14 de junio – Sagrado Corazón

LA LANZADA

ORACIÓN PREPARATORIA

Oh Dios, que por medio del Corazón de tu Hijo, herido por nuestras culpas, te dignas, en tu misericordia infinita, darnos los tesoros de tu amor; te pedimos nos concedas que, al presentarte el devoto obsequio de nuestra piedad, le ofrezcamos también el homenaje de una digna satisfacción. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

CONSIDERACIÓN DEL DÍA

Lanzada contra el Corazón de Cristo es la profanación que se hace impune y públicamente de los días del Señor; la omisión de la Santa Misa; el convertir los días santos en días de indiferencia y pecado.

 

LETANÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Padre Eterno, Dios de los cielos, ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Pa­dre, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Al­tísimo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien están to­dos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, deseo de los eter­nos collados, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paciente y de mu­cha misericordia, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, saciado de opro­bios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, perforado por una lanza, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de toda con­solación, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pe­cados del mundo, perdónanos, Se­ñor.
Cordero de Dios, que quitas los pe­cados del mundo, escúchanos, Se­ñor.
Cordero de Dios, que quitas los pe­cados del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesús, manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo.

 

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, mira el corazón de tu amadísimo Hijo y las alabanzas y sa­tisfacciones que te dio en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploran tu misericordia, en nombre de tu mismo Hijo Jesucristo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

 

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, que tus santos misterios infundan en nosotros el fervor divino, con el que, recibida la bondad de tu dulce Corazón, aprendamos a despreciar lo terreno y amar lo celestial. Tu que vives y reinas por siglos infinitos. Amén.