Señor.

2.- Por las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada. Roguemos al Señor.

3.- Por los que gobiernan los pueblos y por todos los que tienen responsabilidades en la vida pública. Roguemos al Señor.

4.- Por los pobres, por los enfermos, por los que más sufren las consecuencias de la crisis económica, de la violencia y de la injusticia. Roguemos al Señor.

5.- Por nosotros, por nuestros familiares, amigos y conocidos, por todos nuestros difuntos. Roguemos al Señor.

Padre sabio y misericordioso; escucha nuestras oraciones y danos un corazón manso y humilde para escuchar la palabra de tu Hijo, y para acogerle y servirle como invitado en la persona de nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.    

Oración sobre las ofrendas
AL venerar la memoria de la Madre de tu Hijo,
te rogamos, Señor,
que la ofrenda que te presentamos nos transforme,
por la abundancia de tu gracia,
en ofrenda permanente.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión           Lc 1, 49
Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre.

Oración después de la comunión
YA que nos has concedido participar de la redención eterna,
te rogamos, Señor, que,
quienes celebramos la conmemoración de la Madre de tu Hijo,
no sólo nos gloriemos de la plenitud de tu gracia,
sino que experimentemos también un continuo aumento de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

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