Liturgia – Viernes V de Cuaresma

VIERNES DE LA V SEMANA DE CUARESMA, feria

Misa de la feria (morado)

Misal: Antífonas y oraciones propias. Prefacio de Cuaresma

Leccionario: Vol. II

            La Cuaresma: El Señor está con nosotros.

  • Jer 20, 10-13. El Señor es mi fuerte defensor
  • Sal 17. En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó
  • Jn 10, 31-42. Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos

Antífona de entrada          Sal 30, 10. 16. 18
Piedad, Señor, que estoy en peligro, líbrame de mis enemigos que me persiguen; Señor, no quede yo defraudado tras haber acudido a ti.

Monición de entrada y acto penitencial
Sean todos bienvenidos a la celebración eucarística en el último viernes de Cuaresma, preparándonos con mucha más intensidad para las celebraciones pascuales.

En 8 días estaremos celebrando la pasión y muerte de Cristo. Hoy la Palabra nos anuncia, tanto en la primera lectura como el en salmo y el Evangelio, el destino del justo.

Unamos nuestros sentimientos a los de Cristo y comencemos esta santa misa

  • Señor, ten misericordia de nosotros.
    — Porque hemos pecado contra Ti.
  • Muéstranos, Señor, tu misericordia.
    — Y danos tu salvación.

Oración colecta
PERDONA las culpas de tu pueblo, Señor,
y que tu bondad nos libre de las ataduras del pecado,
que hemos cometido a causa de nuestra debilidad.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Reflexión
Reconociendo a Jesús como Mesías, los judíos tendrían que haber reconocido y aceptado igualmente sus enseñanzas. En cambio –llenos de obstinación y carentes de toda razonable apertura– lo rechazan. Más aún, intentan apedrearlo como blasfemo, ya que había dicho abiertamente que Él era el «Hijo de Dios». De nada les servirán ya las declaraciones y los argumentos de Jesús, y mucho menos las obras por Él realizadas. Sin embargo, muchos descubren en sus milagros lo pronosticado por el Bautista acerca de su persona y de su misión.

Oración de los fieles
Jesús realizó «muchas obras buenas» (Jn 10, 32) entre los judíos. Pidamos al Señor el don de la fe, a través de nuestras oraciones.

1.- Por la Iglesia, que es madre y maestra. Para que, en medio de las contradicciones, las confusiones, las falsedades que atraviesan nuestra historia, sea signo luminoso de la esperanza y de la paz del Señor, muerto y resucitado por nosotros. Roguemos al Señor.

2.- Por el Papa Francisco, los obispos y los sacerdotes. Para que su enseñanza esté siempre iluminada por la Palabra acreditada del Evangelio, para guiar los pasos del hombre a reconocer y creer en las obras que Jesús realiza cada día. Roguemos al Señor.

3.- Por los jefes de las naciones, especialmente los de nuestro país, para que vivan su misión con responsabilidad y atención por el pueblo que les ha sido confiado, sin hacer prevalecer la violencia, los intereses parciales o personales y la injusticia. Roguemos al Señor.

4.- Por las personas que, en los países dominados por dictaduras, son encarceladas, objeto de violencia y de injusticia. Que el Señor se ponga de su lado «como valiente y valeroso»  y mantenga encendida en ellas la llama de la fe. Roguemos al Señor.

5.- Por todos nosotros, para que sepamos sobrellevar las dificultades que la vida nos presenta, siendo fieles a Dios, a quien invocamos en cada necesidad y viene siempre en nuestro auxilio. Roguemos al Señor.

Señor, en nuestro miedo, en nuestra incredulidad, en nuestra inseguridad, sostennos con tu fuerza y escucha nuestras oraciones. Tú que eres Dios y vives reinas con Dios Padre por los siglos de los siglos. Amén.

Oración sobre las ofrendas
CONCÉDENOS, Dios misericordioso,
servir siempre a tu altar con dignidad
y alcanzar la salvación por la participación constante en él.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Cuaresma

Antífona de comunión          Cf. 1 Pe 2, 24
Jesús llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia; con sus heridas somos curados.

Oración después de la comunión
QUE nos acompañe, Señor,
la continua protección del sacramento recibido
y aleje siempre de nosotros todo mal.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre el pueblo
DIOS todopoderoso, concede a tus siervos,
deseosos de la gracia de tu protección,
que, libres de todo mal, te sirvan con ánimo sereno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

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