• Observamos la presencia, la compañía del Espíritu, en la vida de Jesús. No ha comenzado Jesús su vida pública y los evangelistas nos lo presentan enfrentado con el maligno acompañado de la presencia del Espíritu (2). Ese mismo Espíritu continúa actuando en la Iglesia y en cada uno de nosotros. Es el Espíritu que bajó sobre Jesús en el momento del Bautismo (Mt 3,16; Mc 1,10; Lc 3,22) quien le conduce a lo largo de su vida, es ese mismo Espíritu el que nos acompañará durante toda la cuaresma y quien nos estimulará a convertirnos.
• Jesús fue tentado por el maligno, para que renunciase a su condición de Hijo obediente de Dios, proponiéndole un mesianismo triunfante, espectacular (3.6). Parece como si Jesús, antes de presentarse ante el mundo, para realizar la misión que Dios le había encomendado, calibrase con qué medios, con qué estilo iba a realizar la misión del enviado del Padre.
• Al final de un largo ayuno, el tentador le propone a Jesús: “di que estas piedras se conviertan en pan” (3). Tal vez como diciéndole en tu Proyecto, en tu plan de actuación, trata de buscar beneficio propio, aprovéchate. Jesús es consciente de que lo fundamental es la voluntad de Dios Padre “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (4). Es la primera tentación.
• En un segundo momento, Jesús es tentado para que deslumbre al personal, para que seduzca, para que realice gestos extraordinarios: “Si eres Hijo de Dios tírate abajo… los ángeles te sostendrán”. (6) Pero Jesús opta por la sencillez, por la humildad, por ser uno más. Así vivió desde el principio de su vida.
• Más aún, cuando lo quieren aplaudir y honorar se esconde, desaparece y a los que cura les dice “no se lo digáis a nadie” (Mc 1,44; Mt 8,4). Él nos propone como criterio a tener en cuenta, en nuestra forma de actuar, la discreción: “cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha” (Mt 6,3).
• Por último el tentador le ofrece a Jesús “el oro y el moro” (9). ¿Aceptará Jesús a asumir un mesianismo político? ¿Se dejará acaparar por el poder por el tener…? Su pretensión no es otra que realizar el Proyecto del Padre, servir a Dios y entregarse a su Proyecto por el camino del servicio y de la donación total hasta derramar su última gota. Toda la vida de Jesús es un cheque en blanco a lo que Dios disponga de Él. Jesús se fía absolutamente de Dios Padre, aunque en ese camino tenga que pasar por el rechazo e incluso por el gran suplicio de la cruz.
• Jesús experimentó la tentación pero se mantuvo fiel a su condición de Hijo y cumplió fielmente la misión que Dios Padre le había encomendado.
• Jesús es tentado, nosotros somos tentados. Él venció al tentador, nosotros con frecuencia sucumbimos a la tentación.