¡La dura tarea de la evangelización!.
El autor de esta Carta advierte sin dulcificaciones que los trabajos del Evangelio son duros. Recuerda el camino apostólico del maestro como un modelo a imitar. Ya el mismo Pablo lo recordaba en su discurso de despedida a los presbíteros de Éfeso (Hch 20,17-38). En las cartas dos a los Corintios nos recuerdan las dificultades provenientes de dentro y de fuera. La tarea evangelizadora la entiende Pablo, incluso, como una forma de completar en su carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo. Diríamos que hay una honda comunión entre las dos vidas: la de Jesús y la de Pablo, unidas por el sufrimiento y la persecución. En la tarea evangelizadora es para personas dispuestas a las dificultades. ¡Evangelizar es anunciar a Jesús como Salvador!. Evangelizar es presentar ante los hombres la obra de Dios en Jesús. Cumple su palabra, anunciada y prometida desde tiempo inmemorial, es decir, desde los orígenes. Jesús ha abierto un nuevo camino, ahora sigue adelante cuando se anuncia su Evangelio que es la señal más firme de nuestra fe en la Resurrección de Jesús.
Fray Gerardo Sánchez Mielgo