Liturgia – Sábado después de Ceniza

SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA, feria

Misa de sábado (morado)

Misal: Antífonas y oraciones propias. Prefacio Cuaresma.

Leccionario: Vol. II

            La Cuaresma: Cambiar la vida.

  • Is 58, 9b-14. Cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo, brillará tu luz en las tinieblas.
  • Sal 85. Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
  • Lc 5, 27-32. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.

Antífona de entrada          Cf. Sal 68, 17
Respóndenos, Señor, con la bondad de tu gracia; por tu gran compasión vuélvete hacia nosotros.

Monición de entrada y acto penitencial
Jesús vino a llamar a los pecadores. Ellos son los que le necesitan, no tanto los rectos o los justos. Son los pecadores los que necesitan curación. Nosotros nos contamos ente ellos, y por lo tanto necesitamos curación. Los fariseos se consideraban a sí mismos justos, pero tenían un corazón poco misericordioso; su corazón estaba seco. Lo que Jesús quiere es misericordia, no sacrificios. — Jesús viene a encontrarse con Levi-Mateo. Sólo una invitación escueta de Jesús,  y Mateo deja todo atrás: su mesa de impuestos, su pasado. Se convierte en un nuevo hombre, creado de nuevo –re-creado- por Cristo. Él vive ahora para el futuro. Su corazón convertido se va a volcar en otros también, al hacerse apóstol. — En esta eucaristía Jesús viene a llamarnos y a transformarnos; se sienta a la mesa con nosotros, como hizo con Levi-Mateo.

  • Señor, ten misericordia de nosotros.
    — Porque hemos pecado contra Ti.
  • Muéstranos, Señor, tu misericordia.
    — Y danos tu salvación.

Oración colecta
DIOS todopoderoso y eterno,
mira compasivo nuestra debilidad
y, para protegernos,
extiende sobre nosotros tu mano poderosa.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Reflexión
La iniciativa de salvación viene siempre de parte de Dios, pero al hombre le toca aceptarla, siguiendo a Jesús. Leví, también llamado Mateo, deja todo cuando escucha la invitación del Maestro. Él festeja luego su nueva situación, como muestra de que desea enmendar su desordenada forma de vivir. Así, manifiesta estar dispuesto a aceptar el perdón misericordioso que se le ofrece. El banquete –en el que otros pecadores y otros “enfermos” aceptan participar, junto al «Medico divino»– marca la gran diferencia entre un “antes” y un “después”.

Oración de los fieles
Oremos al Señor, nuestro Dios. Él es rico en misericordia con los que lo invocan.

1.- Para que los cristianos experimenten la alegría de recibir el perdón de Dios y de perdonarse mutuamente, los unos a los otros, roguemos al Señor.

2.- Para que los que están enredados en pecado y no saben cómo desatarse de él encuentren a Jesús, que vino como médico de corazones, roguemos al Señor.

3.- Para que todos nosotros aprendamos que volvernos a nuestros hermanos y llevarles justicia y amor es parte de nuestra conversión, roguemos al Señor.

Señor, Dios nuestro, escucha nuestra oración, atiende a la voz de nuestra súplica. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas
RECIBE, Señor,
este sacrificio de reconciliación y de alabanza;
y haz que, purificados por su eficacia,
podamos ofrecerte el afecto de nuestro corazón
como ofrenda agradable a tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Cuaresma

Antífona de comunión          Cf. Mt 9, 13
Misericordia quiero y no sacrificios, dice el Señor; que no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

Oración después de la comunión
TE pedimos, Señor,
que, alimentados con el don de la vida celestial,
lo que para nosotros es un sacramento en la vida presente
se convierta en auxilio de eternidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre el pueblo
SEÑOR,
hazte presente bondadosamente a tu pueblo
que ha participado en los santos misterios,
para que no se vean amenazados por peligro alguno
quienes confían en tu protección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Anuncio publicitario